SESION SOLEMNE DE LA H. CAMARA DE ENADORES, CELEBRADA EL MARTES 6 DE DICIEMBRE DE 2011.

  

PRESIDENCIA DEL CIUDADANO. SENADOR

JOSE GONZALEZ MORFIN.

 

EL C. PRESIDENTE SENADOR JOSE GONZALEZ MORFIN: (Campanilla 13:15 horas): Con fundamento en lo dispuesto por el Artículo 56, fracción III, del Reglamento del Senado se abre la Sesión Solemne para recibir la visita del doctor Leonel Fernández Reyna, Presidente de la República Dominicana.

Y con la finalidad de introducirlo al salón de sesiones, esta Presidencia designa a las senadoras y senadores: María Teresa Ortuño Gurza; Ramiro Hernández García; Carlos Sotelo García; Ludivina Menchaca Castellanos; Francisco García Lizardi; Minerva Hernández Ramos; y Margarita Villaescusa Rojo.

(LA COMISION ATIENDE)

-       En tanto se declara un receso.

-       Se reanuda la sesión.

Honorable Asamblea:

Nos acompaña en esta Sesión Solemne el doctor Leonel Fernández Reyna, Presidente de la República Dominicana.

(APLAUSOS)

-  Sea bienvenido al Pleno del Senado de la República, doctor Fernández Reyna, así también expreso nuestra más cordial bienvenida a toda la comitiva que lo acompaña:

Al señor Carlos Morales Troncoso, Ministro de Relaciones Exteriores; al señor Manuel García Arévalo, Ministro de Industria y Comercio; al señor José Ramón, Ministro de Interior y Policía; a la señora Ligia Melo de Cardona, Ministra de Educación Superior Ciencia y Tecnología; al señor Marco Herrera, Secretario de Estado; al señor Miguel Mejía, Secretario de Estado; al señor Rafael Núñez, Secretario de Prensa y Comunicaciones de la Presidencia; al señor Fernando Antonio Pérez Memen, Embajador de la República Dominicana en México; al señor José Armando Polanco Gómez, Jefe de la Policía Nacional; y al señor Rolando Rosado Mateo, Presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, bienvenidos todos al Senado de la República.

(APLAUSOS)

Excelentísimo doctor Leonel Fernández; distinguidos miembros de la comitiva; excelentísimo Embajador, Fernando Antonio Pérez Memen:

Quiero dar la más cordial bienvenida a nombre del Senado de la República y de mis compañeros legisladores al señor Presidente de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández, así como a la distinguida comitiva que hoy le acompaña.

México y la República Dominicana son dos países que comparten grandes lazos culturales y de identidad, lo que facilita el entendimiento común entre los retos, sobre los retos que enfrenta la región.

De igual modo el legado histórico que compartimos ambos pueblos sirve como una referencia de la amistad y solidaridad mutua que se ha fortalecido al paso de los años entre mexicanos y dominicanos.

Toda esta historia de confianza ha permitido que nuestras naciones crezcan como países orgullosos de su herencia, y que el día de hoy construyan una agenda latinoamericana común de progreso y desarrollo.

Hago un reconocimiento al papel jugado por la República Dominicana, y especialmente a su Presidente, doctor Leonel Fernández en la reconstrucción de Haití, tras los terremotos de enero de 2010. Su sentido humanitario permitió que esta nación hermana saliera adelante, y hoy comience a ponerse de pie.

Este sentido de solidaridad entre las naciones de la región debe extenderse a diversos ámbitos de la acción pública, más en un mundo donde la globalización avanza con rapidez.

Coincidimos con usted, señor Presidente, en que se deben establecer medidas de regulación internacional para garantizar la transparencia de la operación de los mercados y la estabilidad de los precios de los alimentos.

Al igual que usted y el Presidente Calderón, soy un convencido de que este es el tiempo de Latinoamérica.

Hace apenas unos días, los jefes de Estado y de Gobierno Latinoamericanos se reunieron en Venezuela para conformar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con el fin de generar beneficios para nuestros pueblos.

Los órganos legislativos, por nuestra parte trabajamos intensamente a través de la diplomacia parlamentaria para acompañar a los ejecutivos en esta búsqueda de alternativas que repercutan en mejores niveles de bienestar para la gente.

