Versión Estenográfica de la comparecencia del embajador designado de México ante Estados Unidos de América, Gerónimo Gutiérrez Fernández, a la que convocan las senadoras Gabriela Cuevas Barron y Marcela Guerra Castillo, en el Senado de la República. (Primera parte)

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Para dar cumplimiento al proyecto de orden del día, y plena formalidad a esta reunión, quiero pedir a la senadora Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, por favor proceda a hacer la declaratoria de quorum legal.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Muchas gracias, presidenta. Muy buenos días tengan todas y todos.

Tenemos quorum legal de las dos comisiones, tanto de Relaciones Exteriores, la general; como de Relaciones Exteriores para América del Norte, señora presidenta.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senadora presidenta.

Y le pido ahora por favor, pudiera dar lectura al proyecto de orden del día de esta reunión y someterlo a votación económica de las senadoras y los senadores presentes.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Procedo a dar lectura y en su momento poner a consideración de los senadores presentes, el proyecto de orden del día.

Lista de asistencia.

Declaración de quorum.

Comparecencia del ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández, a efecto de que exponga su plan de trabajo y acciones a desarrollar como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México en los Estados Unidos de América; derivado del nombramiento realizado a su favor por el señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Sesión de preguntas y respuestas por parte de las senadoras y de los senadores de la República al compareciente.

Discusión y en su caso, aprobación del proyecto de dictamen por el que se ratifica el nombramiento del ciudadano compareciente.

Asuntos generales.

Clausura de la reunión.

Enseguida se somete a su consideración el proyecto de orden del día; ¿alguien pretende hacer uso de la palabra?

No hay nadie que quiera hacer uso de la palabra.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Perfecto, muchas gracias, senadora presidenta.

Al no haber oradores sobre nuestro orden del día, quisiera pedirle por favor si puede someterlo a votación económica, por favor.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Sometemos a votación económica el proyecto de orden del día.

Los que estén a favor, favor de manifestarse en la forma acostumbrada.

Los que estén en contra.

Los que se abstengan.

Por unanimidad, señora presidenta.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senadora.

Habiéndose aprobado por unanimidad nuestro orden del día, vamos a proceder a desahogar. Para ello, quiero informarles que se encuentra el ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández, en este Senado de la República. Le pedimos, por favor, a los secretariados técnicos de ambas comisiones, por favor inviten al ciudadano Gutiérrez Fernández para venir a acompañarnos en este salón, por favor.

Ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández, le damos la más cordial bienvenida a este Senado de la República y a estas comisiones unidas de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores América del Norte.

Le pedimos por favor, ponerse de pie.

Ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández, ¿protesta usted decir verdad en la información que exponga a estas comisiones unidas y también ante las preguntas y en su caso, las réplicas que le formulen las señoras senadoras y los señores senadores?

GERÓNIMO GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ: Sí, protesto, senadora.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, puede usted tomar asiento.

Muchas gracias senadores, senadoras, queda constancia de lo anterior.

Ahora quisiera pedirle a la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, si puede por favor dar lectura al currículum de nuestro compareciente.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Enseguida.

Gerónimo Gutiérrez Fernández, nació en la Ciudad de México el 13 de mayo de 1970. Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Economía, simultáneamente, en el Instituto Tecnológico Autónomo de México.

Se tituló únicamente como Licenciado en Economía. Cuenta con el grado de Maestro en Administración Pública por la Escuela de Gobierno de John F. Kennedy, Universidad de Harvard.

Desde el año 2010 se desempeña como director gerente del Banco de Desarrollo de América del Norte.

Inició su carrera como asesor del Secretario de Hacienda y Crédito Público, en 1992 a 1994.

En 1995 fue director de Análisis del Gabinete Económico de la Presidencia de la República.

Posteriormente, se desempeñó como Asesor Financiero en BANOBRAS en el año 1998-2000, y como Director General de la Fundación Miguel Estrada Iturbide de 1998 al 2000.

Gerónimo Gutiérrez ha ocupado diversos cargos en la Administración Pública como Jefe de la Unidad de Planeación, Comunicación y Enlace de la Secretaría de Economía;

Subsecretario para América del Norte en la Secretaría de Relaciones Exteriores, esto en el año 2003 al 2006;

Subsecretario para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, evidentemente del 2006 al 2009;

Y Subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación del 2009 al 2010.

El señor Gutiérrez Fernández domina el idioma inglés y tiene conocimientos de francés.

Es cuanto.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senadora Marcela Guerra, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte.

Vamos a desahogar la comparecencia.

Para ello, tiene el ciudadano Gutiérrez Fernández hasta 20 minutos para hacer su exposición a estas comisiones unidas, por favor.

EMBAJADOR GERÓNIMO GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ: Muchas gracias, senadora.

Muy buenos días a todos los presentes. Me da mucho gusto estar aquí.

Senadora Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores; senadora Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte;

Señores senadores, señoras senadoras, muy buenos días a todos, amigos de la prensa.

Comparezco hoy ante ustedes, a efecto de que se considere mi ratificación como embajador de México ante Estados Unidos de América, en atención a lo dispuesto por la fracción II, del artículo 76 de la Constitución.

Lo hago convencido de la importancia que tiene el ejercicio pleno de las facultades del Senado de la República en materia de política exterior, y de la necesidad de que el Ejecutivo y el Senado trabajen coordinadamente, cada uno desde su ámbito, en beneficio de los mejores intereses de la nación.

Quiero agradecer la oportunidad de dirigirme a estas honorables comisiones, y en particular deseo agradecer a sus presidentas por toda la atención que han servido dispensarme.

La relación entre México y Estados Unidos es única, debido a la amplia gama de temas, de actores que la comprenden, pero sobre todo -como todos ustedes saben- debido al impacto que puede tener en la vida de muchos mexicanos.

Ambos países compartimos además una larga historia, una frontera común de más de tres mil kilómetros; un comercio y flujo de inversión dinámico y amplio. En muchos sentidos fuertes lazos personales, familiares y culturales.

En ocasiones, la complejidad de una relación de este tipo, la complejidad de nuestra interacción, ha por supuesto resultado y se ha traducido en retos que son comunes y también en diferencias que afortunadamente hemos podido resolver.

Actualmente, el Gobierno de la República trabaja en todos los frentes en favor de una relación respetuosa y de beneficio mutuo para ambos países.

Como dije previamente, no me encontraría hoy ante ustedes si no pensara que en el interés de nuestro país tener una buena relación con Estados Unidos. Pero igualmente estoy cierto de que buscar una buena relación con Estados Unidos nunca debe de ser a cualquier costo, nunca bajo cualquier condición y nunca por supuesto en detrimento del interés nacional y de la dignidad de los mexicanos.

No debo ocupar mayor tiempo en confirmar aquí frente a ustedes lo que es evidente, que durante la reciente campaña electoral nuestro país fue objeto de posiciones y acciones que no pueden describirse sino como contrarias al tipo de relación que queremos construir, a una relación de respeto, y en ocasiones han sido francamente hostiles y por su naturaleza inaceptables.

Estas posiciones y acciones reflejan, como ya ha sido expresado por el Presidente de la República y por millones de mexicanos, primero un claro desconocimiento de lo que México es y de lo que representa para Estados Unidos.

Pero sobre todo son contrarias a los valores que esa nación ha impulsado durante décadas y que en distintos momentos de su historia han sido el asidero de su liderazgo mundial.

Naturalmente lo que nos ocupa como mexicanos, lo que nos ocupa al gobierno del que hoy formo parte con plena convicción y por supuesto lo que me ocupa, de ser ratificado como embajador por esta soberanía, es actuar ante todo con la cabeza fría, con base en principios firmes y buscando alcanzar también objetivos muy claros.

Pienso, sin duda, que una vez que más nos llama la imperiosa necesidad de valernos de una política hacia Estados Unidos que refleje la unidad de los mexicanos, lo mejor de nuestra tradición diplomática y la convicción de que la razón nos ampara.

En síntesis hemos de dar sustento a nuestro actuar en una política de Estado.

En ejercicio de sus facultades constitucionales, el Presidente de la República ha marcado los principios que han de guiar nuestra política hacia Estados Unidos en esta nueva etapa, así como los objetivos que buscamos alcanzar en toda y en cualquier negociación que tenga lugar con las autoridades de ese país.

Me adhiero plenamente a estos principios y asumo la responsabilidad de alcanzar la consecución de esos objetivos.

Estados Unidos atraviesa por una compleja etapa en la que se ha producido sin duda una polarización importante de su sociedad. Su economía, a pesar de haber recuperado cierto dinamismo tras la recesión de 2008-2009, enfrenta retos estructurales sin precedente.

Su manera de interactuar con el resto del mundo está sujeta al debate más intenso que haya tenido lugar desde el fin de la guerra fría y por supuesto su seguridad, como la de muchas otras democracias en el mundo, se enfrenta con nuevos y con cambiantes riesgos y amenazas a su seguridad, que sólo pueden mitigarse y contrarrestarse a través de la cooperación con otras naciones.

Así, en el ámbito más amplio de la geopolítica mundial, es menester señalar y convencer de que el trato reciente a nuestro país no sólo resulta inaceptable, sino es claramente inconveniente.

México es un actor con creciente presencia global, actúa guiado por sus principios de política exterior, inequívocamente de manera constructiva y responsable en los foros, en las instituciones internacionales y en todas sus relaciones bilaterales, y todo esto nunca le ha impedido ni le impedirá hacer valer una política exterior independiente.

Estados Unidos cuenta en su frontera sur con una nación amiga, que prefiere el diálogo y la cooperación a la confrontación, que busca establecer relaciones estables, duraderas y mutuamente provechosas, pero siempre como es de esperarse de cualquier país, que pone primero y pondrá el interés nacional sobre todo cuando este se vea amenazado innecesariamente.

La frontera común, en efecto, como se señala frecuentemente presenta retos y brinda oportunidades. Hace tiempo, en mi opinión, los gobiernos de ambos lados de la frontera, con independencia del color político que representen, confirmaron que el diálogo y la cooperación es lo que nos permite aprovechar las oportunidades y afrontar los retos que nos son compartidos, sea en materia de migración, de seguridad, de infraestructura, de medioambiente, de comercio, entre muchos otros.

La buena marcha de nuestra economía, si bien muy vinculada a la de Estados Unidos, es indispensable también para ese país, y específicamente para la mayor parte de los estados de la Unión Americana.

Con exportaciones por 231 mil millones de dólares tan sólo el año pasado, que representan cerca del 16 por ciento de sus ventas al exterior, México se ubica como el segundo mercado más importante para Estados Unidos.

En términos de empleo, preocupación central de la nueva administración en ese país, cerca de cinco millones de posiciones se encuentran directamente ligadas a la exportación de bienes y de servicios a México.

Ahora bien, Estados Unidos se proyecta hacia el exterior como resultado de distintos intereses y visiones provenientes de un mosaico de actores, así como del equilibrio de contrapesos entre distintos poderes.

No debemos, a mi juicio, perder de vista este hecho al analizar lo que pasa de allá ni por supuesto al definir cómo actuar ante ello.

Finalmente quisiera destacar, como parte de este breve diagnóstico, dos puntos que considero que son importantes respecto de la nueva administración en Estados Unidos.

Primero, que las posiciones de la nueva administración devienen, al menos en parte, de que ésta recibió un mandato claramente proteccionista y llevado al extremo aislacionista, este mandato se nutre del miedo que siente un segmento importante de la población estadounidense en torno a su modo de vida y a su seguridad.

Estar de acuerdo con esas o no, con esas posiciones, no debe ser motivo para minimizar lo que subyace en la propia sociedad en Estados Unidos.

Hay que señalar también que el pensamiento conservador tradicionalmente asociado al Partido Republicano, se encuentra también en cierto sentido dividido.

En torno al papel del comercio en el desarrollo económico, el tamaño y la orientación del gobierno en la economía y por supuesto a la manera de definir y afrontar los riesgos de seguridad nacional.

No es la primera vez que esto ocurre en Estados Unidos pero sí la primera vez que ocurre en el contexto de la llamada globalización o de alta interdependencia mundial y por tanto las consecuencias hacia el exterior de ese país y especialmente para el nuestro, son al mismo tiempo más visibles y mucho más contundentes.

El segundo punto, es que la entrada en vigor de la nueva administración ha sido atípica en diversos aspectos. Sin embargo, quisiera destacar dos:

Un periodo relativamente largo para la confirmación de miembros clave del Gabinete e incluso de posiciones importantes en otras dependencias del Ejecutivo, incluyendo el Departamento de Estado y también un papel preponderante de distintos asesores en la Casa Blanca frente a otros puntos o centros de poder.

En mi opinión, esta situación irá asentándose gradualmente y permitiendo una agenda bilateral más estable.

La experiencia demuestra que el trabajo de la Embajada de México en Estados Unidos debe de desplegarse por supuesto bajo las instrucciones de la Cancillería, en estrecha coordinación con la Subsecretaría para América del Norte, en articulación con las 50 representaciones consulares acreditadas en ese país y en una comunicación fluida con otras dependencias del Ejecutivo Federal que cuentan con agregadurías.

