Palabras del senador Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política, en el foro “Acciones Afirmativas para Impulsar la Participación Política de las Mujeres”.
Buenos días a todos ustedes;
Quiero, a través de la señora Margarita Zavala, saludar a las asistentes; como también presentar mis respetos al señor presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador José González Morfín.
Hago lo propio con Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres), para saludar a las mujeres que aquí se encuentran en el Senado de la República, como también la senadora Judith Díaz Delgado, presidenta de la Comisión de Equidad y Género, me parece la persona adecuada para saludar a las senadoras que están presentes acompañándonos en este evento.
Creo importante saludar también a todos los miembros del Poder Judicial, a través de la magistrada María del Carmen Alanís, como saludar a la Directora, representante en México de la ONU-Mujeres, Ana Güezmes García.
Y a todos y cada uno de ustedes, en sus preferencias y militancias partidarias, pero sobre todo unidas en una sola voluntad que es encontrar la equidad, en donde quiera que ésta sea necesaria, y sobre todo, si se trata de género.
Esta invitación para dirigir unas palabras con ustedes, la considero un privilegio, como el que tenemos todos nosotros para buscar espacios abiertos y discutir sobre temas que todavía llaman nuestra atención, para conseguir --cada vez más-- una madurez democrática que se refleje en los hechos. Eso es lo importante.
Por eso, aquí en el Senado de la República, los distintos grupos parlamentarios, vemos con mucha simpatía este encuentro, en el que se analizarán las “acciones afirmativas para impulsar la participación política de las mujeres”,
Creo que al paso que vamos y a la velocidad que llevamos, las acciones afirmativas para impulsar la participación de los hombres, serán cada vez más necesarias.
Pero, buscaríamos también que, junto con ellas, reflexionemos sobre la importancia de que juntos vayamos y encontremos ese destino, sin “chances” y subterfugios que es lo que muchas de las veces no ha hecho daño.
Es momento para recordar esta promulgación del voto femenino en nuestro país, que fue importante, pero no es suficiente.
Sinceramente lo creo, es necesario e impostergable que las mujeres participen más intensamente en la vida política del país, y que ustedes encuentren los espacios y nosotros no regateemos las oportunidades. Que esto viene combinado uno con lo otro.
Es que hay mucho terreno por avanzar en la conquista adicional de los derechos legítimos de la mujer, para su participación.
La reforma constitucional --como bien señalaba hace un momento Rocío quien --a lo mejor ustedes no la veían, pero bien la escuchan y la atienden-- es importante, porque es un punto de partida verdaderamente sólido, para no quedarnos solamente en la búsqueda de las mejores ideas y consensos dentro de México, sino para aceptar las ideas de avanzada y las conclusiones a las que ha llegado buena parte del mundo en materia de los derechos bien ganados de la mujer, los derechos humanos ganados por todos.
Tenemos que reconocer de todas maneras que todavía existen zonas de exclusión dominadas por el machismo, los prejuicios en contra de la participación femenina, en condiciones de igualdad al lado de los varones.
Pero ahí están las batallas y las heroínas, que han hecho valer firmemente sus derechos y que, al mismo tiempo junto con esa acción, han logrado que muchos volteen a verlas y logren hacer que se respeten cada uno de los derechos bien ganados.
Yo soy un auténtico producto de la mujer. Mi abuela, mi madre, mi esposa, mi hija, mi nieta, a final de cuentas me han hecho un hombre de carácter decidido y sobre todo esforzado.
El día de ayer tuve el privilegio de asistir al Castillo de Chapultepec, acompañar una serie de organizaciones civiles, que junto a la señora Margarita Zavala, y a su señor esposo, el Presidente de la República, y muchos funcionarios comprometidos, dieron paso a lo que puede ser el compromiso de lo que hoy intentamos hacer valer, como es la lucha en contra del cáncer de mama en el mundo, en el país sobre todo.
Platicar sobre esos esfuerzos es muy interesante. Me dio mucho gusto ver que la audiencia no era nada más femenina, sino que el compromiso también se asume en condición de género por muchos de los varones, que parecían estar ausentes de un trabajo conjunto.
Creo que en México, no obstante nuestras diferencias políticas, nuestras participaciones partidarias, hay causas que unen y dolores que nos identifican.
Unos y otros creo que son más importantes para poder consolidar un trabajo, un ejercicio como ser humano, que se traduzca en acciones de orden político y partidario.
Decía --perdón la cita nuevamente-- Rocío, que “hacer política es hacer el bien”. Pero para hacer política hay que hacerlo bien, y hacerlo bien para hacer el bien, creo que es una muy buena conjunción de lo que pueden ser las ideas.
Hoy, aquí en el Senado, estamos participando en un evento en donde estoy seguro que surgirán más allá de las sencillas y muy superficiales solicitudes de cuotas de orden político, derechos bien ganados y alcanzados, que deben plasmarse específicamente en cada una de nuestra legislación para beneficio de todos, porque el beneficio de la mujer, es también para beneficio de los hombres, de los varones que participamos en la política.
En esta hora de la historia del país, es que requerimos de la sensibilidad, del buen juicio, del sentido práctico que acompaña siempre a las mujeres del mundo, y las mexicanas no son su excepción.
¡Felicidades por la organización de este foro!
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