Por ello, señor Presidente, que su visita al Senado de la República es de la mayor importancia. Ya que nos permite tener una interlocución rica y franca con miras a que se incrementen las vías de entendimiento y de comunicación entre dos poderes instituidos que representan la voluntad de los ciudadanos.

Tanto en la República Dominicana como en México requerimos de una democracia fuerte, y la estamos construyendo en un marco de respeto y pluralidad.

Señor Presidente Fernández:

La República Dominicana cuenta con un aliado en este Senado de la República para que juntos encontremos las soluciones más adecuadas a los desafíos que este siglo nos impone.

Le reitero la más cordial bienvenida a nombre del pueblo de México y de esta soberanía.

Es usted el primer Jefe de Gobierno y Jefe de Estado que está presente en este recinto en una Sesión Solemne.

Hemos tenido el gusto de recibir en el Senado de la República tanto en el recinto de la Comisión Permanente como en otros recintos del Senado a muy destacados mandatarios latinoamericanos, pero es usted el primero que viene a este Salón de Sesiones, al Pleno del Senado de la República.

Sea usted bienvenido, y mucho éxito en todo lo que viene por delante en esta su visita a nuestro país.

Muchas gracias, señor Presidente.

(APLAUSOS)

-  Compañeras y compañeros senadores:

-  Tiene ahora la palabra el doctor Leonel Fernández Reyna, Presidente de la República Dominicana….

 

(Sigue 2ª.Parte.)


...tiene la palabra el Doctor Leonel Fernández Reyna, Presidente de la República Dominicana.

-EL DOCTOR LEONEL FERNANDEZ REYNA, PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DOMINICANA: Honorable señor Presidente del Senado de la República, Senador González Morfín; Embajador José Ignacio Piña Rojas, Embajador de los Estados Unidos Mexicanos en la República Dominicana; señor Embajador Fernando Pérez Memén, Embajador de la República Dominicana en los Estados Unidos Mexicanos; señores miembros de la Delegación Dominicana que nos acompañan en esta visita de Estado; honorables senadores integrantes de esta Legislatura; miembros de la Delegación oficial de la República Dominicana; señoras y señores; amigos todos:

Quisiera, en primer término, expresar nuestra gratitud a esta gentil invitación que se nos hace desde el Senado de los Estados Unidos Mexicanos para compartir como hermanos latinoamericanos experiencias comunes entre la República Dominicana y México.

Por supuesto no puedo desaprovechar la ocasión para testimoniar mi gratitud personal especial a la Senadora Yeidckol Polevnsky y a la Senadora Rosario Green, quienes fueron en una reciente visita a la República Dominicana, ocasión de la celebración del Foro de Biarritz, quienes me expresaron su deseo de que pudiese venir aquí a México y poder compartir con ustedes en el día de hoy.

Y naturalmente no titubee un solo instante en aceptar su invitación, porque en la República Dominicana tenemos un especial afecto, cariño, por este noble pueblo mexicano. Esto así porque desde muy niños en la República Dominicana se nos inculca la historia, la cultura y las tradiciones mexicanas.

Cuando nos levantamos lo primero que escuchamos es un programa radial “Canta México Lindo”, y a partir de ahí pues empezamos el día con la música mexicana. Pero en nuestros años de formación escolar las figuras históricas de México parecen ser figuras históricas dominicanas, y por tanto nombres como Benito Juárez, Emiliano Zapata, Pancho Villa, Alvaro Obregón, Venustiano Carranza, Lázaro Cárdenas, son hombres tan emblemáticos y simbólicos para México, como para la República Dominicana.

Por tanto, de ahí del conocimiento, de sus tradiciones, de su historia, de su cultura nace ese afecto, ese sentimiento especial de amor que los dominicanos tenemos para los mexicanos, y que hoy quisiera confirmar con mi presencia ante esta augusta Asamblea.

Naturalmente que los lazos entre pueblos, los lazos bilaterales también se remontan desde prácticamente la fundación de la República entre nuestros dos pueblos, y se consolidan en el tiempo, sobre todo en este siglo XX con la suscripción de varios acuerdos de interés mutuo entre nuestras dos naciones.

Pero el día de hoy quisiera más bien compartir con ustedes la idea de que en la República Dominicana nos hemos sentido profundamente regocijados de que en toda América Latina hayamos estado celebrando, en los últimos tiempos, el Bicentenario de nuestras independencias. Aunque cada vez que nos toca referirnos sobre este tema hay que hacer una aclaración, en América Latina empezamos la celebración del Bicentenario a partir del año 2008, entendiendo que fue en 1808 que se inició el proceso de ruptura con el orden colonial español en nuestros territorios.

