Discurso del Presidente de la Junta de Cordinación Política, Emilio Gamboa Patrón, en el encuentro “Por la Reforma Política del Distrito Federal”.

Versión de las palabras del Senador Emilio Gamboa Patrón, Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI y Presidente de la Junta de Coordinación Política, en el evento “Rumbo a la Reforma Política del Distrito Federal”, efectuado en Palacio de Minería, el miércoles 7 de noviembre de 2012.
 
Señor licenciado Jorge Carlos Ramírez Marín, representante personal del Presidente Electo Enrique Peña Nieto.

Señor senador de la República, presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero Arroyo.
 
Señor doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno Electo del Distrito Federal.
 
Señor doctor José Narro Robles, Rector de nuestra Universidad.

Compañero senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente del Instituto Belisario Domínguez y Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD.
 
No cabe duda, en México soplan vientos de renovación. Nuevos vientos que tenemos que aprovechar para que en esta pluralidad --hoy representada en este magnífico evento, que nos convoca el próximo Jefe de Gobierno-- se construya el acuerdo necesario para poder sacar adelante lo que el Distrito Federal requiere.
 
Plantear una Reforma Política para el Distrito Federal, requiere convocar siempre --como ya ocurrió en los años de 1987, 1993, 1996 y 1999-- la voluntad política y el acuerdo de los diferentes Grupos Parlamentarios representados en el Congreso de la Unión, se trate o no de una Reforma Constitucional.
 
Por eso saludo el día de hoy a mis compañeras y compañeros senadores de la República de diversos partidos. Y saludo con mucho respeto a tres ex Jefes de Gobierno: al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a mis compañeros senadores de la República Manuel Camacho y Alejandro Encinas.
 
El PRI en el Senado de la República manifiesta hoy su voluntad, para que el análisis de la Reforma Política del Distrito Federal sea un ejercicio abierto, de cara a toda la sociedad y en el que se incluyan todas las voces para perfeccionar el sistema democrático de la capital del país, con una visión metropolitana.
 
Una Reforma Política para la capital del país, no debe ver al Distrito Federal como un territorio aislado. El Distrito Federal forma parte de la zona metropolitana más grande y más abierta de nuestro México: 16 Delegaciones, 59 municipios del Estado de México y uno del Estado de Hidalgo, con una superficie de 3 mil 540 kilómetros.
 
En esta zona metropolitana, de la cual forma parte el Distrito Federal, confluyen el mayor número de mexicanos instalados en una mancha urbana continua. Aquí está el mayor Producto Interno Bruto regional; aquí se da la más importante producción de manufacturas, la más trascendente prestación de servicios y la mayor densidad demográfica.
 
Hoy el Distrito Federal debe entenderse como una gran ciudad, que es el centro de una amplia metrópoli, en la cual no sólo habitan 8 millones de personas, sino transitan, laboran, estudian y coexisten más de 20 millones de mexicanos, por lo que constituye una de las aglomeraciones humanas más importantes del mundo.
 
La trascendencia del tema demanda abordarlo con una visión de largo plazo, pero sobre todo con una perspectiva nacional, pues las necesidades que tiene hoy la metrópoli más grande del país, serán sin duda alguna las exigencias de mañana para el resto de las zonas metropolitanas de nuestro país.
 
El Distrito Federal tiene una agenda democrática que concretar en beneficio de los capitalinos, como la exigencia social de tener gobiernos delegacionales que reflejen la voluntad ciudadana en las elecciones y que permitan la rendición de cuentas, la transparencia y la coparticipación de la gestión pública delegacional.
 
Hoy las demarcaciones territoriales son los únicos entes de gobierno en todo el país, que cuentan con un gobierno unipersonal que excluye el sano contrapeso de la representatividad de las minorías políticas.

Valoremos la oportunidad de consolidar una efectiva participación ciudadana. Escuchemos el interés de los Comités Ciudadanos y los Concejos de Pueblos, para tener mayores facultades y más  vinculaciones con la toma de decisiones de gobierno, a fin de dar a esta gran ciudad sustentabilidad y desarrollo a la infraestructura y los servicios que demanda todos los días.
 
Abramos el debate, incluso a la conformación actual de las 16 Delegaciones, sin temor a la posibilidad de una nueva división territorial, que permita mayor sustentabilidad y gobernabilidad a cada uno de estos espacios.
 
Se ha hablado de autonomía. Para el Distrito Federal, tanta autonomía como sea posible, con tanto Gobierno Federal como sea necesario, precisando el respeto a las esferas de competencia, privilegiando  el respeto que nos debemos dar.
 
Una reforma que tome en cuenta la singularidad del Distrito Federal, por la naturaleza jurídica que lo identifica como una de las sedes del Poder de la Unión, la única.
 
Hoy, nos convoca un esfuerzo reiterado en torno a la ciudad de México. Es indispensable encaminar los esfuerzos hacia la preservación de la funcionalidad de esta gran ciudad, el Distrito Federal.
 
En el debate y la aportación de ideas sobre éstos y otros temas, vamos –en el Grupo Parlamentario del PRI, en el Senado de la República-- a privilegiar las coincidencias que le permitan a la capital del país un mejor presente y un futuro de sus instituciones en beneficio de todos sus habitantes.
 
Por eso, el día de hoy, agradezco sinceramente esta invitación. A nombre de mi Grupo Parlamentario no me queda más que decirles, nos sumamos a la idea del cambio, a los nuevos tiempos que están por venir: tiempos de prosperidad para la mayoría de los mexicanos, tiempos de tranquilidad para la mayoría de los mexicanos, tiempos de renovación para todos los habitantes de la ciudad y para todos los mexicanos.
 
Muchas gracias.
 
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