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morfinVersión del discurso del Presidente del Senado de la República, José González Morfín, en la inauguración del Octavo Parlamento de las Niñas y los Niños de México 2011, realizado en Cámara de Diputados.

Con su permiso, señor Presidente.

Muy buenos días a todas y a todos, amigas y amigos legisladores infantiles.

Saludo con afecto, con respeto, al diputado Emilio Chuayffet, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; a la diputada Yolanda de la Torre, Presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables y principal promotora, organizadora de esta octava edición del Parlamento de las Niñas y los Niños; al maestro Fernando González, subsecretario de Educación; a la licenciada Cecilia Landerreche Gómez Morín, directora del Sistema Nacional DIF; a la maestra Victoria Adato, que viene en representación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; y al maestro Luis Javier Vaquero, que trae la representación de nuestro Instituto Federal Electoral.

Es un gusto recibirlos esta mañana para inaugurar el Octavo Parlamento de las Niñas y los Niños de México en su edición 2011. Permítanme iniciar esta breve intervención citando a un gran escritor mexicano, Premio Nobel, Octavio Paz. Él dijo: “la democracia es una idea, pero asimismo es una cultura, una práctica, un aprendizaje”. ¿Cómo puede una nación hacer de la democracia una cultura, una práctica, un aprendizaje? ¿Cómo puede hacerse de la democracia una causa de todos los días, que toda la gente practique? La respuesta a esta pregunta de Octavio Paz pasa necesariamente por la educación que damos a nuestros niños. También parte de la respuesta está reflejada en la energía que las instituciones y la sociedad dedican a promover entre la niñez las prácticas y los valores de la democracia.

Ése, creo yo, amigas y amigos, es el enorme valor que tiene el Parlamento de las Niñas y los Niños. Se trata de un ejercicio para que la niñez mexicana practique su derecho a la participación democrática. Estoy seguro que todos los niños y niñas participantes van a conocer mejor ahora cómo funcionan nuestras instituciones representativas.

Hoy, los niños mexicanos, como lo han venido haciendo en las pasadas siete ediciones, nos van a dar seguramente una lección a los legisladores y a todos los mexicanos de cómo sí es posible dialogar y llegar a acuerdos que beneficien a nuestro país.

Como ustedes saben, los diputados y los senadores conformamos el Poder Legislativo, que es uno de los tres poderes. El Poder Ejecutivo está representado por el Presidente de México, Felipe Calderón; el Poder Judicial está integrado por jueces, magistrados y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En el Senado somos 128 senadores, cuatro por cada uno de los estados de la nación y, al igual que los diputados, nuestra principal labor es hacer y modificar leyes, pero también tenemos otras responsabilidades.

En el salón de sesiones de la Cámara de Senadores, así como aquí está la frase de don Benito Juárez: “Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”, que todos podemos leer en la parte superior del frontispicio de este recinto.

En la Cámara de Senadores hay una sola frase que seguramente todas y todos ustedes también han oído, es la frase también muy famosa: “La patria es primero”. ¿Qué es lo que significa esta bellísima frase? Es una idea muy simple, pero también muy poderosa. Significa que no importa si nacimos en el campo o en la ciudad, no importa si somos de Baja California, Yucatán, Tlaxcala, Michoacán, Distrito Federal o cualquier otro estado de la República, no importa si pensamos diferente, si tenemos distintas opiniones. Lo único que verdaderamente importa es que todos somos mexicanos y todos debemos poner a México por encima de todo. Significa que cuando tengamos algún problema, alguna discusión o alguna diferencia, tenemos que recordar que trabajamos por y para México.

Yo soy ahora el Presidente de la Mesa Directiva del Senado y mi principal deber es lograr la unidad en la Cámara de Senadores, conducir los debates, tratar de poder llegar a acuerdos entre la mayoría de los senadores y que en unidad resolvamos nuestro trabajo para que éste rinda frutos y bienestar para todos los mexicanos.

Los senadores y los diputados somos representantes de la pluralidad de México y dentro de esa pluralidad reconocemos nuestras diferencias, pero seguimos construyendo juntos un país más ordenado y más generoso.

Queridas niñas y niños:

Los felicito por ser representantes de sus estados en este Parlamento. Sé que todos son  muy buenos estudiantes, por eso ganaron el estar aquí. Estoy seguro que esta será una gran experiencia. Cuando vuelvan a sus hogares, hablen con sus papás, con sus hermanos, con sus amigos, de todo lo que aprendieron, pero sobre todo recuérdenles la importancia que tiene que participen en los asuntos de la  comunidad, que sean ciudadanos comprometidos, que voten en las elecciones, que exijan a sus gobernantes y a sus representantes.

Y de verdad, con toda sinceridad, les deseo el mayor de los éxitos en este Octavo Parlamento de las Niñas y los Niños de México.

Muchísimas gracias.

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