Tengo la firme convicción de que la sede diplomática opere exactamente de esta manera.

También es evidente que el programa de trabajo de la Embajada de México en Estados Unidos para los próximos años debe planearse y ejecutarse acorde al contexto actual de la relación bilateral.

Tengo la plena conciencia, como lo he dicho previamente, que de ser ratificado como Embajador, estaré desempeñando mis funciones en condiciones extraordinarias.

Por tanto, sin descuidar las tareas comunes, desde mi punto de vista, el trabajo dela Embajada para los próximos dos años debe enfocarse en los siguientes cinco ejes principales:

1º La revisión de la agenda y la negociación integral con el Gobierno de los Estados Unidos de América.

2º Diplomacia pública.

3º La relación con el Poder Legislativo y con autoridades estatales y municipales.

4º La protección consular, articulación con la comunidad mexicana y mexicano-americana.

5º La gestión de relación fronteriza.

A estos ejes me referiré a continuación:

Primero, respecto a la negociación integral. Recientemente el Presidente de la República expresó, y cito, que “debemos redefinir sobre bases de mayor certidumbre la relación de México con el nuevo gobierno de los Estados Unidos de América.

Lo anterior implica construir acuerdos, en efecto, en un contexto que se advierte a todas luces difícil, tras una revisión de diversos temas de la agenda bilateral, que son del interés de México, enfatizo, del interés de México; y otros que naturalmente son del interés de la nueva administración en Estados Unidos.

Los mandatarios de ambos países, tras su última conversación, instruyeron a sus equipos a continuar el diálogo para fortalecer esta importante relación estratégica y económica, de una manera constructiva.

De inicio, cualquier negociación debe partir de una claridad absoluta sobre lo que no está en la mesa. Me refiero específicamente a lo ya señalado por el Presidente de la República: la construcción de un muro en la frontera común, es contraria al tipo de relación que México busca tener con Estados Unidos.

No se cuestiona, empero, el derecho soberano de todo país para definir su política migratoria, proteger sus fronteras y brindar seguridad a sus ciudadanos. Se cuestiona si esa es la mejor manera de atender el fenómeno migratorio entre ambas naciones y de construir una agenda de seguridad fronteriza compartida.

Por supuesto no existe fundamento alguno en nuestro marco legal, que permita que permita cubrir su costo con recursos al erario mexicano.

Por otro lado, como es del conocimiento público, la nueva administración de Estados Unidos plantea una revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Al respecto se puede apuntar primero lo que es obvio: que todo instrumento internacional dispone mecanismos para su revisión y en su caso modificación.

Tratándose de un instrumento de más de 20 años, es natural que ambas partes tengan interés de revisarlo, y para tal efecto se han iniciado las consultas en México, como fue en su momento informado por el Gobierno de la República.

Para nuestro país, una revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y posibles modificaciones, deben partir del reconocimiento que las partes, todas, se han beneficiado del Tratado y enfocarse en lo siguiente:

1º Fortalecer el empleo y los salarios en los países de la región, de una manera equilibrada;

2º Mantener los intercambios comerciales y los flujos de inversión libres de aranceles, cuotas y restricciones;

3º Mejorar la competitividad de las cadenas de valor de la región y mejorar su capacidad para exportar hacia el resto del mundo;

4º Incorporar disciplinas hoy necesarias ante los cambios tecnológicos de las últimas dos décadas, me refiero a sectores como comercio electrónico, energía, comunicaciones, entre otros.

Naturalmente, durante la negociación las partes deben abstenerse de realizar acción alguna contra las decisiones de las empresas o que limiten los flujos comerciales.

La Embajada de México en Estados Unidos habrá de jugar un papel importante durante este proceso. Lo hará bajo los principios y objetivos fijados por el Presidente de la República; las instrucciones de la Cancillería y en coordinación con todas las dependencias involucradas.

En materia de diplomacia pública. La diplomacia pública es necesaria en una relación tan amplia y profunda como la de México con Estados Unidos; y es indispensable en las condiciones actuales.

Más allá de los contactos cotidianos con autoridades de distintos órdenes de gobierno, será indispensable desplegar un esfuerzo ágil de diplomacia pública en cuatro frentes: medios de comunicación, centros de investigación y universidades, promoción cultural y también dar a conocer las experiencias positivas que millones de estadounidenses tienen en sus visitas a México o porque de hecho residen en nuestro país, como lo hace más de un millón de estadounidenses.

El tercer eje: Relación con el Poder Legislativo y con autoridades estatales y municipales.

Tradicionalmente la embajada de México desempeña un papel importante de comunicación y diálogo con el Congreso de Estados Unidos. Hoy, resulta indispensable intensificar los contactos con legisladores, con el objetivo de asegurar que las posiciones de nuestro país en distintos temas de la agenda se hagan plenamente conocidas y entendidas y ubicar en su justa dimensión la importancia para Estados Unidos de todas y cada una de las dimensiones de cooperación y de la relación económica con México.

Específicamente es necesario trabajar en este sentido nuevamente en cuatro frentes: Con los liderazgos respectivos de ambas cámaras, con los comités legislativos cuya materia se encuentra más estrechamente vinculada a la relación bilateral a saberse, relaciones exteriores, comercio, seguridad fronteriza, judicial y agricultura.

Tercero, con grupos legislativos específicos, como son: el hispano, el fronterizo, el judío y el afroamericano.

Y cuarto: Con otros legisladores individuales que tradicionalmente han tenido injerencia, influencia y que se encuentran activos en la relación con México.

Habrá que aprovechar y fortalecer al máximo otros mecanismos, como son: la Reunión Interparlamentaria y el Grupo de Amistad México-Estados Unidos.

He recibido instrucciones precisas del canciller Videgaray, de prestar todo el apoyo necesario para que, trabajando de la mano del Senado de la República, y en lo conducente con la Cámara de Diputados, la diplomacia parlamentaria de nuestro país sea una herramienta útil y efectiva para la relación bilateral. Ofrezco, por supuesto, toda la atención de la Embajada a la consecución de este objetivo.

Por otro lado, para muchos estados de la Unión Americana, la relación con México es sumamente importante, ya sea porque representamos su principal mercado o por el peso de la comunidad mexicana en la entidad.

Es necesario establecer no sólo relaciones fluidas con los gobiernos estatales en lo individual, sino también con las diversas asociaciones de gobiernos locales que existen en ese país.

En torno a la protección consular y articulación con la comunidad americana y mexicana, me permito apuntar lo siguiente:

La Embajada continuará apoyando de manera estratégica a la Cancillería en materia de protección y asistencia consular a los mexicanos en Estados Unidos y en vinculación con comunidades mexicanas y mexicano-americanas.

El objetivo es fortalecer y profundizar la defensa efectiva y oportuna de los derechos fundamentales de los mexicanos con pleno respeto y precisamente haciendo uso del marco normativo en Estados Unidos.

Asimismo, es necesario incrementar la coordinación y despliegue de acciones conjuntas en grupos pro-migrantes y de jóvenes dreamers, como se conocen, para complementar las labores de protección e integración desplegadas por los 50 consulados en Estados Unidos.

Esta colaboración se suma a los programas de servicios y de asesoría legal a los mexicanos en Estados Unidos, a fin de asegurar su adecuada representación ante cortes locales, estatales y federales.

Al unir los esfuerzos del gobierno en México, y de organizaciones de la sociedad civil estadounidense, en la defensa de estos derechos, multiplicamos los recursos disponibles para los mexicanos en ese país.

Estas organizaciones y muchos otros socios en todo Estados Unidos, serán clave en los centros de defensoría que estamos instalando en los consulados.

Las presentaciones de “Conoce tus derechos”, las jornadas de diagnóstico migratorio y la capacitación constante de nuestro personal se realizará en colaboración con organizaciones especializadas. Sus propias redes nos permitirán difundir y brindar servicio a un mayor número de mexicanos.

Por otra parte, es indispensable trabajar de manera muy coordinada y respetuosa con organizaciones pro-migrantes mexicano-americanas e hispanas en general, para promover el empoderamiento de nuestros connacionales.

Este esfuerzo de acercamiento inicio hace más de 25 años y ha permitido la consolidación de una estrecha relación del gobierno de México con esos grupos.

Hoy en día, con apoyo de la Cancillería y la Embajada, los consulados instrumentan múltiples programas de salud, educación, financiera, entre otros, con organizaciones y sus afiliados locales.

Esta colaboración también multiplica nuestros recursos y esfuerzos y les brinda un carácter estratégico, ya que se concentran donde más se necesitan y consideran las políticas gubernamentales existentes en Estados Unidos.

Un componente fundamental de esta colaboración es la defensa del patrimonio de los mexicanos en Estados Unidos. Tuve la fortuna de iniciar el Programa de Educación Financiera hace más de 10 años y ahora debemos cosechar sus frutos.

La bancarización y el envío seguro y económico de remesas son clave hoy más que nunca. Por ello expandiremos las ventanillas de asesoría financiera para ofrecer información y recursos útiles.

Actualmente operan siete ventanillas en Nueva York, Los Ángeles, San Diego, Raleigh, Orlando, Dallas y San Francisco y está la Cancillería por abrir tres más en Chicago, Houston y Atlanta. Cabe destacar que en estas 10 ciudades se concentra el 36 por ciento de las personas de origen mexicano en Estados Unidos.

Otra herramienta fundamental es la promoción de la doble nacionalidad. En este sentido se seguirá dando impulso a los esfuerzos de información, orientación y asistencia a los mexicanos en esta materia, que se llevan a cabo ya por la red consular, desde octubre de 2015.

Todo con el objetivo, por una parte, de que aquellos mexicanos elegibles para obtener su ciudadanía lo hagan y tengan así la oportunidad de aumentar su seguridad jurídica. Por otra, para acercar a México a los hijos de ciudadanos mexicanos nacidos en Estados Unidos.

En suma, en esta coyuntura la embajada será proactiva en identificar y formular acciones estratégicas para la defensa y promoción de los derechos de los mexicanos en Estados Unidos en colaboración con toda una serie de organizaciones.

Finalmente, con respecto a la gestión de la relación fronteriza, sólo apuntaría que frecuentemente se califica la frontera entre México y Estados Unidos como la más dinámica y más compleja del mundo.

Una revisión somera de la gran cantidad de temas que integran lo podríamos asegurar que la agenda fronteriza así lo confirma. Adicionalmente lo que se sucede en la región fronteriza frecuentemente moldea la percepción de ambas sociedades sobre la relación bilateral en su conjunto e incluso sobre la percepción que se tiene en el mundo con respecto a la relación bilateral.

La atención de la región fronteriza requiere un enfoque intergubernamental, es decir, ocupa la participación de diversas dependencias de ambos gobiernos. Es mi intención que la embajada de México en Estados Unidos sirva como un facilitador y conjugador de esta tensión integral de la región fronteriza, en particular en lo que se refiere al seguimiento de los acuerdos, ene l marco de la iniciativa para la administración de la frontera del Siglo XXI, a múltiples temas en materia de protección del medio ambiente y en la modernización y ampliación de la infraestructura de cruces y puentes internacionales.

Señoras y señores senadores:

Agradezco nuevamente la oportunidad de comparecer ante ustedes, de exponer mis puntos de vista y de compartir las principales líneas de trabajo en las que me habré de concentrar de ser ratificado por esta soberanía.

Considero un honor y un privilegio servir a mi país como embajador en Estados Unidos, máxime tomando en cuenta las condiciones actuales, las cuales naturalmente exigen un análisis minucioso de todo lo que he expresado.

Me reitero a sus órdenes para atender sus comentarios y sus preguntas y nuevamente les agradezco a todos, en especial a las presidentas de las comisiones, la oportunidad de reunirme con ustedes esta mañana, senador Barbosa igualmente a usted.

Gracias.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Mucha gracias ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández por esta exposición.

Vamos a hora a continuar con la ronda de preguntas y respuestas. Sé que muchos de ustedes ya estamos todos acostumbrados a nuestra mecánica, pero por acuerdo de ambas comisiones, hemos decidido implementar una mecánica distinta en esa ocasión.

Para poder atender todas las preguntas que hagan los compañeros y las compañeras, vamos a hacer rondas de cinco intervenciones y después nuestro compareciente podrá responderlas y así sucesivamente cuantas rondas sea necesario pero tradicionalmente hacemos todo el bloque de preguntas, al final las respuestas. En esta ocasión será por bloques.

Tengo ya algunos registrados, ahorita vi algunas manos levantadas que las apuntaré.

Si les parece, sigan tantito con la mano levantada, pero le quiero dar la palabra, en primer lugar, a la senadora Marcela Guerra Castillo, quien es Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Muchas gracias Presidenta Gabriela Cuevas.

Señor Gerónimo Gutiérrez.

Primero, bienvenido al Senado de la República, es un placer y un privilegio estar con usted y sobre todo constatar que es usted una gente avezada, una gente con experiencia en la política y con experiencia en el quehacer gubernamental.

En el Partido Revolucionario Institucional hemos analizado su perfil y quiero que sepa que tiene nuestra anuencia para el cargo que aspira. El punto número uno.

