DISCURSO DEL SECRETARIO DE ECONOMÍA


27 de febrero de 2013


DISCURSO INICIAL DEL SECRETARIO DE ECONOMÍA ILDEFONSO GUAJARDO VILLARREAL EN EL MARCO DE LA REUNIÓN SOSTENIDA CON LAS COMISIONES DE RELACIONES EXTERIORES ASIA PACÍFICO, AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, ASÍ COMO DE LA COMISIÓN DE COMERCIO Y FOMENTO INDUSTRIAL PARA HABLAR SOBRE EL ACUERDO DE ASOCIACIÓN TRANSPACÍFICO (TPP)

Bueno, primero agradecer profundamente esta invitación al Senado de la República, encabezada esta reunión por cinco presidentes de comisión, el señor senador Teófilo Torres, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico; agradecer al senador Héctor Larios, a quien ya tuvimos el gusto de recibirlo en la Secretaría para ver temas ampliados de la agenda industrial, comercial; a la senadora Mariana Gómez del Campo, muchas gracias y espero tener oportunidad de intervención referida a sus preguntas; a la senadora Gabriela Cuevas, gran amiga de la pasada legislatura en la Cámara de Diputados, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y a mi paisana y compañera de legislatura, la senadora Marcela Guerra y, sin duda, su presencia significa una visión estratégica del papel  que América del Norte jugará en estas negociaciones.

En ausencia le agradezco al líder Emilio Gamboa su presencia y presidente de la Junta de Coordinación Política, de distinguir con su presencia esta reunión.
 

Señoras y señores senadores, gracias por hacer esta reunión, una reunión que, sin duda, será muy productiva para la Secretaría de Economía, al recoger sus opiniones y recomendaciones en este sentido sobre el Acuerdo Transpacífico.

Me gustaría, si ustedes me lo permiten, compartir con ustedes una visión integral, estratégica, de lo que la política de comercio exterior representa en términos de la visión del país. Una vez hecha esta visión, tocar los puntos esenciales del Acuerdo y si ustedes nos lo permiten, también le pediría al Subsecretario que compartiera con nosotros ya una serie de filminas de power point donde veremos datos específicos sobre este Acuerdo.

Con su permiso, me gustaría reflexionar con ustedes y llevarlos al análisis y la importancia que hoy juega el comercio exterior en la economía mexicana. Si analizamos las cifras de los últimos 10 años o 15 años de la economía nacional, observamos que la variación del Producto Interno Bruto, ya sea en sus recuperaciones o en sus caídas, está explicado dos terceras partes justamente por el motor externo de la economía mexicana.

Esto es sin duda resultado de una decisión estratégica que se tomó en México hace muchos años y que, de alguna manera, ha venido a conformar una política transexenal que ha atravesado por periodos distintos en los últimos 30 años.
 

En estas intervenciones que ustedes nos hicieron favor de realizar, se ubica el punto en el tiempo donde este país decide con su integración al GAP, hoy la Organización Mundial de Comercio, de iniciar su integración a lo que iba a ser la apertura a un mundo globalmente integrado en términos de comercio y economía.

Esa decisión viene desarrollándose hasta llegar a un punto crítico importante de relanzamiento, que fue la negociación y la firma  del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El punto de reflexión y aquí muchos compañeros senadores en esta mesa formaron  parte de los debates de aquel tiempo, algunos más jóvenes que otros, como el seño Senador por el estado de Guerrero, que seguramente en esa época fue desde la academia que le tocó participar en ese debate.

En ese momento la pregunta era si la apertura era la estrategia de política económica adecuada para este país y la verdad es que creo que ante un mundo con la dinámica global, los países ya no tienen opción de la integración a la globalidad sino de cómo diseñan esa integración de la globalidad y es así como nos encontramos en este gran paso que se dio en 1994, con la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, donde empieza a mostrarse la dinámica de cambio en el comportamiento de las principales estadísticas, comerciales de este país.

Los flujos de inversión extranjera se multiplican, cambia la radiografía productiva y manufacturera de México, se desarrollan regiones que antes no estaban dentro de estas cadenas de desarrollo de valor y el país se transforma.

