Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

130311_SolemnePRESIDENCIA DEL C. SENADOR MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA.

-EL C. PRESIDENTE MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA: (11:05 horas) Proceda la Secretaría a informar a la Asamblea, el resultado del cómputo de asistencia de los señores senadores.

-EL C. SECRETARIO RENAN CLEOMINIO ZOREDA NOVELO: Honorable Asamblea: conforme al registro de asistencia, se han acreditado un total de 92 ciudadanas senadores y ciudadanos senadores, en consecuencia hay quórum, señor Presidente.

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Y en consecuencia se abre la sesión en este recinto del Senado de Reforma 135. (Aplausos)

-Esta sesión ha sido convocada por acuerdo aprobado por esta Asamblea, con motivo del inicio de los trabajos en este inmueble, en el que a partir de hoy se llevarán a cabo las sesiones del pleno de la Cámara de Senadores.

Solicito entonces a la Secretaría dé lectura a las Comisiones de Cortesía que han sido designadas para recibir y acompañar a nuestros distinguidos invitados a esta Sesión Solemne.

-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Doy lectura a las Comisiones Protocolarias de esta Sesión Solemne, para recibir al señor Secretario de Gobernación, se designa al Senador Ulises Ramírez Núñez, al Senador Carlos Aceves del Olmo, al Senador Fernando Castro Trenti, a la Senadora María del Socorro García Quiroz, al Senador Antonio Mejía Haro y al Senador Arturo Escobar y Vega.

Para recibir al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Senador Alejandro González Alcocer, al Senador Pedro Joaquín Coldwell, al Senador Jesús Murillo Karam, al Senador Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez, al Senador Tomás Torres Mercado, al Senador Javier Orozco Gómez y al Senador Ericel Gómez Nucamendi.

Para recibir al Presidente de la Cámara de Diputados, al Senador José Antonio Badía San Martín, a la Senadora Margarita Villaescusa Rojo, al Senador Rogelio Rueda Sánchez, al Senador José Guadarrama Márquez, al Senador Renán Cleominio Zoreda Novelo, al Senador Francisco Agundis Arias, y al Senador Eugenio Govea Arcos.

Es cuanto, señor Presidente.

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Esta Presidencia, solicita a las Comisiones designadas, acudan a las puertas de este recinto a fin de cumplir su cometido, en tanto se declara un receso.

(Las Comisiones cumplen)

(Receso)

-Se reanuda la Sesión.

Damos la más cordial de las bienvenidas al señor Licenciado Francisco Blake Mora, Secretario de Gobernación; insisto en dar la más cordial de las bienvenidas al señor Licenciado Francisco Blake Mora, Secretario de Gobernación, quién acude con la representación del Titular del Poder Ejecutivo Federal. (Aplausos)

-Hago lo propio con el señor Ministro Juan Silva Mesa, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. (Aplausos)

-Y con el señor Diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, Presidente de la Cámara de Diputados. (Aplausos)

-Agradecemos muy sinceramente la presencia de los señores gobernadores de las distintas entidades federativas con la que hoy nos honran, como también la del señor Jefe de Gobierno del Distrito Federal. (Aplausos)

-Saludo con enorme cordialidad y respeto a nuestros amigos expresidentes de la Cámara de Senadores. (Aplausos)

-Lo hago señalando la presencia del Licenciado Joaquín Gamboa Pascoe, del Licenciado Humberto Lugo Gil, del Doctor Genovevo Figueroa, del Licenciado Fernando Ortiz Arana, del Licenciado Diego Fernández de Cevallos y del Licenciado Enrique Jackson Ramírez. (Aplausos)

-Saludo con enorme cordialidad y respeto, igualmente y a nombre de senadoras y senadores, al doctor José Narro Robles, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. (Aplausos)

-Hago también lo propio con la señora Presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial, la Magistrada María del Carmen Alanís. (Aplausos)

-También saludo al señor Juan Manuel Portal, Auditor Superior de la Federación, y al señor Licenciado Raúl Plascencia, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. (Aplausos)

-Todos sus amigos senadores, agradecen mucho la presencia del señor Diputado Francisco Rojas Gutiérrez, Coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados. (Aplausos)

-El señor Diputado Reyes Tamez, Coordinador del Partido Nueva Alianza. (Aplausos)

-Del Diputado Pedro Jiménez León, del Partido Convergencia. (Aplausos)

-Del Diputado Pedro Vázquez González, del Partido del Trabajo. (Aplausos)

-Y del Diputado Juan José Guerra Abud, del Partido Verde Ecologista de México. (Aplausos)

-Saludo también la presencia del señor Profesor Humberto Moreira Valdés, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. (Aplausos)

-Saludo con afecto a nombre de sus amigas y sus amigos senadores a propietarios y directivos de distintos medios de comunicación que hoy nos honran con su presencia, así también como empresarios distinguidos que siempre han estado atentos del trabajo de este Senado de la República…..

(Sigue 2ª parte)

… siempre han estado atentos del trabajo de este Senado de la República.

Saludo a nuestro amigo senador de la República con licencia, no lo localizaba a usted, allá arriba en invitados especiales. Qué bueno que está junto con nosotros, al senador Gustavo Madero, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN. (Aplausos)

Bienvenido a esta reincorporación.

Conforme al acuerdo aprobado en esta Sesión Solemne, habrá una intervención por parte del señor Rafael Ochoa Guzmán, y una posterior por cada grupo parlamentario representado en el Senado, quienes tomarán 8 minutos de su tiempo cada uno.

Por ello, concedo el uso de la palabra al señor senador Rafael Ochoa Guzmán.

-EL C. SENADOR RAFAEL OCHOA GUZMÁN: Con su venia, senador presidente. Distinguidos invitados de honor esta mañana.

Señoras y señores senadores de la República.

No es el lugar, sino la causa.

No es la sede, sino quienes la ocupan y le dan vida.

Hoy corresponde a esta LXI Legislatura del Senado de la República inaugurar esta sede parlamentaria.

Me trae a la mente la definición que Tucídides este gran historiador y militar ateniense acortaba sobre las ciudades griegas, decía: “la polis son los hombres que la conforman”.

En efecto, el Senado de la República que hoy muda de sede, que abandona la casona de Xicoténcatl, luego de ocho décadas, sigue siendo la casa del pueblo, la casa de todas las voces, de todos los mexicanos. Origen, dicen, es destino.

Desde su nacimiento en la civilización el Senado siempre ha sido y hoy lo sigue siendo una institución de consulta y de representación, de debate y creación de leyes, una institución insignia de la República, un contrapeso frente a otros poderes y garante de la soberanía nacional.

Para los antiguos como para los modernos, el Senado es esa asamblea a la que se le confía la cosa pública, en la que los ciudadanos depositan su representación y la salud de la nación. De esa magnitud es su alta responsabilidad.

En México, el Senado, como parte del cuerpo legislativo nacional, es una de esas columnas que sostiene a la República, con la capacidad para mantener las tradiciones republicanas y a un tiempo renovar las prácticas democráticas. En ello reside la complejidad de nuestra tarea.

En el Partido Nueva Alianza hacemos votos para que este cambio de sede se convierta en un cambio de talante, en apertura y conciliación. Que esta nueva sede sea foro de debate y de deliberación al más alto nivel, que sea el mejor escenario para discutir los grandes temas nacionales y el origen de grandes cambios y transformaciones en bien de la República.

Además de dignificar el trabajo legislativo, estas instalaciones privilegian la racionalidad administrativa, permiten la concentración del quehacer legislativo y ahorran recursos en innecesarios arrendamientos.

Durante años la Cámara de Senadores, como parte del Congreso de la Unión, fue eclipsada por la preeminencia política del Ejecutivo. Hoy son otros los tiempos de la República, son los tiempos de la división de poderes y de los contrapesos institucionales, de que según la idea de Montesquieu, el poder contenga al poder; pero también son los tiempos del respeto entre poderes e instituciones del civismo republicano, de la urbanidad política.

