Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica del homenaje del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Senado de la República, al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, llevado a cabo en el Salón de la Comisión Permanente.

 


SENADOR DANTE DELGADO RANNAURO: Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

 

Senadora Mónica Fernández Balboa, presidenta del Senado.


Senador Ricardo Monreal, presidente, y compañeras y compañeros coordinadores de los grupos parlamentarios e integrantes de la Coordinación Política del Senado de la República.

 


Senador Clemente Castañeda, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano.

 


Licenciado Francisco Labastida Ochoa, destacado mexicano.


Compañeras senadoras y compañeros senadores.

 


Muy distinguidas invitadas e invitados especiales.

 


He escuchado al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas decir que el cardenismo no existe. Esa es una de las pocas cosas en las que difiero con él, afortunadamente para México, afortunadamente para todos, hubo y hay cardenismo.

 


Hubo un cardenismo que forjó el orgullo y la identidad de lo mexicano, que fue pilar de la construcción moral e intelectual del nacionalismo, y que hizo realidad las causas fundamentales de la Revolución: la Reforma Agraria, la expropiación petrolera, la nacionalización de los ferrocarriles, la implementación de una política exterior digna y ejemplar, y una visión de futuro que se plasmó en los programas educativos y en la primera iniciativa para reconocer el derecho al voto de la mujer y legalizar la marihuana.

 


Sí hubo un cardenismo, el que construyó las bases sociales del México moderno. Y también hay un cardenismo que significó la apertura democrática en nuestro país, que provocó la primera grieta en un régimen intolerante y autoritario, que es la causa moral e intelectual de la caída del régimen, la primera esperanza, el signo de que otro México era posible.

 


Sí hay un cardenismo, el de la defensa de la soberanía y la dignidad del país, el de los principios y valores democráticos que han servido de guía e inspiración a varias generaciones de mexicanos.

 


Estimado ingeniero:

 


Sí hay cardenismo, el del general Lázaro Cárdenas y el que surgió con usted. No sólo haciendo honor al legado de su padre, sino a partir de la historia de lucha de la que ha sido protagonista. Un cardenismo que aún necesitamos.

 


Cuauhtémoc Cárdenas es el hombre que encabezó una de las más importantes batallas por la democracia, quien provocó la primera derrota del régimen, quien padeció el primer gran fraude electoral, quien lideró, dio alma y sentido a la oposición, y quien no se dobló ni ante la seducción ni frente a la brutal embestida de un sistema que se resistía al cambio.

 


El ingeniero Cárdenas se ha mantenido firme en lucha y convicciones. Ganó la primera elección para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y construyó la oposición sensata, ejemplar y consistente que necesitaba el país.

 


Sus batallas, sus aparentes derrotas y sus victorias históricas, son motivo suficiente para este homenaje.

 


Pero hay más, con el ingeniero siempre hay más.

 


Están sus convicciones, su memoria, su lucidez, la serenidad con la que ha desempeñado todas sus responsabilidades en la vida pública, pero sobre todo su resistencia a que se deje de creer que las ideologías importan, que los principios importan. Su firme decisión a tener una postura y mantener firmeza en ella.

 


El cardenismo del ingeniero, siempre han sido un esfuerzo incluyente que desborda los partidos y siembra luchas e ideas que México cosecha después.

 


Un ejemplo, es el programa plasmado en su libro “Un México para Todos”, un ejercicio colectivo que fue, sin duda, el mejor proyecto de país planteado en su momento; así como la Fundación para la Democracia y la iniciativa Por México Hoy, que dan cuenta de su apuesta por el diálogo, la sensatez, la tolerancia y su incansable y generosa acción política.

 


En una época en que el pragmatismo se impone, las ideas tienen una mayor importancia.

 


Es por eso que las ideas del cardenismo siguen vigentes y es indispensable revisarlas, pensarlas.

