Distinguido señor Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Japón en México, señor Masaaki Ono.

Saludo con enorme respeto a los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico --que preside nuestro amigo Carlos Jiménez Macías-- que hoy nos distinguen en pleno con su presencia; así como también a los miembros de la Mesa Directiva que aquí se encuentran presentes, como también a la presidenta de la Comisión de Cultura del Senado de la República, senadora María Rojo.

Hago lo propio con el Ministro Armando Álvarez Reina, Director General para Asia-Pacífico, y representante en este acto de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Amigas y amigos:

Querido Julio Millán, y quien representa también los esfuerzos de los empresarios mexicanos, en combinación con empresarios japoneses.

Una ceremonia como esta nos invita siempre a estar atentos a darle un seguimiento de orden correcto, a lo que deben ser las relaciones entre dos grandes países, como Japón y México, como México y Japón.

No tengo ninguna duda que el ejercicio que han llevado todos nuestros amigos legisladores, para darle fortaleza a lo que puede ser un intercambio de experiencias legislativas entre México y Japón, como es también entre sus parlamentos, nos permitirá en el futuro tener todavía mejores niveles de comunicación.

La semana cultural, que en esta ocasión se desarrollará bajo el lema “un encuentro de miradas”, nos permite dar continuidad a estos esfuerzos de los que estamos hablando y que conjuntamente con la Embajada de Japón en México, hemos venido realizando para propiciar cada vez un mayor acercamiento entre dos pueblos que se reconocen y entre dos pueblos que se aprecian, sobre todo.

Aprovecho la presencia de los alumnos de la Escuela Secundaria Diurna número 135, que se desempeñan en su turno vespertino; y sobre todo destaco la presencia de los jóvenes Silvia Bustamante, quien fue un primer lugar en el concurso ganador de dibujo denominado “propuesta de paz”, y que por cierto los mismos, hermosos mensajes que contiene este concurso, serán exhibidos en el Museo de Hiroshima, como un llamado a la paz mundial, a través de la mirada de los niños mexicanos.

Silvia Bustamante, Ramos Benítez Giovani, Muñoz García Oswaldo, Josim Manzano y Yazmín Palacios Marcia, quienes fueron los triunfadores --en ese orden-- del primero, segundo, tercero, cuarto y quinto lugar en este concurso, para volver a retomar algo que estoy seguro que ellos --a estos jóvenes estudiantes--, que con enorme entusiasmo han participado en este concurso y han resultado triunfadores, vendrán apreciando a mayor dimensión.

Tanto el senador Carlos Jiménez Macías --hace un momento--, como el señor Embajador Masaaki Ono, nos hablaban de cuáles son los orígenes y cómo se fueron formando estos vínculos de amistad entre dos pueblos, que aspiran en la historia, en el futuro, a profundizar todavía más en estas relaciones.

Pocos pueblos jóvenes iniciaron su amistad con un acto tan altruista y solidario como el que une a japoneses y mexicanos. Insisto en lo que ya se mencionó aquí, y quisiera mencionarlo a mayor detalle, porque es verdaderamente emotivo y significativo el vínculo entre Japón y México.

Este hecho ocurrió en el año 1609, cuando condiciones climáticas adversas ocasionaron que --como bien se señaló aquí-- el velero “San Francisco” naufragara frente a las costas de la provincia japonesa de Chiva, en su camino a la Nueva España.

Recordamos --y sobre todo lo hemos hecho también editando un libro que es muy interesante tuvieran ustedes en su poder-- que la ayuda en ese momento --en el naufragio-- de los habitantes del pueblo nipón de Onjuku, permitió que salvaran así la vida la mitad de los 633 tripulantes; pero no quedó nada más ahí este acto solidario de japoneses con mexicanos, sino que lo complementaron con un acto adicional de humanismo, apoyaron el regreso de los novohispanos a su casa, fletando un barco con sus propios recursos.

Estamos hablando de 1609. Difícilmente la construcción de las relaciones entre dos países tiene un evento de esta profundidad, de enorme contenido y naturaleza.

Hoy el Senado --y por eso también la reunión del día de hoy-- recuerda y junto con el recuerdo agradece ese acto, y promueve el conocimiento y el reconocimiento de los mexicanos y los japoneses con esta semana cultural de Japón.

Este es uno de los puntos culminantes de las 400 actividades culturales entre ambos países que se han desarrollado para celebrar este acontecimiento.

Dentro de algunos momentos podremos observar maravillosas fotografías de la exposición que inicia la semana cultural, entre las cuales quiero destacar las realizadas por el Embajador Masaaki Ono.

La presencia del Embajador, como la presencia de todos ustedes el día de hoy en el Senado de la República, es viva, muy viva expresión de la relación privilegiada que han alcanzado nuestros parlamentos y forma parte de los estrechos vínculos establecidos entre los pueblos mexicano y japonés, a lo largo de 400 años de historia.

Quiero reiterarles que en la Cámara de Senadores estamos igualmente convencidos de la relevancia de nuestra relación e interesados en seguir profundizando en ella.

Los invito entonces a disfrutar de este evento.

Muchas gracias.

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