No podemos arrogarnos la propiedad de esta sede, nadie es dueño de la casa del pueblo; sino el pueblo mismo. De ahí que en este recinto, patrimonio de la nación, patrimonio común, todos son bienvenidos porque esta también es su casa.

Estimados legisladores.

Es esta ocasión propicia para recordar y recordarnos a todos lo que ya hace varios lustros señalaba un clásico de la teoría política, por cierto senador vitalicio, Norberto Bobbio, quien advertía acerca de los preocupantes riesgos que suponen las llamadas promesas incumplidas de la democracia.

Sobre México se abate una serie de dificultades de muy variada catadura y riesgos de remota y reciente data, una hora compleja, difícil, que reclama soluciones, liderazgo político y conducción de los destinos de la nación, en el que viejos y nuevos problemas se agolpan para generar una sensación de desasosiego e incertidumbre.

Justo en este momento crítico es que los senadores debemos encarar el reto y responder en consecuencia.

Desde el Senado debemos hacernos cargo de los reclamos de la ciudadanía, lo mismo de su irritación que de su hartazgo, de su airado reclamo que sus demandas puntuales. No hacerlo es decir, no hacerlo a tiempo ni bien, entraña un enorme riesgo que a nadie conviene salvo a los enemigos de la patria.

En consecuencia, convoco a las fuerzas partidistas tan dignamente representadas en esta soberanía, a que aceleremos el paso en las discusiones y aprobación de leyes y reformas que el importan al país.

No llamo a la precipitación ni al apresuramiento, tampoco invoco el regreso de aquellos tiempos en los que el congreso era una especie de oficialía de partes que no hacía si no seguir instrucciones que procedían del Poder Ejecutivo.

No es el mío un exhorto a trabajar a destajo y de forma irreflexiva, aumentar lo que muchos llaman la productividad legislativa, como si se tratara de productos o de mercancías que se pueden elaborar en serie, como si el trabajo legislativo no requiriera de estudio y reflexión, de debate y múltiples consideraciones.

No, lo que propongo es que coloquemos por encima de todo al interés superior de la nación. Y en esa virtud le debemos viabilidad a algunas de las reformas detenidas, quizá en algunos casos por diferencias ideológicas o intereses facciosos.

Lo que propongo es que asumamos el compromiso de responder al reclamo ciudadano en estos tiempos duros para el país.

Lo que propongo es que desde nuestro ámbito de responsabilidad hagamos que la democracia funcione y dé resultados a los ciudadanos, que responda a sus preocupaciones y ocupaciones cotidianas.

Una democracia ineficaz es una democracia inservible. Dejemos a un lado, por un momento, el interés de facción o grupo.

En estas semanas que restan del Periodo Legislativo en curso, valoremos las iniciativas pendientes en sus propios méritos. No descalifiquemos por método ni por mero reflejo, permitámonos escuchar, ser alcanzados por la palabra del otro, por sus argumentos, sus razones. El Parlamento es la cas de la palabra, de los que hablan, pero también de los que escuchan.

Hagamos de este cambio de sede un cambio de temple y un cambio de ánimo. Estrenemos esta casa de todos con renovado espíritu de apertura y negociación, con amplitud de miras y profundidad de propuestas, también con una escucha renovada, sensible y atenta, dispuesta a permitirse dar cabida al decir del otro. Abandonemos el diálogo de sordos, el caos de las palabras huecas, pasemos al orden de las prioridades y al terreno de las concreciones. Pasemos de las iniciativas a las acabativas.

Honremos nuestra nueva casa, hagámonos dignos…

(Sigue 3ª parte)

. . . . . . . …….de las iniciativas a las aclamativas, honremos nuestra nueva casa, hagámonos dignos huéspedes de este recinto, transformemos este momento en un punto de quiebre para el bien de la república.

Es cuanto, señor Presidente.

(A P L A U S O S)

- EL C. PRESIDENTE SENADOR MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA: Gracias, señor senador. Aprovecho este espacio para saludar muy cumplidamente a don Juan Francisco Healy; a don Mario Vázquez Raña; a don Francisco Aguirre; a don Joaquín Vargas; a don Rogelio Azcárraga, gracias por estar en este lugar.

(A P L A U S O S)

Tiene ahora el uso de la tribuna el señor Senador Ricardo Monreal Avila, del Grupo Parlamentario del Trabajo.

- EL C. SENADOR RICARDO MONREAL AVILA: Esto es una farsa. Nada qué celebrar.

Ciudadano Presidente.

Ciudadanos integrantes de los Poderes.

Ciudadanos Gobernadores:

La república en emergencia. La crisis sin precedente; el país cayéndose a pedazos.

Ciudadanos legisladores y legisladoras.

Ciudadano Presidente de la Cámara de Diputados:

¿Qué ha provocado este desastre nacional?

Una clase gobernante sin timón ni dirección; monopartidista y ambiciosa, carente de una visión de estado, resuelta a mantener el statu quo; gobernadores y presidentes municipales que han convertido las entidades en pequeños feudos, que han abdicado de sus responsabilidades, y en donde los negocios son su única prioridad.

Una oligarquía que frena todo lo que no le beneficia, dueña de todo.

Ciudadano Presidente de la Corte: Un sistema de procuración de justicia y administración de justicia podrido; al servicio del mejor postor; donde se negocian previamente las resoluciones, desnudado de la confianza ciudadana y alejado del mínimo sentimiento popular que clama a diario justicia.

Un sindicalismo nacional único en el mundo por su proclividad a la corrupción, al abuso de autoridad, al enriquecimiento ilícito, al tráfico del poder.

Poderoso sindical, poderosos dirigentes sindicales que prostituyen la democracia, pervierten su función, pero que nadie se atreve a tocar. Son temidos y protegidos por los gobiernos.

Una clase política acomodaticia y medrosa, mediocre y corrupta que debe ser sustituida de manera urgente para que el país inicie una nueva etapa de reconstrucción el tejido social.

Mientras festejamos en la fastuosidad la inauguración de este recinto habrán sido ejecutados 16 personas más, para sumarse a los casi 40 mil caídos, culpables o no, sin averiguación ni expediente el 90 por ciento de ellos.

Díaz Ordaz afirmó: “..No sé por qué tanto alboroto, si el 2 de octubre no fueron ni menos de 20 ni más de 30..”, y terminó siendo juzgado por la historia como genocida, él y sus compinches que lo protegieron.

Hoy, ¿este gobierno dónde estará situado?, por esta desgracia humana donde se han perdido territorios completos, ha aumentado el consumo de droga y ha disminuido la edad de los consumidores en hogares donde no había, además del fracaso de extirpar las bandas y los cárteles del crimen organizado. El reclamo por la seguridad pública se ha convertido en el principal clamor popular.

La guerra unilateral de Calderón debe rediseñarse. Depuración y coordinación policíaca; labores de inteligencia, combatir la impunidad y la corrupción y combatir la estructura financiera de los capos.

Pero lo más importante, para serenar a la sociedad se requieren programas sociales: Educación, Salud, empleo, porque la mano dura no será la solución ni con más cárceles ni con más jueces ni con más armas ni con más policías.

¡Qué festejamos, hoy! ¿Hay algo qué festejar?

¿Festejamos acaso el aumento criminal de los combustibles?

¿Qué festejamos, el aumento a los precios de la Canasta Básica? ¿A las tarifas de luz y agua? ¿a los teléfonos y a los servicios?

O festejamos los niveles de desempleo del país, la deserción escolar y la reprobación del sistema educativo nacional.

O celebramos más aún el abandono del campo y los campesinos.

O la agresión permanente contra los trabajadores en una política antiobreristas que criminaliza la lucha de los obreros.

O celebramos la enorme corrupción institucional del gobierno en los contratos, en las licitaciones, en las asignaciones de obra y servicios multimillonarios.