Sin duda, siempre el debate llega a un contraste y el contraste es: si bien la estrategia era la incorporación a la globalidad, este país no ha logrado materializar tasas de crecimiento estables a través del tiempo, que nos demuestren que la apertura fue la estrategia correcta, pero lamentablemente y desde mi humilde perspectiva, la respuesta a este debate está en que el país necesita tomar varias acciones en materia de política interna para tomar ventaja plena de esa incorporación a la globalidad y es justamente en ese terreno donde ustedes, señoras y señores senadores, están inmersos en este momento.

La agenda legislativa tan rica y tan importante que ustedes están procesando justamente da respuesta a esas tareas pendientes que era necesario terminar de implementar para beneficiarnos de la apertura y par ejemplo, les pongo un solo ejemplo: las reformas a la Ley de Competencia Económica. Este país realiza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y por homologar comisiones legales inauguramos una era en la competencia con la Cofeco y con la ley.
 

Lamentablemente no fue una ley que se construyera con los suficientes dientes para realmente mejorar la competencia en este país, llegando al punto donde justamente en la legislatura pasada, hace una reforma de fondo para llevarlos a los mejores estándares internacionales y es en este proceso donde están iniciando ustedes, con gran responsabilidad, las reformas secundarias en sectores estratégicos.

¿Por qué es importante la reforma de Competencia?, porque no le podemos permitir a nuestros industriales competir globalmente si no les garantizamos condiciones de competencia justa en territorio nacional.

Y así como tenemos el ejemplo de lo que nos hemos tardado en procesar como país, tareas internas importantes en competencia, lo encontramos en innovación, lo encontramos en financiamiento y lo encontramos en energía y en muchos elementos que deben de ser foco fundamental para que esta estrategia de integración global rinda mayores frutos de los que ha rendido hasta ahora, para poder complementar la agenda nacional, con la estrategia de apertura global.

Dicho esto, venimos a este momento poder decir: si bien estamos en una agenda de integración global, ¿cuáles deben ser los siguientes pasos de esa integración de la agenda global? Y en esa reflexión estamos justamente en las siguientes decisiones que van a ser fundamentales para las próximas décadas en este país y una de ellas, sin duda, es el Tratado, el TPP, el Acuerdo de Asociación Transpacífico, en donde nos representan dos elementos estratégicos y consolidarlo nos va a permitir, por un lado, poder aprovechar nuestra alianza estratégica de América del Norte para poder actualizar un Tratado de Libre Comercio --el próximo año cumple 20 años de edad-- y que empieza a mostrar signos de agotamiento, porque fue negociado hace dos décadas cuando el mundo era un mundo totalmente diferente.

La evolución de las áreas de tecnologías de la información de los sectores de telecomunicaciones, del sector servicios y de muchas prácticas en manera de compras gubernamentales y de otros temas fundamentales en la participación de empresa-Estado no eran parte de la discusión hace 20 años, que hoy son parte de la discusión.

Entonces, en primer lugar TPP nos da una vertiente para actualizar un Tratado de Libre Comercio de América del Norte que, después de dos décadas, entra en signos de agotamiento y nos permite consolidar estratégicamente la integración que ya tenemos con Estados Unidos y Canadá y ahí me permito hacer referencia al comentario que nos hacía la senadora Mariana Gómez del Campo, cuando nos decía: ¿no existe el riesgo que Canadá y Estados Unidos se beneficien fundamentalmente del Acuerdo Transpacífico? Y lo que comparto yo con la señora senadora es que nosotros vemos una gran oportunidad de afianzar la integración de cadenas de valor que ya existen en América del Norte, para como región tener una ventaja regional competitiva frente a Asia, o sea, integrarnos a través de esquemas de integración productiva que ya existen para poder ser más eficientes en este mundo de competencia.

