Versión estenográfica del mensaje del senador Martí Batres Guadarrama, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, en el Foro “Reflexión y Análisis del Centenario de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco”, en la Antigua sede del Senado, en Xicoténcatl.

 

Muchas gracias.

 

Quiero saludar a la doctora Olga Sánchez Cordero. Se dice que no puede haber varios poderes reunidos en una sola persona; yo cariñosamente le digo a la doctora que ella es al mismo tiempo Ministra, Senadora y Secretaria de Gobernación. Los tres poderes.

 

Saludo al doctor Enrique González Pedrero, ejemplo de una gran época de políticos intelectuales de México.

 

Por supuesto, saludo al doctor Jesús Antonio Piña Gutiérrez. Y a Yolanda Osuna Huerta, secretaria de Cultura del gobierno de Tabasco, y representante del gobernador Adán Augusto López.

 

Y también, muy cariñosamente saludo a nuestra vicepresidenta Mónica Fernández, siempre con grandes iniciativas. La senadora Fernández se ha empeñado en traer a Tabasco aquí, a Xicoténcatl, y lo está logrando, y no podía yo faltar a otra de sus iniciativas, en este caso, a esta reflexión, para la cual elaboré un pequeño escrito que se titula “Cien años de la Constitución roja”.

 

Dos mil diecinueve es un año de centenarios relevantes. El día de hoy, conmemoramos que hace cien años y 19 días, el 25 de abril de 1919, el gobernador Carlos Greene promulgó la nueva Carta Magna del estado Libre y Soberano de Tabasco, en el Palacio del Poder Ejecutivo de la ciudad de Villahermosa.

 

Los juristas la consideran la octava de las Constituciones de esa entidad federativa. Ha regido desde hace un siglo y aunque en 1975 sufrió una reforma integral, de la que se ha hablado aquí, las guías políticas establecidas en ella siguen orientando a las y los tabasqueños en la búsqueda de la felicidad pública.

 

Valdría la pena recordar que Tabasco ha sido muchas veces, punta de lanza del progreso mexicano. En 1825, cuando las y los tabasqueños forjaron su primera Carta Magna, asentaron en su artículo 3º lo que sigue: “el estado está obligado a conservar y proteger, por leyes sabias y justas, la libertad, igualdad, propiedad y seguridad de todos sus individuos. Por lo mismo, prohíbe la introducción de esclavos en su territorio y declara libres a los hijos que nacieren de los que actualmente existen en él”.

 

En 1919, las y los tabasqueños asentaron en el artículo 2 de su octava Constitución, que hoy conmemoramos, lo siguiente: “queda abolida para siempre, en el estado, la servidumbre adeudada del peonaje en las fincas del campo. Los sirvientes de otros estados que pisen el territorio de Tabasco, quedan en ese sólo hecho, libres de toda deuda contraída por concepto de servidumbre y tienen derecho a la protección de las autoridades y al amparo de sus leyes”.

 

Para aclarar mejor la situación revolucionaria del estado en esos días, el artículo 10º transitorio de dicha Constitución, ordenaba: “quedan extinguidas de pleno derecho, las deudas que por concepto de servidumbre o servicios personales, hayan contraído los trabajadores hasta la fecha de esta Constitución con los propietarios, encargados o patrones, sus familiares o intermediarios”.

 

Recordemos que en aquellos días, el peonaje por deudas era endémico y esclavizante de la inmensa mayoría del campesinado en el sureste mexicano.

 

Reflexionemos la trascendencia revolucionaria de las dos normas citadas, en aquella primera mitad de 1919, en la vecina Chiapas, los mapaches y pinedistas, rebeldes conservadores, seguían realizando levas entre los peones de sus fincas y luchaban armados contra la Constitución general y la reforma agraria.

 

Tabasco se ofrecía a los peones acasillados chiapanecos, como refugio y espacio de libertad.

 

Habrá quien diga que estos son detalles para algún quisquilloso historiador, pero no es así. Hay enseñanzas relevantes para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI mexicano.

 

Por ejemplo, la Constitución que celebra su centenario, estableció reglas interesantes para que la representación popular controlase de modo efectivo al Poder Ejecutivo. Así por ejemplo, su artículo 92º ordenaba –cito–: “El secretario general de gobierno dimitirá inmediatamente, cuando el Congreso resuelva por las dos terceras partes de sus miembros, dar un voto de censura a sus actos”.

 

Para que quedara claro que este era un privilegio especial de la Legislatura, en el artículo 75º, cuyo título o encabezado se llamaba “lo que no puede hacer el gobernador”, título curioso pero claro; se establecía en la fracción X que el Ejecutivo no podía hacer observaciones al voto de censura del Congreso. El Ejecutivo tabasqueño era constitucionalmente, controlado.

 

Su secretario general de gobierno podía ser censurado por el Congreso y además, al frente de las finanzas del estado, no podía nombrar directamente al tesorero general. El artículo 83º, fracción IV le ordenaba enviar una terna a los legisladores, para que estos lo nombraran.

