Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la reunión de trabajo que sostuvo el senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien hizo entrega de Los textos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte al Senado de la República.
 

SENADOR RICARDO MONREAL ÁVILA: Bueno, iniciamos.

Señores senadores, señoras senadoras.

Señor Secretario Ildefonso Guajardo Villarreal, secretario de Economía.

Señor Subsecretario de Gobernación, Felipe Solís Acero.

Senadores de los Grupos Parlamentarios del Partido Acción Nacional, Damián Zepeda.

Del Grupo Parlamentario del Verde, Eduardo Murat.

Del Grupo Parlamentario del PT, Nancy de la Sierra.

Del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado.

Del Grupo Parlamentario del PRD, Miguel Ángel Mancera.

Del Grupo Parlamentario del PRI, senadora Vanessa.

Y nos acompaña el Vicecoordinador General, Cristóbal Arias, también del Grupo Parlamentario de MORENA.

Estamos completos.

El artículo 76º, fracción I, párrafo II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, faculta al Senado para aprobar los tratados internacionales; así como las convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba; sus decisiones de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas; y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos.

La Junta de Coordinación Política, aquí presente, expresa la pluralidad de la Cámara y en tal carácter, es el órgano colegiado en el que se impulsan entendimientos y convergencias para alcanzar acuerdos, que puedan cumplir, que permitan el cumplimiento de las facultades que la Constitución nos asigna.

Bajo estos principios, la Junta de Coordinación Política, ha solicitado a usted, señor Secretario de Economía, y al Doctor Luis Videgaray, por conducto de la Secretaría de Gobernación, nos enviaran información sobre los avances de las negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio Estados Unidos de Norteamérica-México, los entendimientos y el grado o el estado que guarda esta negociación comercial.

Agradecemos que esté aquí, formalmente en esta reunión con la Junta.

Tenemos conocimiento de que el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, el 31 de agosto de 2018 notificó al Congreso de su país, la intención de firmar un Acuerdo Comercial con México y con Canadá, si así lo deseaban.

Y que a través de la Autoridad de Promoción de Comercio, que transmite autoridad al Presidente para que el Acuerdo entre en vigencia, con la proclamación Presidencial; siempre y cuando se notifique al Congreso al menos 90 días calendario, antes de la firma.

Como lo hemos comunicado, el Pleno del Senado de la República aprobó la conformación de un Grupo Plural de Trabajo, integrado por un representante de cada Grupo Parlamentario, para mantenerse en contacto directo con los encargados de la negociación en este acuerdo comercial.

Señor Secretario:

Esta Soberanía tiene toda la intención de escucharlo, de recibir sus documentos y de decirle que estamos listos para poder iniciar a analizar el contenido; los acuerdos, los alcances y las consecuencias que pudiera tener en beneficio nuestro país.

Queremos expresarle la disposición plena del Congreso, para que de inmediato y a la par, una vez enviado el documento, el Texto de Entendimiento al Senado norteamericano; también pudiera hacerse a este Senado mexicano que, por vez primera, iniciaríamos de manera conjunta y simultánea el análisis del documento de referencia.

Bienvenido de nueva cuenta. Lo escuchamos.

Se acaba de incorporar el senador Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.

También queremos expresar que agradecemos la disposición del Ejecutivo, porque, de acuerdo con la ley, podría esperarse hasta la ratificación en el Senado norteamericano. Pero creo que es una buena noticia, un buen avance el que los senadores pudieran ahora simultáneamente conocer el alcance del contenido de la firma comercial.

Así es que le pediré al Secretario Técnico, conduzca la reunión.

Después de la fijación de posición suya, les pediré que mantengamos a los senadores, para tener una conversación muy directa con el Secretario de Economía.

Adelante.

SECRETARIO TÉCNICO: Gracias, señor Presidente.

Bienvenido, señor Secretario.

Señor Presidente, si me permite, quisiera dar a conocer los nombres de todas las senadoras y los senadores que nos hacen el favor de acompañarnos.

Por supuesto que está el senador Damián Zepeda Vidales, del Partido Acción Nacional.

Está el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa, del Partido de la Revolución Democrática.

Está el senador Cristóbal Arias Solís, del Grupo Parlamentario de Movimiento de Regeneración Nacional.

Está también la senadora Gina Andrea Cruz.

Está también la senadora Alejandra Reynosa Sánchez.

Está también la senadora Vanessa Rubio Márquez.

Está la senadora Patricia Mercado Castro.