¿Qué celebramos?

¿La deshonestidad de funcionarios intocables?

En la Comisión Federal de Electricidad que en la UNAM le dieron un reconocimiento a este pillo.

¿Qué celebramos?

¿La corrupción de PEMEX? ¿La corrupción del ISSSTE?, ¿la corrupción del IMSS?, ¿la corrupción del INFONAVIT?, ¿la corrupción del gobierno, de los estados?

¿Qué celebramos?

Celebramos el desmantelamiento del patrimonio del Estado; la apropiación ilegal de una oligarquía rapaz de los recursos de la nación.

Les pregunto, senadores y senadoras: ¿Qué celebramos?

Ya tenemos casa nueva, sin embargo, la cuestión de fondo es saber cuándo dispondrá el país y la ciudadanía de un nuevo Senado, si en este cambio de recinto oficial no dejamos atrás las viejas prácticas y vicios parlamentarios, la mudanza habrá sido estéril, habrá un odre nuevo, pero contendrá el mismo vino viejo.

Yo recuerdo………

(Sigue 4ª. Parte)

...el mismo vino viejo. Yo recuerdo muy bien, y algunos de aquí lo recordarán, 1991 me tocó la suerte de ser senador en un senado de 64 integrantes, sólo teníamos el espacio de Donceles, ahí en el primero y en el segundo piso estaban los despachos de los senadores, uno por dos metros de madera modesta, despachos austeros, dignos, todo en ese edificio.

Cuánta distancia de aquella época ahora. Miren el humo, miren la desproporción y el contraste de la pobreza y la miseria afuera, más privilegios para la clase política, más privilegios para la clase gobernante. Por eso hoy les vuelvo a preguntar ¿Qué festejamos? ¿Qué celebramos?

En 1857, en la Constitución liberar, concluyo presidente, se suprimió el Senado de la República y en la exposición de motivos decía: “Se suprime el Senado por haberse convertido en una Cámara oligárquica que representa los intereses más bastardos”, porque el Senado se convirtió en un campo de invierno, de nulidades políticas. Eso es lo que hay que recordar. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Gracias, señor senador.

Saludo la presencia en esta casa de la evidente pluralidad a la Diputada Josefina Vázquez Mota, Coordinadora de la Fracción Parlamentaria del Partido Acción Nacional; como también al señor Diputado Francisco Salazar Díez que nos honran con su presencia; saludamos también al señor Secretario de Comunicaciones y Transportes, José Antonio Meade; al Secretario de Economía, Bruno Ferrari; y también al Secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar.

Toca el turno y el uso de la voz al señor Senador Dante Delgado, quien es el Coordinador Parlamentario del Partido Convergencia.

-EL C. SENADOR DANTE DELGADO RANNAURO: Senador Presidente del Senado de la República; Diputado Presidente de la Honorable Cámara de Diputados; Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; ciudadano Secretario representante del titular del Poder Ejecutivo; ciudadanos gobernadores; ciudadano Jefe de Gobierno; invitados especiales; compañeras y compañeros legisladores:

Esta Sesión Solemne, con la que inauguramos la nueva sede del Senado de la República, debiera de ir de la mano con la importancia y la enorme responsabilidad que implica ser integrante activo de esta institución republicana y federal. Debiera ser la de hoy una fiesta cívica, un evento que sellara la reconciliación de la política con la sociedad, un acto de gran significancia democrática, un paso firme hacia la restauración de la confianza ciudadana en sus legisladores, un vivo ejemplo de que por encima de los legítimos intereses partidistas privan los consensos y los acuerdos en beneficio de la sociedad.

Pero lamentablemente no es así, no hay espacios para celebración alguna, basta con advertir la situación general que priva en el país y el ánimo de la sociedad respecto de la política y de los políticos que no hemos sabido estar a la altura de sus reclamos. Esta sesión debiera ser para que todos nosotros, senadores y actores políticos, nos comprometamos en la reconstrucción del tejido social, hoy maltrecho por la inseguridad, el hartazgo, la indignación y la desconfianza. Que nos haga reflexionar en el ¡Ya basta! de quienes nos señalan por nuestra incongruencia y nos acusan de traer la democracia en los labios y el engaño en nuestras acciones.

Ante una realidad social agobiada por la inseguridad, el desempleo, la marginación, la violación de derechos humanos y la falta de certidumbre en el futuro no es correcto ni ético que el Ejecutivo Federal gaste más de 18 mil millones de pesos en una espotización absurda para justificar una acción de gobierno que ha defraudado al pueblo. Tampoco es correcto ni ético que los gobernadores gasten más de 40 mil millones de pesos en hacer lo mismo.

Es inadmisible que mientras el Ejecutivo Federal, los gobiernos estatales y municipales abultan burocracias inútiles se pretenda disminuir al Congreso. Es inaceptable que el Ejecutivo Federal demande al Congreso reformas legales para supuestamente lograr eficiencia gubernamental, cuando se han aprobado iniciativas en materia de seguridad sin que haya logrado detener la violencia y su secuela siniestra de más de 35 mil muertos, muchos de ellos de mujeres jóvenes y niños inocentes.

Es increíble que mientras se vulneran derechos ciudadanos y crece la insatisfacción social se promuevan desde el poder público iniciativas para brindar paraguas de impunidad a la autoridad. ¿Cómo entonces responsabilizar al Congreso y al Poder Judicial de las faltas de una administración ineficaz por incompetente?

Es grave y complejo el conjunto de factores, de factores estructurales y coyunturales que nos tienen en esta lamentable situación. El clima de inseguridad y violencia social obstruye la adopción de estrategias institucionales eficaces para hacer de la crisis oportunidad de progreso en vez de amenaza de desintegración.

Esta coyuntura compleja va mucho más allá de un problema de inseguridad que pueda resolverse solamente con el uso de la fuerza pública. La violencia y la multiplicación de poderes fácticos tienen hondas raíces económicas y sociales, la acumulación de más de dos décadas de crecimiento económico insuficiente, un escalofriante rezago educativo, ahondamiento de disparidades sociales y una transición democrática entrampada.

Esas condiciones, entre otras, son las que han producido desocupación masiva, empobrecimiento, emigración forzada, erosión institucional y, sobre todo, una desesperanza en la que los poderes fácticos criminales o no han hallado caldo de cultivo para vulnera el estado de derecho y perturbar la paz social.

Sin una respuesta eficaz…

(SIGUE 5ª PARTE)

…derecho y perturbar la paz social. Sin una respuesta eficaz a estas causas subyacentes el mantenimiento de un Estado de guerra interno no declarado, no sólo será incapaz de restablecer la seguridad pública y la confianza de la sociedad, sino que agudizará más aún el deterioro institucional y el desgaste de nuestro ya frágil tejido social.

No es posible aceptar que la única capacidad demostrada por el gobierno sea mentir, a falta de un programa nacional de celebración del Bicentenario de la Independencia, y del Centenario de la Revolución, se derrocharon recursos públicos en eventos efímeros y spots cursis en vez de dejar testimonios permanentes e históricos de las conmemoraciones en todas las comunidades del país; la falta de imaginación resulta patética.

Hace un siglo, el 16 de septiembre de 1910, se inauguró en Paseo de la Reforma la Columna de la Intendencia, hoy el gobierno federal no tiene para cuando terminar lo que sería el Arco del Bicentenario, la pregunta obligada es, ¿por qué con menor desarrollo y menos recursos tecnológicos sí se cumplió con el calendario de celebraciones del Centenario en 1910, y ahora no? Bien habríamos empezar por reconocer que allá afuera, mientras asistimos a esta sesión solemne, millones de mexicanos se enfrentan todos los días a gravísimos problemas de sobrevivencia.