Punto número dos. Quiero poner a su disposición un libro que hemos hecho con muchísimo trabajo en el seno de la Comisión de América del Norte, Relaciones Exteriores, que tiene que ver y da cuenta de los resultados, a los 22 años del Tratado de Libre Comercio y se llama: “América del Norte. Retos y Oportunidades en el Siglo XXI”.

Nosotros hicimos la compilación y reclutamos a los más altos intelectuales y gente experta en la materia.

Hago entrega. Estamos desde hace cuatro años trabajando sobre el tema de la agenda bilateral.

Y hoy por hoy, esta mañana, pues nos preocupa que el día de hoy el Departamento de Seguridad Interior, el Homeland Security, da a conocer a través de un memorándum, emitido por el Secretario John Kelly, medidas de implementación a las órdenes ejecutivas previamente firmadas por el Presidente Trump.

Hoy hay una noticia buena y otras no tan buenas.

La buena es que se mantienen las protecciones que otorgó el entonces Presidente Obama a los migrantes que entraron a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños, es decir, los Daca y Dreamers. Eso quiere decir que no tendrán persecución.

Pero también, el Departamento de Seguridad Nacional plantea contratar a 10 mil oficiales, lo cual se va a endurecer el mecanismo de la frontera.

Vienen después todas las acciones muy específicas en cuanto a lo que plantea hacer el ICE, también, que es Aduanas y Protección Fronteriza.

Y expandir las deportaciones a migrantes indocumentados que han sido acusados de un crimen, pero no te dice cómo van a verificar si son y cómo han sido acusados de criminales.

Entonces lo deja abierto y esto pues nos preocupa porque tenemos noticias, o por ejemplo en el estado de Texas, donde ya son las redadas masivas para indocumentados, sin darles ningún tipo de garantías, ni siquiera para poder hablar por teléfono.

Yo nada más quisiera poner esta última; no voy a ahondar en esto porque es un edicto largo, lo pongo aquí a su consideración porque esto acaba de pasar hace unos momentos.

Y decirle que para nosotros la relación es muy importante porque no sólo es el comercio, la migración que por cierto es un irritante en la relación para ellos, y la parte de seguridad que es de interés para ellos.

La seguridad es un tema profundamente sensible para los americanos, y la seguridad en Estados Unidos en cierta forma dependerá, o depende de un México cooperativo.

Sostenemos esto, y esto tiene que ver, hágalo sentir también a los americanos ahora que usted llegue a la Embajada y le quiero decir que se amplía, no solamente es cooperación, en cuanto a comercio, migración y seguridad, sino también tenemos que ampliar a una agenda de medio ambiente porque en el caso de edificar un muro, también se va a ver trastocado el corredor biológico que caracteriza no sólo a México sino a la parte del sur del Continente y esto va a afectar el medio ambiente.

Por último y nada más para concretar, le quiero decir que la Comisión que me honro en presidir, y además con la convocatoria de otras comisiones como la que preside Gabriela Cuevas y otros compañeros, vamos a convocar en breve, el Senado de la República, a un diálogo nacional para ver las implicaciones de la construcción de un muro fronterizo, porque las implicaciones no sólo son de corte moral, que nos baja la moral o que simple y sencillamente nos irrita porque hemos sido un buen vecino, hemos sido un buen amigo, sino porque hay otro tipo de implicaciones económicas, políticas, sociales, ambientales y todo eso tendrá que abrirse a la ciudadanía para que el Senado de la República, en el seno de esta casa de todo el pueblo, vengan y se expresen.

Es cuanto y muchas gracias por estar aquí.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senadora y presidenta, Marcela Guerra Castillo.

Le damos la palabra al senador Miguel Barbosa Huerta, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Muchas gracias a las mesas directivas de Relaciones Exteriores básica, para diferenciarlas a las otras comisiones; y a la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte. A sus presidentas.

Le damos la bienvenida también, una cortesía parlamentaria a Gerónimo Gutiérrez, designado por el Gobierno Federal Embajador y sujeto a los procedimientos parlamentarios de su ratificación; ya con el beneplácito del gobierno americano.

Quiero mencionar que lamento que esta ratificación, este proceso de ratificación se haya definido que se desahogue en una sola sesión. La oportunidad de ratificar al Embajador, no solamente revisar su idoneidad como propuesta; sino la de revisar la relación bilateral de México y Estados Unidos. Eso debiera ser el papel del Senado de la República con motivo de esta ratificación

Es el cuarto Embajador de México en Estados Unidos en lo que va de este gobierno. Primero fue Eduardo Medina Mora, después fue Miguel Basáñez, ya en medio de esta crisis, cuando se presentó también como el hombre perfecto para enfrentar y representar a los intereses de México en este asunto.

Después fue Carlos Sada, cónsul en Los Ángeles y propuesto para ser Embajador de México; y hoy Gerónimo Gutiérrez viene de tener experiencia diplomática, bueno no diplomática, pero sí de ser subsecretario de Relaciones de América del Norte y de tener amplia experiencia en negociaciones comerciales.

Con esa referencia es como Gerónimo Gutiérrez es propuesto al Senado. He encontrado muchos méritos de Gerónimo Gutiérrez, de verdad que muchos méritos; yo lo que veo es que hoy debiéramos tener como propuesta de Embajador, creo que además de los méritos que tiene Gerónimo Gutiérrez, los méritos de un personaje político que llegara a hacer contraste en Estados Unidos con esa ola conservadurista y esa ola populista de derecha que se instaló en Estados Unidos.

Esa es para mí mi percepción de cómo debiera estar la representación de México. Creo que Gerónimo Gutiérrez tendrá que reconocer esa necesidad, porque los movimientos de crisis son los movimientos de grandeza; de grandeza de los pueblos y de grandeza de sus personajes.

Y yo lo que espero de Gerónimo Gutiérrez es grandeza, mucho patriotismo y grandeza para representar los intereses mexicanos en Estados Unidos, en este momento tan complicado, tan complicado.

Nos podemos aquí meter a reflexionar todo lo que ocurrió desde cuando Trump era aspirante, cuando todos afirmaban que no iba a llegar a ser ni candidato de su partido, menos iba a ganar la elección. Aquí nos podemos contar la historia y podemos, nos habremos de lamentar de que nunca desde el Senado hicimos algo conjunto, desde entonces.

Los egoísmos políticos, pequeños, prevalecieron y no asumimos una posición de responsabilidad. Pero ya estamos en este momento.

Hoy lo que observamos nosotros y nos adherimos a esa observación, es que el desempeño del Gobierno mexicano frente a esta crisis no ha sido satisfactoria. El pueblo de México así opina, no ha sido satisfactorio y por tanto, no ha respondido porque no ha respondido a una estrategia, a una estrategia.

Hay muchas ideas, muchos planteamientos, pero no está en desarrollo una estrategia.

Le toca al Senado de la República, junto con el Ejecutivo Federal, porque son los dos poderes públicos del Estado que tienen atribuciones constitucionales con este propósito, construir la estrategia.

Eso es lo que tiene que hacer el Senado de la República frente a esta crisis. Sin duda que el activismo político de profesionales, mujeres y hombres, es muy importante; hay que alentarlo, hay que apoyarlo, son ideas novedosas de solidaridad. Pero mientras no haya una estrategia en curso, no habrá estado el Senado de la República a la altura, a la altura.

Tengo una convicción, para el Gobierno Federal solamente lo que cuenta es resolver hasta donde sea posible el tema comercial y económico; el tema del muro y todo lo que representa el muro, y el tema migrante, que es una realidad que impone un país con una nueva política al respecto, es algo que puede transitarse.

¿Cómo puede estar habiendo negociaciones con un país que no deja de agraviarnos?

¿Cómo se puede explicar eso a México?

Lo que acaba de relatar Marcela Guerra. ¿Cómo podemos nosotros, como servidores públicos, como instituciones, alentar una relación diplomática con un país que nos está golpeando todos los días?

Es una pregunta no fácil de responder y no fácil de entender en todas sus consecuencias, en todas sus consecuencias.

Yo lamento, insisto, que tengamos que resolver esta comparecencia en una sola sesión. Debió haberse programado un desahogo temático. Hay urgencia, sí, para que tengamos embajador, pero es una urgencia que debe resolverse con mucha profundidad y con mucho cuidado.

¿Por qué no un día para el tema muro? ¿Por qué no un día para el tema migratorio? ¿Por qué no una sesión para el tema comercial y económico? ¿Por qué no una sesión para el tema de derechos humanos y para el tema de seguridad en la frontera?

¿Por qué no fue así?

¿Por qué siempre tener que asumir esto como una instrucción del Ejecutivo?

Eso no es correcto desde mi opinión, y lo digo con mucho respeto para que de ser posible pueda corregirse. Estamos a tiempo de que el propuesto embajador Gerónimo Gutiérrez, que seguramente llevará el voto mayoritario del Senado, seguramente sí, pudiera responder y ser parte de un diálogo con el Senado en cada uno de los temas de manera tranquila, reposada, con el tiempo necesario para poder abordar el conjunto de la relación bilateral entre México y Estados Unidos.

Es la propuesta que yo hago a las mesas directivas de esta Comisión. De verdad, de verdad si hoy sacamos el fast track, el fast track no significa apoyar o rechazar, no, momento. Embajador, yo estoy cierto que usted va a ser aprobado en su ratificación, pero estoy cierto que en el Senado tener un diálogo, está un curso ya como acuerdo con la Cancillería, está en curso la construcción de un decreto, que espero tenga la participación de todo el Senado en su conjunto y pueda generar la estrategia para enfrentar esta crisis.

Yo traía una bola de preguntas medias capciosas, a ver si caía usted en el error de contestarme que sí le gustaba lo del muro o que no era importante, o que era una decisión soberana, traía todo eso; pero me quedo yo con esta propuesta de que esto se prolongue, que esto se prolongue para que temáticamente pueda desahogarse el diálogo con el Senado del conjunto de la relación bilateral con su presencia.

Le hago esta propuesta a las presidentas, a las mesas directivas, para que pueda considerarse, si no, ni modo, nos vemos en el Pleno.

Yo le voy a entregar, señor Embajador, todas mis preguntas que yo traía, porque qué caso tiene que las haga si me las va a batear, y ese va a ser de verdad lo que va a ocurrir en una sesión así en donde no se ordena temáticamente cada uno de los asuntos de la relación bilateral.

Disculpen, señoras presidentas, pero esta es mi intervención y señor embajador, yo le entrego mis preguntas, ahí van, están ya medio rayoneadas, pero ahí van.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: ¿Ya se va?

SENADOR: No, voy a estar un ratito.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: No me amenace con que ya se va.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Gracias senador, damos ahora paso a la intervención del senador Luis Humberto Fernández.

SENADOR LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ: Nuevamente bienvenido embajador y muchas gracias a las presidentas de las comisiones por la atención de participar.

Varias cosas muy rápidas. En estos momentos tan delicados, decía Robert McNamara que lo más importante es cortar el ruido y quitar la niebla, eliminar los temores, todos los dogmas y todo este tipo de cosas y en este sentido de quitar el ruido, creo que lo más importante es detectar cuáles son las tensiones principales que no creo que tengamos mucha claridad sobre eso.

Sabemos los hechos, pero no estamos detectando. Obviamente no es un tema nada más de la balanza de pagos, que es un tema importante, bueno, pero gracias al gasolinazo y otras cosas, la balanza de pagos se va a equilibrar para Estados Unidos, y eso les va a quitar mucho la tensión, pero el dilema de fondo es que estamos viendo dos modelos diferentes y yo creo que no se va a estabilizar pronto, de la misma forma que Chamberlain le decía a Churchill que Hitler se iba a estabilizar.

No se va a estabilizar porque es desestabilizado por naturaleza.

Lo que estamos viviendo es un cambio en el poder, un cambio en el cual Trump se siente más cómodo con Putin que con los europeos, no cree en los derechos humanos, no cree en el comercio internacional más que cuando es su ventaja, no cree en la globalización y todo lo entiende a partir de sus expectativas y perspectivas e intereses de ellos.

Esto pone a México en una razón jurídica y en una razón política importante. México tiene la razón porque hoy México representa todos los valores que le dieron fortaleza a occidente en 50 años, pero sin embargo, no vemos que esta fortaleza moral, esta fortaleza jurídica se refleje como lo señalaba mi coordinador, el senador Barbosa en una estrategia.

¿Por qué sentarnos a negociar ahorita? La prisa no es de nosotros. Quien está buscando el rating rápido y quien está buscando los resultados en cuestión de días, es Trump. Nosotros no tenemos por qué caer en eso.

Segundo tema de la estrategia, por qué abordarlo desde la bilateralidad y no desde la multilateralidad. Creo que podríamos tener una posición más fuerte de negociación a partir de esta razón y usted ya lo comentaba: una agenda clara.

A mí me llama mucho la atención que los norteamericanos plantearon con una prístina claridad todas sus demandas desde hace 4 meses y nosotros todavía tenemos algunas ideas, algunos esbozos, pero no tenemos una agenda clara de qué vamos a negociar, por lo menos con lo mismo ellos.

