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Mensaje del presidente del Senador, durante el homenaje de cuerpo presente que éste órgano del congreso de la unión rindió al senador alonso lujambio irazábal.

Estimadas senadoras y senadores;

Familiares y amigos del senador Alonso Lujambio;

Señoras y señores:

Muy buenas tardes.

Estamos reunidos hoy en nuestra casa, el Senado de la República, con el fin de rendir un sentido homenaje a nuestro compañero, el senador Alonso Lujambio Irazábal.

Con profunda tristeza hoy nos despedimos de un mexicano ejemplar, un hombre cabal y honesto, un servidor público que siempre realizó su trabajo con dedicación, compromiso y con amor a su país.

El senador Alonso Lujambio fue un académico brillante, un politólogo excepcional, un gran conocedor del Congreso y de las instituciones democráticas de México. Alonso trabajó incasablemente por impulsar la transformación política de nuestras instituciones para el México democrático del siglo XXI.

En nombre del Senado de la República quiero expresar nuestras más sentidas condolencias a Tere, a Íñigo, a Tomás, a Sebastián y a las familias Lujambio e Irazábal, desenado que encuentren la paz y el consuelo en este momento de dolor.

Descansa en paz, querido Alonso.

Alonso anhelaba un México mejor, un país más prospero, más justo, más democrático. Por ello, desde muy joven se preparó para servir a México. Después de haber tomado algunos cursos de contabilidad optó por estudiar la licenciatura en ciencias sociales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, su alma mater, a la que años después regresó como director académico.

Alonso contaba también con estudios de posgrado. Era maestro de ciencia política en la Universidad de Yale, así como candidato a doctor por la misma Universidad.

El senador Lujambio fue constructor de instituciones. Siempre supo que los hombres somos efímeros, pero las instituciones duran para siempre. Por ello, dedicó buena parte de su trayectoria política profesional a la construcción de instituciones clave para la vida democrática de México.

De 1996 a 2003 fue consejero electoral ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral, en donde también fungió como presidente de la Comisión de Fiscalización de los Recursos de los Partidos y Agrupaciones Políticas, así como de la Comisión de Asuntos Internacionales.

Fue un consejero valiente que nunca dudó en denunciar ante la justicia actos que podían dañar a nuestra joven democracia.

Tal fue su trayectoria en el IFE y sus conocimientos en materia electoral que en el año 2004 la Organización de Naciones Unidas pidió su asesoría para el diseño de las elecciones y del sistema electoral en Irak. Sus ideas finalmente fueron utilizadas en las elecciones de la Asamblea Constituyente de ese país en el año de 2005. Sus conocimientos y experiencia electoral trascendieron fronteras.

En 2005, el senador Alonso Lujambio fue nombrado comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), y de 2006 a 2009 fungió como comisionado presidente de dicho Instituto.

La semana pasada el IFAI le rindió un merecido homenaje por su contribución en materia de transparencia y acceso a la información pública, por ser uno de los principales impulsores de la Ley de Transparencia.

Entonces, Alonso reflexionaba sobre el agotamiento del artículo sexto constitucional y nos explicaba la importancia de brindar al IFAI facultades revisoras de sentencias de órganos de transparencia estatales. Sin duda, fue inmensa su contribución profesional al trabajo de esta institución.

Como legisladores debemos comprometernos a preservar su legado en materia de transparencia y contabilidad gubernamental.

Su paso por  la Secretaría de Educación Pública de 2009 a 2012 fue otro de los momentos que marcó su vida profesional. Alonso fue de esas personas únicas, con la calidad ética e intelectual necesarias para comprender que la política no era un mero instrumento de acceso al poder sino una herramienta que debía ofrecerse al servicio de los demás.

Esa convicción humanista lo llevó a tender puentes, a dialogar y consensar con representantes de todos los sectores y fuerzas políticas sin excepción. Lo hizo sabiendo siempre que por encima de cualquier diferencia política, de cualquier brecha ideológica, debía prevalecer el interés superior de México. Alonso era, sin duda, un hombre de Estado. 

En el ámbito académico, el senador Alonso Lujambio fue profesor en el Departamento Académico de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México, así como en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México.

En estos años dirigió varias tesis de licenciatura forjando una sólida escuela de estudios legislativos. Alonso hablaba y enseñaba con la elocuencia de sus manos, parecía que esas enormes manos cincelaban y daban vida material a una idea abstracta.

Fue un hombre profundamente generoso con sus alumnos a quienes compartía sus conocimientos y alentaba a tener una visión crítica sobre cómo mejorar nuestra vida institucional.

Las cátedras de Alonso Lujambio dejaron una huella indeleble en cientos de jóvenes que, sin duda, trascenderán en la construcción de un mejor país.   

Para nuestra fortuna, el senador Lujambio deja un legado fundamental para entender nuestras instituciones y el proceso de democratización de México.

Entre sus publicaciones más importantes cabe destacar: El Poder Compartido, un ensayo sobre la democratización mexicana; Gobiernos Divididos en la Federación Mexicana y Federalismo y Congreso en el Cambio Político de México.

El senador Alonso Lujambio luchó desde diferentes trincheras por un mejor país, por un México más transparente, por una democracia más consolidada. Ya fuera desde el aula, en el foro ciudadano o en la arena política, Alonso fue un hombre que expuso con claridad sus argumentos y que empeñó con valentía su palabra.

Por todo ello, hoy reconocemos al senador Lujambio por ser un luchador en todo el sentido de la palabra.

Gracias Alonso por tu valiente tenacidad y por tu amor por México.

Alonso Lujambio vivirá en su legado, en sus obras, en varias generaciones de alumnos y en muchas generaciones de mexicanos.

Descanse en paz.

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