No los olvidemos, no los soslayemos, no pongamos oídos sordos a los gritos de indignación, lo hemos señalado, los acuerdos se construyen en la Junta de Coordinación Política, en las comisiones, en el pleno o en la calle, no olvidemos a quienes defraudados y desesperanzados no tienen ya más camino que el de la manifestación callejera para hacerse escuchar.

Una sociedad hastiada y frustrada siempre acaba por buscar sus propias salidas, sus propias soluciones, sus propias respuestas, con o sin liderazgos que encaucen su justa irritación. Reitero hoy, que el cambio genuino y esperado se hará con nosotros, sin nosotros, o a pesar de nosotros. Es cuanto, presidente. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: “Es mucho, senador”. Tiene el uso de la palabra el señor senador Arturo Escobar y Vega, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México, en este Senado.

-EL C. SENADOR ARTURO ESCOBAR Y VEGA: Gracias, señor presidente. Señor presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señor Secretario de Gobernación, mando un saludo de mi grupo parlamentario al Presidente de la República.

Nosotros sí lamentamos que en esta espléndida ocasión no tuviéramos la posibilidad de tener aquí al Jefe del Estado Mexicano, y a los Tres Poderes de la Unión, para que juntos diéramos la cara ante los acontecimientos que vive nuestro país.

En la vida parlamentaria y en la historia del Senado de la República este día no sólo representa un cambio físico en la instalación de uno de los foros más importantes para el desarrollo de la democracia de México, también debe de simbolizar el inicio de una etapa vigorosa y fructífera en el diálogo.

Pregunto: ¿se necesita que reinauguremos un nuevo lugar de trabajo para tomar conciencia sobre lo que ocurre en nuestro país? Lo importante no es venir aquí a decir discursos que terminen en el olvido de archivos legislativos.

Sin embargo, por la conjunción de los hechos que hoy vive México es preciso decir, y aprovechando la presencia republicana de los representantes del Estado Mexicano, que este no es cualquier día, los Poderes de la Unión están aquí reunidos para demostrarle a los enemigos de México que el Estado Republicano existe, que es fuerte y que no será vencido.

Sirva este momento para todos nosotros antes del 2012, pactemos un México moderno, por un futuro que le de estabilidad a nuestros descendientes; que simbólicamente este evento signifique la posibilidad de “reinventarnos”, de que sin importar si estamos en la víspera de una elección pensemos en México, hablemos “descaradamente” de la situación entre nosotros, abracemos las mismas ideas, que quieren revolucionar nuestro país.

Lamentamos muchísimo este Senado ya ha perdido grandes oportunidades para participar en la transformación de México. Por ejemplo, la reforma energética, perdimos la posibilidad de darnos un eje de crecimiento porque una minoría con todo el derecho defendió una causa, pero a la mayoría del Senado le faltó valor para tomar una decisión que transformara el sector energético mexicano.

Seamos como senadores dignos representantes, defendamos las causas justas, demostremos que el cuantioso gasto que se erogó para la construcción de estas nuevas instalaciones, no es simplemente un lujo, estamos ciertos de que a la población no le preocuparía el costo del Senado si les diéramos leyes que protegieran su empleo, que protegieran el medio ambiente, que les garanticen paz y tranquilidad; que modernicen a México, el mundo lo está haciendo, y nosotros seguimos discutiendo el pasado.

Líderes mundiales vienen y van, llega a nuestro México y únicamente sonríen y se sorprenden por nuestra incapacidad y falta de voluntad para tomar decisiones, decisiones que nos transformen, que no conviertan en un país realmente competitivo.

Hoy que el futuro nos demanda, más que nunca patriotismo y responsabilidad, debemos realmente emular a los grandes senadores, que como don Belisario Domínguez, construyeron la historia de esta soberanía.

Manifiesto que el reto del Senado es mantener la idea republicana, y el concepto tradicional de Cámara Alta, de los miembros prudentes del país, el órgano del Estado va a ser más serio y respetable, ante cual la nación puede recargarse, que este día y esta inauguración sirvan para fortalecer dichos conceptos.

Yo les pedía una posibilidad para dar un golpe de timón, un viraje en el curso de la historia contemporánea que ayude a “revisar” la diferencia, a que se concreten reformas nacionales que nuestra patria ya no nada más necesita, exige y demanda; reformas que nos adelanten a los tiempos.

Recordemos a los indígenas actuales más sabios de América, y aseguran que no hay tiempo, pues este tiempo se va a transformar con o sin nosotros.

Los acontecimientos mundiales de hoy invitan a cualquiera a pensar en procesos apocalípticos, y nadie puede negar que así es, lo sucedido en Japón, los desastres naturales, el cambio climático y todos los hechos sorprendentes de los últimos años nos invitan a reflexionar y hacer un alto en el camino.

La investidura que la patria nos otorgó tiene que ser honrada, exaltada y usada no sólo para decir de aquí, del Senado, parten de su viaje político futuros gobernadores, sino para decir que de aquí no sólo teóricamente ……

(Sigue 6ª. Parte)

…para decir: “De aquí, del Senado, parten de su viaje político futuros gobernadores”.

Sino para decir: “Que de aquí, y no sólo teóricamente, sino formalmente, están algunas, y están algunos de las mujeres y hombres más despiertos de México”.

Del prestigio del Senado, sea no sólo plataforma política para que ciertos actores despeguen, sino el centro de lanzamiento de las mejores ideas, de las mejores propuestas en materia económica, en materia ambiental, en materia social, y por supuesto en materia internacional.

Tenemos que hablar de frente, aprovechando el estatus y nivel constitucional del Senado.

Sería imposible no decir: “Que todos los partidos realmente quieren decir”. Pero este no es el día político del informe presidencial, ni la hora del sistema.

Con respecto a la ocasión, lo que sí cabe resaltar es que este nuevo Recinto debe ser una caja de resonancia del nuevo pensamiento mexicano.

Que la responsabilidad internacional del Senado fortalezca, con esta celebración, la intención de todos, de dignificar nuestras fronteras; que renazca el muro liberal, y no fascista en el sur; que los Senadores de México seamos capaces de equilibrar nuestras exigencias ante los Estados Unidos, estando pendiente ante Centroamérica.

Me congratulo, junto con mis compañeras y compañeros Senadores en este día, comprometidos para que nuestra bancanda contribuya a la obediencia leal conferida por la Constitución a este cuerpo legislativo.

Así como materialmente el Senado consta de una nueva sede, que las palabras que osemos pronunciar en esta nueva tribuna, sean verdaderas palabras de México, las palabras del nuevo mexicano, del mexicano del Siglo XXI, el que sabe que puede, el que sabe que debe, el que trabaja para que México sea grande.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Gracias a usted, señor Senador Escobar.

-Quisiera aprovechar --antes de conceder el uso de la voz al Senador Carlos Navarrete-- para saludar específicamente la presencia:

De la Gobernadora de Yucatán,

la licenciada Ivonne Ortega Pacheco.

Del señor Jefe de Gobierno del Distrito Federal,

Licenciado Marcelo Ebrad Casaubond.

Del señor licenciado Enrique Peña Nieto,

Gobernador del Estado de México.

Del señor licenciado Marco Antonio Adame,

Gobernador del Estado de Morelos.

Del señor licenciado Mario López Valdés,

Del Estado de Sinaloa.

Del señor licenciado Rodrigo Medina de la Cruz,

Gobernador del Estado de Nuevo León.

Del señor licenciado Rafael Moreno Valle,

Gobernador del Estado de Puebla.

Del señor licenciado Mariano González Zarur,

Gobernador del Estado de Tlaxcala.

Del señor licenciado César Duarte Jáquez,

Gobernador del Estado de Chihuahua.

Del señor licenciado Roberto Borge Angulo,

Gobernador del Estado de Quintana Roo.

Del señor ingeniero Egidio Torre Cantú,

Gobernador del Estado de Tamaulipas.

Y del señor contador público, Jorge Herrera Caldera,

Gobernador del Estado de Durango.