Está la senadora Nancy de la Sierra Arámburo.

Está el senador Eduardo Murat Hinojosa.

Por supuesto, el senador José Narro Céspedes; y también está el senador Napoleón Gómez Urrutia.

Por parte de la Secretaría de Economía, nos acompaña Juan Carlos Baker Pineda, Subsecretario de Comercio Exterior.

Kenneth Smith Ramos, Jefe de Negociación del Tratado de Libre Comercio.

Está también Salvador Behar Lavalle, el Jefe Negociador Adjunto para el Tratado de Libre Comercio.

Está Edgar  Guerrero Flores, el Director General de Vinculación.

Y, por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, está el Jefe de la Oficina del Secretario de Relaciones Exteriores, Abraham Zamora Torres; también el licenciado Diego Vázquez Ortega, y también Adrián García Becerril.

A continuación, señor Presidente, solamente quiero dejar constancia, como lo solicitó la Junta de Coordinación Política, del oficio JCPSTLX29/18 del pasado 25 de septiembre, donde al Secretario, el licenciado Ildefonso Guajardo Villarreal, expresamente solicitaba que pudiera dar algún informe al respecto, como lo señaló en la Junta de Coordinación Política. No leería yo el documento porque está en las carpetas de ellos.

Así es que, a continuación vamos a ceder el uso de la palabra, señor Presidente, al señor Secretario. Y luego la mecánica será como se aprobó, en el sentido de que el Secretario, el Presidente de la Junta de Coordinación Política y los senadores; puedan tener un encuentro en donde cada senador, cada senadora pueda expresar hasta por cinco minutos algún interés sobre el tema, que tiene, que nos trae el licenciado         Ildefonso Guajardo Villarreal.

Quiero saludar también con mucho respeto al Subsecretario, al licenciado Felipe Solís Acero, representante de la Secretaría de Gobernación, señor Presidente.

Así es que usted tiene el uso de la palabra, señor Presidente.

SENADOR RICARDO MONREAL ÁVILA: Adelante, señor Secretario.

SECRETARIO DE ECONOMÍA, ILDEFONSO GUAJARDO VILLARREAL: Gracias.

Agradezco al Senado de la República y al Presidente de la Junta de Coordinación Política, el senador Ricardo Monreal, esta oportunidad para atender la solicitud de información que ustedes mandaron al Ejecutivo.

Agradezco a todos los Coordinadores y representantes de los diferentes partidos representados en la Junta de Coordinación Política; a los Presidentes de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, y la Comisión de Agricultura, por su presencia en esta reunión.

Justamente en el mes de agosto del 2017, cumpliendo con la normatividad y las leyes vigentes para poder iniciar cualquier tipo de negociación en materia de tratados internacionales, comunicamos el 2 de agosto del 2017, la intención de iniciar negociaciones en el contexto de la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Esa notificación dio inicio a las negociaciones. Fue acompañada, en su momento, por un documento también parte del esquema necesario para poder establecer una comunicación permanente de los principios fundamentales que llevaría en esa negociación.

En este contexto, el primer documento que vengo formalmente a entregar a la Junta de Coordinación Política, consiste en una visión de cómo cada uno de esos cuatro objetivos están siendo cumplidos, dentro de un proceso que llevó más de un año en desarrollarse.

El primer objetivo, señor Presidente, fue fortalecer la competitividad de América del Norte. En ese sentido, los retos no eran menores, a partir de los posicionamientos iniciales de esta negociación.

Se percibió en el ambiente, un interés de llevar las reglas de contenido regional a un nivel interesante que fortalecería las cadenas productivas en América del Norte; pero en reglas de origen, que son las que nos permiten garantizar el cumplimiento o no del contenido regional para ser meritorios a una excepción arancelaria, son claramente elementos que tienen que ser vigilados muy cuidadosamente.

Cometer el error de irnos a un extremo de exigencia de contenido regional, puede ser un balazo en el pie que al fin del día, nos perjudique más que los beneficios adicionales que traería. Y para ello pongo un ejemplo.

Uno de los sectores menos integrados en América del Norte, por ejemplo, son los electrónicos. Las televisiones planas, que forman parte del esquema de exportación fundamental de México, han tenido un incremento importante en el contenido de valor en la región, que no rebasa por allá del 36 por ciento del contenido. Una buena parte de los contenidos electrónicos son integrados con componentes que provienen de otras regiones del mundo.