Una estadística que con algunos de ustedes ya he compartido, que es muy radical, cuando firmamos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte las exportaciones combinadas de México, Canadá y Estados Unidos representaban el 19 por ciento del comercio global, hoy, esos mismos tres países sólo tienen el 13 por ciento del comercio global, ¿qué quiere decir?, que la dinámica de Asia nos ha quitado parte del pastel global comercial debido al crecimiento dinámico de estas economías y a la falta de una estrategia de integración de nuestros países con las economías asiáticas que tienen tasas de crecimiento de gran dinamismo.

Entonces, en ese sentido Senadora, vemos la oportunidad de que con alianzas estratégicas y de negociación, por ejemplo en el sector textil, donde la industria textil norteamericana-canadiense-mexicana están consolidando su posición de negociación, para exigir una regla de origen en textiles, que nos ayude a incorporar valor en América del Norte y ser más competitivos frente a Asia.
 

Ahora, esa es una ventaja fundamental, la otra de TPP está enfocada, sin duda, al dinamismo de mercados con los que si hoy vemos las estadísticas, sí nuestra economía está creciendo aceleradamente en términos del comercio con Asia, pero de una base muy pequeña. La relación comercial que tiene nuestro país hoy con los países asiáticos parte de una base muy pequeña, porque no hemos definido una política estratégica con vinculación e integración para este tipo de esquemas.

Y en ausencia de tratados que nos den un balance de fuerzas, tendemos justamente a dejar las cosas aleatoriamente en desempeño y a tener desequilibrios que no son necesariamente favorables a la economía nacional.
 

Adicionalmente, para compartir con ustedes esta visión integral, con ustedes hemos compartido y les agradecemos la aprobación para el acuerdo macro de Alianza Pacífico, existe también la indicación directa del Presidente a un servidor, para fortalecer, acelerar y concluir las negociaciones de Alianza Pacífico del continente americano.

¿Por qué es importante consolidar el posicionamiento de América Latina frente también a la negociación de TPP?, porque Alianza Pacífico representa la vinculación de cuatro países a partir de este momento que tienen perfil y características muy similares dentro de este esquema latinoamericano, economías modernas, economías que tienen definitivamente un apego a la competencia, al libre mercado y que, de alguna manera, representan un eje en América Latina para poder atraer inversión y desarrollo en el continente y que son las mismas que están naturalmente vinculadas al eje del Pacífico.

Y finalmente compartir con ustedes que dentro de esta estrategia y visión de integración, ustedes estuvieron seguramente muy  atentos de la información reciente que salió del informe del presidente Obama ante el Congreso, el informe a la Unión, en donde claramente Estados Unidos estableció su deseo de iniciar negociaciones con la Unión Europea.

En ese sentido, la última visita que acompañamos al Presidente a Santiago de Chile, el Presidente de la Unión Europea comunicó oficialmente al Gobierno mexicano su intención de ampliar el acuerdo existente firmado hace 12 años con la Unión Europea y actualizarlo a áreas nuevas que no estaban incorporadas en el Tratado, estaban excluidas del mismo.

El señor Presidente compartió que habría un interés de explorarlo pero que, sin duda, una de las áreas que para México es de gran interés es el área agrícola que tiene gran, gran participación en el caso de la Unión Europea, pero esto lo llevo a relación con el discurso del presidente Obama porque expresamente hemos compartido el deseo del gobierno mexicano, de que si se da una negociación Estados Unidos-Europa, esta negociación tendría mucho sentido y sería más enriquecedora, que fuera en el contexto de la región de Norteamérica con la Unión Europea, porque simple y  sencillamente, teniendo nosotros ya un tratado con Europa, Canadá a punto de terminar uno y Estados Unidos a punto de iniciar otro, sería lógicamente conveniente poder maximizar nuestras cadenas de valor para establecer una negociación que privilegie esta conectividad de nuestras economías.

