Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la inauguración de la IV Edición del Modelo de Naciones Unidas del Senado de la República (SENADOMUN). Casona de Xicoténcatl.
Muchas gracias.
Le comentaba, cuando llegaba al evento, a la senadora Citlalli, que me gusta siempre participar cuando se trata de jóvenes. Trato de estar presente cuando se trata de jóvenes. Soy maestro universitario y la mayor parte de mi vida en la actividad pública, siempre intento motivar a jóvenes. La mayor parte de mis colaboradores son jóvenes, siempre, desde el pasado.
Por eso quiero felicitarlos. Felicitarlas, en este SENADOMUN. Quiero felicitar a Marisol, a Luis, Andrés, Adriana y a los casi –me decía Marisol– 60 organizadores. Felicidades a todos, porque han hecho un gran esfuerzo de convocatoria.
También le decía a Citlalli que yo estuve en este Senado. Aquí fue mi primera vez que era senador. Ahora es mi tercera ocasión que soy senador. Y en aquel momento, tenía 30 años. Los senadores entraban a los 30 años, por disposición constitucional.
Para ser senador, se necesitaba tener 30 años cumplidos. Hoy no, hoy se requieren 25 años. Por eso Citlalli, tiene 28 años, y por eso es nuestra segunda senadora más joven, y nos sentimos muy orgullosos de ella. Porque es de las que más participa políticamente en el debate.
Y coincido con una frase que dijo Adriana, sobre las mujeres. Sobre la política femenina o feminizada. Hace unos días estuve en Morelos. Escribí un libro. Se llama “El Acceso de las Mujeres a la Justicia”. El vigésimo primero de mis libros.
Y en ese libro describo por qué las mujeres están llamadas, sí, a ocupar los espacios públicos. Lo recuerdo y recuerdo esta frase, porque cuando llegué la primera vez de senador, en 1991, ustedes todavía no nacían. La mayoría no. En 91 era senador y me tocó de compañero, entre otros, Luis Donaldo Colosio. Éramos compañeros senadores.
Pero recuerdo que en ese Senado, había, éramos 64 senadores nada más. Hoy somos 128. Y de los 64 sólo había, creo que seis mujeres. ¿Y saben cuántos senadores éramos del PRI? 62, y dos de la oposición: Porfirio Muñoz Ledo, que vive por fortuna; y la maestra Ifigenia, que vive por fortuna, y es senadora.
Entonces, era un mundo distinto. Me preguntaba la secretaria general, Marisol. Le digo: “esta es la tercera vez que soy senador”. Y me dice: “¿Por cuántos partidos?”; “por muchos –le dije–, por muchos”. Entonces dice “¿Y dónde se va a…?”. Ahora soy de Morena. Soy fundador y mi intención de vida es quedarme ya. Ya no más, además ya no me alcanza el tiempo.
Entonces, me da mucho gusto, porque ustedes tendrán la oportunidad de debatir. Alguna gente piensa, de los grandes oradores: Cicerón o Livio o incluso de los contemporáneos nuestros: Churchill o de los últimos, piensan que improvisaban.
Cuando Churchill, la gente pensaba --cuando estaba en el Parlamento, que era Primer Ministro-- la gente pensaba que improvisaba. No. Churchill se aprendía de memoria sus discursos. Por eso cuando dice la gente: “no, improvisa”. No. Lees mucho para poder improvisar.
Los pasajes de todos ellos son extraordinarios. Y la elocuencia con la que se manejaba Churchill, era impresionante. Había una parlamentaria que le dice: “señor Ministro. Si yo fuera su esposa, usted es tan odioso que si yo fuera su esposa, le daría veneno para que otro día ya no existiera”. Y él, con la elocuencia y en la prontitud de la respuesta, dijo: “Yo me lo tomaba, por no estar viéndola todo el día y a cada rato”.
Y cuando un escritor famoso, de obras de teatro, que no era su amigo --era su adversario-- y como Primer Ministro tenía que invitarlo a la obra por estrenarse esos días, le dijo: “señor Ministro. Vengo a invitarlo a mi obra del libro que acabo de escribir, sobre la obra de teatro. Y le traje dos invitaciones, dos boletos: uno para usted y otro para un amigo, aunque no creo que lo use, porque usted no tiene amigos”. Y él respondió “bueno, no podré ir al estreno de su obra. Podría ir otro día. El segundo día. Pero me temo que es tan mala, que no habrá un segundo día”.
Es decir, ustedes están en un momento clave de aprendizaje. Por eso mañana, algunos de ustedes conocen el Senado… ¿Cuántos de ustedes conocen el Senado? levanten la mano. No, pues ya son parte de la familia.
