Buenos días a todas y todos ustedes;

Quiero, a nombre de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y aquí en el Senado de la República, como presidente del mismo, dar la más cordial bienvenida al señor presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, quien hoy --acompañado de miembros de su gobierno y funcionarios públicos sumamente destacados-- nos honra con su presencia.

El presidente Santos, como ustedes han observado, lleva dos días en una visita de Estado en México, en donde ha podido intercambiar una serie de opiniones y visiones sobre nuestra América Latina con el presidente Felipe Calderón y con funcionarios de su gobierno.

También nosotros hemos tenido la oportunidad de su generosidad para poder charlar, aunque sea informalmente, en algunos encuentros a los que hemos sido invitados por el gobierno federal.

Pero nada nos honra más y nos dignifica señor Presidente que pueda estar usted aquí en el Senado de la República, con nuestras amigas y amigos diputados y senadores, quienes lo observan y lo quieren desde hace tiempo, para intercambiar, aunque sea por unos momentos, algunos temas que son de nuestro especial interés.

Acabamos de ratificar en la Cámara de Senadores un Tratado de Libre Comercio con Colombia, que por cierto era un tratado originalmente firmado por tres países, lamentablemente uno de ellos no permaneció, pero afortunadamente lo pudimos hacer Colombia y México bajo una perspectiva, en la cual sabemos que es necesario unir más a nuestra América Latina, no nada más con el afecto, reconocimiento, nuestra lealtad mutua, sino también en buenos negocios, en intercambio de ideas y de experiencias.

También hemos estado muy atentos a cómo Colombia ha logrado --sobre todo en la última década-- hacer frente a su incursión comercial en el mundo, pero también a sus definiciones internas en materia de gobernabilidad y seguridad pública.

La verdad es que uno y otro asunto, como también el toral que es el valor de la democracia, no nos es ajeno junto con ustedes.

Observarnos parece una necesidad constante y un aprendizaje que nos deja siempre enorme riqueza.

Hoy que tenemos la oportunidad de estar aquí con ustedes, con su Ministra de Relaciones Exteriores, con altos funcionarios de su gobierno, con el general Naranjo, a quien nosotros hemos estado observado desde hace tiempo con su impecable trabajo en materia de seguridad; es también momento en el cual desearíamos que usted nos permitiera intercambiar algunos comentarios al respecto.

México vive momentos difíciles, sobre todo en materia de seguridad pública. Vimos cómo con talento, decisión, con un amor hacia su país y su pueblo, Colombia y su gobierno hicieron frente a este mal de la delincuencia organizada y el narcotráfico.

Hoy, como sucede sin poder cantar victoria para siempre, sí se declaran alertas por siempre para que esto nunca vuelva a suceder.

En México también tenemos un esfuerzo iniciado por el gobierno federal sujeto a debate, sobre todo en sus mecánicas y su estrategia, por algunas razones que vienen acompañando a la estrategia que ha generado violencia y han visto, en los últimos cinco años, el surgimiento de más de 40 mil muertos, y algunos, en la batalla, denominados como desaparecidos.

Es difícil siempre una política pública que tiene objetivo y que tiene que transitar por estas etapas, aprenderlas o comprenderlas en su momento, pero quizá de la experiencia vivida en otros espacios --como los suyos-- en donde a usted personalmente, no como Presidente sino previamente en la función pública, le tocó también asumir decisiones y colaborar en equipo para lograr soluciones y hacer trascender a su país.

Tenerlo hoy aquí con nosotros es una magnífica oportunidad de escucharlo y dejar a usted la palabra, haciéndole saber que, además del alto honor que significa tenerlo aquí, en el Senado de la República, es un privilegio tenerlo también acompañado de tan distinguidos colaboradores de su gobierno y legisladores que, para nosotros vendrá a significar una de las primeras visitas más importantes que tuvimos aquí en la nueva sede de la Cámara de Senadores.

Estamos a sus órdenes y agradeciendo nuevamente su presencia.

Muchas gracias

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