De esto yo me olvido, porque en realidad el proceso independentista en América Latina no arranca en 1808, a partir de los acontecimientos de Bayona cuando las tropas francesas ocupan la Península Ibérica, sino algunos años atrás.

En realidad la lucha por la independencia en América Latina empezó en 1804 con la proclamación de Independencia de la República de Haití. Y nos preguntamos ¿Por qué esta tendencia hacia el olvido? ¿Por qué razón se aparta de la idea de que nuestra Independencia arrancó en 1808 y no en 1804? La razón está en el hecho de que Haití fue el primer país de América Latina y el primer país del mundo que al momento de proclamar su independencia también procedió a la abolición de la esclavitud.

Y el hecho de haber abolido la esclavitud concomitantemente, con haber accedido a la Comunidad Internacional de Naciones, provocó el aislamiento de Haití como nación, y de ahí la raíz histórica de su pobreza y su tragedia secular.

Por tanto, creo que merece reconocimiento y honor el saber que la hermana República de Haití, que en estos momentos está en un proceso de recuperación tras el terremoto del año 2010, dejó un ejemplo inmortal, memorable en nuestra historia de que no bastaba la creación de un Estado nación independiente si sus ciudadanos todos no fuesen libres. De manera pues que pido ese reconocimiento al hermano pueblo de Haití por el valor y el coraje de haber proclamado la abolición de la esclavitud conjuntamente con la proclamación de la independencia nacional. (Aplausos)

Obviamente que todos nuestros pueblos, incluyendo a México y la República Dominicana, después de haber proclamado la independencia, después de haber creado nuestros estados nacionales, atravesamos por una serie de vicisitudes, conflictos internos, diatribas, etcétera, que impidieron la consolación de nuestros estados en el siglo XIX. Y es que en realidad la creación del Estado-nación latinoamericana en una primera etapa fue tan sólo la ruptura con el orden colonial europeo; pero no se pudo vertebrar un Estado-nación que respondiese a las necesidades de todos los ciudadanos.

Por tanto, había un gran vacío en nuestras naciones en todo el siglo XIX, que era el hecho de que queríamos regirnos por estados liberales democráticos, pero perdíamos de vista las demandas sociales de nuestras poblaciones. No llegamos a conformarnos plenamente como estados liberales democráticos por el hecho de los golpes de Estado de la inestabilidad política crónica que tenían nuestros pueblos, pero también el aspectos social carecía de sustanciación legal o constitucional, y no fue si no como resultado de la Revolución Mexicana, del año de 1910, cuando en América Latina empezamos a abordar el tema de lo social como elementos integral de la creación de nuestras naciones latinoamericanas.

En Querétaro, en el año de 1917, se crea la primera Constitución Social de América Latina que habrá de influir en toda América Latina en las décadas por venir. En la República Dominicana, buena parte del siglo XX, fue la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en la que México prestó un servicio especial de apoyo a los líderes del exilio dominicano antitrujillistas.

Cuando cae la dictadura de Trujillo y llega al poder por el voto unánime, casi de todo el pueblo dominicano, una figura emblemática de nuestras historia contemporánea, el profesor Juan Bosch, llega al poder y reforma la Constitución dominicana, y por vez primera tenemos una Carta Magna que incluye elementos sociales, y no cabe duda que en esa reforma de la Ley sustantiva del estado dominicano estuvo la influencia de la Constitución de Querétaro del año de 1917.

Y cuando el año pasado, en el 2010, en la República dominicana procedimos a una nueva reforma constitucional que incluye nuevos elementos jurídicos que garantizan los derechos sociales no cabe dudas que ahí también estaba la influencia de la Constitución Mexicana de Querétaro del año de 1917. Y en todas las reformas constitucionales modernas del mundo latinoamericano que ha incluido una generación de derechos sociales ahí ha estado presente la Constitución de Querétaro del año de 1917.

De manera que en toda América Latina tenemos una deuda intelectual, una deuda política con lo que representó, en el contexto de la Revolución Mexicana, esa gran carta sustantiva que ya no sólo sirvió para los mexicanos, sino para todo el mundo latinoamericano. Y debo decirles que en estos momentos en la República Dominicana compartidos una agenda análoga a la que tienen ustedes aquí en México.