 


Hoy más que nunca, es necesario escuchar al ingeniero Cárdenas, y es la razón por la que cito sólo alguno de sus planteamientos: “Hay que pensar y discutir el país que queremos, tener un proyecto claro hacia dónde vamos, hacia dónde tenemos que movernos. Hay que dar vigencia plena al Estado de derecho, que se cumpla la ley, que no haya tolerancia ni se proteja a los corruptos contra la impunidad que brinda la autoridad. Hace falta una ideología democrática y consecuentemente igualitaria, libertaria, republicana y, como tal, de reconocimiento e impulso de los mecanismos de participación del pueblo en las tomas de decisiones”.

 


Ya en 2006, en una carta abierta, nos alertó del grave problema que priva en la política mexicana, dijo entonces: “Hoy no se discuten programas, se menosprecian las ideologías, los principios; no constituyen compromiso ni parece que sean para observarse. Priva el oportunismo y la idea única de lealtad momentánea al posible cargo”.

 


El cardenismo es indispensable para pensar el presente y el futuro de México y, en reconocimiento a sus invaluables aportes a la democracia, es que Movimiento Ciudadano decidió que la sala principal de nuestro grupo parlamentario en el Senado de la República, lleve el nombre de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano.

 


Un modesto pero merecido homen

 

aje para un hombre que ya es parte de la historia de México.


Cuauhtémoc Cárdenas siempre ha estado a la altura de sus circunstancias. Supo cuando era el momento de construir, de organizar, de dar la cara y encabezar un movimiento social, pero también supo el momento en que debía avanzar por otros caminos.

 


Entendió que no cualquier victoria es la correcta y que un simple cambio de partidos no necesariamente significa un triunfo para los mexicanos.

 


Su decisión, sus decisiones en los momentos clave para el país, su firmeza al poner por delante sus convicciones, su idea de nación y mantener su congruencia sin importar las consecuencias, es lo que hoy le permite ser un referente histórico, el líder moral de la izquierda progresista y un hombre indispensable para alcanzar el cambio que México aún necesita.

 


Muchas gracias.

 


PRESENTADORA: Agradecemos el cálido mensaje del coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano.

 


Tiene el uso de la palabra la senadora Mónica Fernández Balboa, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República.

 


SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Muy buenos días.

 


Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, bienvenido a este Senado de la República.

 


Honorables senadoras, honorables senadores, señores legisladores; Presidente de la Junta de Coordinación Política; coordinadores de los grupos parlamentarios del PAN, del PRD, DE Movimiento Ciudadano, obviamente de Morena, representantes de los partidos del PRI, de todos los partidos, Encuentro Social y el PT.

 


Bienvenidas distinguidas invitadas, distinguidos invitados, sean todos bienvenidos a esta Casa del Federalismo.


La ocasión que hoy nos convoca llena de dignidad a este Senado de la República. Esta representación nacional rinde un homenaje a una persona indispensable para comprender la dinámica política de nuestro país en los últimos 33 años.

 


La figura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es al mismo tiempo remembranza presente y horizonte de la democracia mexicana.

 


Remembranza por el legado del general Lázaro Cárdenas del Río, que definió en buena medida el Siglo XX Mexicano. Presente por su lucha por actualizar y reivindicar el nacionalismo mexicano.

 


Horizonte, porque su esfuerzo sentó los fundamentos sobre los que el ansia transformadora de una sociedad más abierta, más democrática y más plural. encontró una ruta al cambio en un rumbo de institucionalidad.

 


A Cuauhtémoc Cárdenas correspondió enfrentar una simetría histórica: encabezar un proyecto democrático popular, surgido de las calles y de las plazas públicas contra los excesos del partido en el poder.

 


Su lucha política abrió los espacios de la democracia mexicana, señaló los desvíos de los principios de la Revolución, pero planteando, sobre la crítica, nuevos objetivos políticos y sociales por los cuales valía la pena luchar.

 


En 1988, su participación en la elección presidencial de ese año marcó un parteaguas en la historia política del país. Sacudió los cimientos de un sistema político que no daba para más.

 


Ofreció a la izquierda una alianza que dejara atrás el divisionismo y la marginalidad electoral; y proyectó un programa nacional frente al proyecto neoliberal imperante en ese momento.

