Versión estenográfica del mensaje inicial del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, en los trabajos del Décimo Informe Semanal del COVID Industrial de la CONCAMIN.

 

Gracias Juan, gracias Alejandro. Gracias a todos los que se han conectado. Saludo a todos y a todas los que se han sumado a este foro virtual.

 

En especial, a Francisco Cervantes, que como presidente de la CONCAMIN lleva a cabo estos encuentros en los que, la comunidad industrial del país intercambia información y puntos de vista, permitiendo un diálogo permanente, diálogo abierto, un diálogo respetuoso.

 

En pocos meses, el COVID-19 ha puesto a prueba la resistencia económica de los países y ha generado dificultades para los sectores productivos y para quienes los encabezan.

 

La pandemia ha llevado a las empresas a tomar decisiones y a emprender acciones difíciles, pero necesarias para que una vez que la economía sea reabierta, se encuentren en las mejores condiciones posibles para emprender el camino a la recuperación; tarea no fácil, porque los efectos de la pandemia desde mi punto de vista, serán devastadores. Son devastadores.

 

El brote y la propagación global del COVID-19, han cambiado al mundo y el futuro pronosticado para las economías de los países no fue, no es alentadora.

 

Recordemos que las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional para la región de América del Norte, antes de la pandemia, contemplaban un crecimiento real y un creciente desarrollo del PIB, de 1.6. No era bueno, pero era alentador; hoy la previsión es negativa, de -6 para México y, obviamente los pronósticos más recientes indican que la economía tendrá una fuerte contracción que podría llevar a una caída de entre -7 y -10 por ciento del PIB para este año.

 

Ante la profundidad de la crisis que se avecina, los países necesitan encontrar mecanismos para acelerar su recuperación, y es así como en medio de toda la incertidumbre que nos roda; la próxima entrada en vigor del T-MEC, el 1º de julio, en unos días más, representará un impulso positivo para la economía de la región; al ser una herramienta capaz de detonar una mayor actividad productiva en sectores claves, y de generar un efecto de arrastre en toda la economía donde yo estoy seguro, repercutirá.

 

Pero aprovechar este impulso requiere que, como en el pasado, el sector privado y el gobierno, los dos, trabajen de manera coordinada para hacer posible esta idea, una idea innovadora de consolidar vía un Tratado de Libre Comercio, a economías muy heterogéneas; una especie de reconciliación de todos para enfrentarnos a los efectos de la pandemia.

 

Con el TLC, el comercio entre los países pasó de 315 mil millones de dólares en el 93; a 1.2 billones en el 2019, generando la oportunidad de que los tres países se convirtieran en proveedores trinitarios de unos de los otros.

 

El nuevo T-MEC, yo estoy más optimista, permitirá preservar lo construido a lo largo de estos 23 años de vigencia del TLC; y potenciar nuestra relación comercial con una región que tiene un Producto Interno Bruto de más de 23 billones de dólares y un mercado, como ustedes lo saben, de más de 500 millones de habitantes.

 

Como resultado del COVID, México podría capitalizar el hecho de que actualmente las empresas están tratando de revertir su concentración en una sola región geográfica.

 

En las últimas décadas, una buena parte de la producción manufacturera del mundo, se había trasladado a China. Hoy, muchas empresas buscarán acercar sus procesos productivos para reducir costos e incrementar certidumbres.

 

China será uno de los pocos países que tenga un crecimiento mínimo, frente al resto del mundo y México se encuentra ante, para mí, una gran oportunidad de utilizar la plataforma industrial y exportadora que ha construido este país, el nuestro, para atraer a esas cadenas de valor y sustituir muchos de los productos que el mercado norteamericano importaba desde China.

 

Todas estas oportunidades son aún prospectos que habría que trabajar para convertirlos o convertirlas en realidad. Algo que sólo será posible si se deja de lado los enconos, los enfrentamientos, la desconfianza; para darle lugar a la unidad.

 

A lo largo del periodo de implementación del T-MEC, surgirán retos, surgirán amenazas que debemos enfrentar y resolver de manera coordinada. Yo estoy elaborando un libro, espero terminarlo esta semana, sobre los grandes retos que tendremos en la implementación del T-MEC.

 

Pero debemos ir mejorando también el marco jurídico, la infraestructura institucional; para aprovechar las oportunidades y también requerimos de la promoción permanente del sector empresarial con sus socios en el extranjero.