Bienvenidos a este Recinto. Muchos de ellos salieron de aquí para ser gobernadores. (Aplausos).

No es casual que deje al último a un Senador también de esta legislatura, el señor licenciado Fernando Ortega Bernés, Gobernador del Estado de Campeche. (Aplausos).

Se concede ahora el uso de la palabra al señor Senador Carlos Navarrete Ruiz, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República.

-EL C. SENADOR CARLOS NAVARRETE RUIZ, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática del Senado de la República (PRD): Gracias.

Señores representantes de los poderes de la unión.

Compañeras Senadoras;

Compañeros Senadores;

Estimados y distinguidos invitados, todos y todas:

En esta sesión --hay que decirlo con claridad-- no estamos celebrando nada, ni un simple cambio de sede, ni una monumental mudanza tampoco, se trata de una sesión en un nuevo Recinto del Senado de la República, la Cámara de debate, la Cámara de la representación plural de la sociedad mexicana donde se escuchan las voces de las fuerzas políticas, que por mandato de los electores tienen aquí representación senatorial.

Y sí, es una oportunidad, para con la presencia del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, del representante del Ejecutivo Federal, del Presidente de la Cámara de Diputados y de todos nuestros invitados, hagamos un recuento de cómo está el país en este momento.

Es preferible que en una Sesión Solemne debatamos nuestra visión del país, y no que construyamos, ni escándalos mediáticos, ni celebraciones que no tienen ningún sentido.

En la izquierda mexicana hay una visión crítica de la situación por la que pasa México.

Sí, no estamos bien en la economía, aunque la macro economía parezca tener buenos datos y buenas cifras.

No estamos bien en seguridad, no hay tranquilidad en el bolsillo de millones de mexicanos, ni en lo social, ni en lo económico podemos echar las campañas a vuelo en este 2011.

Pero hay que decirlo con claridad también. En la izquierda mexicana tenemos una visión crítica, no de este sexenio, ni del 2000 para acá, porque no pensamos que el Gobierno, primero cuando gobernaba un partido y después del 2000 cuando gobernó otro, sea solamente responsables sexenales de lo que ocurre en el país.

Tenemos una visión crítica desde hace 29 años de lo que ocurre en México.

Cómo no recordar los viejos tiempos del 82 para acá, cuando una visión económica se impuso, una visión neoliberal en lo económico que llevó a al país a un modelo de desarrollo cuyas consecuencias están ahora viéndose claramente.

Somos críticos de un modelo económico insuficiente y caduco.

Somos críticos de las desigualdades acumuladas en el país, y somos críticos del modelo político que hubo que romper a golpe de votos y de movilizaciones desde 1988.

Por cierto, a veces la memoria es flaca, pero hay que engordarla un poquito. Hoy se pueden tener visiones muy críticas del presente, pero no se me olvida que en el 88 había, quienes hoy, con otras banderas y colores, representaban y defendían lo que Carlos Salinas significaba en el país.

Estábamos en la Cámara de Diputados discutiendo los temas de la calificación presidencial, y había defensas ultranza de lo que el régimen político era entonces, y no.

Me niego a aceptar que el pasado fue mejor.

Me niego a aceptar el presidencialismo exacerbado que designaba a 64 Senadores en listas cerradas, cuando los Senadores eran simplemente aprobadores de las Iniciativas que se hacían en el jurídico de la Presidencia de la República, ese tiempo no fue mejor.

El tiempo de la pluralidad es éste, y es mucho mejor, sin duda alguna. Esta pluralidad la hemos construido millones de mexicanos.

Este Senado abierto y plural lo hemos construido millones de mexicanos, a golpes de movilizaciones, de protestas, de luchas, de votos, de reformas, de apertura. Y si hoy hay voces diferentes en este Senado, es porque los mexicanos han aceptado que por la vía electoral se puede cambiar de gobierno y se puede cambiar de régimen, a eso aspiramos en el 2012, por cierto, legítimamente.

Y digo que el país está mal, porque los últimos 29 años el modelo ha sido esencialmente el mismo, sea de un color o sea de otro.

Yo espero que si mi partido gana la elección en el 2012, y haremos todo para lograrlo, podamos darle un giro en la conducción política, social y económica del país. Tendremos que demostrar que tenemos alternativas.

Pero yo no puedo renegar de la pluralidad…

(Sigue 7ª. Parte)

. . . y social económica del país, tenemos que demostrar que tenemos alternativa, pero yo no puedo negar de la pluralidad mexicana, no puedo renegar del equilibrio de poderes, porque recuerdo muy bien los tiempos en que el Ejecutivo Federal era el Jefe de todo y de todos.

Recuerdo los tiempos del Presidencialismo cuando mandaba en las Cámaras, cuando mandaba en los medios de comunicación, aquí hay representantes de los medios de lo que saben lo que significaba aquel tiempo, cuando mandaba en la Suprema Corte de Justicia, cuando mandaba en todas partes, cuando en el Senado había 64 voces monocolores, ausencia de debate, sesiones aburridas, sin disonancia de ninguna naturaleza, cuando el Presidente llegaba y el Congreso lo recibía de pie en un pasillo central que afortunadamente en este Senado no existe, una propuesta del Senador Pablo Gómez, por cierto, para que eliminemos ese pasillo presidencial que en San Lázaro existe y que aquí no existe, porque este es el Congreso del siglo XXI, el Congreso Plural, el Congreso diverso, el Congreso del Debate, el Congreso de la exposición de ideas, de planteamientos, de juego democrático donde se propone, se discute, se debate, se ganan o se pierden votaciones, se hacen coaliciones legislativas, se negocia, se reforman dictámenes, se dan resultados a la gente. Ese es el Congreso Mexicano que hemos construido entre todos, por cierto, es el Congreso que constituyó la voluntad de los electores con su voto en el 2006 y a los representantes de la izquierda aquí no se nos olvida a quiénes representamos ni a quiénes nos mandaron aquí, los electores que votaron por nosotros nos enviaron a reformar leyes, a legislar por el bien del pueblo de México, a representar las voces de millones de mexicanos, nos enviaron para que la pluralidad mexicana funcione y la democracia se mejore porque no compartimos el nivel de la democracia mexicana, es muy perfectible, es muy mejorable, y sí, las instituciones mexicanas tienen que ser renovadas, reformadas, mejoradas, sustancialmente, incluyendo el Senado de la República, debemos tener mayor productividad, más resultados, más reformas, más acuerdos, más representación de lo que la gente sienta en las calles.

Ese es el reto nuestro, el edificio, construcciones simplemente asientos, salones, sonido nuevo, esto no es lo trascendente, ni siquiera cuánto se gastó en esto, no lo convirtamos en el centro de la inauguración de esta nueva sede del Senado. Eso es secundario, a final de cuentas, los recintos como las casas, lo importante es quienes las habitan, lo importante es lo que hagamos en ellas, lo importante es lo que construyamos entre todos, y que todos con nuestra libertad para debatir, para exponer, lo que quieren que representen los ciudadanos de México, que críticos o lo que está ocurriendo, preocupados por lo que está ocurriendo, angustiados por la violencia en el país, le piden a las Cámaras del Congreso, resultados, le piden respuestas, le piden energía para que el Ejecutivo cumpla con sus obligaciones, y yo espero que esta simple mudanza que no tiene mayor importancia, simplemente nos pasamos de un recinto a otro, sirva para que senadora a senador, grupo a grupo, todos hagamos nuestro mejor esfuerzo, porque hay que decirlo además, esta legislatura aún no culmina, que nadie se despida a destiempo del trabajo legislativo, nos faltan sesiones intensas, de esta semana y la próxima o la siguiente, nos faltan periodos de sesiones de septiembre a diciembre y también en el 2012, y los que estamos aquí representando a millones de mexicanos, tenemos la obligación política de darle respuesta a la gente que nos envió cómo sus representantes, lo demás es lo de menos, incluyendo el recinto.