 


Su programa planteaba un compromiso con la legalidad como principio ético y reconocía la necesidad de la unidad de las fuerzas progresistas, sustentada en las raíces históricas del cardenismo, extendiéndolas hasta las más variadas expresiones sociales, políticas e ideológicas, que se sumaron a la lucha por la democracia.

 


Muchas y muchos de los que estamos hoy aquí, atendimos su llamado para luchar por la transformación democrática del país y dimos forma a ese esfuerzo político transformador.

 


Su liderazgo fue indispensable en tiempos de transición, impulsó una identidad común construida a partir de principios tales como la defensa de la soberanía del estado laico y la responsabilidad social del Estado en el combate a la desigualdad, principios que hoy comparte el actual Gobierno y las fuerzas políticas del país.

 


Fue bajo ese liderazgo que hace poco más de 33 años México inició un lento pero sostenido proceso de ampliación de la vida democrática que consumó una de sus etapas históricas más importantes en el proceso electoral realizado el año pasado.

 


Por eso, al inaugurar la Sala Cuauhtémoc Cárdenas, en este Recinto, el Senado de la República, a través de Movimiento Ciudadano, honra la vocación libertaria y democrática de un líder indispensable para entender la evolución del México contemporáneo y que siempre será referente para unificar las visiones distintas que pudiéramos tener sobre el país.

 


Siempre con base en principios nacionales y progresistas que nos son comunes y teniendo como ideología la vocación de servicio a las mayorías del país.

 


Felicidades a esta Iniciativa de Movimiento Ciudadano y hago votos para que esta reunión sea el primero de muchos encuentros de esta Legislatura, con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

 


Felicidades y bienvenido.

 


PRESENTADORA: Agradecemos la participación de la presidenta del Senado, la senadora Mónica Fernández Balboa. La despedimos con un cálido aplauso.

 


El senador Clemente Castañeda, coordinador de la Comisión Operativa Nacional de Movimiento Ciudadano, hará uso de la palabra.

 


SENADOR CLEMENTE CASTAÑEDA HOEFLICH: Muy buenos días a todas y todos ustedes.

 


Saludo con mucho aprecio a quienes nos acompañan en este presídium.


A la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, al presidente de la Junta de Coordinación Política, a todos los representantes de las distintas expresiones parlamentarias en este Senado de la República, por supuesto a nuestros invitados a invitadas especiales.

 


Para nosotros, desde Movimiento Ciudadano, es de verdad un honor tener el día de hoy, a un referente imprescindible de nuestra democracia y reconocerlo desde el Senado de la República. Bienvenido ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

 


En Movimiento Ciudadano, debo decirlo con responsabilidad, nos asumimos como fruto, en gran medida, de la lucha cardenista, como producto de las luchas libradas desde la izquierda mexicana, para alcanzar no el poder por el poder mismo, sino la democratización de nuestro país.

 


Celebro por eso, la visión y la generosidad de nuestro coordinador parlamentario, del senador Dante Delgado, al impulsar este merecido homenaje al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

 


Sobretodo en un recinto como este, en el recinto del Senado de la República, un recinto que por antonomasia debe honrar la pluralidad política y el diálogo republicano; dos valores inseparables de la vida pública del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

 


Por eso no puedo dejar pasar esta intervención, sin insistir, como lo han hecho muchos en los últimos meses, en los últimos años en que la transición a la democracia o el proceso de democratización de nuestro país sería inexplicable sin la trayectoria del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

 


Una tras otra, las lecciones de dignidad del ingeniero Cárdenas, nos han permitido a todas y a todos, construir hoy una incipiente vida democrática.

 


Sería muy mezquino regatearle a alguien una contribución de este tamaño, un sacrificio y una cruzada sin la cual, difícilmente habríamos alcanzado el momento actual de pluralismo democrático. A quienes dicen hacer historia, olvidándose de dónde vienen, quizá hay que recordarles que el ingeniero Cárdenas es historia viva, es la historia de nuestra democratización, del cambio político, del diálogo, de la construcción de instituciones que hoy permiten la participación política de todas y de todos nosotros.