Y esto nos lleva a varios temas: uno, que vienen siendo ya las preguntas. ¿Cuál es la estrategia? Yo creo que la estrategia es ganar tiempo, porque él necesita la legitimación.

La segunda, que es fundamental para construir la estrategia, ¿cómo queremos salir de esta? Yo no he oído cuál es nuestro escenario favorable o cuál es nuestra expectativa de salir de esta circunstancia. Podemos salir con mayor liderazgo sí, podemos salir con una economía más fuerte y diversificada, podemos salir con muchas cosas, pero ¿cuál es la ruta para hacerla? Lo cual no lo vemos.

Y por último, la estrategia en los ejes no veo cuál es la estrategia litigiosa. Si tenemos la razón jurídica, por qué no vamos a la OEA, va a ser el foro en México, ¿por qué no litigamos ante la Organización Mundial del Comercio desde ahora? Tenemos posibilidades.

¿Por qué no vamos al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como ya se ha hecho en otras ocasiones, donde hay agresiones de un país fuerte en condiciones de asimetría contra un débil? ¿Por qué no empezar ya el litigio? Porque el litigio nos conviene porque nos gana tiempo.

Y por último, creo que sí era importante que México convocara a un Foro Internacional sobre Comercio, sobre Derechos Humanos, sobre migración y sobre el futuro del mundo, lo cual nos daría autoridad moral y nos daría una potencia para negociar.

Debo concluir saludando que nos gusta el enfoque pragmático, genera más optimismo, la verdad, que el discurso que habíamos venido oyendo de un optimismo infundado y de un optimismo sin ningún fundamento ni ninguna lógica.

La verdad es que el diagnóstico nos gusta como punto de partida y esos serían básicamente mis planteamientos, señor Embajador.

Gracias Presidenta.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Muchas gracias senador.

Damos ahora el uso de la palabra al senador Víctor Hermosillo.

SENADOR VÍCTOR HERMOSILLO Y CELADA: Gracias Presidenta.

Bienvenido aquí al Senado.

Voy a hacer varios comentarios, por un lado, partiendo de varias premisas:

Primero. Trump no es Estados Unidos, ¿eh? Estados Unidos es un país con instituciones muy fuertes y ya estamos viendo los resultados de ciertas medidas, entre ellas las de los dreamers.

La semana pasada fuimos nosotros a California y hay una defensa terrible de los dreamers, o sea no los van a votar. Punto.

Trump no es Estados Unidos, hay que pensar eso y hay que ver qué acontecimientos van a Estados Unidos.

Segundo. Con todo lo importante que somos nosotros para Estados Unidos, no lo hemos sabido exponer en Estados Unidos.

El último libro de Henry Kissinger nomás nombra a nuestro país dos veces. Henry Kissinger.

En los últimos 20 años hemos cometido el error de pensar que la relación con Estados Unidos es sobre el cuidado de las personas de origen mexicano en la Unión Americana y en particular de los documentados.

Muy relativamente Obama expulsó dos millones y medio de nuestras compatriotas, de aquí no se le dio un portazo y yo digo: cuatro años diciendo eso y no se les ayuda para nada.

Dejando a un lado otros temas por los intereses de México como el comercio, la educación y la cultura.

Yo oí toda su exposición, me gustó, pero sobre todo hay que darle un énfasis fuerte a la situación de negocios porque eso es muy importante entre el país de ellos y nosotros y es una de las cosas que hizo que Trump distorsionara y decir que nosotros estamos quitando el trabajo a los americanos.

Hicimos mal abandonando la estrategia de lobby exitosa que se consiguió con la aprobación del TLCAN por parte del Congreso Americano, se hizo un gran lobby en esos años.

Este plan implicaba un acercamiento con actores económicos, políticos sociales y medios de comunicación para una perspectiva positiva a la conversación sobre México.

México es mucho más país de lo que muchos americanos piensan y en parte nosotros tenemos la culpa porque no lo hemos sabido difundir.

Este sexenio está perdido en materia de política exterior, con tres secretarios de Relaciones Exteriores; tres secretarios de Relaciones Exteriores y cinco embajadores en Estados Unidos.

Entre el primero y el segundo hubo más de siete meses de periodo en que no había embajador.

Se nota que independientemente de las coyunturas nunca se tuvo claro cuál sería la estrategia concreta y los objetivos medibles, y sobre todo cuando llegó Trump pues nos agarró con el mapa desdibujado.

La coyuntura en Estados Unidos es de las más adversas en la relación bilateral, no sólo por los dichos de Trump, que ya es un enemigo de México, sino por las acciones en contra de nuestros intereses como poner en entredicho el TLCAN y la repatriación de los dreamers, que ya sabemos que no va a pasar.

A corto plazo me refiero a que el resto en el sexenio sólo se puede disuadir y contener los daños que fueron ocasionados y pueden ser ocasionados por Trump.

Desde su posición, el mandato que seguramente le da el Presidente, será el respaldo legal a los mexicanos y el cabildeo a favor del TLCAN con todo lo que se pueda hacer al momento.

A largo plazo, este gobierno no puede hacer una política exterior como la que tenemos, tiene que hacer una política de Siglo XXI y no de Siglo XX.

Es importante que se modernicen los principios de política exterior en la Constitución para que las acciones de México en el mundo sean más profundas y contundentes en este mundo globalizado.

Y, segundo. La ley de Servicio Exterior Mexicano para nuestras embajadas y consulados tengan más atribuciones e incidan más con las fuerzas en favor de los intereses de México.

O sea, no se limiten nada más; hay que hacer lobby en todos los lados y lo vimos ahora como en cualquier otro estado, ahora que se fue a California, que es un estado que está de parte nuestra.

Leí su mensaje. Usted tiene experiencia en estas cosas, para no decir más.

Pero tiene también un problema muy grave, ¿verdad? Le queda un año y medio; en una Embajada un año y medio y en las condiciones que tenemos, va a tener que hacer un trabajo titánico. Está joven, me imagino que tiene energía, pero es un trabajo titánico el que va a tener que hacer y sobre todo sentar las bases a que no me importa cuál gobierno siga, que se vea a nuestro país como es, con las pujanzas que tenemos y no a última hora diciéndole a Estados Unidos lo que nos ha ignorado, de que somos su segundo cliente y su segundo comprador.

Nos vamos mucho por el folclorismo, por cosas culturales y se nos olvida que el mundo ahora está ávido de hacer negocios unos con otros y en esta arena universal, el que no hagamos una buena política y no preparemos a nuestras personas, nos pone en desventaja.

Yo le deseo lo mejor. Aquí estamos en el Senado para ayudarlo, de eso se trata, no veo mal lo que dijo el senador Barbosa, de hacer unos foros, nosotros los senadores, foros precisamente en donde se discutan estas situaciones porque yo le voy a decir, y aquí hubo un foro hace menos de dos años, que se discutió el Tratado de Libre Comercio y la mayoría: ¡Ah! El Tratado de Libre Comercio, puede ser bueno, puede ser malo.

Y ahora que estamos en esta situación, todos abren los ojos como platos, porque el Tratado de Libre Comercio para nuestro país es muy importante.

Y también el trato a nuestros compatriotas que expulsan de Estados Unidos, que es denigrante. El estado de Baja California es de los que más reciben y el año pasado nomás le dieron 7 millones de pesos; eso puede ser no parte de usted, porque usted va a ser nuestro Embajador en Estados Unidos; pero tiene que ver con relaciones internacionales y tiene que ver también con migración.

Cuando se expulsaron, hace tres años 60 mil, usted imagínese llegar 60 mil compatriotas nuestros a una ciudad como Mexicali y que nomás los meten así, si no es por las organizaciones de la sociedad, estarían en una situación tremenda.

Hay que ser fríos y ver qué va a suceder con Trump, porque el señor Trump, vuelvo a decir, Estados Unidos no es Trump y va a haber situaciones muy interesantes que observar de lo que sucede en nuestro vecino país; y ustedes deben de tener cierta certeza de que México tiene muchos amigos en Estados Unidos, muchos amigos en Estados Unidos; y eso no nada más dentro de las esferas políticas: los negocios, que es muy importante, las comunidades que viven cerca de nuestros compatriotas; nuestros compatriotas con todo y las limitaciones que tienen, muchos de ellos verdaderamente para brincarse el cerco o para cruzar el río hacen un esfuerzo, muchos de ellos son de muy bajo nivel pero colaboran con Estados Unidos y hacen que ese país progrese.

Y otra cosa que nunca les hemos agradecido es que mandan una cantidad enorme de dinero aquí, más de 400 mil millones de pesos para sustento de sus familias, y es otra cosa muy importante.

Bienvenido aquí al Senado y le deseo el mejor de los éxitos.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senador.

Siguiendo con nuestra lista, el senador Manuel Cárdenas.

SENADOR MANUEL CÁRDENAS FONSECA: Muchas gracias, senadoras presidentas.

Yo me congratulo de que el Poder Ejecutivo, en su facultad como parte del Gobierno de la República, entendiendo como gobierno los tres poderes y los organismos constitucionalmente autónomos; pero en esta materia que es facultad de él, la esté ejerciendo en una persona que por lo que le conozco y le he seguido en el transcurso de su vida pública, tiene las habilidades, las destrezas y el conocimiento para ser Embajador.

De repente pareciéramos estar confundiendo la pertinencia del cargo y entonces nos estuviéramos expresando en materias temáticas; bueno, habría que preguntarle al de la SEDENA que mande a una gente que sepa de seguridad nacional y los acuerdos que haya en la materia donde pudieran ser coincidentes en un 80 por ciento del vocablo y en un 20 por ciento siendo las particularidades.

O al delegado de Gobernación, que nos pudiere decir cuando al embajador lo ajusten por la frontera sur México-Guatemala.

O qué pudiera plantearse en materia cuando aquellos le digan: “Oye, fíjate que no vamos a construir un muro; el muro se está construyendo desde Clinton y lleva 20 años en proceso”.

Es decir, yo lo que plantearía, independientemente más allá de que el trámite es el correcto, el turno que le dio la Mesa Directiva, y la forma en la que proceden ambas comisiones, también considero que es el correcto.

Huelga destacar que yo pediría que el señor embajador se conduzca por los caminos de la ley, entendiendo los derechos de cada nación en las distintas materias y entendiendo la sujeción de los Estados-nación a las regulaciones internacionales en las que de muy diversa manera ceden soberanía.

Pero también sugeriría que lo que sí le es competencia a él, es poder hacer un verdadero diagnóstico situacional, inclusive una sobreposición de planos y tener un tablero de control en el que se eviten daños colaterales por impericia de otros integrantes del Gobierno de la República, entendiendo los organismos constitucionalmente autónomos o los otros dos poderes, independientemente del Ejecutivo, por animosidad inclusive, para que pueda explicarles a ellos que aquí las cosas siguen otra lógica, y entonces esos negativos no se trasladen y compliquen las pláticas de un embajador en el camino de la ley.

Lo otro que pudiera yo tener duda, pero por su currículum está totalmente superada, es el entender que las facultades del Congreso en los Estados Unidos son absolutamente distintas a las que tiene el Congreso en México en la materia, y que usted conoce plenamente cuáles fueron los orígenes y los alcances de un acuerdo comercial que buscó lo que buscan los acuerdos comerciales, mayor certidumbre jurídica, no fue un acuerdo de integración, como sucede en otras regiones del país o con gobiernos subnacionales.

De ahí que yo lo felicito y lo único que le pediría es que le comentara al Canciller, y si no también al margen de que lo puede hacer, de cuando se dé la presentación del tema al Pleno, al parecer el Pleno lo ratificará, que tengamos mucho cuidado cuáles son las facultades que están plenamente expresas y además limitadas en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Cuidado con un colaboracionista esquema en el que trastoquemos el texto constitucional que es diáfano claro y entonces seamos la razón para que desde otras latitudes se nos reclame incongruencia y no tránsito por el camino de la ley.

Lo felicito y muchas gracias, compañeros senadores, por darme cauce en esta reunión sin ser integrante de las comisiones.

Muchas gracias.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senador Manuel Cárdenas, y muchas gracias por la precisión muy oportuna al procedimiento que se sigue en el Senado de la República.

Hemos concluido esta primera ronda de cinco oradores, como lo había comentado al inicio, después de los primeros cinco oradores tiene la palabra el ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández para dar respuesta a los cuestionamientos.

GERÓNIMO GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ: Muchas gracias senadora, con su permiso.

Muchas gracias a los senadores por sus comentarios. He tratado de tomar debida nota de todo los puntos que han abordado y he buscado hacer referencia a todos ellos, empezando por supuesto por los comentarios de la senadora Guerra.

En primera, gracias por el libro. Estoy consciente de la labor que se ha realizado desde la Comisión de América del Norte a lo largo de los últimos años, hemos tenido la oportunidad de encontrarnos en distintas ocasiones, en Estados Unidos, en distintos foros, en distintos contextos, trabajando en América del Norte y será el caso un gusto seguirlo haciendo.

Aprovecho la oportunidad para destacar el interés y con toda sinceridad mi opinión de que podamos contar muy pronto con la Comisión en una visita de trabajo, siempre es útil., siendo muy respetuoso por supuesto de distinguir con la claridad de las facultades, entendí perfectamente y ahorita abordaré ese tema senadora.