En la República Dominicana…

 

(SIGUE 3ª PARTE)


….  Y debo decirles que en estos momentos en la República Dominicana compartimos una agenda análoga a la que tienen ustedes aquí en México; en la República Dominicana realizamos todos nuestros esfuerzos por consolidar un Estado Democrático y Social de Derecho; un Estado que se apoye en el imperio de la ley, que garantiza la existencia de un Estado eficiente, un Estado transparente, y un estado que se susceptible de rendición de cuentas, pero no siempre fue así, en la República Dominicana, como en toda América Latina, por supuesto, desde nuestros orígenes quisimos construir un Estado Democrático de Derecho, pero no fue posible, quisimos que la legitimidad del poder descansase en las urnas pero no lo habíamos logrado y, por tanto, cuando se produjo el golpe de Estado, que derrocó al gobierno de “Juan Bosch”, en 1963, y cuando el pueblo dominicano se levantó en armas exigiendo retorno a la constitucionalidad y el retorno de “Juan Bosh” al poder, y las respuesta fue una intervención militar de los Estados Unidos, en el territorio de la República Dominicana, mancillando nuestra soberanía y nuestra autodeterminación.

La generación política de la que formo parte llegó a considerar que no había una vía democrática en la República Dominicana, de acceso al poder. La verdad esto se extendía a otras latitudes del continente, entendíamos que la única forma posible de que el ideal democrático del pueblo dominicano, en representación del poder, tenía que ser a través de una revolución, y lo que sirvió entonces de orientación fue la Revolución Cubana, y so se dio en Nicaragua, y se dio en El Salador y se dio en Uruguay, y se dio en Brasil y se dio en Venezuela y se dio en todas partes.

Afortunadamente a partir de la década de los ochentas, como resultado de una combinación de factores diversos, empezamos un proceso de transición democrática en América Latina, y por vez primera pudimos acceder al poder, por vía de la expresión de la soberanía popular en las urnas, y cuando esto fue posible obviamente que nos dimos cuenta que ya no era necesario hacer una revolución porque ya había la posibilidad de legitimar el acceso al poder por la vía de la participación popular.

Y no ha sido solo el caso de República Dominicana, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que llegó al poder por las armas, derrocando la dictadura de Somoza, perdió el poder en las urnas y recuperó el poder en las urnas.

El Frente “Farabundo” Martí de Liberación Nacional luchaba contra las dictaduras en El Salvador, nunca pudo lograr el poder mediante una estrategia de lucha armada, sin embargo el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional hoy gobierna a El Salvador y ha sido sobre la base del respaldo popular.

Los “Tupamaros” en Uruguay enfrentaron la dictadura uruguaya a través de las armas, guerrillas urbanas no pudieron lograrlo y, si embargo, hoy a través del Frente Amplio los Tupamaros también gobiernan con la presencia del presidente José, “Pepe”, que es una gloria para todos nosotros en América Latina.

En fin, que hemos entrado a una época a una etapa en nuestra región en que ya tenemos un repudio universal, un rechazo a lo que son los golpes de Estado militares de derecha, y las guerrillas de izquierda. Le hemos dicho no a la violencia política en América Latina, y entendemos que la única forma válida, legítima de acceso al poder es a través del voto expresado en las urnas, pero también estamos conscientes que es insuficiente la manea en que se llega al poder, sino que una vez instalado en el Poder, entonces hay que responder a las expectativas; hay que responder a las ilusiones y a los anhelos de nuestros pueblos, que no son otros que los de la paz, la armonía, la concordia, el progreso, la prosperidad y el bienestar, todo en el marco de la democracia.

Por eso digo que entre México y la República Dominicana hay una agenda común de reforma política, de reforma económica y de reforma social, de reforma educativa, en la ciencia, en la tecnología, en la cultura que nos permita ingresar plenamente en el siglo XXI como pueblos capaces de estar  a la altura de los deseos y las aspiraciones de nuestros pueblos.

Obviamente que no lo podemos hacer solos. México no puede asiladamente acceder a este mundo del siglo XXI, que es tan exigente y tan desafiante.