Muchas gracias, compañeros. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Gracias a usted, Senador Navarrete.

Esta Mesa Directiva saluda también al Licenciado Tristán Canales, Presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, hace lo propio con los consejeros de la Judicatura Federal, César Jáuregui y Jorge Moreno Collado, y aprovecha también la oportunidad para saludar a distinguidos empresarios que siempre han estado atentos de los trabajos del Senado, como don Roberto González Barrera, don Héctor Slim, don Ramiro Garza.

Tiene el uso de la palabra el señor Senador Francisco Labastida Ochoa, a nombre del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Con su permiso, señor Senador, Presidente Manlio Fabio Beltrones; señor Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, don Juan Silva Mesa; Ciudadano Jorge Carlos Ramírez Marín, Presidente de la Honorable Cámara de Diputados; ciudadano Francisco Blake Mora, Representante del ciudadano Presidente de la República, señoras y señores gobernadores, distinguidos invitados, compañeras y compañeros senadores:

Deseo dejar constancia de reconocimiento en primer lugar a mis compañeros de la Fracción Priísta, por concederme el honor de representarlos en esta ocasión.

El Presidente Juárez tuvo en 1867 la visión de proponer al Congreso de la Unión el restablecimiento del Senado de la República. El propósito jurista era que esta Cámara contribuyera a la construcción de un estado mexicano con contrapeso, se trataba de construir un nuevo equilibrio de poderes y de que estuvieran representadas de manera efectiva, cada una de las entidades federativas del país, fueron los forjadores de la nación como Juárez, Lerdo de Tejada, Ramos Arizpe o Belisario Domínguez, quienes le dieron lustre y vida a esta imprescindible institución política, el trabajo legislativo que ha salido de esta Cámara, se ha distinguido por la profundidad de la reflexión, por ser un espacio libre para el intercambio de ideas.

Desde aquí se han defendido los valores superiores de la Nación, la soberanía, el estado de derecho, las libertades y los derechos humanos, este ha sido el espacio propicio para la discusión y el debate de fondo de los grandes problemas del país.

Hoy también es un momento propicio para volver a pensar engrande, con espíritu de estado, con auténtico compromiso con la nación.

Esta es hora de pensar de nuevo en las respuestas y en los caminos que requieren las grandes cuestiones nacionales. En este coedificio construido ex profeso para el funcionamiento del Senado, tenemos que renovar nuestros más profundos propósitos de servirle únicamente al país.

Este es momento también de evaluar en qué contexto se encuentra México, cuáles son los grandes activos que tiene el país, qué fuerzas lo impulsan y qué retos enfrenta, tanto por las circunstancias del mundo como por nuestra propia problemática, y es un lugar común decir que México y el mundo cambiaron, ese proceso de cambio se mantendrá y se acelerará, lo único que no cambia, en palabras de don Jesús Silva Herzog, es que todo cambia, no hay juez, ningún futuro cierto, ni bueno, ni malo, ni habrá ninguna otra Nación que venga a arreglar nuestros problemas, somos sólo nosotros los mexicanos los que podemos enfrentarlos y solucionarlos.

El mundo vive épocas cruciales de las que no estamos exentos, va a crecer mucho la población en los próximos años, lo que va a demandar muchos más alimentos y más agua, va a crecer la economía y con ello también se va a requerir más energía, somos hoy una nación de contrastes, de profundos contrastes con una profunda insatisfacción colectiva y un gran deseo de cambio, somos la economía número 15 en el entorno internacional, pero hasta hace poco más de 10 años ocupábamos el 9º lugar nos rezagamos en el concierto mundial, estamos marcados por la desigualdad social. . .

(Sigue 8ª parte)

… el noveno lugar, nos rezagamos en el concierto mundial. Estamos marcados por la desigualdad social.

Nuestra distribución del ingreso es cada día peor. La violencia crece incontrolablemente, el número de muertos ligados al crimen organizado fue más de cuatro veces superior en el 2010 que en el 2007. Hay una enorme, vergonzosa, inaceptable impunidad.

Millones de jóvenes no tienen empleo ni tampoco acceso a la educación. La calidad de la educación básica es la última entre todos los países de la OCDE.

Hay menos de una cama de hospital por cada mil habitantes, la tercera parte de la que tienen los países desarrollados.

El sistema de transporte público de pasajeros es pésimo y absolutamente insuficiente para el tamaño de nuestra población.

Los habitantes de las grandes zonas urbanas pierden horas y horas para trasladarse.

Sólo tenemos hidrocarburos para diez años de producción y la mitad de la energía se consume en los transportes.

El 60 por ciento de los gases de invernadero lo generan los sectores de energía y de transporte.

Nuestro campo es cada vez más insuficiente para alimentar a la población.

Nuestro país no ha encontrado una manera de insertarse en la globalización sin un gran riesgo de ser arrollado por la misma.

Nuestro modelo energético no es sustentable en largo plazo.

La informalidad distorsiona el entramado económico.

La disponibilidad de agua nos puede significar pronto un grave y serio problema en varias regiones del país.

El Sur tiene un rezago que no es aceptable como parte del todo nacional.

La economía tiene que recuperar impulso. Como vamos no se pueden crear los empleos necesarios ni ocupara nuestros jóvenes ni aprovechar a los egresados del sistema educativo.

La inversión productiva y en infraestructura debe ser mayor.

La estructura monopólica no puede seguir siendo obstáculo de nuevas inversiones ni generar falta de competitividad por altos precios o mala calidad de los productos y de los servicios.

Buena parte de las explicaciones de esa problemática están en un gran desacuerdo social.

Tenemos formas democráticas de decidir y gobernarnos, pero no hemos sido capaces de hacerlas eficaces y orientarlas a la solución de los auténticos objetivos nacionales.

Estamos concentrados en defender nuestros puntos de vista. A veces ni siquiera ponemos en el centro de la discusión a dónde queremos ir y cómo llegar allá.

Prevalece la lucha, a menudo excluyente por ganar las decisiones de corto plazo y ganar vía alianzas las elecciones.

Hay quienes hacen de la memoria un ejercicio selectivo y parcial, sólo se acuerdan de algunos problemas y de algunas fechas.

Es obvio, adecuado a sus intereses políticos de coyuntura.

Necesitamos definir el rumbo del país con un horizonte de gran alcance y armar y reformar las instituciones que nos sustenten en ese camino.

Requerimos decisiones de gran calado para movilizar los recursos y movilizar la energía social.

Al lado de eso somos una nación con gran historia, tenemos un pasado el cual sentirnos orgulloso y tenemos grandes posibilidades hacia el futuro, nuestro legado histórico es milenario.

Logramos una independencia heroica y hemos sido capaces de transitar hacia la democracia y la justicia, construyendo instituciones sólidas. En toda esa tarea fueron determinantes grandes hombres y mujeres los forjadores de la patria como Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz, grandes estadistas como Juárez y Cárdenas, y grandes pensadores como Octavio Paz y Jesús Reyes Heroles.

El nuestro es un pueblo trabajador, hábil, comprometido. Y ese pueblo y este país demandan un mejor presente y un mucho mejor futuro.

Nuestro compromiso de fondo, al final de cuentas, es sólo con México y con los mexicanos. Pero el país requiere seguridad pública, seguridad alimentaria, empleo, educación de calidad, mejores hospitales. Necesitamos, en síntesis, un cambio de rumbo.

La reflexión, a partir de la verdad, será la base para construir propuestas y soluciones viables.

La construcción de un mejor futuro, a final de cuentas, es la hazaña de la inconformidad.

Gracias por su atención. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Gracias señor senador.

¿Con qué objeto, senadora?

Les recuerdo nada más que es una ceremonia solemne, pero con mucho gusto la escucho, senadora.