 


Y es que no exageramos al decir que el ingeniero Cárdenas es uno de los fundadores del pluralismo partidista en nuestro país, así como de la solidez de las instituciones garantes de nuestra democracia.

 


La vía hacia la apertura de la política fue, en gran medida pavimentada por el quehacer político del ingeniero Cárdenas. Y es por ello que el día de hoy debemos, todas y todos, celebrar su arrojo y su determinación inquebrantables.

 


En muchas ocasiones escuché al ingeniero Cárdenas decir que en México el reclamo general era la democracia. Hoy, el gran reto de la vida pública nacional es precisamente, salvaguardar el pluralismo político y ese joven orden constitucional que hemos alcanzado.

 


Defender las conquistas democráticas es el mejor homenaje y la mejor reivindicación que podemos hacer del pensamiento y de la actividad política del ingeniero Cárdenas.

 


Acertadamente, hace algunos meses, al recibir un Doctorado Honoris Causa, el ingeniero dijo que si consideramos vivir una época de cambio, entonces necesitábamos -cito textual- “saber hacia dónde dirigirlo, qué país, qué sociedad y qué mundo se quieren edificar; ¿y para qué? Para que cada quien consciente, pueda dar la contribución que le corresponda”. Hasta ahí la cita.

 


La contribución que queremos dar desde Movimiento Ciudadano, es justamente la de reivindicar el legado del cardenismo, honrar su vocación pluralista y siempre poner por delante la defensa de nuestra vida democrática.

 


Eso nos toca hacer en estos días en los que parece privar una nostalgia por el antiguo régimen político, y hasta ciertas tentaciones de restauración autoritaria o de partido dominante.

 


Y para hacerle frente a esto, estoy convencido, tenemos un gran ejemplo, tenemos un gran norte, que es la experiencia del primer Jefe de Gobierno democráticamente electo en la Ciudad de México, un eslabón sin el cual nuestra vida democrática, repito, sería inexplicable.

 


Un norte más, ha sido la defensa que ha hecho el ingeniero de la soberanía energética de México, en el entendido de que si bien el Presidente Cárdenas del Río legó a nuestra nación una industria que le dio la soberanía energética que necesitaba para transitar por el siglo XX; hoy esa misma industria debe transitar hacia esquemas que sin descuidar la soberanía, exploren modelos de aprovechamiento de energías renovables, que no comprometan el futuro del medioambiente y la salud de los mexicanos, conduciéndonos así durante el siglo XXI.

 


Esta visión demuestra que Cuauhtémoc Cárdenas será siempre, siempre una figura señera de la transición, no sólo democrática sino de la transición entre siglos en nuestro México.

 


Uno de aquellos hombres que con altura de miras piensa y construye un nuevo camino para la vida nacional, que ha sabido hacia dónde dirigir el cambio político. Esa es parte de la visión que hoy necesita nuestro país.

 


Por ello, en momentos como este, y perdón que me extienda un poco, en los que se ha vuelto un lugar común preguntarse dónde está la oposición, vale la pena hacer una pausa y entretejer una respuesta.

 


Movimiento Ciudadano, al igual que muchas otras fuerzas políticas, ha sido una oposición responsable, que ha decidido ser un contrapeso y ha decidido ver de frente al poder.

 


¿Dónde ha estado Movimiento Ciudadano y dónde han estado las distintas oposiciones en los últimos meses? Enmendando la plana e intentos, como la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, frenando el intento por militarizar la seguridad pública del país.

 


Buscando el diálogo constructivo con todas y cada una de las reformas constitucionales que han salido a flote, evitando, hasta donde ha sido posible que se contaminen organismos autónomos y fundamentales de la vida pública.

 


Acudiendo a la Corte para combatir leyes, como la Ley de Seguridad Interior y recientemente denunciar, por ejemplo, la ampliación de mandato en Baja California o leyes represivas, como el caso de Tabasco.


Hemos estado impidiendo que se imponga una reforma electoral involutiva en términos democráticos, rompiendo falsas dicotomías y defendiendo nuestra Constitución.

