altPALABRAS DE ERNESTO CORDERO ARROYO, PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO, EN LA FIRMA DEL DECRETO DE PROMULGACIÓN DE LA NUEVA LEY DE AMPARO REALIZADO EN PALACIO NACIONAL
Licenciado Enrique Peña Nieto,
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra,
Presidente de la Cámara de Diputados.
Ministro Juan Silva Meza,
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Señor Secretario.
Señor Procurador.
Señor Consejero Jurídico.
Distinguidos invitados especiales:
Me da mucho gusto poder estar aquí, con todos ustedes, para acompañar la Firma del Decreto Promulgatorio de la Nueva Ley de Amparo por parte del Titular del Ejecutivo Federal.
Se trata de una Ley que dará vida y fuerza a las reformas constitucionales, aprobadas en junio de 2011, vinculadas con el Juicio de Amparo y a la Protección de los Derechos Humanos.
Hoy es importante recordar que hace casi dos años se logró el más importante y poderoso cambio legal en décadas en México, que buscaba romper con viejos principios que impedían una eficaz aplicación de la justicia.
Con la Legislación Secundaria que hoy se promulga, dichas novedades normativas podrán ser utilizadas en los tribunales y tener vigencia efectiva.
Sin duda, el Juicio de Amparo es una de las instituciones jurídicas más importantes de nuestro andamiaje legal.
Con el Amparo, México aportó al mundo una herramienta para que los ciudadanos pudieran defenderse del abuso de sus gobernantes; gracias al Amparo, nuestro país se convirtió en pionero de la protección de los derechos fundamentales a nivel mundial.
Además, gracias a los Juicios de Amparo se han dado avances muy importantes en nuestro marco jurídico. Las sentencias que los jueces y la Suprema Corte de Justicia emiten, han sentado jurisprudencia en muchas materias a lo largo de las décadas, fortaleciendo nuestra vida institucional.
Sin embargo, a casi 100 años de la creación del Juicio de Amparo era ya urgente replantear este instrumento jurídico para que respondiera a la nueva realidad de nuestro país.
Era evidente que, en muchas ocasiones, el Amparo se utilizara como un instrumento para eludir la justicia o evitar la aplicación de alguna ley y, en otros casos, la protección del Amparo no es efectiva, debido a rigideces y formalismos excesivos de nuestro marco jurídico.
De ahí la enorme importancia que tienen, tanto la Reforma Constitucional aprobada en 2011, como la Legislación Secundaria que hoy se promulga.
Con la nueva Ley de Amparo, estamos poniendo al día nuestro marco legal para proteger de manera más efectiva los derechos de los ciudadanos.
Permítanme enumerar brevemente cuatro aspectos de esta nueva Ley, que me parecen muy relevantes:
En primer lugar, con esta nueva Ley se amplía la protección del Juicio de Amparo. Los ciudadanos podrán interponer recursos de Amparo cuando consideren que han sido violentados sus derechos humanos, no sólo de acuerdo con la Constitución de nuestro país sino también tomando en cuenta los derechos garantizados en los Tratados Internacionales, ratificados por México.
Así se armoniza el orden jurídico nacional, con el derecho internacional en materia de derechos humanos.
En segundo lugar, la Ley que hoy se promulga reglamenta la segura de Amparo por omisión de autoridad. Esto quiere decir que se podrán interponer Juicios de Amparo, no sólo contra actos de autoridades que violen los derechos humanos sino también cuando la violación sea producto de la falta de acción.
Así, se brinda a los ciudadanos una manera de exigir sus derechos cuando los servidores públicos no cumplan cabalmente con su responsabilidad.
En tercer lugar, la nueva Ley permite que la protección de los Juicios de Amparo beneficie a toda la sociedad, porque reglamenta las declaraciones generales de inconstitucionalidad; éstas abran la posibilidad de que, cuando una norma general sea señalada como inconstitucional a partir de juicios de amparo, deje de aplicarse con efectos generales.
Se trata de un paso fundamental en la construcción de un sistema legal que garantice de manera efectiva la justicia para todos.
Finalmente, en cuarto lugar, la nueva Ley permitirá a los grupos y personas morales, hacer uso del Amparo gracias a la figura del interés legítimo, esto permite que personas morales y otras organizaciones de la sociedad, puedan interponer amparos de manera colectiva ante las autoridades, lo cual abre nuevas posibilidades para defensa de los derechos ciudadanos.
En suma, estas son sólo algunas de las bondades de esta nueva Ley, que fortalece al Amparo, lo moderniza y lo pone en sintonía con las necesidades actuales de nuestro país.
Señoras y señores:
Finalizo mi intervención haciendo un llamado a todas las autoridades de los tres órdenes de gobierno a que trabajemos unidos, a fin de que esta nueva Ley de Amparo sea aplicada de manera eficaz, en beneficio de todos los mexicanos.
Mariano Otero, uno de los padres del Juicio de Amparo, y repito, uno, porque hay otros padres, como ya se mencionó aquí del Juicio de Amparo, tuvo en su tiempo una visión de México. Un México en el que la libertad sustituye un día completamente a la servidumbre, la igualdad a los privilegios y la voluntad nacional a la fuerza bruta.
Hoy, con la Promulgación de esta nueva Ley de Amparo, estamos dando un paso decisivo en la construcción de este México más igualitario, más justo y más libre, con el que soñó Otero y Rejón y que los mexicanos de hoy también anhelamos.
Muchas gracias.
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