Respecto a los memorándums. Evidentemente los memorándums son una cosa muy seria, fueron dados a conocer filtrados durante el fin de semana por distintos medios. Yo y el Departamento de Seguridad los da a conocer.

Algunos comentarios. Primero, con toda claridad y sinceridad qué bueno que se dieron a conocer hoy, porque el Secretario de Seguridad Interior estará llegando junto con el Secretario de Estado a México el jueves y es simplemente una posición mucho más derecha y mucho más honrosa que se den a conocer las posiciones antes y precisamente que en este primer diálogo que tendrá lugar y será el primero entre miembros del gabinete, pueda abordarse puntualmente.

Primer punto y no después, que parezca que, eso creo que es relevante.

Claro que son motivo de preocupación, son motivo de preocupación de la Cancillería, por supuesto, para el gobierno mexicano y para todos los mexicanos.

Creo que la parte, permítanme empezar por lo siguiente: si uno lee los memorándums, que aquí tengo ambos, empiezan con un punto en el cual señalan que son, en términos generales, su intención es lograr el cumplimiento de la ley migratoria, la ley en materia migratoria en pro del interés de los Estados Unidos.

Cito más o menos en comillas: creo que el punto es que precisamente esa ha sido la opinión que se ha sostenido por el gobierno de México durante ya mucho tiempo, es en el interés de Estados Unidos tener una gestión del fenómeno migratorio que ocurre entre México y Estados Unidos, que sea coordinada, comunicada en estricto apego a los derechos humanos y civiles de las personas.

No se puede obviar el hecho de que dado el nivel de integración comercial, no económica, pero por lo menos de los flujos comerciales, del hecho de que ya no sólo son los flujos comerciales, sino es, digamos, estamos hablando ya de la producción conjunta en una región, que eso es lo que ya estaos viendo a través de las comisiones, debido a la complementariedad que hay en las dinámicas poblacionales de nuestros dos países, por los vínculos familiares, por la proximidad geográfica, hay que encontrar vías para tener una gestión razonable, humana, adecuada, de lo que es este fenómeno migratorio entre México y Estados Unidos.

La verdad es que se ha batallado mucho para en ocasiones convencer que precisamente es en el interés de ese país. A mi juicio, lo digo con toda claridad, tener ese tipo de migración, se requieren múltiples, digamos, ustedes conocen y es parte de la narrativa que tradicionalmente tiene la cancillería y desde mi punto de vista de manera correcta, es cuál es la aportación que tienen los mexicanos que se encuentran allá al buen desempeño de la economía de ese país, su aportación cultural, existen científicos mexicanos.

Es decir, una revisión objetiva de lo que México y los mexicanos que viven allá representan para ese país. No puede llevar a otra conclusión, sino que está en su interés tener una mejora administración de este fenómeno migratorio.

A mi juicio, ha habido intentos de buena voluntad a lo largo de los últimos 20 años para lograrlos, tanto de parte de los Estados Unidos como de la parte de México, atendiendo el hecho que son diversos actores.

Como dije en mi intervención, a Estados Unidos no lo podemos ver como un actor monolítico.

Por supuesto el Presidente allá claramente tiene una autoridad, un espacio, un poder que es incuestionable.

Pero lo que pasa allá es resultado de un juego de visiones, de diagnósticos y de intereses.

Ahora, espero, y es mi labor, insisto, explicar y convencer que está en el interior de ese país cambiar este enfoque que se está pretendiendo hacer para atender el fenómeno migratorio por uno que tenga mucho más sentido.

Lo que no está a discusión, y me regreso al tema del memorándum, senadora, yo creo que son dos cosas:

La primera es que el respeto de los derechos de nuestros connacionales allá, independientemente de su estatus migratorio, no está en duda.

Y México hará uso de todos los mecanismos legales, políticos, de comunicación para defender los derechos de nuestros connacionales, asegurando:

Uno. El respeto a lo que sean acuerdos de carácter internacionales.

Y, dos. Al debido proceso que precisamente marca el marco legal de Estados Unidos.

Déjenme decirlo con toda claridad: a mi juicio México no está ni debe estar a favor de una migración indocumentada. No debemos estar a favor de eso.

Debemos de estar y en la medida en que se entienda que no es, a mi juicio, la intención –por supuesto del Gobierno de México ni creo que los mexicanos- violar el marco legal de ese país en materia migratoria o ningún otro, sino encontrar una solución que refleje la realidad de este fenómeno migratorio, tenemos la oportunidad de construir sobre bases jurídicas claras.

Los memorándum, lo puedo decir, hay partes, creo que hay, como usted señalaba senadora, hay elementos que:

Uno. Es el incremento del número de agentes, perdón, CBP, o de ICE, como se dice.

Creo que la parte que debemos poner mayor atención, a reserva por supuesto en un análisis más profuso por parte de nuestra consultoría y muchas otras instancias, es el hecho de acortar los procesos y la discrecionalidad en que en todo caso se puede tener para producir una deportación sin haber resultado de declaración o sin haber concluido procesos a los que el individuo tiene derecho, independientemente de su estatus migratorio. Y en eso nos estaremos enfocando.

Por supuesto que no espero que esta sea la última plática que haya sobre esto, y discusión.

Como usted sabe están recién saliditos del horno y por supuesto puedo confirmarle que el Canciller, el Subsecretario Sada y todo el equipo de la Subsecretaría y la Cancillería está ya en esto e insisto: de ser ratificado serán de las cosas que me ocupe sin duda.

Hizo un comentario respecto al tema del corredor biológico.

Tuve la oportunidad de estar vinculado en los últimos seis años en temas de medio ambiente en la frontera.

Ya existen disposiciones, sea el Acuerdo de la Paz, sean otra serie de instrumentos que nos permiten que ninguna cosa que haga un país o el otro en la frontera, se haga fuera del procedimiento y permita y lastime lo que son los hábitats que hay ahí y todos los corredores biológicos.

Entonces eso es sin duda una dimensión importante.

El senador Barbosa, bueno, en su ausencia pero por supuesto quiero agradecerle sus generosos comentarios, decir que, bueno, me llevo por supuesto sus preguntas.

Yo le ofrecería con mucho gusto sentarme, por supuesto sujeto a la autorización de la Cancillería, a tener esas sesiones antes de que yo parta. Por supuesto estoy a las órdenes, en su caso.

He tenido diálogos a lo largo de la semana pasada y ésta, informales con algunos de las señoras y señores senadores.

He tenido la oportunidad de sostener diálogos con los grupos parlamentarios.

Hoy me encuentro en el proceso formal de comparecencia ante estas Comisiones, pero pues tampoco concluyamos, podemos abordar todos esos temas.

Coincido con él, ¿eh? En la importancia de que la Embajada y el Embajador son una parte muy importante del eslabón con el que hay que trabajar en Estados Unidos, es obvio.

Pero sí creo que tiene un punto y sobre todo en las condiciones actuales, hay que analizar qué es lo que marca el texto constitucional. Si no me equivoco, senador, junto con el Senado, los temas de política exterior que competen a Estados Unidos y por supuesto poder definir orientaciones que nos sean útiles; y le reitero al senador toda mi disposición para hacerlo.

El senador Fuentes hizo alguna serie de comentarios. Siempre es útil quitan tensiones y quitar un poco de ruido.

Cuando yo me refería a que conforme el gabinete vaya siendo ratificado, vaya, ya han sido ratificados pero los segundos y terceros niveles; no espero, lo que dije específicamente es que espero una relación más estable, no quiere decir que eso vaya a cambiar, que las posiciones vayan a cambiar, que vaya a haber de la noche a la mañana coincidencias ni mucho menos, sería ingenuo pensar eso.

Pero es difícil tener cualquier tipo de diálogos y acuerdos cuando hay tanta volatilidad en la agenda bilateral; y creo que va a ayudar el hecho de, y la prueba es que estarán mañana llegando a nuestro país el Secretario del Estado y el Secretario de Seguridad Interna a revisar y platicar con sus contrapartes e ir teniendo eso. Así es que habrá que quitar, todo lo que se pueda hacer para quitar ruido tiene sentido.

Respecto a la negociación, creo que es un punto creo que de lo que usted trató es un punto muy importante. Permítame, le ruego, diferir de usted en lo siguiente: creo que sí hay una estrategia muy clara, específicamente ahora en las negociaciones hay tres grandes temas a discusión:

Uno es el comercial. Otro es el que tiene que ver con la gestión del fenómeno migratorio y otro es el que tiene que ver con temas de cooperación en materia de seguridad y procuración de justicia. Son tres ejes.

El señor Presidente de la República, a mi juicio, con gran acierto ha dicho: “vamos a poner todos los temas en la mesa”. Hace 20 años, cuando se discutía más, 22, 23 años cuando se discutía el Tratado de Libre Comercio; había la intención deliberada y correcta en ese entonces, de aislar el tema comercial del resto de la agenda.

Las condiciones se han invertido. Pienso que es en interés y creo que mis contrapartes estadounidenses que estarán viendo esto lo sabrán sin duda; ahora es en nuestro interés decir: bueno, la relación ha evolucionado y hay una serie de temas en la agenda.

En la parte comercial coincido con usted, el interés de México siempre ha estado en modernizar el Tratado de Libre Comercio, incluyendo disciplinas que no estaban en su momento; y tratando de generar condiciones que nos den más competitividad con la región. Eso no es nuevo y siempre lo hemos tenido. Establecer nuevos aranceles o restricciones al comercio, no está en el interés de nosotros y no lo hemos buscado.

De entrada entiendo lo que dice: una negociación habrá de llevarse en los tiempos, no existe una urgencia, mayormente, con excepción de lo que ya decía el senador Hermosillo, sí, son dos años senador; ya me lo acortó a uno y medio, pero vamos a decir que todavía tenemos dos.

Es muy importante que en esa materia comercial, primero, se desahoguen los procesos que se mandatan. Aquí en México existe una ley de tratados comerciales internacionales que dispone para el Senado, un proceso, fue si no me equivoco, promulgada en su momento, impulsada por la senadora Maricarmen Ramírez, de Tlaxcala, hace una o dos legislaturas, y dispone que haya una interacción antes de la revisión o de la modificación de un tratado comercial; se tiene que cumplir con eso. Y allá tienen disposiciones similares.

Entonces sí hay un compás de espera ahora, hay un compás. Después de un primer escarceo, déjenme ser llano, hay un compás de espera que creo que viene bien a ambas partes, nos da tiempo de reflexionar, como usted decía, de quitar un poco de tensión, bajar. Creo que las reuniones de esta semana y próximas reuniones van a servir.

Ahora bien, en otros temas, hay temas, me voy al de seguridad y cooperación, hay temas que son del interés de Estados Unidos en materia de seguridad y cooperación, que con toda sinceridad es difícil que se profundicen, se mejoren, crezcan o incluso se mantengan, si lo que estamos viendo, como decía el senador Barbosa, son actos que uno no podría considerar sino poco amistosos y agresivos en ocasiones. De ahí que nosotros tengamos que poner esos temas en la mesa.

Y en la gestión del fenómeno migratorio, el Presidente de los Estados Unidos ha señalado –espero no equivocarme para no citar textualmente– pero que deben de haber grandes puertas que permitan la migración legal.

Hay que tener una discusión de cuánto es lo que, dadas las objetivas, las condiciones económicas, el nivel de integración, la demografía entre los países, cómo pueden ser esas puertas.

Espero no equivocarme, pero en mi opinión en la medida en que existan vías legales suficientes, adecuadas, para que haya movilidad, sobre todo resultados laborales entre los dos países, es mucho más fácil concentrarnos para que eso ocurra y no haya migración indocumentada. Esa es la estrategia.

Todas prácticamente las encuestas serias que se han hecho en Estados Unidos al respecto, sugieren que hay una mayoría de estadounidenses que favorecerían un arreglo de ese tipo; es decir, que existan mejores mecanismos en materia de movilidad laboral, que exista una solución al estatus migratorio de millones de personas, por cierto, no todos mexicanos, que se encuentran ya en los Estados Unidos, que se haga con apego a la ley y que permita ir atendiendo este fenómeno migratorio.

Debemos de hacer un planteamiento en ese sentido, y lo haremos.

El otro punto de la estrategia es: Nuestro interlocutor natural, es el gobierno, el Ejecutivo de ese país, y el presidente Trump y su gobierno se merecen todo el respeto del gobierno de México, y lo tendrán en la medida en que sea recíproco.

Pero, como parte de esa estrategia y atendiendo lo que dice el senador Hermosillo, en efecto, hay un mosaico de actores; hay aliados, hay segmentos de la población allá que entienden mucho mejor lo que está en juego en la relación con México; hay segmentos de la población que francamente no quieren nada que ver con México, pero creo que el balance está en que la mayoría, y lo dije, la mayoría tienden y quieren, a mi juicio de estos actores, encontrar soluciones a los retos que tenemos que sean comunes.

El Legislativo allá tiene un peso incuestionable, por eso uno de los ejes es ese trabajo.