República Dominicana no podría “en soledad”, insertarse en este mundo tan competitivo y tan lleno de sorpresas y de incertidumbres. Hoy día el fenómeno de la globalización se ha tornado en un fenómeno ineludible, obviamente que esa globalización comporta, al mismo tiempo, oportunidades que desafíos, y de lo que se trata, en cada caso, es de tener una estrategia nacional de desarrollo que permita maximizar las oportunidades y mitigar los retos y desafíos que genera la globalidad.

Afortunadamente en América Latina, luego de largos años de proponernos la integración regional y subregional, y tenemos numerosas expresiones de esos esfuerzos de integración, en El Caribe, por ejemplo, tenemos el CARICOM,  como organismo que integra a las islas caribeñas, tenemos el “CARIFORM”,  que incorpora entonces a República Dominicana y a Cuba, junto a las naciones que son angloparlantes a las naciones francófonas y de habla holandesa de la región del Caribe.

Tenemos la Asociación de Estados del Caribe, en la que Venezuela, Colombia y México también forman parte, y esto sólo en El Caribe.

Mirando más allá tenemos el Sistema de Integración de Centroamérica, (SICA)  que agrupa a la naciones centroamericanas, el Pacto Andino, las Naciones Andinas, el MERCOSUR,  a los países del Cono Sur, y ahora  “UNASUR”, y hemos tenido el Grupo de Contadora para la solución de la crisis que se dio en Centroamérica en los años ochenta, y del Grupo de Contadora subió al Grupo de Río, como mecanismo de diálogo y concertación política, y del Grupo de Río ahora hemos pasado a la Asociación de Estados de América Latina, el CELAC,  una comunidad de Estados Latinoamericanos que por primera vez se plantea una integración no sólo comercial, no sólo económica, sino una integración política, integración financiera; integración energética, en fin, una verdadera unida de los pueblos de América Latina, para que seamos una sola voz en el concierto del mundo global, defendiendo los intereses soberanos de los pueblos de América Latina.

El Presidente Calderón estuvo presente en esta reunión de Caracas, y sabemos que México será la sede del Grupo G-20, el año venidero, lo que significa que al mismo tiempo que hemos conformado por vez primera esta unidad monolítica de América Latina, en el marco del CELAC, corresponderá a México ahora ser el anfitrión de las 20 economías más poderosas del mundo, para discutir los temas de mayor relieve, de mayor interés que hoy gravitan en la agenda mundial; y qué bueno que así sea, que se haya dado esta coincidencia, de haber creado  el CELAC   y de que México sea anfitrión del G-20.

Porque tenemos tres países de América Latina que forman parte del G-20, y eso es motivo de orgullo para nosotros como latinoamericanos, saber que México, que Brasil y Argentina son parte del G-20.

Pero hemos expresado nuestra preocupación de que cuando nuestros hermanos latinoamericanos participan de las reuniones del G-20, no se ha dado una relación orgánica con los demás pueblos de América Latina, sino que cada país va en representación de sí mismo, y hemos querido en el marco del “CELAC” que América Latina se exprese con una sola voz para que se sienta la fuerza de los que son 700 millones de habitantes de nuestro continente, la fuerza de nuestra cultura, de nuestra tradición, y de nuestro sentido de la política mundial contemporánea.

Y naturalmente hay un tema que es capital, que tiene que ser abordado en el marco del G-20, y tiene que ver con la búsqueda de una solución a la crisis económica global, y nos damos cuenta que esta crisis se ha extendido, ya no solamente porque es una crisis económica, sino porque se ha convertido….

 

(Sigue 4ª. Parte)


…y nos damos cuenta que esta crisis se ha extendido, ya no solamente porque es una crisis económica, sino porque se ha convertido en una crisis de liderazgo, y es una crisis de liderazgo porque no ha habido acuerdo, no ha habido consenso en el sentido de qué tipo de políticas aplicar para salir de la crisis.

Por un lado, está la idea de que ante la recesión que ha predominado en los últimos 3 años, la única fórmula es aplicando políticas anticíclicas que significa: “Políticas de estímulo fiscal” orientadas a hacer que la economía crezca, a generar empleos, a ser más competitivos, y por consiguiente, poder salir de la situación de estancamiento económico en que el mundo occidental hoy se encuentra, fundamentalmente, el polo europeo y los Estados Unidos.

