Versión estenográfica del mensaje del senador Ernesto Cordero, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la inauguración de la Primera Edición del Global SenMexMun, en la Cámara de Senadores.
SENADOR ERNESTO CORDERO: Muy buenos días a todos, sean ustedes bienvenidos al Senado de la República.

 

Saludo a las maestras, a los maestros que los acompañan. Bueno, quien tenga la duda, va ganando Rusia dos a cero, está el medio tiempo.

 

Y decirles que estoy muy contento de recibirlos en el Senado, están ustedes en un recinto legislativo oficial en funciones del Congreso Mexicano.

 

Como ustedes seguramente saben y les han explicado en sus clases, el Poder Legislativo Mexicano tiene dos cámaras, el Senado y la Cámara de Diputados, que sesionan por separado de septiembre a diciembre y después de febrero a abril.

 

En los meses donde no están sesionando hay una combinación de 37 legisladores, 18 senadores y 19 diputados, que sesionamos de manera conjunta para desahogar los temas urgentes que tienen que desahogarse y eso se realiza aquí, en donde ustedes están sentados; todos los miércoles sesiona durante toda la mañana y buen parte de la tarde, la Comisión Permanente.

 

De manera que ustedes están sentados donde se sientan representantes y ustedes, gente por la que, bueno, ustedes no, pero probablemente sus padres, sus amigos, sus familiares, sus maestros, votaron o no votaron por ellos, pero siguen siendo sus representantes.

 

A mí me da mucho gusto ver que están bien ocupados los escaños de mis compañeros, con ustedes, yo creo que no hay mejor manera de honrar al Poder Legislativo Mexicano más que teniéndolos a ustedes sentados y me da mucho gusto ver que hay muchas mujeres sentadas en esos escaños.

 

México es un país que ha avanzado mucho. Hoy, en el Senado de la República el 42 por ciento de los senadores, son senadoras. Es probablemente de los congresos que tengan el mayor componente de mujeres a la hora de estar en funciones y lo cual, pues a mí, la verdad me da mucho orgullo ser parte de esa asamblea y, por supuesto, mi compañera, la senadora Silvia Martínez, es parte importante de ese cuerpo legislativo.

 

Si bien no es lo mismo un congreso que una Asamblea de Naciones Unidas, pero tiene muchas similitudes y muchas cosas que los hacen parecidos y por lo cual, bueno, qué mejor que estén ustedes aquí para hacer su ejercicio.

 

Ustedes son líderes, ya lo son, es un lugar común y una frase bastante cursi el decir los líderes de mañana. No, ustedes son los líderes hoy, son los líderes en su escuela, son los líderes en su casa, son los líderes con sus amigos, ustedes influyen, ustedes transforman, ustedes cambian las cosas en este preciso momento.

 

Entonces, me da mucho gusto que se interesen en estas cosas, que participen y que participen en un ejercicio que tiene dos características, que yo creo que lo hacen muy formativo y que lo hace que, quien tenga la vocación de servicio público o de diplomacia, lo disfrute enormemente.

 

Que tiene dos cosas: una, proponer soluciones, proponer política pública, pensar cómo mejorar las cosas y, dos, defender esas ideas, esos proyectos, argumentar y ser capaz de sostener una idea y defenderla.

 

Y para defender una idea hay que prepararse, hay que estudiar y, sobre todo, hay que escuchar las ideas diferentes, lo que piensan los otros y eso es un ejercicio de por sí muy valioso y creo que eso es lo que hace que estos ejercicios sean tan disfrutables para los que participan en ellos y también tan formativos y tan productivos para ustedes en su futuro.

 

En toda esta historia, yo les sugeriría básicamente tres cosas:

 

La primera es sálganse del lugar común. Las cosas no son lo que parecen siempre y por muchos momentos nos damos a la, bien fácil, asumir como una verdad lo que escuchamos en repetidas ocasiones y no es así de sencillo.

 

Las cosas no son lo que parecen y vale la pena echarle una reflexión a las cosas, meditarlas dos veces, estudiar, analizar, ver si lo que todo mundo dice es cierto o no.

 

Eso es lo que hace valiosa una acción y eso es lo que hace valiosa su vida y lo que va a ser valioso que ustedes, como líderes, sean y aporten algo distinto.

 

Y el lugar común está en absolutamente todos lados, en todos lados está el lugar común y es importante salirse de eso y ver si es cierto lo que les está diciendo.

 

Segundo, que actúen con honestidad, con honestidad intelectual. Si bien a ustedes les va a tocar defender posiciones donde a la mejor no necesariamente iban a coincidir de arranque, pero bueno, actúen.

