-Pregunta.- Se dice que la Suprema Corte de Justicia permitirá que a partir del próximo año se envié al buró de crédito a deudores del fisco. Ya parece terrorismo fiscal, ¿no?
-Respuesta.- Estoy convencido que esta medida --que ha sido avalada por la Suprema Corte de Justicia-- habrá de respetarse como tal, pero la solución es más sencilla; y ésta es referente a lo que pueda ser la misma educación y cultura, que los ciudadanos deben tener en el pago de cada uno de sus compromisos fiscales.
Estoy cierto que si bien la decisión tiene que ver en mucho con lo que signifique la recaudación, no menos cierto es que la recaudación puede mejorar --y en mucho-- con una reforma fiscal de fondo y no con medidas de apremio como las que estamos viendo.
P.- Pero esa reforma fiscal no se ve, no se deja ver, no se avanza.
R.- Es que cada vez que se notan estas medidas --que son aisladas, urge más --y esta es la convocatoria que yo en lo personal hago-- a que pongamos sobre la mesa, a más tardar en el mes de febrero, lo que nosotros pensamos debe ser una reforma fiscal integral, que permita mayor recaudación, ampliar la base gravable y también formas modernas para cumplir con nuestras obligaciones.
Nosotros estaremos ya trabajando en ello. No podemos dejar pasar más tiempo, porque de ser así lo único que vamos a tener son medidas como éstas --que llamé aisladas--, que no vienen a ser la solución del problema.
P.- Y en ese mismo sentido, precisamente sobre el gasto. Ya está aprobado un Presupuesto, pero se incrementa incluso el gasto corriente del Gobierno; hay recursos, pero se sigue sin un reparto equitativo, justo o por lo menos con rumbo.
R.- Sigo insistiendo: no es con un Gobierno rico como simplemente lograremos las metas de crecimiento económico y empleo que todos nos estamos fijando y que la población merece, sino poniendo rumbo al país.
Y poniéndole rumbo al país es ordenando perfectamente bien el gasto, reduciendo todo lo que sea gasto corriente, fijando gasto de inversión con mayor impacto; y, sobre todo, el rumbo se va a obtener cuando logremos políticas públicas que incentiven el crecimiento económico y el empleo.
Hoy tenemos un Presupuesto billonario, pero no tenemos consecuencias de éste presupuesto, que nos permita ver que logremos crecimientos como los que debemos alcanzar, del siete por ciento del Producto Interno Bruto para poder salir de esta mediocridad en la que se encuentra México en ese aspecto.
P.- Y en ese sentido, también se refleja la seguridad igual. Muchos recursos a seguridad, pero los resultados poco viables y muriendo gente inocente.
R.- No obstante, el Presupuesto hace bien en considerar recursos para la seguridad pública, que es un grave problema que se está viviendo, sobre todo la violencia que acompaña a la inseguridad pública; pero, la seguridad pública se va a resolver verdaderamente cuando le pongamos rumbo al país y prioridades, como el crecimiento y el empleo.
A partir del crecimiento y el empleo, tendremos más posibilidades nosotros de atender los problemas de seguridad pública, que están verdaderamente atribulando a la población.
P.- ¿Se puede aceptar que con tantos recursos siga una situación de violencia en los próximos años, como se está viviendo?
R.- La violencia es un fenómeno que tendrá que ser atendido --insisto-- con crecimiento y empleo, que den mayores oportunidades y opciones a los mexicanos de poder trabajar en México. Y también con acciones muy específicas e inteligentes --que el Estado mexicano lleve a cabo-- para combatir a la delincuencia.
P.- Por último señor. Ya están duros los suspirantes en el PRI, ya don Fidel Herrera dice que “le quiere echar ganas”. ¿Esto no adelanta, no divide al partido?
R.- Un partido político moderno y en el Siglo XXI, no puede obligar y mucho menos recomendar a un militante de su partido, que no exprese su interés de participar; no obstante, todo aquel que lo lleve a cabo, tendrá que estar consciente que --para saber cuáles son sus posibilidades-- primero tiene que conocer las reglas a las que se deberá someter en una convocatoria específica, para una competencia política interna.
Insisto, si los partidos políticos, y en especial el PRI, no se pone de acuerdo primero para qué quiere ganar las elecciones del 2012; qué rumbo le quiere dar al país, en específico hacia la modernidad, el crecimiento económico y el empleo; y qué compromisos adquiere con la población. Ir solamente a la selección de un candidato, vendrá a repetir errores del pasado.
Muchas gracias.
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