-LA C. SENADORA BLANCA JUDITH DÍAZ DELGADO (Desde su escaño): Solamente para hacer un comentario respecto a que quisiera lamentar mucho, como presidenta de la Comisión de Equidad y Género, que no fue designada ninguna mujer para hacer uso de la palabra en esta Sesión Solemne Inaugural de la Cámara de Senadores. Y además también comentar que me da muchísimo gusto que se haya tomado la previsión de que una mujer estuviera presente en el presidium. Felicitar que esto haya sucedido, porque quisiéramos que las mujeres estén integradas en todos los actos que sucedan en el Senado de la República. Pero además también comentarle que quisiéramos que en la Reforma del Estado esté presente el tema de paridad y el tema de la Ley “AntiJuanitas”.

Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Gracias a usted senadora. Esta presidencia toma nota de su inquietud y su propuesta.

Al saludar a don Juan Bustillos, a don Carlos Romero Deschamps, y al mismo tiempo hacerlo propio con familiares y amigos de senadoras y senadores de la República, se concede el uso de la palabra al señor senador José González Morfin, coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.

-EL C. SENADOR JOSÉ GONZÁLEZ MORFIN: Señor presidente del Senado de la República, señor representante del titular del Poder Ejecutivo Federal, señor presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señor presidente de la Cámara de Diputados; señores gobernadores y Jefe de Gobierno; señores secretarios de Estado; señoras y señores coordinadores de los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados; señores titulares de los organismos constitucionales autónomos; y señor rector de la Universidad Nacional Autónoma de México; distinguidos invitados especiales que nos honran hoy con su presencia; compañeras y compañeros senadores.

Vivimos hoy un momento tan especial en la historia de nuestro país y en particular en la historia de la vida legislativa mexicana.

Esta mañana participamos de un momento simbólico que va más allá del simple hecho de inaugurar un edificio. Vivimos un momento que nos debe hacer reflexionar sobre nuestra labora hasta el día de hoy y sobre nuestra tarea como legisladores de la Cámara alta.

Soy un convencido de que el trabajo legislativo permite la participación integral de la sociedad a través de sus representantes populares en la transformación de México.

La ceremonia de la que somos partícipes el día de hoy, nos ofrece la gran oportunidad de hacer de esta edificación algo más, mucho más que concreto, varilla y cristal, más que un número en el Paseo de la Reforma, más incluso que una muestra del indiscutible valor de la arquitectura mexicana.

Estamos hoy ante la oportunidad de convertir esta nueva sede en un sólido valuarte de la nación, respetando las mejores tradiciones legislativas de nuestra historia.

No hay otra vía y debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para que el Senado sea, en efecto, fortaleza de nuestra vida institucional, garante de nuestros derechos y libertades. Primer muro de defensa de nuestra soberanía, leal representante de nuestra unidad y pluralidad, promotor incansable de la igualdad y, sobre todo, impulsor del espíritu transformador que distingue a esta gran nación.

El día de hoy concluye un largo camino e inicia otro, fueron casi ocho décadas en las que el Senado de la República…

(Sigue 9ª parte)

. . . . . . . . ……un largo camino e inicia otro, por un casi ocho décadas en las que el Senado de la República tuvo como sede la casona de Xicoténcatl.

Nuestro antiguo recinto legislativo es en si mismo patrimonio histórico de todos los mexicanos y por él se han visto pasar a grandes mujeres y hombres que marcaron la historia y destino de nuestro país.

Ante este hecho sólo puedo decir que me siento profundamente orgulloso de haber sido partícipe al igual que todos y todas ustedes de esa historia que tiene nuestro recinto de Xicoténcatl.

El proceso de mudanza y de renovación hacia la nueva sede no sólo es físico, debe también ser intelectual y en el mejor de los casos debe ser de actitud.

Me refiero a la actitud que nos lleva a cumplir con eficacia la más alta función de un parlamento, la tarea de legislar, que se suma a los procesos de informar, educar y orientar el debate público nacional.

Estamos ante una situación inmejorable, hemos robustecido los muros que propician como nunca antes el pleno desarrollo de las funciones de este órgano legislativo.

Debemos ahora contar con la entrega y compromiso de senadoras y senadores para elevar la calidad de los debates y propiciar los acuerdos legislativos a favor de México.

El día de hoy culmina una tarea iniciada hace tiempo y se alcanza una meta anhelada por muchos mexicanos.

Quiero expresar hoy aquí mi más amplio reconocimiento a quienes han hecho posible que hoy estemos aquí.

(A P L A U S O S)

A los senadores Diego Fernández de Cevallos; Enrique Jackson y Jesús Ortega, coordinadores parlamentarios en la LVIII y LIX Legislaturas, que fueron quienes dieron el impulso definitivo para que se iniciaran los trabajos que hoy concluyen con la inauguración de esta nueva sede; a la Universidad Nacional Autónoma de México, cuya participación como testigo social, desde el 2002, 2003 en que se buscó la ubicación para el recinto ha estado presente, cuidando siempre que la obra tenga la mejor calidad, y siempre cuidando también que se transparenten el uso de los recursos públicos en la construcción del Senado; muchas gracias a la Universidad Nacional.

No puedo dejar de agradecer también al Titular del Poder Ejecutivo Federal, bastaría recordar que en el 2006, cuando la Cámara de Diputados nos negó en el presupuesto 2007, los primeros 500 millones de pesos que permitían poder licitar e iniciar al obra; fue la sensibilidad del Titular del Poder Ejecutivo Federal la que permitió que con economías del ejercicio fiscal 2006 se pudiera contar con estos recursos y poder licitar la obra.

Al Gobierno de la Ciudad de México, que siempre ha apoyado y ha comprometido todas las tareas que están a su alcance en beneficio de la construcción de la nueva sede del Senado de la República.

Y, de manera muy, muy especial quiero expresar hoy mi agradecimiento a los ingenieros, a los arquitectos, a todos los trabajadores, hombres y mujeres que levantaron cimientos, muros y columnas, techos y pisos de esta monumental construcción.

Este recinto, compañeras y compañeros senadores nos permite iniciar una nueva etapa en al historia parlamentaria de nuestro país; una etapa en la que el diálogo y los acuerdos sean la regla y no la excepción para bien de México.

La obra refrenda el prestigio nacional e internacional de nuestro país en materia arquitectónica y deberá consolidar el prestigio de la Cámara Alta como cuerpo legislativo de las reformas, de los acuerdos por México.

Tengamos presente el legado de quienes nos antecedieron y, hagamos honor a su trabajo en esta fecha tan especial para nosotros.

Estamos aquí por el patriotismo y entrega de hombres y mujeres honorables que hicieron del Senado de la República un poder conformador y transformador del Estado Mexicano.

Hombres como el doctor Belisario Domínguez, que dieron su vida para que en nuestro país existiera la división de poderes y el respeto a la voluntad ciudadana.

El Senado de la República está llamado a ser vínculo de unión y de igualdad entre los estados federados y los ciudadanos, y motor que impulse la transformación de México en beneficios de todos.

Hoy, como nunca antes, la voluntad de los mexicanos en todo el país está verdaderamente representada.

Parece que fue hace mucho tiempo, pero apenas en 1991 llegó el primer senador emanado de las filas de Acción Nacional, don Héctor Terán, incansable impulsor de la democracia en nuestro país. Hoy, ya en pleno Siglo XXI, el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional es la primera minoría del Senado.

Cada uno de sus legisladores trabaja con alto sentido de responsabilidad y pluralidad, con un enorme respeto por las opiniones de cada uno de los miembros que lo integran, y por la de los demás senadores.

Lo hacemos con el ánimo de fomentar una nueva actitud que permita la construcción de acuerdos a favor de la nación, con un mayor sentido republicano, con apertura, con inclusión, con conocimiento de causa y con una profunda sensibilidad de las necesidades de los mexicanos.

