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-Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos;

-Ministro Juan Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;

-Doctor Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del Instituto Federal Electoral;

-Senador Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores;

-Doctor Alejandro Poiré, secretario de Gobernación;

-Señor consejero jurídico de la Presidencia;

-Señores dirigentes de los partidos políticos nacionales;

-Distinguidos legisladores;

-Estimados miembros de las organizaciones civiles que hoy nos acompañan;

-Señoras y señores:

Hoy es un día muy significativo para la democracia mexicana. En esta fecha acompañamos al titular del Poder Ejecutivo para la firma del decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con lo cual hemos concretado una muy importante reforma política.

Se trata de una reforma producto del trabajo colectivo de las fuerzas políticas y de los poderes Legislativo y Ejecutivo.

Se debatieron posiciones, se contrastaron proyectos y se arribó a un consenso que representa un avance significativo para la vida democrática e institucional del país.

Esto, gracias a innovaciones tales como:

* La iniciativa ciudadana, que permitirá a los mexicanos presentar iniciativas de ley.

* Las candidaturas independientes, que por primera vez en la historia permitirán que cualquier ciudadano se postule a cargos de elección popular. No serán más las candidaturas monopolio exclusivo de los partidos políticos.

* La consulta popular, con la que los ciudadanos podrán participar directamente en definiciones de temas importantes para nuestro país.

* La iniciativa preferente del presidente de la República, que podrá presentar dos iniciativas con carácter urgente por cada periodo de sesiones para su discusión y votación, a más tardar en 30 días naturales, por parte del Congreso.

* La ratificación por parte del Senado de los integrantes de los órganos reguladores del Estado mexicano, la Cofetel, la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Federal de Competencia.

También vale la pena destacar el hecho de que gracias a la reforma, se da mayor certidumbre al mecanismo de sucesión en caso de falta absoluta del titular del Poder Ejecutivo y se prevén mecanismos alternativos para  la toma de protesta del presidente de la República.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar que en la discusión de esta reforma quedaron fuera una serie de elementos muy importantes que contenía la propuesta original del presidente de la República, enviada al Congreso en el 2009.

Menciono:

* La segunda vuelta en la elección presidencial.

* La reducción del número de diputados y senadores.

* El incremento del porcentaje de votos para la conservación del registro de los partidos políticos nacionales.

* La facultad de iniciativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre otras.

También debo mencionar aquí que algunas propuestas muy importantes aprobadas en la Cámara de Senadores no tuvieron la misma suerte en la Cámara de Diputados:

* La elección consecutiva de legisladores.

* La reconducción presupuestal.

* El veto presupuestal.

Considero que es de la mayor relevancia que estas propuestas sigan debatiéndose.

México demanda una reforma política integral que ayude a traducir nuestra creciente pluralidad en gobiernos más eficaces, más transparentes y más cercanos a la gente. Sólo así lograremos que nuestro país dé el salto definitivo al desarrollo.

Señoras y señores:

México vivió su primera ola democratizadora cuando conquistó la democracia político-electoral, las libertades de expresión y de prensa, la separación de poderes, la alternancia en el poder y por supuesto la certeza del sufragio efectivo, la seguridad de que cada voto cuenta y se cuenta bien.

Hoy el reto es hacer que México viva una segunda ola democratizadora que nos permita avanzar en la construcción de una democracia de calidad, una democracia que garantice plenamente la protección de las libertades, la supremacía del Estado de Derecho y el goce de derechos sociales básicos; una democracia en la que todos los órganos de gobierno rindan cuentas de manera efectiva ante los ciudadanos; una democracia en la que los gobernantes y representantes respondan de manera más efectiva a la voluntad ciudadana.

La reforma política que hoy se promulga representa un paso hacia la democracia de mayor calidad, ya que abre nuevos cauces para  la participación ciudadana, la rendición de cuentas y la eficacia institucional. Es, sin duda, un avance positivo pero no podemos quedarnos ahí.

Hay que seguir trabajando sin descanso desde nuestras diferentes instituciones y posiciones para perfeccionar nuestra democracia.

El siglo XXI es el siglo de la democracia y México tiene que estar a la vanguardia en materia de instituciones políticas.

Así, amigas y amigos, estaremos garantizando un mejor futuro para las nuevas generaciones de mexicanos.

Muchas gracias y felicidades a todos por la promulgación de esta reforma política.

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