Es fundamental, y uno basta revisar las posiciones ya de algunos legisladores, de algunos gobernadores, de algunos centros de investigación o de opinión para ver, como lo dije en mi intervención, que no existe un pleno consenso respecto a todo lo que está pasando.

Nosotros tenemos que ser muy cuidadosos y muy respetuosos, pero debemos de aprovechar esos actores como parte de la estrategia para lograr una cosa muy sencilla, que lo dije al principio parece sencilla, no lo es, es lograr transmitir con claridad lo que México es y no es, y lo que representa para Estados Unidos.

El hecho de que hay más de mil 500 millones de dólares al día que se comercian; que alrededor de 35 estados de la Unión Americana, México es su primer, segundo o tercer destino a exportaciones; que compramos cantidades importantes de granos en todo el medio oeste de los Estados Unidos.

Voy a dar un poco de prisa porque si no me quedaré sin abordar las otras, a reservas de poder entrar.

Senador Hermosillo, en efecto, como dijo, Estados Unidos no es una persona; estaremos trabajando con todos –le agradezco sus comentarios– con todos estos actores, me permito diferir, con toda claridad, de que ha sido un sexenio perdido en política exterior.

Me asumo hoy y así lo decidí, parte de este gobierno, independientemente de mi origen político, creo que ha habido decisiones acertadas y creo que lo positivo es que hoy la política exterior se discute con mucha mayor frecuencia aquí. Podremos en otra ocasión entrarle a otros temas.

El senador Cárdenas, me quedo nada más con su comentario, si lo entendí bien, de la última parte. El Canciller lo que ha ofrecido y acordado es poder tener algún mecanismo con el Senado de la República, que en ejercicio de sus facultades constitucionales, permita un diálogo intercambio de opinión, mucho más fluido y que sin lastimar el texto constitucional, como usted lo dice, permita que al diplomacia parlamentaria fluya más.

Espero que, ese es el sentido de lo que yo, si entiendo bien usted ha expresado su preocupación por la diferencia entre lo que es la ejecución de la política exterior y el análisis, eso usted lo ha señalado, creo que es un comentario válido.

Me parece que siendo respetuosos de esa parte del texto constitucional, sí es un ejercicio útil para el Ejecutivo poder tener ese mecanismo de comunicación muy ágil con el Senado de la República, respetando pro supuesto y por eso, perdón, lo dije al inicio, cada uno desde su ámbito, porque si no, ese efecto puede salirse de lo que está marcado por nuestro texto.

Muchas gracias senadores.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Gracias ciudadano Gerónimo Gutiérrez por sus respuestas, vamos a continuar entonces con nuestra lista de oradores, la senadora Lisbeth Hernández, quien es secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores.

SENADORA LISBETH HERNÁNDEZ LECONA: Gracias presidenta, bienvenido maestro Gerónimo Gutiérrez, he tenido el gusto de platicar con usted anteriormente y de leer su plan de trabajo.

Le quiero felicitar y decirle que usted va air fortalecido no solamente por la esencia del Poder Ejecutivo, sino estoy segura por el Poder Legislativo, en este caso el Senado de la República, que México es más fuerte que los problemas que se están viendo hoy, que tenemos muchas virtudes y muchas ventajas y es un honor servirle a la nación.

Así que vaya usted con esa gran encomienda, fuerte y valiente, de que dará usted buenos resultados.

Yo me quiero enfocar a su eje de trabajo número cuatro. Me interesan mucho los puntos prioritarios al fortalecimiento de la red consular de Estados Unidos, la atención y el empoderamiento de nuestras comunidades, para vigilar el respeto a los derechos humanos, así como le pediría revisar con el protocolo de la atención consular de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados y de múltiples programas en materia de salud y educación, cultura, economía, etcétera, para el empoderamiento de nuestros migrantes.

El protocolo se ve muy bien, pero en la práctica hemos visto resultados no gratos para nuestros niños migrantes no acompañados. Le pediría su revisión.

Sin embargo también quisiera solicitarle que dentro del Plan de Trabajo se incluya el desarrollo humano y bienestar de las familias que residen en Estados Unidos para que haya un arraigo de nuestras costumbres y también tradiciones mexicanas y se procure la unidad de las mismas.

Ante un escenario de incongruencia en la postura del presidente estadounidense en materia de seguridad fronteriza y deportación de nuestros connacionales.

Por otro lado, quisiera preguntarle si hoy la embajada ha identificado en su totalidad a las familias mexicanas que viven en Estados Unidos, el tipo de estructura que estas componen, los servicios que reciben y cuáles se encuentran en riesgo de ser desintegradas por las políticas antiinmigrantes de Donald Trump.

Le agradezco su atención y ojalá que podamos mantener una relación de comunicación, si bien no hay un precepto constitucional o jurídico que mantenga su informe de actividades, sí le pediría que nos haga llegar los avances de trabajo a estas comisiones del Senado, para nosotros podamos darle continuidad y seguimiento a su plan de trabajo, apoyarlo a usted con las comisiones legislativas y enhorabuena.

Gracias.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Gracias senadora Lisbeth Hernández Lecona.

Tiene el uso de la palabra el senador Héctor Flores y se prepara enseguida el senador Demédicis, no sin antes recordarles que va a pasar hoy mismo al Pleno este dictamen, por lo que pediría sean muy concretos.

Gracias.

SENADOR HÉCTOR FLORES: Muchas gracias senadora.

Señor Gerónimo Gutiérrez pues bienvenido primeramente al Senado de la República.

Yo me quiero referir de manera muy puntual a dos temas que me preocupan y me preocupa el primero como Presidente de la Comisión de Frontera Norte, y es el tema del muro.

Mire, yo escuché con mucha atención la definición que se da en términos de que México no debe, y efectivamente coincido, no debe cuestionar el derecho de un país asegurar sus fronteras.

Pero no encuentro satisfactoria tampoco la explicación de que México en todo caso debe cuestionarse y esta es la mejor forma de construir una agenda bilateral entre los dos países, desde luego.

Aquí sí pienso que la postura de nuestro país debe ser muy puntual y muy concreta, de rechazo absoluto a la construcción del muro, pero no por un tema de soberanía sino por un tema de que la construcción en sí misma representa una contradicción o una agresión no solamente a México y a los mexicanos, sino de manera particular a los valores que describen la humanidad del Siglo XXI y pienso que esa oportunidad se ha perdido por el Gobierno de la República.

Debemos de ser muy enfáticos: el asunto no es de definiciones de seguridad interior, el tema es de los valores que nos describen como país frente a otro.

El siguiente punto es éste que mencionaba usted. También lo escuché con mucha atención, en relación con no apostarle a la ilegalidad, yo no podría estar más de acuerdo con usted.

Sin embargo hay algo entre los objetivos y los principios que definió el Presidente de la República en las pasadas semanas, que a mí igualmente me dejó francamente con una sensación de insuficiencia y es:

Por qué el Presidente de la República da por descontado el tema del acuerdo migratorio en Estados Unidos.

Es decir, si dentro de los pasados 20 años fue probablemente el asunto de mayor interés en la agenda bilateral, entiendo que la coyuntura nos rebasa pero por qué México da por descontado ese tema, por qué no está dentro de los principios fundamentales, básicamente.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Gracias senador Héctor Flores.

Senador Demédicis.

Si se prepara Gerardo Flores y en seguida Patricio Martínez.

Adelante Demédicis.

SENADOR FIDEL DEMÉDICIS HIDALGO: Muchas gracias.

Con su venia compañera Presidenta.

Sin duda que la política exterior de México principalmente con Estados Unidos, ha pecado de ingenua en muchas etapas de la historia.

Pensar que algún Presidente Norteamericano es nuestro amigo, insisto, eso es ingenuidad política, ellos lo dicen con mucha claridad: México, Estados Unidos no tiene amigos, solamente tiene intereses.

Si alguien que va a ser nuestro representante en Estados Unidos, no ve la relación con Estados Unidos a partir del interés nacional y a partir de la seguridad nacional y lo ve con la esperanza de que Trump cambie su posición, pues nos vamos a lamentar de manera muy grave.

Entonces lo que esperamos de usted compañero Embajador, es eso. Y digo Embajador porque la ratificación, yo le dije en privado que va a contar con mi voto y le digo públicamente que va a contar con mi voto porque le vamos a dar el beneficio de la duda. No podemos descalificar a nadie con un currículum como el que usted posee. El beneficio de la duda, tenemos la obligación de proporcionarlo.

Cuando la doctrina Monroe se pone en boga pues los norteamericanos siempre pensaron en que esa doctrina se aplicaría a favor de ellos, no a favor de toda América Latina.

Es decir, América para los americanos, por supuesto estamos de acuerdo, dijeron ellos.

Cómo no vamos a estar de acuerdo con todas las riquezas naturales que hay del Río Bravo hasta la Patagonia.

Ellos solamente es business are business; negocios son negocios, aquí no hay amistades.

Entonces la aspiración de un mexicano que le está hablando es que su Embajador en Estados Unidos se ponga en una situación de firmeza frente a los embates que estamos teniendo de ese gobierno, agresiones todos los días, todos los días.

Lo que acaba de mencionar la compañera Marcela, eso es inaceptable en una relación. Ahora el Gobierno de México ya debería de haber reaccionado frente a esa situación, no esperar hasta que lo nombremos, el gobierno del presidente de Peña Nieto como tal ya hubiera hecho un pronunciamiento duro, porque si no, no le van a parar.

El tema del muro, bueno ya el señor Spicer fue contundente: ¡claro que lo van a pagar! Ya mi jefe Trump dijo que nada más les va a aumentar el 20 por ciento en las importaciones, vamos a hacer la reforma fiscal, vamos a modificar el Tratado de Libre Comercio y claro que lo van a pagar. Y claro que lo van a pagar.

Entonces, dice: no sólo va a alcanzar para eso, en un año vamos a tener 10 mil millones de dólares a nuestra disposición, producto del pago de ese impuesto y claro que lo van a pagar.

El tema del TLCAN, hemos estado peleando. En la Interparlamentaria fuimos incisivos en el tema de la revisión del TLCAN, principalmente en el capítulo agropecuario. Bueno, yo recomendaré desde la posición de la Presidencia de la Comisión de Desarrollo Rural de este Senado, que no se negocie si no se hace una consulta nacional.

No se puede hacer un Tratado de Libre Comercio que va a incluir a toda la nación, en unas mesas en donde no esté presente la opinión de nuestro pueblo. Creo que eso es muy importante que desde su posición lo pueda impulsar en el gobierno.

Y desearle suerte, pero no solamente suerte, que sea muy firme, que se vea que tenemos Embajador, que quiere a su pueblo y que la seguridad nacional y el interés nacional estarán puestos siempre en cada acción que usted haga, Embajador.

Muchas gracias.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Gracias, senador Fidel Demédicis.

Tiene el uso de la palabra la senadora Gabriela Cuevas.

Ya veíamos un orden, pero la presidenta solicita la palabra. Se prepara Gerardo Flores y enseguida Patricio Martínez.

Adelante, presidenta.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, presidenta, senadora Marcela Guerra.

Compañeras, compañeros.

A nuestro compareciente, al ciudadano Gerónimo Gutiérrez, nos da mucho gusto tenerlo aquí en el Senado de la República. Conocemos de su trayectoria, de su trabajo y sobre todo de los resultados.

Nos parece preocupante lo que ha sucedido en estos últimos años en la relación entre México y Estados Unidos. No vemos una estrategia articulada, no vemos una estrategia que tenga un hilo conductor básico para todo lo que ha venido sucediendo, insisto, en estos últimos años.

Pareciera que un tanto dimos esa relación por sentada, pensamos que funcionaba casi en automático y si revisamos los nombramientos que se han hecho en estos últimos cuatro años; tuvimos sí, un embajador por poco más de dos años, pero los siguientes, tuvimos siete meses abandonada la Embajada en los Estados Unidos; después dos embajadores que duraron ocho meses y hoy, de nueva cuenta nos encontramos aquí, deseándole mejores augurios que los que han tenido sus antecesores.

Pensamos que es necesaria, sí, una revisión y conocer a fondo la estrategia entre el gobierno de México y el de Estados Unidos; sí, pero esa no es la única estrategia. Debemos tener una estrategia mucho más amplia, lo comentaba usted en su exposición, una estrategia de verdadera diplomacia pública.

Y yo sí quisiera aquí retomar lo comentado por el Presidente de la República, por el Secretario de Relaciones Exteriores, en el sentido de construir una política exterior de Estado. Lo hemos dicho ya en muchas ocasiones, en muchas comparecencias, pero esta vez fue la primera ocasión en la que vimos ese concepto en el discurso gubernamental.

Hacemos votos para que se lleve a cabo y para que también ese sea el mandato en la Embajada. Queremos que el trabajo de la Embajada de México en los Estados Unidos sea consistente con una plena política exterior de Estado, donde por supuesto el Senado de la República tenga el papel tan importante que le mandata nuestra Constitución.

Y, en ese sentido, quisiera pedirle en primer lugar que la embajada de nuestro país en los Estados Unidos cuente con un área especializada en el Poder Legislativo estadounidense, ya sea en el federal como en los locales.

