Versión estenográfica de la intervención inicial de Claudia Jañéz, presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, en la reunión a distancia con el senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.

 

Muchas gracias, senador Monreal, por aceptar dialogar esta mañana con las Empresas Globales, el grupo de empresas que hemos apostado por México y su posición en el mundo, para invertir y crecer juntos desde hace, en algunos casos, más de 100 años.

 

Como saben, el Consejo de Empresas Globales es un organismo que agrupa a 53 compañías multinacionales con presencia en México, todas cotizamos en bolas y operamos en más de 180 países.

 

Hoy están con nosotros los presidentes y directores generales de estas empresas, y en algunos casos también ejecutivos del más alto nivel, que reportan directamente al Presidente de la compañía.

 

Senador Monreal, quisimos invitarlo porque reconocemos su amplia trayectoria y su experiencia como gobernador, como alcalde y como legislador.

 

Reconocemos también su liderazgo, su disposición presente y futura, para construir puentes con todos los actores de la sociedad.

 

Eso lo hemos visto a través de los ejercicios democráticos de parlamentos abiertos, a los que ha convocado en esta Legislatura, en donde se les ha dado voz a todos los operadores económicos, a la sociedad civil y a los especialistas que pueden aportar una voz innovadora, objetiva y técnico-científica.

 

Reconocemos también su enorme esfuerzo para adaptar la labor legislativa a una nueva realidad, durante la pandemia. Por ello, quisiéramos aprovechar esta oportunidad, senador, para conversar sobre tres temas puntuales:

 

Primero, la agenda legislativa para la implementación del T-MEC. Nos da mucho gusto saber que el Senado ha tomado la decisión de convocar a un periodo extraordinario de sesiones la próxima semana, para legislar las adecuaciones que son necesarias, previo a la entrada en vigor del tratado, que ya lo tenemos a la vuelta de la esquina.

 

Para la mayoría de nuestras empresas, senador, México es uno de nuestros principales mercados y centros de manufactura. La entrada en vigor del T-MEC, brindará la posibilidad de seguir integrando y profundizando las cadenas de producción y de aprovechar el potencial que tiene la región.

 

Estamos convencidos de que el T-MEC puede ser uno de los pilares, aunque no el único, senador, sobre los cuales apoyar la recuperación económica del país, tras los estragos que nos está dejando la pandemia.

 

Por ello, es crucial garantizar la eficaz implementación del T-MEC en los tres países y que los mecanismos para atender controversias sean efectivos.

 

También es fundamental asegurar que los cambios que se hagan en la regulación obedezcan a las necesidades del acuerdo, evitando a toda costa la tentación de abrir espacios que terminen generando obstáculos innecesarios al comercio y a la inversión y que pudieran contravenir el propio acuerdo.

 

En este sentido, también nos gustaría dialogar sobre qué acciones están visualizando desde el Senado para impulsar la reactivación económica en el corto y mediano plazo y cómo las empresas globales podemos apoyarlos en esta visión.

 

Tercero, nos gustaría escuchar su opinión sobre cómo podemos sector privado, Legislativo y Ejecutivo delinear juntos una visión de país de largo plazo.

 

Como empresas que operamos globalmente, nos gusta trabajar en el presente, pero aún más, nos gusta tener una mirada constructiva hacia el futuro.


Somos de la idea de que esta crisis pasará y qué mejor que ocupar nuestro tiempo creando un país digno de entregar a las siguientes generaciones.


Quizá nuestra labor estratégica más importante como directores de estas grandes compañías en México, no sea la operación cotidiana de las empresas, senador, sino convencer a nuestras oficinas centrales y a nuestros consejos de administración de que México es un país en el que vale la pena continuar invirtiendo.

 

Permítame ser muy franca hoy: cada vez esta labor nos está siendo más difícil.

 

Argumentos, como el tamaño del mercado, la ubicación geográfica y mano de obra calificada ya no son suficientes. Cada uno de nosotros compite todos los días con nuestros colegas de otras regiones para ganarnos la inversión.

 

Así que vemos que por esto tenemos que demostrar varias cosas:

 

Primero, que el país tiene un compromiso irrenunciable con el Estado de Derecho y esto significa un entorno de certidumbre y confianza, a partir de reglas claras, respeto de contratos, políticas de competencia y transparencia, mecanismos sólidos para combatir la corrupción, seguridad pública y el cumplimiento a compromisos y tratados internacionales.

 

Segundo. Que existe una gobernanza eficaz, con instituciones sólidas y órganos reguladores especializados técnica y financieramente autónomos, que estimulen la competencia y den certidumbre a la inversión.

 

También, implica una disminución de formalidades burocráticas y una puesta por la modernización y digitalización de trámites y servicios públicos.

 

Tercero. Que verdaderamente se tiene una visión innovadora de país de largo plazo, en donde se apuesta por la excelencia logística e infraestructura de vanguardia, por un mercado energético competido y competitivo, por el desarrollo tecnológico que incluye, por mencionar algunos, la nanotecnología, robótica, economía digital, también, por la integración comercial y, tras la pandemia, por un sistema de salud más sólido y transparente.

 

Cuarto. Que haya un compromiso con la sustentabilidad y esto incluye el medio ambiente, la equidad y la inclusión en todas sus formas.

 

En estos cuatro rubros, México ha perdido terreno recientemente. Por eso, no es casualidad que hayamos caído en el índice de confianza de la inversión extranjera directa.

 

Si queremos mantener y aumentar los niveles de inversión, senador, hay que enviar señales claras sobre la importancia de la inversión privada para el desarrollo del país.

 

Las empresas globales compartimos la visión de este Gobierno de que hay rezagos y desafíos que debemos afrontar. Estamos, además, comenzando una crisis que todo indica será de una magnitud enorme. Sus consecuencias, que apenas vislumbramos, serán profundas y duraderas si no hacemos algo pronto.

 

No hay soluciones mágicas ni fáciles, inevitablemente se requieren sacrificios, necesitamos disciplina y rigor, pero también audacia y una gran creatividad y colaboración por parte de todos los actores de la sociedad.

 

Siempre he dicho, senador, que hay que perdernos el miedo a trabajar juntos. Las empresas globales tenemos un enorme amor y compromiso por este país.

 

Si bien nuestro capital es extranjero, empleamos a millones de mexicanos, impactamos y generamos bienestar y movilidad social para millones de familias mexicanas.

 

Además, somos grandes embajadores porque traemos a México lo mejor del mundo y llevamos al mundo lo mejor de México.

 

Así que, senador Monreal, senador Armenta:

 

Muchas gracias nuevamente por compartir con nosotros este espacio y nos dará mucho gusto escuchar sus puntos de vista.

 

Muchas gracias.