A todos nos gustaría que el cien por ciento de un televisor sea hecho en América del Norte, pero si lo hacemos de manera muy inmediata, lo que podemos ocasionar es que para una empresa asiática le sea más barato exportar directamente el televisor completo, pagando un 15, 20 por ciento de aranceles de entrada al mercado, y al fin del día, en lugar de ganar integración, lo que hacemos es perder la poca integración que tenemos.

Entonces, era un reto muy importante traer a la mesa una visión realista de integración, que nos fortaleciera las cadenas de valor, pero que no nos debilitara frente a esquemas de competitividad de otras regiones en el mundo.

El primer elemento que se logró de esta negociación es que, de las 12 mil reglas de origen, básicamente todas, con excepción de cuatro, fueron llevadas a un nivel que fue totalmente validado por la industria mexicana, en un interés de integración realista, que nos permite mejorar y generar trabajo en el sector manufacturero de México y de América del Norte.

Las cuatro reglas que no fueron consideradas fueron aceros, en ese momento, que fueron sujetos a un proceso más intenso de negociación; fueron fibra óptica, vidrio y el sector automotriz.

En esas cuatro reglas, en tres de ellas, y el sector petroquímico, perdón, cinco reglas, en esas cuatro reglas, con excepción del sector automotriz, logramos una convergencia de visión dentro de las industrias que están, quedaron integradas en América del Norte, logrando pistas de aterrizaje bastante eficientes, dentro de los procesos de integración.

Esto implica cadenas de valor del sector productor de lavadoras, refrigeradores, línea blanca, equipo de transporte pesado, o sea, la incorporación del acero en estas industrias.

En el caso específico de la regla del sector automotriz, creemos que se logró, dentro de la integración, un equilibrio fundamental. dentro de un tratado que se comprometió, desde el día uno, dentro de sus objetivos, a no aceptar ningún tipo de limitación cuantitativa ni de comercio administrado ni de tarifas en absoluto.

Cumpliendo su objetivo, pudo, dentro del intercambio libre en América del Norte, el sector automotriz, lo que se le está requiriendo, es aumentar sus reglas de integración del 62.5 por ciento, al 75 por ciento.

Otro elemento que fue fundamental dentro de esta negociación, es que inicialmente uno de los agravantes más importantes que se discutía era el esquema de la diferenciación salarial, que corresponde como medidas de diferente desarrollo.

Es evidente que los salarios en sectores son diferenciales de acuerdo con la dotación de recursos; y de acuerdo también, a las mejores prácticas en materia de derechos laborales que se reflejan en un condicionamiento y posicionamiento de los sectores laborales en cada país.

En lugar de determinar una entrada que sería totalmente fuera de convencionalismos de intentar determinar por decretos situaciones salariales, lo que se optó en la regla de origen automotriz, es que ese 75 por ciento, el 60 por ciento de un automóvil pueda ser producido en cualquier zona salarial en América del Norte, y el 40 por ciento en zonas salariales que tengan un mínimo de salario de 16 dólares por hora.

Esto, lo que garantiza que el 40 por ciento pueda ser hecho en Estados Unidos y Canadá; y el 60 por ciento pueda ser hecho en la zona de salarios claramente más conveniente para la industria automotriz.

Es interesante ver que, de 12 mil reglas, cuatro son las que finalmente resuelven la ecuación y las demás fortalecen la integración en América del Norte.

Dentro de los esquemas de competitividad, pudimos avanzar y modernizar una serie de elementos de facilitación de comercio.

Pudimos incorporar reglas de mejores prácticas desde el punto de vista de que en requerimientos y regulaciones, que logran avanzar la menor carga regulatoria posible dentro de América del Norte, facilitando el proceso de expansión.

Logramos dar transparencia en el sector agrícola, en los procesos sanitarios y fitosanitarios, fundamentándolo en ciencia y no en obstáculos innecesarios al comercio.

Dentro de este proceso, el tema de competitividad creo que resalta y adicionalmente se logra también visualizar la participación de las pequeñas y medianas empresas dentro de este proceso.

El siguiente objetivo, fue mantener la certidumbre del comercio y las inversiones.

Dentro de este contexto, el primer elemento clave fue garantizar un Tratado que no tiene aranceles ni restricciones cuantitativas.

Al mismo tiempo, la certidumbre de un Tratado Internacional, no sólo se refiere al acceso a un mercado, también se refiere a las condiciones de certidumbre, desde el punto de vista de disciplinas que se comprometen en un Acuerdo Internacional.