No podemos darnos el lujo de llegar a las reuniones sin tener un pleno conocimiento de lo que está sucediendo, de lo que están proponiendo, de cuáles son las inquietudes. Necesitamos un cabildeo mucho más intenso, más consistente.

Muchas de estas, no sé si decir las promesas de campaña o amenazas de campaña de Donald Trump, en donde pueden materializarse o perder viabilidad es precisamente en el Congreso Estadounidense.

Es vital, nos parece importante; hace unos días estuvimos el senador Gerardo Flores y yo, así como muchos otros de mis compañeros y compañeras han estado, todos hemos estado muy activos trabajando en la relación con nuestros pares en Estados Unidos. La senadora Marcela Guerra ha hecho un trabajo muy intenso en estos más de cuatro años. Necesitamos que ese trabajo sea mucho más consistente y dedicado desde la Embajada.

Hoy sin duda, si bien ya me voy a parecer al senador Barbosa, traía preparada una intervención pero tengo una enorme preocupación con lo que está sucediendo particularmente el día de hoy.

Hoy el presiente Donald Trump hace públicas una serie de órdenes ejecutivas, principalmente relacionadas con la agenda migratoria.

Es increíble que el Presidente de los Estados Unidos piense que puede mandar en territorio mexicano. Que quede claro y se diga en todos los rincones, Estados Unidos no manda en México, punto.

Segundo tema muy importante. Dicen en estas órdenes ejecutivas que para aquellas personas que están buscando ser reconocidos como refugiados en los Estados Unidos, tendrán que llevar su proceso de entrevista en los países fronterizos con los Estados Unidos. Entiéndase México y Canadá.

Insisto, Estados Unidos no manda en territorio mexicano. Si ellos tienen problemas para administrar su política migratoria, es problema de los Estados Unidos.

México ha tenido una cooperación muy importante en esta materia en los últimos años con nuestro vecino del norte.

Hemos buscado ser puente de trabajo con Centroamérica. Hemos buscado tener una gestión migratoria que sea ordenada, segura. Hemos buscado tener todos los canales de diálogo en todas las instancias, aún acosta de la percepción que existe en nuestro país en países de Centroamérica.

Y hoy Estados Unidos pretende que México le haga el trabajo sucio. Así no se hacen las cosas y así no se hace política exterior.

Si revisamos las cifras de deportaciones de los últimos dos años, México deportó a más centroamericanos que el mismo Estados Unidos.

Ciudadano Gutiérrez Fernández, las cosas no pueden seguir así. México no puede seguir cooperando con un país que no está dispuesto a entablar una relación de pares con nuestro país.

Si Estados Unidos quiere diálogo en materia migratoria, que sepan sentarse a la mesa como pares. De otra forma lo que debe hacer México es retirarse de esa mesa y cambiar su política migratoria con Centroamérica. No estamos para hacerle el trabajo a los Estados Unidos y mucho menos dándole la espalda a los países de América Latina y de El Caribe.

En segundo lugar, también me parece importante destacar de estas órdenes ejecutivas que el Presidente de los Estados Unidos mandata que se revisen todos los fondos de cooperación con nuestro país.

Hay que dejarlo claro, los fondos que aporta por ejemplo un tema tan sensible de Estados Unidos para nuestro país, no llega ni al 2 por ciento del gasto total de defensa de México.

México está haciendo su trabajo en casa. México le está apostando a combatir los problemas porque sabemos que esa es la labor del Estado mexicano, no por un mandato que venga de los Estados Unidos y menos con una cooperación que cada vez y cada año es mucho más reducida, como ha sucedido con los fondos de la Iniciativa Mérida.

En un tema también importante, quisiera destacar el tema de drogas.

Hace unos días, como comentaba que tuvimos algunas reuniones el senador Gerardo Flores y yo, y también el día sábado junto con la senadora Marcela Guerra y la senadora Adriana Dávila con algunos de nuestros pares estadounidenses, se hablaba del tema de drogas. Básicamente Estados Unidos responsabilizando a México del aumento en el consumo de opiáceos.

Revisemos las cifras. Entrémosle al fondo del problema. En Estados Unidos se expiden cada año 200 millones de recetas médicas prescribiendo analgésicos basado en opio.

El problema no es un problema de México, en México la amapola no es un producto que se pueda cultivar legalmente. Tampoco México tiene la capacidad para producir en la industria farmacéutica a partir de la amapola.

Ese es un problema de los médicos norteamericanos, de la industria farmacéutica norteamericana y de la falta de políticas de prevención y de rehabilitación de adicciones en los Estados Unidos.

Me parece que es muy importante que así como lo planteó el Presidente de la República, de subir todos los temas a la mesa, los subamos con datos duros, con datos puntuales.

A Estados Unidos y precisamente a su presidente ya le gustó culpar a México de los males que tiene Estados Unidos. Quien consume las drogas está en Estados Unidos, nosotros nos estamos quedando con los muertos, con la sangre, con una crisis humanitaria.

Ya es tiempo de que México revise su propia política de drogas. Apostamos durante mucho tiempo a construir una política de drogas hemisférica, a tener un diálogo intenso con los Estados Unidos y con Canadá.

Insisto: si hoy Estados Unidos no puede ver a su vecino como par, es tiempo de que nosotros tengamos nuestra estrategia y decisiones propias, particularmente en estas materias y subrayo en primer lugar el migratorio, porque en primer  lugar siempre deben estar las personas.

Me parece, ya en temas de preguntas, más allá de un posicionamiento político, que me parece muy importante recalcar desde el Senado, porque es lo que muchos pensamos, quisiera preguntarle en primer lugar sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuáles son las políticas en materia de transparencia, por supuesto de seguimiento que se le dará a esta posible renegociación y cómo planteará el gobierno de la República tener procesos de información que sean mucho más completos que los que se tuvieron con TPP, con este Senado de la República.

A nosotros nos toca no sólo el análisis de la política exterior, sino también la aprobación de los tratados y de cualquier modificación que estos tuviesen; cómo podemos trabajar de la mano en esta negociación.

En los temas, volviendo a la agenda migratoria, hoy estamos viviendo incluso antes de estos nuevos decretos, de estas nuevas órdenes ejecutivas, vimos casos ejemplares como el de Lupita, vimos casos también de un joven que estaba protegido por todo el programa de los soñadores, de los dreamers, que también fue detenido.

Hoy parece que ya no hay paradigmas ni filtros para la deportación. ¿Qué está haciendo o qué plantea al frente de la Embajada de nuestro país para sin duda entrar a estos casos que pueden ser estratégicos por la trascendencia que han mostrado en la agenda pública? Pero también ¿cómo podremos ver a un embajador que puede estar en la Casa Blanca, en Wall Street, pero también en las comunidades de migrantes cuidando a los campesinos, a los obreros y a todos aquellos que más necesitan la protección del Estado?

Esta es toda mi intervención, cedo ahora el uso de la palabra al senador Gerardo Flores.

SENADOR GERARDO FLORES: Mucha gracias senadora presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte y presidenta también de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Sin duda, como usted bien lo señaló, señor Gerónimo Gutiérrez, es verdad que Estados Unidos vive hoy una compleja etapa y seguramente será así en los próximos años, no creo que sea un tema que se resuelva este año, que se resuelva en los próximos dos años, yo creo que esta es una discusión, una complejidad que aqueja o aquejará a la sociedad norteamericana fácilmente en los próximos de cinco a seis años.

Y bueno, la relación con el mundo, con el resto del mundo desde luego está pasando por un aparente cambio de paradigma de parte del gobierno de los Estados Unidos, de parte de la sociedad de los Estados Unidos, hay un debate más intenso, eso lo hemos constatado los que tenemos oportunidad de ver la discusión que hay en los medios de los Estados Unidos, la discusión que hay en los gobiernos locales, la discusión que hay en el propio Congreso de los Estados Unidos.

Tal como lo señalaba la senadora Cuevas, nosotros tuvimos oportunidad de escuchar algunas posiciones de senadores tanto republicanos como demócratas, y está muy claro que el debate está muy vivo y que así seguirá por un buen rato.

Usted se refería en su intervención también a la cuestión del trato reciente a nuestro país, lo calificaba usted como inaceptable e inconveniente.

Yo agregaría que es desconcertante lo cual incorpora mucha incertidumbre a la acción de gobierno o a la acción de un estado que quiere cultivar las mejores relaciones con ese país.

En el tema de la frontera común sin duda hay retos y oportunidades, lo hemos visto también de manera muy reciente.

Está la parte migratoria, está la parte de la integración comercial entre las comunidades fronterizas.

Yo ya me enfocaría a hablar de algunos temas que ya han abordado mis colegas en sus intervenciones que me antecedieron.

Es muy preocupante el tema de los memorándum del día de hoy. A mí de manera muy particular, yo destacaría el memorándum que tiene que ver con la orden ejecutiva del 25 de enero, bueno, en sí el memorándum está vinculado con esa orden ejecutiva en materia de seguridad fronteriza y la cuestión de la vigilancia en el tema migratorio.

De esa orden ejecutiva a mí me llamó mucho la atención una sección que aparentemente pasó desapercibida en la discusión pública aquí en nuestro país, que es la sección nueve de esa orden, que habla de los requerimientos que le está instruyendo el Presidente Trump, de reportes a todas las dependencias del Gobierno de los Estados Unidos para que reporten la ayuda que han canalizado a México en los últimos cinco años en materia en aspectos bilaterales, multilaterales, asistencia económica, ayuda humanitaria y militar.

A mí me llamó mucho la atención esa inclusión en esa orden ejecutiva que tiene que ver con las cuestiones migratorias y el tema del muro porque pareciera perfilar la Casa Blanca que tiene intenciones de redireccionar recursos que se canalizaban a México como ayuda, ayuda humanitaria pues para financiar las nuevas actividades en materia de vigilancia de la cuestión migratoria, o incluso para construir el muro.

No sé cuánto les alcance de esos fondos pero me parece una canallada de parte del Gobierno de los Estados Unidos que en esa orden ejecutiva se insinúe que nos van a disminuir la ayuda humanitaria para destinarlo a otros fines más relacionados con la cuestión migratoria o la construcción del muro.

El memorándum del día de hoy reitera esa parte de los requerimientos de reporte de ayuda, o sea es un tema que no van a olvidar, que no van a soltar como otras ocurrencias que sí han desechado de manera muy rápida.

Y me preocupa mucho un cambio de énfasis o de política en la parte de lo que es la búsqueda de personas que bajo un criterio anterior eran objeto de deportación inmediata personas que estuvieran dentro de una distancia de 100 millas de la frontera y dentro de un plazo de 14 días y ese criterio se está transformando de manera radical el día de hoy para que en lugar de ser de 14 días el plazo sea cualquier persona que haya estado dos años en los Estados Unidos y en cualquier parte del territorio de los Estados Unidos, lo cual obviamente amplía de manera preocupante el universo de gente que pudiera ser deportada de manera inmediata.

Entonces me parece que sin duda eso representa un desafío enorme para el quehacer de la Embajada de México y obviamente la red consular en Estados Unidos.

Es demasiado pronto desde luego preguntarle el día de hoy cuál sería el plan para atender esta nueva circunstancia, pero sí me gustaría que podamos conocer a la brevedad qué planes hay para actuar bajo este nuevo entorno.

Usted hacía referencia en su intervención del acercamiento con actores clave.

Yo ahí señalaría que es clave acercarse con gobernadores, ya lo han hecho algunos de mis colegas. Es clave acercarse con legisladores de ambos partidos. Aquí yo quiero retomar nuevamente los acercamientos que hemos tenido de manera reciente.

Yo destacaría algunos comentarios que nos hicieron algunos legisladores en Washington, de manera muy particular. Uno es el hecho de que aparentemente cuando hay visitas, por ejemplo de miembros del gabinete del Gobierno de México a Estados Unidos, por lo menos de lado del Senado ellos sí han detectado que cuando están presentes en Washington les llama la atención que ningún funcionario de alto nivel del Gobierno de México se ha acercado a los senadores. Es lo que ellos nos dijeron.

Entonces, me parece que en esa circunstancia es vital que, desde luego nosotros como senadores buscar acercamientos; pero me parece que también funcionarios del Gobierno Federal también tendrían que estar buscando esos acercamientos. Acercamientos con alcaldes, acercamientos con líderes de la sociedad civil también son muy relevantes y acercamientos con empresas.

Empresas que están muy preocupadas por el destino o el giro que podría tomar la relación comercial con México. Y aquí me gustaría traer a colación, por ejemplo, un escrito del 23 de enero que remitió una coalición de 133 empresas involucradas en el sector agrícola y agroalimentaria, que le dirigen al presidente Trump, donde le dicen que están muy preocupados por el giro que pueda tomar la relación.

Obviamente de manera muy política le dicen que están dispuestos a sumarse al diálogo, pero le hacen ver lo que representa para Estados Unidos el comercio agrícola, en particular con México y Canadá.

Y creo que así como esta coalición o este grupo de empresas, es importante buscar otros grupos de empresas que también se vean preocupados por el giro que pueda tener la relación entre ambos países. De manera particular, por ejemplo, que estoy involucrado mucho en el sector telecomunicaciones; no descartaría, hay una empresa norteamericana muy grande que ha decidido invertir más de 10 mil millones de dólares en México, que debería estar muy preocupada por el destino que esté tomando la relación.