 

Se ha repetido mucho que el Tabasco postrevolucionario, fue uno de los laboratorios de la Revolución Mexicana.

 

Los experimentos del voto de censura en contra del secretario general de gobierno y la designación parlamentaria del tesorero general; son experimentos que hoy llamaríamos semiparlamentarios, muy distantes de la lógica presidencialista que ya impregnaba la Constitución de 1917 de los Estados Unidos Mexicanos.

 

Las y los tabasqueños son, pues –lo sabemos–, gente osada. Esos experimentos ocurrieron en una etapa increíblemente inestable de la vida política estatal.

 

El gobernador Greene y la Legislatura constituyente, que crearon la Constitución de 1919, no eran los únicos en la entidad; eran el gobernador y la Legislatura rojos, y controlaban las regiones occidental y central del Estado.

 

Al oriente, en los ríos, otro gobernador y otra Legislatura, reclamaban haber ganado ellos las elecciones constitucionales luego de la Revolución.

 

Esta disputa ocupó, por cierto, tanto a los tabasqueños como al Senado de la República y a las presidencias de Carranza y de Obregón.

 

Durante los primeros 10 años de vigencia de la Constitución Tabasqueña de 1919, las disputas entre los crecientemente poderosos rojos, quienes se convirtieron en el Partido Socialista Radical de Tabasco y sus adversarios blancos y guindas, que se cohesionaban alrededor del Partido Liberal Constitucionalista y el Partido Renovador Estudiantil, provocaron constantes demandas de intervención del Senado de la República.

 

Por lo menos en dos ocasiones, los poderes federales fueron notificados de que existían dos gobernadores y dos congresos locales. El oficio de gobierno democrático no es nada sencillo.

 

En los últimos 20 años el Constituyente Permanente de la República Mexicana, ha establecido muchas reglas semi parlamentarias, una gran cantidad de nombramientos que anteriormente recaían sólo en el Poder Ejecutivo, ahora se comparten con el Poder Legislativo. Su implementación ha sido mucho más estable.

 

Hoy, el Senado realiza más de 40 tipos de nombramientos, designaciones y ratificaciones.

 

Por ejemplo, ahora ratifica al secretario de Hacienda, a la secretaria de la Función Pública, a los… Perdón, al secretario de Relaciones Exteriores y a la secretaria de la Función Pública, y a los subsecretarios de Relaciones Exteriores.

 

Y establece la Constitución, en caso de gobierno de coalición, tiene que ratificar al conjunto total de titulares de las secretarías de Estado.

 

Los experimentos semi parlamentarios de Tabasco, fueron retirados de la Constitución de 1919 en las siguientes dos décadas.

 

Pero la conmemoración nos permite rescatarlos y reflexionar sobre ellos. Así podemos ver que estos experimentos osados, ayudan a que la ciudadanía pueda, posteriormente, retomar de manera más serena y estable este tipo de experimentos.

 

Enhorabuena a nuestros conciudadanos y conciudadanas de Tabasco.

 

Estos primeros cien años de su muy liberal y muy radical Constitución, nos nutren nuevamente de lo que podríamos llamar pasiones transformadoras en las que los tabasqueños son dignos vanguardistas.

 

Todos sabemos que hay eminentes figuras del estado de Tabasco que han irradiado al país.

 

Tenemos, por ejemplo, al vicepresidente José María Pino Suárez o aquel característico gobernador Tomás Garrido Canabal. También recordamos a Carlos A. Madrazo; por supuesto, Leandro Rovirosa Wade o Carlos Pellicer.

 

Sin lugar a dudas, tenemos también en alta estima y recuerdo a don Enrique González Pedrero, y obviamente no puedo dejar de mencionar al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador.

 

Cuando hablamos de constitucionalismo, nos llenamos de discusiones plenas de emoción que evocan ideas relacionadas con los derechos de la gente y los límites al poder, por eso son tan interesantes nuestras discusiones constitucionalistas., si a eso le agregamos la pasión tabasqueña, vamos a tener resultados muy interesantes.

 

Hoy en día, tenemos diversos debates, algunos van concluyendo, otros están abiertos, otros apenas iniciarán, que tienen que ver con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

 

Está el tema de las nuevas responsabilidades penales del Presidente de la República, que podría ser juzgado por fraude electoral, también, y por corrupción, y el tema del fuero.

 

Está el tema de la revocación de mandato y está el tema de la consulta, de las consultas, referéndum, plebiscito.

 

Está el tema de la paridad de género y surgirán más temas relacionados por el estado de bienestar con el estado democrático y con el estado defensor de sus recursos y su soberanía.

 

Que esta reflexión del día de hoy, sirva para que continúen las grandes transformaciones que México necesita.

 

Felicidades, senadora Mónica Fernández. Y nuestro agradecimiento a las ponentes y ponentes presentes el día de hoy.

 

Muchísimas gracias.

 

Bueno, esto lo dije como ponente participante.

 

Ya como presidente del Senado: Siendo las 12:55 horas, declaramos clausurado este Foro de Reflexión y Análisis del Centenario de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco.

 

Muchísimas gracias a todas y todos.