Pero al lado de esa idea, que parece de sentido común, que parece tan obvia de que si se está en una recesión, lo que se procura es hacer que la economía crezca; está la otra, la que nos viene desde Europea, en el sentido de frente a la deuda soberana de algunos países, el caso de Grecia, el caso de Irlanda, de Portugal, de España, de Italia, de lo que se trata es de aplicar políticas de austeridad, políticas restrictivas al gasto, sobre todo de reducción del gasto social, sobre la base de que la prioridad consiste en el pago de la deuda y en poder tener políticas fiscales no deficitarias.

Frente a estas dos corrientes, uno se pregunta. ¿Cómo será posible salir de la crisis? Porque las dos ideas son válidas.

Es cierto que hay que procurar políticas anticíclicas para crecer; también es cierto que hay que ser responsables como Estado en enfrentar el pago de una deuda soberana, y el tener políticas fiscales que sean sostenibles en el tiempo. De lo que se trata es de conciliar ambas ideas, de hacerlas compatibles.

Pero cuando se quiere imponer la idea de que en el momento actual lo que procede es priorizar el pago de la deuda soberana y eliminar el déficit fiscal, estamos cediendo a las presiones del sistema financiero global; estamos priorizando los intereses; estamos priorizando el criterio de las instituciones financieras rurales por encima del derecho de los pueblos a sobrevivir y de poder avanzar.

Yo creo que México, el (CLAC), pudieran plantear una agenda en el sentido de que en lo inmediato, en el corto plazo, para salir de la crisis hay que invertir; para salir de la crisis hay que generar políticas de estímulo fiscal, sobre todo en el desarrollo de infraestructuras y en la generación de empleos, y responsabilizarnos en el hecho de que en el horizonte temporal establecer políticas fiscales sostenibles que reduzcan el déficit y garanticen la estabilidad de cada uno de los indicadores macroeconómicos en el mediano y en el largo plazo.

Resulta simple, resulta sencillo, pero la interposición de intereses económicos específicos ha impedido que el mundo pueda salir en estos momentos de la situación de calamidad que prevalece y que tanto afecta a nuestros pueblos por la incertidumbre y por la ansiedad que nos genera a todos.

Otro tema, finalmente, que nos parece de gran importancia poder abordar en esta reunión de G20, que se va a llevar a cabo en México, y que la República Dominicana ha propuesto ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene que ver con lo que se ha denominado como especulación financiera en los precios del petróleo y de los alimentos.

Desde la República Dominicana, nosotros pudimos constatar cómo desde el año 2006 en adelante, debido al alza de los precios del maíz en este hermano pueblo de México, se generó la llamada crisis de la tortilla, porque sabemos que la tortilla es un alimento básico del pueblo mexicano.

Pero fue la tortilla en México, pero fue el arroz en Haití o en Bangladesh o fue la soya en otro lugar, en fin, hemos tenido una crisis alimentaria en los últimos tiempos, fruto de una espiral inicialmente inflacionaria, pero debido a una situación de volatilidad extrema de los precios, de los comóditis o productos básicos.

Y cuando hemos examinado las causas o las razones de esto, se nos ha dicho que se debe  --en primer lugar--  al crecimiento de la población mundial. Y no cabe duda que la población mundial ha crecido. El último mes se dio la cifra oficial de que ya somos 7 mil millones de habitantes en el planeta; de que ha habido una expansión de la clase media, especialmente en la China y en La India, que ha incrementado su poder de consumo, y eso es cierto, nadie lo va a negar, de que la clase media se ha expandido, y de que el consumo se ha incrementado en la China y en La India.

Se ha hablado del impacto del cambio climático, el problema de las sequías y las inundaciones que se tienen en distintas partes del mundo como causa generadora del incremento de los precios de los comóditis.

Se ha hablado de las tensiones geopolíticas, que coyunturalmente se presentan en distintas partes del mundo, y en todo eso hay algo de verdad.

Pero resulta que hay una causa, que nos ha parecido fundamental en los últimos tiempos, que se ha mantenido oculta en la opinión pública internacional, y se debe fundamentalmente a la especulación que se lleva a cabo en los contratos a futuro de productos básicos.

Todos conocemos que siempre han existido contratos a futuro entre productores y compradores de determinados comóditis.

Que alguien que produce trigo en algún lugar, tema que el precio del trigo va a bajar en el futuro, y por consiguiente suscribe un contrato con un comprador de entrega a futuro a precio actual.

Nadie jamás ha cuestionado la legalidad y la legitimidad de ese tipo de contratación en el comercio internacional.

