Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

La Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) advirtió que con la apertura que se propone con las reformas a la Constitución en materia energética, el precio de la gasolina se puede “disparar arriba de los 20 pesos por litro” y provocar el desempleo de 400 mil trabajadores.

Lo anterior, durante los foros que analizan las diversas iniciativas que se han presentado en materia de reforma energética en el Senado de la República.

Ante este escenario, el presidente de esa organización, Pablo González Córdova, consideró que no son viables las reformas a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, que plantean la desincorporación de las áreas estratégicas del Estado en materia petrolera, en las que se incluyen el transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de petrolíferos, gasolinas y diésel.

Aclaró que el interés de las trasnacionales respecto a las iniciativas que se discuten en el Senado “va desde la primera extracción de petróleo hasta la venta de gasolinas”, así como “mantener una red que vaya desde al aceite a la refinación, las terminales de almacenamiento y las estaciones de servicio por todo el país”.

Los industriales, enfatizó, “no requieren energía cara sino más barata para que haya movilidad del  país”, pero el escenario ante la apertura de gasolineras extranjeras como Chevrón-Texaco, British Petroleum y Exxon Mobil, “es que el precio de la gasolina se va a disparar arriba de los 20 pesos”.

Ello, porque los 11.91 pesos que cuesta este combustible, forman parte de un cocktail de impuestos que comprende el 16 por ciento de IVA, alrededor de 4 por ciento de la cuota del IEPS, lo que se acumule por el gravamen al bióxido de carbono y los derechos ordinarios a los hidrocarburos y esto, además de los costos en transporte, también lo van a tener que pagar las petroleras internacionales.

¿Qué pasará cuando los ciudadanos se despierten con la noticia de que el aumento de las gasolinas no fue de 11 centavos, sino de 11 pesos por litro?, cuestionó.

Además, dijo, con esta apertura no se crearán los 400 mil empleos en cinco años que sugieren las iniciativas sino que “quedarán desempleados 400 mil trabajadores en cinco minutos”.

Aclaró que para distribuir este producto, las estaciones de servicio tienen contratadas a 400 mil personas, pero las trasnacionales “no necesitan trabajadores” porque sus operaciones se realizan de manera electrónica  y con el modelo self service donde el cliente se surte el combustible.

Por ello, planteó que es urgente rescatar a Petróleos Mexicanos y actualizar su infraestructura e instalaciones en todos los procesos de su cadena productiva, así como aumentar la capacidad de almacenamiento con mayor número de terminales y construcción de poliductos.

Al respecto, Luis Zárate Rocha, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic), consideró que es el momento para que México pueda dar el “brinco” a la modernidad y a la competitividad, por lo que la reforma energética es inaplazable.

Subrayó que de aprobarse la propuesta del Presidente de la República el sector de la construcción se vería fortalecido, competitivo y con futuro, además se impulsaría la ingeniería mexicana mediante la edificación de plataformas, ductos, refinerías, proyectos hidroeléctricos,  centrales eléctricas, redes de distribución y transmisión, entre otras obras.

De igual manera, agregó, se detonarían 63 actividades económicas que dependen del sector de la construcción, disminuirá el costo de insumos y se impulsará la creación de una fuente importante de empleos formales.

En tanto, Gabriel Cerdio, director Corporativo y de Desarrollo de Negocios de General Electric, México aseguró que una reforma energética que promueva mayor actividad mediante la apertura y competencia en el sector, con una clara política de desarrollo de proveeduría local, sería un catalizador critico en la generación de empleos manufactureros y de ingeniería de alto valor agregado y, con la cual, GE estará listo para invertir en el desarrollo del país.

GE espera una transformación del mercado energético en México, bajo un marco institucional flexible, que fomente la innovación, el desarrollo tecnológico, colaboración y competencia entre los participantes, agregó.

Estamos convencidos que de ello dependen tanto los niveles de actividad como el éxito de las estrategias de exploración  y producción en aguas profundas y en campos marginales en México. Un marco de mayor apertura tiene una trascendencia crítica y palpable en las oportunidades de inversión y generación de empleos.

A su vez, el director ejecutivo de General Electric Power&Water en México, Ramón Barrientos Valadez afirmó que es positiva la apertura en el sector, pues se permite la participación de más actores y se brinda la oportunidad de atacar un problema crónico, desde el punto de vista de la competencia, ya que estimula la inversión, la tecnología y se atrae capital para la inversión local.

Al respecto, advirtió que la estrategia del Gobierno ha dado un resultado aceptable, que se puede mejorar y contar con más oportunidades en el sector, a través de la promoción tecnológica, estimulando un ambiente de sana competencia donde todos salgan beneficiados.

Desde su punto de vista, es conveniente fortalecer la autonomía de la Comisión Reguladora de Energía, a través de facultades que propicien un nuevo ambiente competitivo, así como promover la sustentabilidad energética permitiendo mayor inversión en el desarrollo tecnológico y la adopción de fuentes de energía limpia.

Dentro de sus propuestas, planteó la creación de una unidad de despacho independiente que busque una mejor competitividad en todos los ángulos posibles, así como la instalación de plantas de generación eléctrica de energía eólica con participación privada y estimular nuevos sistemas de generación a ciclo combinado con el objetivo de mejorar la eficiencia térmica.

El senador panista Jorge Luis Lavalle Maury dejó en claro que la clave de esta reforma es generar confianza y certidumbre jurídica de todos y cada uno de los involucrados en el sector energético.

Por ello, dijo que más allá de tener temor a la competencia “tenemos que abrirnos a mejorar nuestros servicios para que los consumidores mexicanos tengan acceso a gasolinas de mejor calidad y mejores precios”.

En tanto, el senador Pablo Escudero Morales, del PVEM, advirtió que si México no decide ir a una “gran reforma constitucional” el mundo “se va a reindustrializar sin nosotros y no nos va a esperar a que nos pongamos de acuerdo”.

Ante quienes expresan su preocupación por la corrupción de Pemex, dijo que este problema no se combate cerrando el mercado sino a la “inversa” abriéndolo “como lo han hecho los otros países” porque “esa no es una razón para no abrir el mercado y no salir a competir”.

En su oportunidad, la diputada priista Irazema González Martínez lamentó el “descuido de algunos partidos de izquierda” que  no quieren oír los discursos de estos foros.

En sus respuestas, Luis Zárate Rocha comentó que no se puede seguir con tecnologías obsoletas, por lo que se necesita traer tecnología de punta y la reforma podría ayudar en eso.

Respecto al Fondo soberano, Gabriel Cerdio, dijo que la asignación de esos recursos se haga bajo mecanismos de mercados, pues el espíritu de la reforma es, a grandes rasgos, la competencia, por lo que si se hace un fondo tiene que seguir los mismos parámetros, porque de politizarse, se corre el riesgo de que se financien proyectos equivocados.

Finalmente, Ramón Barrientos puntualizó que se tiene que dar un paso acelerado a la parte de energías limpias y subrayó que si se tiene que hacer un impuesto al carbono, éste debe utilizarse en inversión limpia, futura y sustentable.

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