Versión estenográfica de la intervención del senador Ernesto Cordero, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la inauguración del Ciclo de Conversatorios Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, Retos y Perspectivas.
SENADOR ERNESTO CORDERO: Muy buenas tardes a todos.
Quiero saludar a mi compañera, la senadora Yolanda de la Torre Valdez, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRI y responsable de la organización de estos interesantes foros, y una senadora querida y respetada por todos nosotros.
Muchas gracias, senadora, por invitarme.
A la magistrada Lilia Mónica López Benítez, presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras.
Al magistrado Neófito López Ramos, magistrado de Circuito en Materia Civil.
Al licenciado Eduardo Méndez Vital, representante de la Barra Mexicana de Abogados.
Al licenciado José Antonio Manzanero, presidente del Colegio de Notarios.
Y al licenciado Valentín Martínez Garza, de enlace legislativo de la Secretaría de Gobernación.
Amigas y amigos:
Bienvenidos al Senado de la República. Debo confesar que cuando se habla ante expertos de temas que uno no domina, siempre queda uno medio ciscado o intimidado; entonces, voy a hacer lo mejor que pueda y voy a leer lo que mis expertos me redactaron, para no equivocarme y no regarla.
Es para mí un honor acudir a esta nueva etapa de este proceso de diálogo con relación al importante tema de los procesos civiles y familiares. Agradezco a la senadora Yolanda de la Torre su compromiso y su dedicación por lograr que este tema sea tratado en la manera en que se merece.
De igual manera, agradezco a la Barra Mexicana de Abogados, a la Asociación Nacional de Abogados de Empresas, al Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, al Colegio de Notarios y a las instituciones que han confiado en esta Cámara para hacer y realizar estos conservatorios.
Los procesos legales siempre han sido parte de un mundo distante y exclusivo de las y los abogados. Sin embargo, con el paso de los años hemos podido reconocer que estos procesos tienen una estrecha relación con la vida cotidiana, que incluye divorcios, herencias, adopciones, pensiones alimenticias, los cambios de nombre en el registro civil, así como el pago de algunas deudas.
A partir de un diagnóstico realizado entre 2015 y 2016, pudimos darnos a la tarea de transformar un sistema jurisdiccional lento, incierto, discriminatorio, complicado y costoso. Es necesario eliminar las barreras de acceso a la justicia, como fue el tratamiento diferenciado en las distintas entidades federativas; y la dificultad para ejecutar una sentencia de manera pronta y sencilla.
Los conservatorios que hoy inician son una oportunidad única para no sólo corregir aquellos aspectos que no funcionaban del todo; sino para dar pasos esenciales hacia adelante.
Debemos simplificar los procesos para que un problema no se resuelva en más de dos años, sino que sea algo rápido y sencillo, sin que los recursos entorpezcan todo; los procesos deben ser para impartir justicia.
Estoy convencido de que la discusión que se dará en relación al uso de nuevas tecnologías, que puede llevar incluso a una figura de juicio en línea, así como el fortalecimiento de los mecanismos alternativos de solución de controversias o incluso la oralidad, pueden ser pasos muy importantes para reducir el costo de la justicia y simplificar las actuaciones y los procedimientos.
Asimismo, felicito la discusión plural de diversos temas como la reproducción asistida, incluida la maternidad subrogada; de manera que su uso sea respetado, respetando los derechos humanos de todas las personas que participan.
De igual modo, creo oportuno que al discutir todos estos temas se cuiden tres principios fundamentales: el interés superior de las niñas, niños y adolescentes; de igualdad entre hombre y mujer; así como el acceso a la justicia.
Estos tres principios exigen nuevas maneras de que el trabajo en tribunales y juzgados sea más cercano y directo con las partes.
Finalmente, quiero reiterar la importancia de este ejercicio para dar cumplimiento a la meta 16.3, promover el Estado de Derecho en los planos nacional e internacional, y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que hemos asumido en el Senado como Estado mexicano, en el marco de las Naciones Unidas.
Sin más preámbulo, quiero declarar formalmente inaugurado este Ciclo de Conservatorios y les deseo éxito, a fin de que nos brinden las herramientas que necesitamos para dictaminar adecuadamente este importante tema.
Enhorabuena y muchísimas gracias.