Regresando, finalmente al punto de partida, que es el motivo esencial de esta reunión, el TPP, compartir con ustedes que esta administración inició el día primero de diciembre y teníamos la obligación de tener la presencia en la ronda que iniciaba Nueva Zelanda el 3 de diciembre, a tres días de iniciada la administración. En ese sentido, nosotros analizamos de cómo venía este proceso, esta era la primera negociación en que México participaba formalmente y es ahí cuando yo le hago la recomendación al Presidente de que sería muy importante invitar al subsecretario Rossenzweig que nos acompañara en esta administración, para  mostrar con mucha seriedad una cara internacional.

El Gobierno de México tiene la capacidad de poder continuar y tomar estafetas en el momento en que es necesario para avanzar procesos que como país hemos dado, independientemente de signos de administraciones o de partidos políticos.

En ese sentido, el Jefe de Negociaciones que creo que por aquí nos acompaña, fue el encargado de esta delegación y el objetivo estratégico fue que México entrara a un proceso donde no hubieran cerrado ningún capítulo importante. La ventaja de habernos incorporado en ese momento era poder influir en el diseño y el cierre de todos los capítulos involucrados en la negociación, para evitar camisas de fuerzas de que hubiera capítulos cerrados, después de nuestra participación y eso se logra en la reunión de diciembre, en donde afortunadamente con la colaboración de aliados de América Latina, logramos que no se cerrara ningún capítulo fundamental.

Hay un capítulo de pequeñas y medianas empresas que ya quedó cerrado y es de los que son propositivos, más que de negociación efectiva, pero afortunadamente entramos en un momento crucial para este proceso.

A partir de ahí y de los resultados de esa negociación donde dejamos básicamente puestos en la mesa una serie de posicionamientos-país, establecimos un diálogo con el sector privado mexicano para establecer una comunicación efectiva con los sectores productivos nacionales.
 

Uno de los temas y los primeros que abordamos es evitar la dispersión de interlocución para poder tener un diálogo con el sector empresarial dirigido a los sectores claves de la economía mexicana, con la representación de los organismos establecidos y poder mantener un proceso ordenado de consultas con los sectores productivos en el país, que se ha consolidado el día de hoy y que a partir de la próxima ronda de negociación, tendremos 32 empresarios invitados, o más bien, seleccionados por sus grupos empresariales para participar en la próxima ronda de negociaciones, que será a mediados de marzo en Singapur, la semana próxima precisamente.

Ahora, el tema aquí, dada la propuesta que nos hace la senadora Cuevas, sin duda no será la primera vez Senadora, ya en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio que me tocó trabajar desde la perspectiva del Gobierno mexicano y siempre había un acompañamiento de un senador o dos senadores designados, o tres senadores, para estos procesos en donde obviamente facilita la comunicación y el intercambio de puntos de vista.
Sin duda, la decisión definitiva se somete al Pleno y a la autorización de todos ustedes, pero la presencia de un grupo que de alguna manera esté siguiendo el proceso, sin duda ayuda a la comunicación, ayuda a la explicación de los procesos y ayuda a intercambiar los posicionamientos para facilitar los procesos, al culminar estas rondas.

Esta Secretaría no tendría ninguna y al revés, nos enriquecería el proceso de diálogo, si ustedes consideran pertinente que en estas rondas de negociación, que siempre el mecanismo es el mismo, ustedes entenderán, que los que están sentados en la mesa de negociaciones son sólo representantes del Ejecutivo por la naturaleza de las negociaciones y lo que ocurre es, una vez que termina el día de negociaciones, el negociador en jefe de esa misión se reúne con los participantes empresariales y les da un informe de lo acontecido en el día de negociaciones que, en este caso, se haría exactamente ese procedimiento para informar a los señores senadores de la República del proceso, entendiendo que es estar con la cercanía necesaria para estar intercambiando opiniones conforme avanzan los días de negociación y que el reporte  se hace al final del día de negociación, dadas las características que en la mesa sólo hay representantes de los ejecutivos de los países y no propiamente, en la mesa de negociación, existe presencia de legisladores.

Yo con esos comentarios y si ustedes me lo permiten y lo autoriza señor Senador, nos daría oportunidad para que muy breve y rápidamente volando sobre las filminas, aquí el señor Subsecretario nos dé elementos más específicos y estadísticos sobre el tema.


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