Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

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Morfin2Palabras de José González Morfín, presidente del Senado, durante presentación de conclusiones de los foros regiolanes para detener la violencia sexual contra infantes y adolescentes.

Buenos días a todas y a todos.

Saludo con afecto y reconocimiento a mis compañeras senadoras Martha Leticia Sosa, Judith Díaz, Yeidckol Polevnsky, Teresa Ortuño, Emma Larios, Ludivina Menchaca y Xóchitl Díaz.

Puras senadoras, quisiera ver también senadores. Qué bueno que vine yo. Es una pena que solamente las compañeras senadoras, solamente las mujeres estén preocupadas por un asunto como este, con unas estadísticas como las que acabamos de ver y que nos alarman y ofenden, nos preocupan y nos deberían de ocupar para ver qué vamos a hacer para corregir este tema.

Quiero  --si me permiten-- a nombre del Senado de la República,  primero, expresar mi beneplácito por encontrarme en esta parte final de los foros para Detener la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes. Este tipo de encuentros nos acercan a una realidad, terrible y dolorosa, que debe convocar a toda la sociedad, comprometiéndola en la urgente e ineludible tarea de proteger a nuestros niños, niñas y jóvenes.

También saludo la presencia de la directora del Sistema Nacional DIF, licenciada Cecilia Landerreche Gómez Morín; del embajador Alejandro Negrín y Richard David Barlow, consejero de la embajada del Reino Unido en nuestro país y de Gonzalo Altamirano, coordinador ejecutivo de la oficina del secretario de Educación Pública.

Quiero aprovechar este espacio para hacer un reconocimiento a la senadora Martha Sosa, por el tiempo, el impulso y la dedicación que ha empeñado para la realización de estos foros. Martha, gracias a nombre del Senado por ser una promotora incansable de esta causa.

En el Senado de la República somos conscientes de la terrible realidad que afecta todos los días a miles de niños y jóvenes, a quienes les son arrancados la inocencia y el futuro.

Por ello, hemos aprobado diversas reformas para mejorar nuestro marco jurídico Constitucional y legal en la materia. Nuestro objetivo ha sido claro: detener todo tipo de violencia en contra de los menores, reconociendo en ellos uno de los grupos más vulnerables de nuestra sociedad. Permítanme mencionar algunos ejemplos relevantes:

En primer lugar, aprobamos una reforma que prohíbe a los padres, o cualquier persona encargada del cuidado de un menor, utilizar castigos físicos o cualquier tipo de trato humillante como forma de corrección. Esta medida protege tanto la dignidad, como la autoconfianza de los menores; ambas son piedras angulares en la formación que determina el futuro de los pequeños.

Aprobamos también otra reforma a la ley con la finalidad de facultar a los tres órdenes de gobierno para establecer programas de prevención, detección, denuncia y atención a la víctima y a su familia, de conductas como la privación de derechos; el descuido, la negligencia, el abandono, el abuso emocional, físico y sexual; el uso de drogas y enervantes, el secuestro y la trata. La idea central de quienes promovieron esta legislación es que los niños y jóvenes mexicanos sepan que no están solos, y que el Estado los respalda para proteger sus derechos, asegurar su integridad e impulsar su futuro.

En tercer lugar, vale la pena destacar la reforma a la ley que tiene la finalidad de proteger a las niñas, niños y adolescentes de todo tipo de explotación. Esta ley además protege a los adolescentes mayores de catorce años contra el desempeño de cualquier trabajo peligroso, que sea nocivo para su salud y para su desarrollo físico, mental, moral o social. La sociedad debe rechazar todo tipo de esclavitud moderna y toda actividad que quiebre el espíritu de nuestros menores.

En cuarto lugar mencionaría que se hicieron reformas para combatir la pederastia y la explotación laboral, incrementando las penalidades aplicables y suspendiendo definitivamente del ejercicio de su profesión a cualquier persona que cometa este tipo de ilícitos. También, hoy obliga la ley a los integrantes de las órdenes y congregaciones de cualquier religión a denunciar a los pederastas. Nunca más deben tolerarse acciones que manchen la inocencia de los pequeños y la justicia de la nación.

Destaco de manera muy importante la reforma que hicimos a la Constitución en materia de derechos humanos, por una simple y sencilla razón: porque esta reforma constitucional le da a todos los tratados internacionales en materia de derechos humanos signados por nuestro país el mismo rango que la Constitución.

Hoy los mexicanos pueden ampararse en los tratados internacionales que ha suscrito nuestro país en materia de derechos humanos para defender esos derechos también en nuestro marco jurídico vigente.

Pero tener mejores leyes es sólo un buen comienzo. Corresponde ahora a las autoridades de los tres órdenes de gobierno trabajar para que esas leyes se apliquen con firmeza, para que todo aquel que atente contra la integridad de un niño, de una niña o de un adolescente reciba su justo castigo.

No quiero dejar pasar la oportunidad de insistir en algo en lo que muchos expertos que nos acompañan en este foro han coincidido: la importancia de la prevención. Es necesario que cada comunidad, cada escuela, cada barrio, desarrolle sistemas de alerta, que permitan detectar a tiempo situaciones de riesgo para nuestros menores.

En este sentido un factor clave es la información. Padres de familia, profesores, todos tenemos que hablar con nuestros hijos de los riesgos que podrían encontrar en su camino, para que aprendan a cuidarse, para que ante situaciones difíciles tengan la fuerza, la conciencia y el valor para decir no, y puedan proteger su dignidad, y denunciar cualquier abuso venga de quien venga.

La seguridad de nuestros hijos es una tarea que nos debe comprometer a todos. Hago un llamado a los padres de familia, a los centros educativos, a las asociaciones civiles a ser más cuidadosos de los ambientes en que crecen nuestros pequeños. Recordemos que de los primeros años de la vida del ser humano, depende en gran medida lo que la persona llegue a ser en el futuro.

Señoras y señores:

Es nuestra responsabilidad proteger a las niñas, a los niños y a los adolescentes, evitando que criminales se lleven lo más valioso de nuestro país. Por ello agradezco a todos ustedes su presencia en este evento que es muestra de su compromiso por proteger a nuestros menores.

Foros como este ayudan a crear conciencia, a cambiar esta realidad, y a manifestar el compromiso de autoridades públicas, de instituciones de derechos humanos y de organizaciones de la sociedad civil en torno a este tema.

A nombre del Senado de la República recojo las conclusiones de los foros con el compromiso de que las haré llegar de inmediato a todas las comisiones del Senado que tienen que ver con estos temas para que podamos cumplir con nuestra responsabilidad en todo lo que tiene que ver con legislación y también hacer la difusión correcta para que todas las autoridades puedan tener conocimiento de lo que ha sucedido, de lo que se ha dicho y de los que se ha propuesto en estos foros, para que también en el ámbito de las políticas públicas se puedan implementar todas importantes conclusiones a las que han llegado estos foros.

Tengan la seguridad que los senadores de la República, que pertenecemos a la LXI Legislatura y los que vendrán seguramente después de nosotros, seguiremos trabajando por nuestros niños, para otorgarles la seguridad y las oportunidades para que tengan un mejor futuro.

De verdad para mí es un honor clausurar hoy los trabajos de estos foros.

Muchas Gracias.

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