Eso es lo que da el marco a la certidumbre con la que se mueven las inversiones en América del Norte. El reto, era un gran reto cuando se posicionó Estados Unidos, el 16 de agosto del 2017.

Claramente había una posición de arranque para desarticular la efectividad de los capítulos de solución de controversias, tanto controversias de estado, estando reflejadas en el capítulo 20, como controversias a inversionistas, estando reflejadas en el capítulo 11, como controversias en materia de remedios comerciales, reflejadas en el capítulo 19 del Acuerdo.

En el proceso de un año de negociación, logramos, indiscutiblemente, preservar, igual que en el Acuerdo original, el mecanismo de controversia Estado-Estado, que permanece inalterado con respecto al NAFTA original.

Y en el capítulo 11, se preservan todos los esquemas de resolución de disputas en la parte más importante de las inversiones que recibe México dentro de los flujos internacionales.

El capítulo 19, fue manejado por una estrategia diferenciada. Para nosotros era muy importante rescatar las disciplinas del capítulo 19.

¿A qué me refiero con esto? Me refiero a tres puntos fundamentales:

Nuestros socios al norte pretendían incorporar un mecanismo fast track o facilitado, para podernos armar casos contra investigaciones dumping o de subsidios, en caso de productos agrícolas frescos, algo que se llevó a llamar el Concepto de Estacionalidad.

Nosotros logramos excluirla y eliminarla totalmente para darle certidumbre a más de 34 mil millones de dólares de comercio en el sector agroalimentario que tiene México con Estados Unidos y el mundo.

El segundo elemento, es conservar nuestra capacidad de defensa frente a acciones discrecionales de nuestros socios, un mecanismo que se llama la Exclusión de Salvaguardas Globales.

En ese mecanismo, fue el que justamente utilizamos del actual NAFTA, para defendernos de las tarifas en acero y aluminios, que impusieron arbitrariamente en el área 232 por seguridad nacional.

Gracias a que tenemos ese esquema en NAFTA 1.0, fuimos el primer país en responder a la agresión arancelaria, con tarifas en quesos, en manzanas y en una serie de productos, equivalentes al daño originado por los aranceles en acero y aluminio.

En ese sentido, el conservar la excepción de salvaguardas globales, reforzada en este nuevo mecanismo, fue un elemento fundamental.

Y finalmente, el esquema inicial de posicionamientos, incluía un sistema que pretendía facilitar la implementación de medidas contra competencia desleal, que violaban el Esquema Multilateral de Comercio Internacional. Logramos que todas las disciplinas incorporadas en este Acuerdo, estén alineadas con algo que México debe preservar, que es el multilateralismo en todas sus dimensiones; y concretamente el multilateralismo comercial.

Explícitamente, reconozco ante este Senado de la República, que la parte de definición que corresponde al Mecanismo de Solución de Controversias del 19, fue una parte que correspondió a la Agenda Negociadora de Canadá y que en estos momentos es parte de la negociación.

Diferenciamos nuestras batallas, para poder preservar diferentes valores. En estos momentos se está definiendo el destino final de la parte de solución de controversias del capítulo 19, en la negociación que en estos momentos Canadá tiene con Estados Unidos.

¿Por qué correspondía a Canadá esa defensa?

Porque el capítulo 19, en su parte relacionada con solución de controversias, fue una aportación al NAFTA original de los canadienses; y correspondía fundamentalmente en un ancestral debate sobre tarifas a la madera suave canadiense que, tenía que definirse en un contexto de visión de cargas y responsabilidades.

Dentro de este contexto, de darle certidumbre a estos temas, fue claramente analizado y determinado, que las referencias en materia energética simple y sencillamente están reproduciendo los principios constitucionales mandatados por el Legislativo mexicano, dentro de la soberanía en el sector energético y la propiedad de los mexicanos de los recursos, que de él se derivan.

El tercer objetivo: aprovechar las oportunidades de la economía del siglo XXI, era uno de los temas de agenda más valiosos de esta renegociación; porque establecía llevar al acuerdo original a la modernidad de la economía del siglo XXI.

El acuerdo original se gestó cuando no había comercio digital; cuando no había telecomunicaciones al nivel avanzado que hoy existe; cuando no había esquemas en materia de facilitación, integrados a nivel internacional; cuando el sector servicios no era tan importante en el esquema de relación comercial internacional; y cuando fundamentalmente, el esquema de cooperación en materia de regulaciones, no era tan importante; porque ahora el mundo no está comerciando en bienes finales.