 


Por eso es importante hacer mención de dónde ha estado la oposición, porque estoy plenamente convencido que el ingeniero Cárdenas, como uno de los forjadores de los movimientos de oposición más importantes de la historia de México, estaría de acuerdo en que estos y tantos otros temas deben de discutirse y debatirse en la pluralidad, enclave democrático y con total apertura, y nunca desde el soliloquio del poder.

 

La lección que, como líder de oposición dio Cuauhtémoc Cárdenas, hoy la tenemos que retomar: la verticalidad, la permanencia y la seriedad con la que planteó alternativas para el futuro de México, con las que convocó al país a un frente democrático nacional, a un frente de oposición que sigue siendo el referente y que nos debe llevar a dignificar nuestro papel como fuerzas parlamentarias, como fuerzas partidistas y como oposiciones.


Por eso hoy le reconocemos, pero sobre todo le agradecemos, ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, este enorme legado.

 


Por ello, vuelvo a decir, que más que los aspavientos de quienes dicen hacer historia, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas constituye un hombre imprescindible en la historia reciente, y un faro político para todos los que hacemos política en México, y particularmente para quienes integramos Movimiento Ciudadano.

 


Como ya lo dijo nuestro coordinador parlamentario Dante Delgado, a partir del día de hoy la sala de juntas de nuestro grupo parlamentario llevará el nombre del ingeniero Cárdenas, como un recordatorio de que es posible defender con convicciones la democracia y el pluralismo, y que es posible transitar con congruencia y con altura de miras hacia el cambio político que México necesita.

 


Muchas gracias.

 


PRESENTADORA: Agradecemos el mensaje del coordinador de la Comisión Operativa Nacional de Movimiento Ciudadano. Muchas gracias.


Concedemos la palabra al licenciado Francisco Labastida Ochoa.

 


LICENCIADO FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Señor ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solorsano.

 


Senadora Mónica Fernández, presidenta de la Cámara de Senadores.

 


Señor senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política.

 


Señores coordinadores de los grupos parlamentarios.

 


Estimados amigos y amigas.

 


Nos hemos reunido hoy para rendirle un justo homenaje a Cuauhtémoc Cárdenas. Felicito al senador Dante Delgado por organizarlo, por la iniciativa, porque honor a quien honor merece.

 


Me honra hacer uso de la palabra. Me da la oportunidad de repetir públicamente lo que he expresado en varias oportunidades: Cuauhtémoc Cárdenas es uno de los grandes constructores de la democracia mexicana.


Hombre congruente con sus principios y sus ideales, ha luchado permanentemente por ellos y de absoluta honestidad económica e intelectual, nunca cedió a las tentaciones del poder. Se mantuvo y mantiene firme en sus ideales y principios.

 


Debemos celebrar que tengamos en el país hombres de su talla, de su dimensión, de su valor, de su congruencia, de su sensatez.

 


Lo único que lamento es que no haya sido Presidente de la República.

 


El país estaría mejor. Habría ayudado a encontrar un camino de crecimiento económico con mejor distribución del ingreso, con impulso a la cultura, la educación y la salud, fortaleciendo paralelamente la tolerancia, la libertad, la democracia, el Estado de Derecho y la seguridad de todos los mexicanos. Viviríamos mejor y más seguros.

 


Dejo constancia pública de mi aprecio, mi amistad y mi admiración a Cuauhtémoc Cárdenas, por sus ideales, sus principios, su congruencia, su valor y tenacidad por luchar por un México mejor.

 


Muchas gracias.

 


PRESENTADORA: Agradecemos las palabras del licenciado Labastida Ochoa.

 


Escuchemos con afecto y aprecio al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

 


INGENIERO CUAUHTÉMOC CÁRDENAS SOLÓRZANO: Señora Presidenta del Senado de la República.

 


Señores coordinadores de los grupos parlamentarios.

 


Señoras y señores senadores.

 


Muy queridos amigos todos.

 


Quiero, en primer lugar, agradecer la muy alta distinción de la que hoy se me hace objeto al imponer mi nombre a un salón de este recinto parlamentario.

 


Quiero agradecer de manera particular la iniciativa, la invitación y yo diría el haber forzado un poquito la mano del senador Dante Delgado, para que estuviéramos hoy aquí reunidos.

