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l

l'edla

·¡a.cclón

12.02.2018 -

¿2006

o

2012?

Por

GERARDO ESQUIVEL

e

Cómo

será

esta

elección?¿Como

~

la

del2006 (es

decir,

muy

cena–

U

da.

polar!zada. con aJguien

vi–

niendo

de

abajo

y

captUrando

el voto

anti-AMLO

y,

quizás,

incluso

deo:o–

tándolo) o

oomo

la

del2012 (es

decir,

con un candidato

puntero

de

princi–

pio a

fin

y que

temlinó

ganando con

una

ventaja

relativamente

cómoda)?

Hoy muchos sectores antilopezo–

bradoristas fantasean con el primer

escenario. Están

ansiosos

de

saber

qué candidato

se

ubica. como el

se–

gundo lugar

(si

Meade o

Anaya),

y

consideran

que.

una

vez

resuelta

esta

fase.

el

voto

anti-AMLO

podrla

rea–

gruparse en tomo a dicho

candidato.

Según

sus

cálculos.

las

preferencias

electorales hoyendía son

similares

a

las

de febrero de 2006 (con

una ven–

taja

paraAMLOde

entre

8

ylOpuntos

porcentuales). por lo que una

reedi-

ción

de

lo

ocunido

ese

año

no

es,

se–

gún

su

análisis, improbable.

Estos

grupos aspiran.

una

vez

más,

a queAMLOcolllE!!a

errores

comolos

cometidos en el

primer

semestre

de

2006, cuando no asistió a uno de los

debates

entre

candidatos

y

cuando

hizo

una

serie

de declaraciones

clesa–

fornmadas que

luego

fueron

magni–

ficadasY.aprovechadasporsus

adver–

sarios.

Estos

sectores

también

aspi–

ran

a que

una

parte

importante del

sector privado (especialmente los

grandes empresarios) pueda

reau–

nearseentomo

al

candidatoqueapa–

rentesermáscompetitivofrenteaLó–

pez

Obrador.

Según

reveló

reciente–

mente

el

periodista

RaYmundo

Riva–

palacio,

esto

último

incluso ya

se

ha–

bríaplanteadoabiertamente a

nüz

de

una encuesta encargada por el Con–

sejo

Mexicano deNegodos en

la

que

Anaya

habría

aparecido

comoel can–

didato

más

competitivo para

enfren–

tar

a López

Obrador.

Sin

embaigo,

es poco

probable

que

el escenario de 2006

pueda

repetirse

por una

serie

de

13ctores:

1)

López

Obrador

parece

haber

aprendido

de

sus errores.

En general.

se

ha

vuélto

cada

vez

más olidadoso

en sus

men–

sajes

y ensus relaciones

con

el sector

privado.2)

De

hecho,

algunos

segmen–

tos

del

sector

prlvado

han

revelado

queyanodesconfiandeélcomolo

ha–

danen2006.

Enestosindudahaayu–

dado

la

presenciade

Alfonso

Romo

y

de

otros

empresarios en

su

entorno

cercano.

3)

La población parece

ser

menos

receptiva

a

las

campañas

de

desinformacióny de

ataqUe

en

contra

de

Andrés

Manuel.

El

mejor

ejemplo

de ello

fue

el

intento reciente de

vin–

cuiar a AMLO y a Morena con los

ru–

sos.

lo que terminó revirtiéndoseles

porcompletoalospropagadoresdedi–

cha

versión.

4)

La versión de que

AMLOserlacomoHugoCbávezoMa–

duro

cada

vez

luce

más

desacreditada

e

inverosímil Las"condiciones

institu-

ELUNIVERSAL

LL C.IAt\

OIAAIO

nr

Wt ).ICO

cionales

del

país y una serie de com–

promisos

públicos

adoptados

por el

candidato

hacen

que

esta

versión

re–

sulte cada

vez

menos

creíble.

5)

Adi–

ferenciade2006,nohayundaroyevi–

dente

adversario

de AMLO.

En

2006.

Madrazo

era

claramente

inaceptable

para

la

mayoría de

la

elite intelectual

y

económica.

Ahora.

sinembalgo,

esta

mismaéliteseencuenttafragmentada

entre

los que

tienen

un fuerte

sentí–

miento anti-PRI y que

están dispues–

tos

a

apoyar

aAnaya. yaquellos quele

apuestan

a

la

continuidad de

la

poli–

tica

económica y que

siguen

dispues–

tos a

apoyar

a Meade.

6)

Incluso

si

Anaya

llegara

a

despegarse

de

Meade

en

las

encuestas,

no es

del

todo

obvio

quehabríavotoútilanti-AMLO,yaque

tampoco

es

del

todo claro que los

vo–

tantes

u

operad~

del

PRI

prefieran

en

este

momento

aAnaya

por

encima

de

López

Obrador.

Así.

no es del todo improbable que

el desenJace de 2018 termine

pare-

ciéndose

más

al

del

2012 que

al

del

2006.

Ante

esta

posibilidad.

resulta

interesantepreguntarsequédeberlan

hacer

los distintos actores políticos,

en

particular

los no

partidistas.

¿Le

conviene

a

aJguien

volver

a polarizar

al

paíscomoen2006yllegara

un

pro–

ceso

de transición democrática en

mediode

\Dl

conflicto

político-social?

¿O

más

bien deberla

empezar

a nor–

malizarse

la

posibilidad real de que

gane

AMLO?

En

ese

sentido,

quizá

debamos hacer

1~

sugirió

muy

atiñadamente

ei

~ofGil

Zuarth

¡¡¡~a:

tanaVan!~~~~nO:

los

grandes

problemasnacionales.

Es

hora

de

empezar

a ver con normali–

dad

y

sin

preocupaciones

la

posibi–

lidad

real de

una

transición yerdade–

ramente

demoaática. •

Ea:momtsta.

®esqut~lgtrardo