 

Creo eso es muy importante tener en mente, los grupos parlamentarios, porque hemos hecho un esfuerzo para acordar, para llevar a cabo el próximo periodo de sesiones extraordinario, de sesiones, para la semana que entra y así aprobar seis leyes y reformas que aún están pendientes, como parte del proceso de armonización que nos mandata el T-MEC y un tratado internacional, también, que acompañará estas seis leyes de medioambiente.

 

El Senado y el Grupo mayoritario de Morena, han sido promotores de este diálogo permanente con todos los sectores, un gran número de leyes se han abordado y el mecanismo de Parlamento Abierto, donde siempre se escuchan todas las voces, todas las posturas.

 

Tan sólo este fin de semana anuncié que, a partir de consultas, que había yo llevado a cabo con empresarios, académicos y funcionarios, iba a retomar una iniciativa de fusión que por el momento he sacado de la discusión, para fusionar tres órganos del Estado.

 

Y en esta propuesta de escuchar, y de enmendar, de corregir o de aumentar o enriquecer están ustedes y les hago la propuesta y la invitación formal para leerla y para robustecerla, escuchar sus opiniones y sus propuestas.

 

También, quiero comentarles que toda nuestra atención debe estar centrada en combatir la emergencia sanitaria y afinar todos los procesos de ley para una entrada en vigor el próximo 1° de julio.

 

Estoy convencido que todo nuevo, que todo nuestro activismo, que toda nueva actitud del Gobierno, del Senado, del sector privado, debemos ahora abordarlo desde una óptica unitaria y hacer realidad esta oportunidad para que el T-MEC y la nueva realidad geopolítica nos presente un panorama mejor.

 

Tenemos que sumar energías, tenemos que tenernos confianza para potencializar el crecimiento económico, para generar la atracción de inversiones, para que haya mayores flujos comerciales a nuestro país.

 

Es el momento de que juntos creamos en México, de que juntos creemos bienestar para todos y que beneficiemos a los más desprotegidos.

 

Yo estoy convencido de que es un necesario reencuentro entre el Presidente de la República, entre los hombres de los negocios, los hombres que con madurez han creado empleos y que están luchando en este momento por mantenerlos, que esta pandemia inesperada a todos nos ha provocado un desencuentro con la realidad, nadie la esperaba y nadie estaba consciente de los efectos que tendría, sin embargo, esta conciliación no quiere decir que exista un desencuentro permanente.

 

Yo creo, lo digo con toda honestidad, que los hombres de las cámaras, los empresarios, los inversionistas han actuado con mucha prudencia y han actuado con mucho amor a México.

 

Creo que de todos los lados estamos juntos, lo que deseamos es un México con futuro, más igualitario, menos corrupto, menos violento, más seguro, más justo.

 

El Senado de la República va a mantener su posición firme, de vigilante en la promoción y aprobación de las medidas que van requiriendo para permitir, para permitir que el Tratado de T-MEC sea aprovechado en toda su capacidad y para que ustedes, representantes del sector empresarial, puedan también beneficiarse al máximo de su puesta en marcha, pero el país mismo en la generación de empleos, en la producción de bienes y servicios, en el intercambio de los mismos.

 

Yo estoy seguro –¿ya me pasé un poco?; no, estoy justo-, yo les quiero reconocer su actitud.

 

Gracias a Paco, ha sido un Presidente de esta Cámara, de CONCAMIN, muy eficaz, muy eficiente; yo tengo una comunicación muy permanente, además aquí tengo en el órgano directivo hasta paisanos míos.

 

Entonces, yo lo que quiero es tener esta relación con ustedes y estrecharla, podríamos tener las conversaciones que sea necesarias.

 

Pero Paco Cervantes ha sido fundamental para que estas seis leyes, que espero aprobemos la semana que entra, del T-MEC sean revisadas, en este momento están siendo revisadas y están elaborándose los dictámenes de aquí al domingo, lunes.

 

La idea es que el periodo extraordinario se convoque el lunes y celebrar el periodo extraordinario miércoles y jueves de la semana próxima y de ser posible discutir y aprobar estas seis leyes, indispensables para la puesta en vigencia del T-MEC.

 

Esto es lo que les quería decir en términos generales, por aprovechar el tiempo.

 

Muchas gracias a todos por escucharme en los estados, en las regiones distintas de nuestro país.

 

Un saludo afectuoso a todas sus familias.