Creo que debería ser un gran aliado, así como algunas otras empresas importantes.

Entonces, me parece que en la estrategia a implementar es muy importante que no se descarte el acercamiento con grupos empresariales.

Básicamente son mis comentarios, mis reflexiones. Desde luego que a nombre del Partido Verde le puedo adelantar que votaremos a favor de la aprobación de su nombramiento.

Y hago votos para que tengamos un diálogo frecuente, porque las circunstancias lo ameritan y el Senado de la República va a tener que ser un actor importante en este nuevo entorno que vive la relación de ambos países.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Gracias.

Senador Patricio Martínez.

SENADOR PATRICIO MARTÍNEZ GARCÍA: Muchas gracias, senadora. Presidentas.

Quiero señalar, en primer lugar, que me resulta inadmisible como senador, que se establezca una rápida intervención de tres palabras porque tiene apuro el Pleno.

Quiero decirles, senadoras y senadores, que no estamos nominando un corcholatazo ni a un gerente de tienda de abarrotes. Estamos, como comisión, con toda responsabilidad, atendiendo algo que no es ni casualidad ni por condescendencia.

La actuación del Senado en relaciones exteriores es de oficio y por lo mismo, hay que ejercer con responsabilidad el oficio en esta Comisión, con la participación tan amplia y profunda como se requiera, porque estamos nada menos que revisando la ratificación de un nombramiento que ha hecho el señor Presidente de la República para, en su momento, hacer la ratificación del señor Embajador de México en los Estados Unidos, en una etapa que es la más grave que haya tenido México en relaciones exteriores desde hace 84 años, cuando se tuvo el no reconocimiento del gobierno, del presidente Álvaro Obregón, hasta en tanto no se hicieran los acuerdos para las indemnizaciones de intereses norteamericanos que habían sido afectados en el periodo de 1910 a 1920 por los hechos revolucionarios.

A mí me parece que lo que ha presentado el señor maestro Gerónimo Gutiérrez es para repasarlo y hacerlo con puntualidad.

El señor ha hablado de señalamientos hostiles inaceptables, que esto se requiere enfrentar con la cabeza fría, que Estados Unidos tiene una compleja etapa de polarización, que la crisis económica 2008-2009 ha marcado las circunstancias actuales y que el debate actual es mayor que el que se tuvo en la Guerra Fría.

El trato reciente a nuestro país es inadmisible, lo ha dicho; porque refleja que hay temor a la globalización que ellos mismos impulsaron. Que hay en estos momentos una administración atípica y que ha tenido dificultades para conformar su gabinete.

Son circunstancias extraordinarias. Se requiere la revisión de la agenda de México y Estados Unidos; una negociación y renegociación de acuerdos.

Que se tendrá que hacer diplomacia pública, relaciones con legisladores, estados y municipios. Buscar la máxima protección consular, que va a desarrollar una gestión fronteriza.

Y todo esto me parece que es válido que lo puntualice y lo señale, pero debo decir también que me parece que se requiere más concreción con un horizonte amplio de lo que ha sido nuestra relación desde 1819, antes de que México fuera independiente, cuando se tuvo el primer tratado de diferencias, de límites con los Estados Unidos por la entonces Nueva España.

Me parece que debemos revisar con esa perspectiva desde el siglo XIX cuál ha sido nuestra relación con Estados Unidos y cómo invariablemente hemos tenido una situación difícil, bien relatada por el señor embajador de los Estados Unidos en México, en su obra “El oso y el puercoespín”, esa relación difícil en el bosque de Norteamérica tenemos que revisarla desde sus inicios hasta el momento actual, y sostengo, no podemos quejarnos ni en esta Comisión ni en el Senado por lo que está ocurriendo en las relaciones exteriores de México, todas, incluidas las de Estados Unidos, porque nuestra obligaciones de oficio estar participando, y me parece que en eso hemos sido omisos.

Y por lo mismo, aquí debemos hacer el análisis y al ratificar al señor embajador, expresarle cuál es el sentimiento de la República desde este Senado.

El sentimiento de la República debemos reflejarlo en este Senado con toda precisión. La población mexicana está molesta, ofendida, enojada por el mal trato de que hemos sido víctimas los mexicanos, el país, la patria desde la administración de reciente ingreso de los Estados Unidos a la Casa Blanca.

A mí me parece que hablar en estos momentos de nuevos tratados y de la nueva relación con los Estados Unidos tiene que ser no solamente con la dignidad, también con la firmeza de 120 millones de mexicanos que debemos estar unidos más allá de nuestras diferencias religiosas, políticas, partidistas y señalar con firmeza no solamente la dignidad, sino la carencia total de ingenuidad en nuestras relaciones.

Que acaso no sabemos cómo se pagó por Estados Unidos la compra de la Florida. Fueron 15 millones de dólares que se le pagaron a España y se le pagaron con vales, por los reclamos que colonos norteamericanos tenían en los territorios españoles.

Ahora nos vienen a decir que tenemos que pagar un muro, un muro que no es con México, entendámoslo y señalémoslo, este muro es con América Latina, con la América Hispana, es un muro con el mundo, que ofende al mundo, no solamente a México.

Yo creo señor embajador propuesto por el señor Presidente ante este Senado, que sí, se requiere construir estrategias y hacer el desahogo temático, pero si vamos a revisar el comercio, tenemos que revisar primero el comercio de armas, porque México ha sido terriblemente dañado por un comercio liberal, libertino, salvaje de armas en los Estados Unidos, que han sido vendidas allá con la libertad que tienen allá para inundar de armas al mundo, a México, con todos los daños que México ha tenido por esa guerra que se ha promovido desde allá, igualito que en 1930.

En 1930 se fue armando con rifles de repetición a las bandas apaches que sembraron horror y muerte en todo el norte de México, despoblando, descolonizando rancherías, pueblos, territorios inmensos, con una circunstancia: para 1836 hecha ya la labor sucia de esas armas, se independiza Texas y está consignado en las páginas de la historia.

El gobernador Ángel Trías, en 1847 no sabía a dónde correr con las defensas que tenía el estado de Chihuahua, si atender a las bandas apaches que estaban diezmando a la población o atender al ejército invasor.

Esto no podemos desconocerlo. Sí, vamos a hacer una revisión del comercio, pero vamos empezando a revisar el comercio de armas, a revisar el comercio de drogas y ya lo dijo bien aquí, la presidenta senadora de esta Comisión de Relaciones Exteriores, revisar la cuestión de drogas pero sin ninguna, absolutamente ninguna culpabilidad.

México tiene que desarrollar un operativo en donde quede claro que México no es culpable, que México no es una tierra de narcotraficantes, que México no es una tierra de delincuentes, que es falsa esta percepción que se está dando.

Que si Estados Unidos tiene un problema de salud pública gigantesco, con decenas de millones de adictos a las drogas, el problema es de él, es un problema de salud pública de él, en donde México ha colaborado, ha tenido graves daños y todavía es hora que no les pedimos indemnización por esos daños.

Qué tal si les vamos pidiendo indemnización por los daños, los miles de muertos y los daños que ha tenido México por los problemas que de allá se han ocasionado, mandando armas, mandando dólares y mandando demanda de sustancia en donde aquí las consideramos ilegales y oh paradoja, allá las están considerando legales.

Esto no puede seguir así, a mí me parece que esta nominación que se está haciendo del señor embajador por el señor Presidente de la República, es oportuna, se ve que es un hombre de experiencia, pero también ese hombre de experiencia no puede ir solo, tiene que ir con este Senado y no porque nos hagan el favor de abrirnos las puertas de las relaciones exteriores, es porque esas llaves las tenemos nosotros.

Y si no ha habido esa presencia que ha sido una queja frecuente la que he escuchado de la no participación y de la no apertura en las relaciones exteriores, no es un asunto en donde haya culpabilidad en el Ejecutivo, es un asunto donde la culpabilidad está aquí por omisión.

Sí, revisemos la frontera, cuál es la situación que tenemos en la frontera, pero vamos empezando por definir cuál es la frontera.

En este Senado yo presenté, el día 8 de diciembre, un punto de acuerdo, con una tesis geográfica, topográfica, en donde señalo que hay diferencias, donde no se aplica el Tratado de Guadalupe Hidalgo, y el Tratado de la Mesilla, que son los que fijan la frontera, que tenemos diferencias y que México tiene derecho a reclamarlo, ratificando la reclamación que hizo Porfirio Díaz, por conducto de Matías Romero, plenipotenciario de México en Washington, para que se señalaran las diferencias que había por errores y destrucción de la monumentación, realizada entre 1848 y 1853, en la frontera de México-Estados Unidos.

Entrego a usted este plano-croquis que da gráficamente una idea de lo que son estas diferencias.

Son 85 mil hectáreas; 85 mil hectáreas que están indebidamente retenidas por Estados Unidos.

Lo tengo todo digital para hacérselo llegar, como le entrego también por escrito lo que son la frontera norte de la República Mexicana, con lo que es la realidad de dos fronteras: la que está en los tratados y la que está en el terreno.

Si se va a poner un muro, lo primero que tenemos que señalar es que si se va a poner el muro, que nos ofende a todos, que tendrá que ponerse sobre la línea y no adentro de la República Mexicana. No es ésta una hipótesis vaga etérea o no fundamentada.

Pedí al Senado, en diciembre, que se hiciera una Comisión que proveyera de los recursos técnicos, económicos, para que se hicieran los estudios que ratificaran lo ahí presentado.

Han pasado dos meses y fracción y no se ha hecho absolutamente nada sobre un asunto que es de primordial importancia en el momento en que se encuentran nuestras relaciones con los Estados Unidos.

Yo pregunto. Senadoras, senadores: ¿por qué esta indolencia del Senado? ¿Por qué estamos soslayando una realidad como la que tenemos en la frontera?

Ya hice los estudios topográficos y técnicos. Espero pronto poder hacer entrega a este Senado y a los mexicanos, todos, aquí en donde está el Centro de la República, la confirmación de estas tesis, con lo cual lo señalo señor Embajador, por aprobar.

Ya esto es de su conocimiento. Usted en su momento, al ser ratificado, protestará cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados forman parte de la Constitución y en esos tratados debe hacerse la aplicación puntual, precisa y exacta.

Por lo mismo, haré llegar la versión digital, haré llegar los planos y estoy en la mejor disposición para ampliar la información que se requiere. No es cualquier cosa, estoy señalando que son más de 400 kilómetros los que están desfasados, fuera de lugar, en donde si alguna vez pusieron malla, valla, cerco o muro; tendrán que quitarlo y ponerlo en su lugar, porque esa barda o muro lo pusieron fuera de lugar y con la circunstancia de que los tratados establecen que deberán respetarse, textualmente lo dice, religiosamente lo ahí estipulado.

Y si el Tratado dice que debe respetarse religiosamente lo ahí estipulado y que no se podrá cambiar nada de lo establecido ahí, si no hay un acuerdo o tratado que se agregue a lo ahí estipulado; es el momento, este, de hacer la exigencia de que se apliquen los tratados.

Creo, señor Embajador nominado por el Presidente, en ciernes e inminente, seguramente, sabemos de la urgencia de la nominación de un hombre preparado para acometer la gran tarea de estabilizar las relaciones de México y Estados Unidos. No queremos un casus belli de ninguna naturaleza, revisamos la historia y sabemos lo que ocurre en esos casos.

Por lo mismo, a todo esto se requiere imponerle prudencia, pero con firmeza, sin arrogancia, pero haciendo valer la soberanía y sabiendo, señor Embajador, que aquí tenemos la responsabilidad de unir a 120 millones de mexicanos en esta causa. Es la causa más grave que ha enfrentado esta generación, hablando de lo que es la condición de una nación acosada, agraviada, ofendida con millones de ciudadanos que tienen el derecho de vivir, a trabajar en los Estados Unidos y a los que sistemáticamente se les han violado sus derechos laborales, con ventaja para sus patrones, a los que ahora se les acosa y se les llena de angustia, a los que ahora se les separa de sus familias haciendo sin ninguna condición ni calidad humanitaria, la aplicación de normas que debieran tener la comprensión de los derechos humanos que tiene la familia para no ser separada.

Coincido con usted, México no quiere estar mandando indocumentados, pero el mundo tampoco quiere mandar indocumentados. El Mediterráneo no sirve como muro para que de todo África lleguen indocumentados a Europa, y están llegando.

Es un fenómeno que es una realidad, que no lo puede desconocer ni Estados Unidos ni México, ni el mundo.

Hagamos los acuerdos migratorios que se requieren, pero reconociendo que la migración es una realidad.

Gerónimo, puede usted contar sobre esta base, que tiene no solamente el apoyo y la aprobación del Senado, sino de 120 millones de mexicanos; cuando esté usted haciendo, con firmeza, la defensa desde la Embajada en Washington, de los intereses nacionales.

Muchas gracias.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Gracias, senador Patricio.

Senador Isidro.

(SIGUE SEGUNDA PARTE)