Hoy el mundo está comerciando en insumos que se integran en cadenas productivas. Por lo tanto, la facilitación de comercio y su modernización era fundamental.

En este apartado de modernización, sin duda,  la nueva propuesta que se presentará ante ustedes, sí es un avance cuántico en muchos de los temas de modernidad que se habían quedado anticuados, con un acuerdo que tenía 24 años de vigencia.

Finalmente, el último objetivo: el avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable; sin duda, incorpora varios elementos fundamentales.

Uno de los temas que tenemos que reconocer y que, sin duda, ha formado parte del debate en materia de acuerdos comerciales internacionales; es que los instrumentos que se han venido negociando en el tiempo, tienen que despertar ante una realidad.

La disrupción que el mundo está presenciando en diferentes frentes, los nuevos movimientos que (inaudible), refiere como los nuevos segmentos de población descontentos con la globalización y la integración, deben ser reconocidos a través de nuestra visión de estos instrumentos.

Una de las grandes fallas del NAFTA original, es no haber tenido mecanismos de revisión periódicos que nos permitieran evaluar los resultados y las ausencias de política pública necesarias para compensar perdedores.

Y uno de los temas que arrastró la acumulación de este tipo de agravios, lo vinimos a reflejar en este debate que se abre dos décadas después. Por lo tanto, era muy importante reconocer el elemento inclusivo en este tipo de instrumentos.

El primer elemento que hay que reconocer, es que, en lugar de haber aceptado una cláusula de muerte súbita, como la pretendían nuestros socios comerciales de que el acuerdo se terminara cada cinco años, y simple y sencillamente pudiera mantenerse sólo si los tres líderes decidieran mantenerlo, era una cláusula inaceptable, porque coartaba cualquier escenario de planeación.

Esto fue el pilar modular de este cuarto objetivo: someternos a un mecanismo de revisión de impactos sexenal, que rebase periodos presidenciales en cualquiera de los países involucrados, y que adicionalmente incorpore un relanzamiento del horizonte de planeación a 16 años.

Esto, sin duda, nos compromete y nos obliga a poder estar dándole mantenimiento a un instrumento de política pública de esta envergadura. Y adicionalmente, nos hace conscientes de que en esta nueva versión se incluye, cosa que no existía hace más de 20 años, un capítulo sobre pequeñas, medianas y microempresas, dentro de lo que es su papel dentro de la integración de valor en América del Norte, mecanismos de cooperación, mecanismos de intercambio de mejores prácticas, mecanismos para desarrollar incubadoras, aceleradoras en todo el mundo, de emprendedores y de PyMES.

El segundo elemento, es una nueva visión a nuestra responsabilidad con los derechos laborales.

El NAFTA original, que fue terminada su negociación comercial con la administración de un presidente republicano, Bush, fue criticado por un candidato demócrata, Bill Clinton; y fue criticado porque no respondía a las condiciones de comercio justo. Comercio justo entendido como originalmente se planteó, no como hoy se pretende dar versiones a comercio justo, que implica definiciones de balanzas comerciales.

Y en ese momento la solución fue, señores senadores, crear dos capítulos paralelos al tratado original: el capítulo laboral y el capítulo ambiental.

Pero esos capítulos paralelos no estaban sujetos a las mismas penalidades de restricción y de sanciones por incumplimiento en solución de controversias con penalidades comerciales.

La diferencia de este nuevo acuerdo es que el capítulo laboral y el capítulo ambiental forman parte del cuerpo integral del tratado, y son sujetos a los mismos mecanismos de solución de controversias, y sujetos a las mismas sanciones que violaciones comerciales.

Es un cambio en la dirección correcta.

Es totalmente irresponsable pretender que los beneficios de un acuerdo comercial no beneficien por igual a todos los segmentos que participan en una actividad productiva. Y es clarísimo que si hay beneficiarios directos en la exportación de productos frescos mexicanos, todos tienen la responsabilidad de cumplir claramente con las disposiciones legales de los derechos laborales mexicanos.

Esto no se trata de imponer leyes extraterritoriales a un país; se trata simple y sencillamente de cumplir con los compromisos laborales existentes, y eso fundamentalmente es algo que nos debíamos claramente en este proceso de equilibrios y de inclusión.

Lo mismo pasa con los derechos ambientales y nuestra obligatoriedad de pertenencia a convenios y compromisos internacionales; tanto de la Organización Internacional del Trabajo, como en el caso específico de nuestros compromisos en materia ambiental internacional.