Igual ocurre con el petróleo. Se teme que el petróleo pueda subir de precios, y por tanto, un comprador suscribe un contrato de “Heddge” a precio actual para que una eventual alza no altere su economía, y siempre ha sido así.

Sabemos, incluso, señor Presidente del Senado, distinguidos legisladores, que México tiene, incluso, la costumbre de hacer contratos de “Heddge” con respecto al petróleo, y que eso, inclusive, le ha generado ganancias a México, porque ha sido previsor, en términos de las fluctuaciones de precios, y al realizar estos contratos a futuro, ha logrado, incluso, generar una rentabilidad a las finanzas públicas de México.

Por tanto, estamos hablando de una práctica que es común, una práctica que es conocida y que nadie ha cuestionado, ni en su legalidad y en su legitimidad.

Ahora estamos hablando de una cosa distinta, estamos hablando de que actores que nada tienen que ver con la producción ni con la comercialización de un producto determinado, que no tienen que ver ni con petróleo, ni con soya, ni con cobre, que no tienen que ver con trigo, que no tienen que ver absolutamente nada con este tipo de actividad productiva, intervienen en los mercados financieros, son compañías de seguros, bancos de inversiones, fondos patrimoniales, fondos soberanos de riqueza que intervienen, entonces, en los mercados y suscriben contratos a futuro, pero no por el precio real del producto, sino mediante el depósito de una fianza que generalmente equivale al 5 por ciento del valor del producto, y por tanto, al suscribir estos contratos en una cantidad realmente impresionante están incidiendo en el precio del producto real.

Son millones de contratos a futuro que se llevan a cabo continuamente en cada uno de los comóditis, y no se produce en ningún momento la transferencia del producto. De manera que el que está vendiendo petróleo, nunca ha tenido petróleo; y el que está comprando petróleo, no desea recibir el petróleo. Lo que se da es una transacción de papeles, simple y llanamente. Hay barriles de papeles, ver sus barriles de petróleo, y lo cierto es que los barriles de papeles terminan incidiendo en el precio de los barriles de petróleo, es decir, el precio de la economía real, y por eso pudimos constatar en el año 2008, que es el año de mayor importancia para poder entender la parte técnica de esta temática, en el mes de junio del año 2008 el precio del barril del petróleo llegó a 147 dólares la unidad, y menos de 5 meses después, de 147 a 33 dólares el barril.

¿Alguien podría explicar eso, en términos de oferta y de demanda?

Yo..

 

(Sigue 5ª. Parte)


…de 147 a 33 dólares el barril.

¿Alguien podría explicar eso, en términos de oferta y de demanda?

Yo creo que hay una falta de lógica, hay una falta de racionalidad en la comprensión de cómo los mercados estaban comportando; no obedece a oferta y demanda, obedece a la especulación financiera, que se ha estado dando en los mercados de futuro.

Y la República Dominicana ha hecho una propuesta formal, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, y la hemos enviado, también, al Presidente Nicolás Sarkozy, cuando Francia ha estado al frente del G20, y ahora lo reiteramos, al  Presidente Felipe Calderón, la necesidad de transparentar los mercados internacionales y de establecer una regulación que establezca límites a la participación de agentes que no forman parte de los mercados a futuro, con el propósito de impedir que esta especulación financiera produzca una volatilidad permanente en los precios de los comoditis.

Pero en adición, hemos llegado a la firme convicción, de que se establezca una prohibición absoluta, a que los alimentos puedan ser considerados como activos financieros; los alimentos son y simple y llanamente, para garantizar la supervivencia de los seres humanos en este planeta.

Ese es nuestro mensaje en el día de hoy, y muchas gracias por su atención.

Muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE GONZÁLEZ MORFÍN: Muchas gracias, señor Presidente Fernández Reyna, reitero el saludo de la Cámara de Senadores y en representación de esta Asamblea, le extiendo nuestros votos, para que, pues alcance siempre el éxito en el importante trabajo que desarrolla.

La comisión designada se servirá a acompañar a nuestros visitantes hasta las puertas de este recinto.

Se  cierra la Sesión Solemne.

Solicito a las señoras y señores senadores, permanecer en sus lugares, para continuar con nuestra sesión ordinaria, de este día.

Muchas gracias.

 

Se levantó la sesión a las 13:52 horas.

 

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