 

Esto es un ejercicio, pero en la vida ustedes tienen que actuar con honestidad intelectual, sean congruentes, sean consistentes; hagan y digan lo que están pensando.

 

No por ganar un aplauso fácil en su próxima vida política, pública o a lo que se dedican digan lo que la gente quiere escuchar. Ustedes digan lo que están pensando y siempre sean consecuentes con sus actos y siempre sean congruentes con eso.

 

En la vida no hay nada más valioso que ser congruente y ser intelectualmente honesto.

 

Y la tercera, sean tolerantes, la gente, no todos pensamos igual y hay que escuchar lo que piensa la gente, los que tienen un punto de vista diferente al nuestro.

 

Y probablemente no nos convenzan, pero el simple escucharlos les da un valor y les va a ayudar a ustedes a fortalecer su posición y en un descuido hasta los convencen y como ustedes verán, en estos ejercicios las cosas no son blanco o negro.

 

La vida se mueve en todo este matiz y toda esta serie de grises y ahí es donde se van ubicando las ideas. Entonces, ustedes sean tolerantes y escuchen lo que tiene que decir todo mundo.

Y decirles que, bueno, ustedes se salen del lugar común, son honestos intelectualmente hablando y también son tolerantes, pues esto es lo que enaltece la vida diaria de todos nosotros; eso es lo que enaltece a la política, eso es lo que enaltece a la diplomacia.

 

Y a los que les guste este asunto y les guste este rollo, pues háganlo sin miedo, éntrenle.

 

Un lugar común, es decir que todos los políticos somos unos bandidos y que no servimos para nada, y que como ya está todo mundo harto de nosotros, entonces, ¿no?, pues van a llegar ideas renovadoras y van a transformar esto.

 

Ah, muy bien. Que vengan ideas, que venga gente nueva, pero las democracias funcionan a través de los partidos políticos, y si ustedes quieren cambiar la realidad de su país, no asuman que todos los políticos somos deshonestos y corruptos.

 

La gran mayoría es gente honesta, comprometida, con voluntad de servicio y que tratamos de hacer las cosas mejores día con día.

 

¿Que hay algunos que huelen a azufre?, claro, y hay muchos, y hay que coexistir con ellos. Pero la gran mayoría de la gente que hace política es gente honesta.

 

Y si a ustedes les gusta, si ustedes tienen vocación de servicio, si a ustedes les gusta la vida pública, háganlo sin miedo, participen, prepárense. Eso es lo que necesita México.

 

México no necesita quitar los partidos políticos, lo que necesita es que ustedes se metan a militar en un partido político y los transformen desde adentro.

 

Eso es lo que es valiente, eso es lo que se necesita, valor, transformar las cosas que no están bien.

 

Y si a ustedes les gusta, les guasta la diplomacia, les gusta el servicio público, les gusta la política, háganlo sin miedo, con entusiasmo, que eso es lo que México necesita.

 

Y no den por sentado que este país de libertades, aunque suene extraño, porque también el lugar común es decir que, qué barbaridad, México es el peor lugar del mundo, y que estamos igual o peor que en la época de Don Porfirio, ese es otro lugar común; y que las cosas no avanzan, y que llevamos años y años fracasando, fracaso tras fracaso. No es cierto.

 

México es un gran país, que ha avanzado en absolutamente todos los rubros.

 

No hay un indicador de política educativa, no hay un indicador de política en salud, de condiciones de vivienda, de dotación de servicios básicos que no haya avanzado notablemente década tras década en México, y eso es gracias al esfuerzo de todo mundo.

 

Entonces, México es un gran país que merece buenos políticos, gente honesta que se dedique a esto.

 

Y si a ustedes les gusta, háganlo con orgullo, dedíquense a esto, el país va a estar en sus manos, ¿no?; todavía no, porque todavía no se los dejamos, pero pronto estará.

 

Y lléguenle, ¿eh?, lléguenle sin vergüenza, sin temor, con muchas ganas.

 

Es una gran profesión, se disfruta mucho y se puede transformar a la gente, y se puede hacer mucho bien desde la vida pública.

 

Si les gusta, sean ustedes bienvenidos.

 

Entonces, pues dicho lo anterior, pues ya disfruten su estancia en el Senado de la República, que sea muy productivo, que aprendan mucho, tómenlo con seriedad, tómenlo con muchísima seriedad, y que esto sea pues un primer evento en el Senado de la República, que se siga repitiendo este ejercicio año con año.

 

Mi compañera Silvia y yo no vamos a estar aquí, nosotros acabamos el 31 de agosto, pero pues nos dará mucho orgullo ver que este ejercicio se repite en el Senado de la República año tras año.

 

Enhorabuena.

 

Mucho éxito y que disfruten este ejercicio.

 

Muchas gracias.