Los que no lo conocen, levanten la mano.
Bueno. Es mágico. Llegas al Senado. Llegas a sentarte en el escaño del senador, del legislador, y te contagia. Por eso, háganlo con soltura, con libertad. No se preocupen lo que digan. Ustedes saben cuánta tontería dicen los legisladores. Ustedes no se preocupen.
Ahorita está en el Canal del Congreso transmitiéndose este evento. Aunque yo creo que quienes ven el Canal del Congreso son aquellos que no pueden dormir. Cada vez que estás con insomnio.
No. No se crean. Es bueno el Canal del Congreso. Es bueno y, además, ahora es más bueno porque hay muchos jóvenes que van a participar.
Y ojalá y logren, Citlalli, que también en el debate, que no sólo sea la inauguración, cuando transmita el Canal del Congreso, sino que también puedan transmitir una parte del debate de los jóvenes en el Salón de Sesiones.
Porque es interesante y por eso yo les digo: no se desanimen. Los que quieran ser buenos abogados, háganlo. Los que quieran ser buenos doctores, actrices, actores: háganlo. Y el que quiera ser político, hágalo, o política, hágalo.
Les decía que cuando llegué eran seis mujeres, ahora son la mitad de mujeres. 49.3 por ciento de la composición del Senado son mujeres. Es decir, que deben ser 62-66 hombres o 63-65, la mitad y la mitad.
Y por eso creo que la mujer está destinada a ocupar espacios públicos sin precedente y sin que la historia registre algo así en México.
Claro, estamos rezagados en tribunales, en el Poder Judicial, en gubernaturas. En gubernaturas hay 32 estados, 30 hombres y dos mujeres. Solamente la Ciudad de México gobernada por Claudia y Sonora, también otra Claudia.
Entonces, hay mucho qué hacer. Yo sólo quiero desearles suerte, éxito. Otra cosa que les quiero decir, los grandes equipos se hacen en congresos como este.
Comuníquense, conózcanse, tengan una interacción. Ahora es muy fácil a través de las redes. Es muy fácil a través de comunicaciones digitales.
No permitan que la distancia ni el tiempo los separe. Coincido con Citlali, es una generación llamada a transformar el país. Yo tengo, así como me ven, casi 40 años de participar públicamente.
He sido tres veces diputado federal, tres veces senador de la República, gobernador de mi estado; jefe de esta demarcación, en la Cuauhtémoc. Y ya tengo muchos años. Ya es hora de dar paso a otras generaciones.
Yo empecé a los 16 años. Ahí sí me ganó Citlalli, que empezó a los 14 en la actividad pública cuando el desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
Yo tengo 21 años trabajando con Andrés Manuel, siguiendo a Andrés Manuel. Y me concedió la vida la dicha de ver este inicio de un cambio profundo en el país.
Luché 21 años, en las buenas y en las malas. Más malas que buenas. Y ahora me siento con mucho ánimo, con mucho entusiasmo. Me siento dichoso de haber visto, después de 21 años de lucha, el triunfo del 1° de julio.
Soy de los que más he disfrutado, yo en lo personal, la elección del 1° de julio. Tengo mucha esperanza de que las cosas van a estar mejor, mucha esperanza.
Y ustedes que inician a construir su futuro, que algunos están por concluir su licenciatura; que otros están por ver qué van a hacer en su vida a partir de ahora, este congreso, este seminario, esta reunión, este SENADOMUN les puede dar luces sobre lo que quieren y sobre su vocación.
Yo sólo les deseo que les vaya bien. Que sean parte de este proceso. Que los que se formen en la política sean mejores que nosotros. Mucho mejores, y que el país pueda ascender. Lo necesita México. No aguantaba más.
Y por eso creo que lo que está haciendo el Presidente López Obrador es correcto y es parte del debate. Habrá quienes no están de acuerdo. Es correcto. No pasa nada. Forma parte de un proceso que en el país se está viviendo.
A todos les deseo --a todas las mujeres y hombres-- que se la pasen bien. Van a iniciar los debates. Tres días. Mañana van al Senado. Van a debatir en la Comisión Permanente y yo estaré atento ahí. Que no tengan ningún obstáculo para que conozcan bien el Senado. También Citlalli va a estar muy pendiente de ustedes.
Sean bienvenidos. Son nuestros invitados especiales. Esperando que esa curul o escaño que ocuparán mañana, pasado, pueda ser realmente suya y del pueblo de México.
Enhorabuena. Felicidades a todos y a todas. Anabel, muchas gracias por su presencia.
Éxito, ánimo.
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