 


Quiero agradecer las distintas intervenciones y el cúmulo de elogios que han puesto sobre mi persona, respecto a los cuales debo decir que si en algo he podido contribuir es porque ha habido una muy importante toma de conciencia, respuesta y movilización del pueblo de México.

 


Los avances que hemos tenido a lo largo de estos últimos años en materia democrática se deben al pueblo de México fundamentalmente.

 


No hay ningún partido, ningún funcionario que pudiera o debiera adjudicarse estos cambios de manera individual.

 


Ha sido un esfuerzo colectivo, un esfuerzo colectivo que nos toca, eso sí diría yo a quienes estamos aquí presentes y a muchos otros que tienen reconocimiento por distintas razones, por habérselo ganado en los distintos ámbitos de la vida social, nos toca buscar de los muchos problemas que tiene el país, puedan, efectivamente resolverse.

 


El planteamiento que yo he venido haciendo y que he estado en este caso acompañado por muchos, no sólo acompañado sino alimentado en ideas, en iniciativas por muchos, ha sido para tratar de buscar las soluciones a los principales problemas del país.

 


Es lo que yo veo hoy por delante. Veo que debemos mantener una lucha, una lucha incesante por el rescate absoluto de la soberanía del país.

 

Me parece que esta es la tarea fundamental de partidos políticos, de grupos, de ciudadanos, de todos, para que podamos tomar decisiones sin interferencias del exterior y sin imposiciones, incluso de grupos internos, que sólo están buscando el beneficio de sus propios intereses.

 


¿Cómo podemos en este momento avanzar en este rescate de la Soberanía Nacional?

 


Tenemos que empezar por revisar dónde es que no podemos tomar decisiones con autonomía, en qué áreas, en qué sectores de la economía, en qué áreas de nuestra cultura, en qué ámbitos de la actividad social y tendríamos que ir poco a poco, poco a poco planteándonos cómo superar estas situaciones en cada uno de estos ámbitos.

 


Tenemos que mejorar la economía sin duda alguna, tenemos que buscar que se instrumente una política de crecimiento económico que pueda mantenerse en el largo plazo, pues los recursos son indispensables para invertir en todo lo que el país requiere para su desarrollo.

 


Tenemos que plantearnos, como nos lo hemos planteado quienes tenemos convicciones democráticas, la necesidad de que el valor fundamental de la democracia es la igualdad, sea un valor que prive en nuestra realidad social, es cómo buscar la equidad en esta sociedad hoy sumamente desequilibrad.

 


Cómo buscar aquellas medidas, aquellos programas, aquellas acciones que nos permitan una mejor distribución del ingreso y nos permitan, por lo tanto, que todo mexicano, todo habitante de nuestro país pueda llevar una vida digna, con desahogos y sin las presiones, sin las presiones de las carencias que puedan afectar la vida de familia, la vida de todos los días.

 


En este sentido, me parece que tendríamos que buscar cómo garantizar que los derechos que ya reconoce la Constitución puedan efectivamente ejercitarse.

 


Tenemos reconocido el derecho al trabajo, tenemos reconocido el derecho a la salud, el derecho al agua, en fin, una serie de derechos que no es posible, no hay una instancia, no hay un mecanismo, mediante el cual el ciudadano común y corriente pueda, pueda efectivamente, reclamar ante el Estado Mexicano, el ejercicio de ese derecho.

 


Tenemos, por lo tanto, qué pedir -se me hace que este es un escenario para ello, el Senado de la República- que se establezcan, que se creen los mecanismos para que efectivamente y de manera gradual, podamos universalizar todos estos derechos.

 


Y la igualdad llegará cuando todos estos derechos puedan ejercitarse y cuando tengamos, también habría que decirlo, una seguridad social de carácter universal.

 


Otro avance que tendríamos que plantearnos en la lucha por la soberanía, la lucha por la igualdad es, sin duda alguna, el cómo ampliar los espacios de nuestra democracia.

 


Se ha logrado, yo diría que en esta generación y éste es un logro importante, que haya respeto al voto.

 

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