Finalmente, por primera vez y en este nivel de contundencia, se incluye un capítulo anticorrupción. Un capítulo que rebasa los niveles de ambición existentes, inclusive que fueron establecidos en el Tratado del Pacífico y que hoy por hoy, sin duda, es uno de los capítulos más ambiciosos que se tienen en cualquier convenio internacional y sujeto a solución de controversias y sanciones comerciales.

Esto es dar cuenta a los cuatro objetivos comprometidos con el Senado de la República y adicionalmente, señor senador, quiero comentarles el estatus, en este momento, del proceso.

Como ustedes tienen conocimiento, el día 31 de agosto de este año, el Ejecutivo Norteamericano hizo la notificación de un acuerdo en principio.

En el contexto de sus reglamentos dispara un procedimiento conducente a que él tenga la autorización de hacer una firma y que implica, no sólo 90 días de anticipación, sino adicionalmente, que 60 días antes de la firma se cuente con los textos, que se tienen que tener en plataforma pública, claramente con una nueva definición y evolución de la transparencia y la rendición de cuentas.

En ese sentido, el entendimiento bilateral con el cual dimos arranque esta notificación, que abría la oportunidad de la incorporación de Canadá, está vigente.

Y quiero informarles que el día de hoy he tenido, desde el martes, comunicación con mis contrapartes, en estos momentos hay un intento muy serio de seguir avanzando en el proceso de finalizar las diferencias en materia de temas bilaterales Estados Unidos y Canadá.

Nadie puede meter la mano en la lumbre porque esto llegue claramente a una conclusión, pero, por primera vez, se ve un esfuerzo real de las partes, de llegar a la misma.

Quiero respetuosamente informar al Senado de la República que de mis contrapartes tuve una solicitud muy específica,  me pidieron que tuviéramos, en esta sesión, la oportunidad de informarles que esta conclusión pudiera darse en las próximas 48 horas.

En las próximas 48 horas sabremos si vamos a ir a un texto trilateral o si vamos a vernos en la necesidad de subir un texto de entendimiento bilateral, para luego definir las acciones legales de poder mantener la posibilidad de la trilateralidad.

Y eso implicaría que, en ese sentido, estaríamos solicitando al Senado de la República que, como parte de este cumplimiento con los objetivos y de la entrega de un resumen ejecutivo de cada uno de los capítulos integrados en este acuerdo, nos permitan en las siguientes horas acompañar, una vez que los tres países estemos de acuerdo, con la disponibilidad de los textos.

En las próximas horas sabremos si será el contexto de la plataforma trilateral o el contexto de la plataforma bilateral.


Es cuánto, señor Presidente.

SENADOR RICARDO MONREAL ÁVILA: Recibimos, ciudadano Secretario de Economía, el documento que contempla los compromisos que se adquirieron por parte de la Secretaría de su cargo, con el Senado de la República.

Los revisaremos puntualmente, de manera plural, en la Comisión para tal efecto ya conformada y las Comisiones de Relaciones Exteriores, América del Norte y Economía.

Y, también, nos damos por recibido del documento que contiene el resumen del contenido del texto firmado.

Nos reservamos el texto íntegro, aceptando la condición y la circunstancia en la que en este momento se encuentra el estado de la negociación.

No queremos interferir. Deseamos y esperamos que pueda incorporarse Canadá, en estas últimas horas, deseamos que así lo sea, y esperaríamos las 24 horas, en las 48 horas, para que podamos conocer el texto íntegro.

Por lo pronto tenemos el resumen, estará a disposición de los Grupos Parlamentarios y estará a disposición de los senadores, porque también queremos darle una amplia difusión, publicidad y rendición de cuentas.

Los mexicanos deben de saber lo que se está firmando.

Lo que sí también tenemos que expresar es que vemos con optimismo, con esperanza, el que pudiera lograrse un Tratado comercial Trilateral.

Nosotros iniciaremos de inmediato el análisis del contenido de este Acuerdo Comercial que han llevado a cabo ustedes, como negociadores, junto con, incluso el acompañamiento de una Comisión, el Gobierno de Transición, que ha encabezado Marcelo Ebrard, el señor Seade y la que será futura Secretaria de Economía.

Muchas gracias.

Y enseguida, ahora sí nos quedaremos solos los senadores.

Les pedimos a los medios nos permitan, porque haremos una serie de intercambios.

SENADOR RICARDO MONREAL ÁVILA: Gracias.

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