En el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado, así como en el Gobierno de la República estamos preocupados, pero también ocupados en resolver los problemas del país, de seguridad, de empleo, de vivienda, de crecimiento económico, de desarrollo humano. Pedimos corresponsabilidad para lograr, tres poderes, tres órdenes de gobierno, sólo así lo podremos lograr.

Señoras y señores:

Compañeros senadores, compañeras senadoras:

Vivimos en un país donde la sociedad demanda tener una mayor intervención en la vida pública, así como resultados tangibles en la vida diaria y en especial exige corresponsabilidad entre los Poderes de la Unión.

Hoy los mexicanos esperan de nosotros altura de miras para superar las diferencias que aún paralizan la labor parlamentaria. Por eso, yo recuerdo hoy, las palabras de don José González Torres, distinguido legislador mexicanos, “..Ya es hora de que en la tribuna del Congreso, la más alta de México se dejen escuchar las voces de la verdad y la razón sin prejuicios de partido...”

No tengo duda alguna, si actuamos unidos con decisión, fortaleceremos desde esta nueva sede los puentes de entendimiento y colaboración entre todas las fuerzas políticas representadas en este recinto.

Sólo así podremos sacar adelante la transformación que requiere México. Son muchos los pendientes que tenemos en nuestra agenda, pero estamos a tiempo.

Sentemos las bases de igualdad de oportunidades que se necesitan para tener un país más justo y con un modelo humanista en el que todos los ciudadanos sin importar el lugar donde vivan, su ideología o color partidista puedan desarrollarse integral y plenamente.

Como representantes de las entidades federativas que componen nuestra república, hagamos de la voz ciudadana que se escucha en cada rincón del país, columna y sostén de las decisiones políticas que tomemos en este recinto.

La concurrencia de voluntades entre la sociedad y los poderes de la unión es la vía privilegiada para fortalecer nuestra democracia, esa es la ruta a seguir.

Por ello, compañeras y compañeros legisladores los convoco respetuosamente a que seamos atrevidos, a que seamos audaces en sintonía con los tiempos que vivimos; tenemos hoy la oportunidad de hacer del Senado un espacio facilitador de la acción política para pasar de la alternancia a la transición; un espacio de diálogo constructivo entre la ciudadanía y sus legisladores; un espacio en donde los ciudadanos se apropien cada vez más de la política y participen de los asuntos públicos.

Es tiempo de actuar con madurez, responsabilidad y visión de estado.

Es tiempo de consolidar la verdad y la razón en el congreso, es tiempo sobre todo de una nueva actitud que acelere la transformación de México.

Muchas gracias.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR MANLIO FABIO BELTRONES: Gracias a usted, señor Senador González Morfín.

Al saludar al señor licenciado Emilio Gamboa Patrón, a través de él saludamos a muchos de nuestros amigos ex senadores y ex diputados que hoy nos distinguen con su presencia.

Procedo a dar el uso de la voz a nuestro distinguido invitado el señor Ministro Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, adelante, señor Presidente.

- EL C. MINISTRO JUAN SILVA MEZA: Señores licenciados José Francisco Blake Mora, representante del Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Señor Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, licenciado Jorge Carlos Ramírez Marín.

Señor Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, licenciado Manlio Fabio Beltrones Rivera.

Distinguidas damas; respetables caballeros, todos:

El Senado de la República es por definición un espacio público destinado a la discusión, al debate, al ejercicio pleno de la libertad de expresión, al intercambio de ideas y proyectos, a la deliberación racional……….

(Sigue 10ª. Parte)

...al intercambio de ideas y proyectos, a la deliberación racional, al debate civilizado y pacífico. Es por eso, la historia así lo constata, que es un espacio destinado al ejercicio de la sabiduría por la cual una nación libre va dictando las normas que la rigen, es el Senado de la República un espacio de registro de la historia y de construcción de futuro a partir de las aspiraciones que, establecidas en una Constitución, unen a las generaciones.

En su concepción el Senado no es, no puede ni debe ser un espacio de oscuridad o de opacidad. La claridad en la exposición de las ideas, de las diferentes posiciones y percepciones políticas se refleja desde hoy en los muros claros y los grandes ventanales que conectan a esta nueva sede del Senado de la República con el exterior frente a quien tienen responsabilidad.

Nuestro Senado de la República renueva su sede, y al hacerlo en el fondo nos renueva a todos. No debemos olvidar que la historia del Senado de la República es parte de la historia de México, es en este contexto en el que debemos, creo, dimensionar la ceremonia solemne, a la cual asistimos.

El Senado de la República se renueva en sus instalaciones, sí, tal como lo hace permanentemente en los temas que debate y legisla. La nueva sede del Senado de la República debe verse como la manifestación externa de una representación que ha discutido en los años recientes, y por lo que a nosotros los juzgadores atañe, temas novedosos hasta hace poco, no abordados en nuestra tradición constitucional como el nuevo Sistema de Justicia Penal, el nuevo régimen de amparo o el nuevo régimen protector y promotor de Derechos Humanos.

La arquitectura pública no puede verse separada de la vida pública. Los espacios que se dedican a las labores relevantes de al vida nacional deben tener y conservar dignidad. A partir de ello es posible afirmar, reconocer, como aquí se ha dicho, que el gran reto para el Senado de la República será mantener y continuar la correspondencia entre la dignidad de sus nuevas instalaciones y el adecuado desahogo de las graves responsabilidades que la nación impone a sus integrantes, igual como lo hace con nosotros los juzgadores, a quienes la sociedad cada vez más y más con razón nos exige.

El Senado continuará trabajando con su colegisladora, siempre poniendo por delante el interés nacional nombrando a los altos funcionarios del Estado, de entre los mejores mexicanas y mexicanos, vigilando el correcto desarrollo de la política exterior de México, viendo siempre por la paz entre las naciones y el respeto entre los pueblos.

Estamos seguros que el Senado de la República seguirá el mandamiento establecido para el resto de los órganos del Estado mexicano que cuenta con instalaciones públicas para desahogar sus deberes. Estoy seguro que en esta nueva sede del Senado de la República se seguirá haciendo el trabajo con absoluta responsabilidad y compromiso por México.

Enhorabuena. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE BELTRONES RIVERA: Muchas gracias, señor Ministro.

Señor Licenciado Francisco Blake Mora, Secretario de Gobernación y representante personal del Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; señor Ministro Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; señor Diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados; señora y señores gobernadores; señor Jefe de Gobierno del Distrito Federal; señores ex presidentes de la Mesa Directiva del Senado de la República; señor Rector de la UNAM; señores presidentes de los partidos políticos; señora y señores coordinadores de los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados; amigos todos; invitados especiales que hoy nos honran con su presencia; señoras y señores:

Al agradecer el tiempo que el día de hoy nos han dedicado, también hoy continuamos los trabajos de este período de sesiones en esta instalación pública, nueva sede del Senado, renovando también nuestro compromiso con las reformas que México necesita.

Damos adicionalmente las más cumplidas gracias a todos y cada uno de quienes hoy han estado aquí presentes, han hecho uso de la voz y han mostrado la enorme pluralidad que existe en el Senado, en la cual convivimos y también mediante la cual construimos los acuerdos.

Es ocasión propicia entonces para reiterar nuestros deberes de la República y preguntarnos, como bien se ha dicho aquí, si hemos servido con entrega y lealtad. Deseamos que esta sede en la Avenida de la Reforma augure el paso hacia un nuevo Senado, que sea pieza clave de la renovación institucional que el país requiere para tener gobiernos capaces de construir los consensos indispensables para recuperar el crecimiento económico con justicia que demandan millones de mexicanos.

Es que la sociedad pregunta: ¿Un nuevo Senado para qué? En primer lugar, para conciliar las diferencias e impulsar los cambios que la sociedad demanda... debe ir más allá del espacio físico, el trabajo legislativo debe ser para servir los intereses de la Nación.

Si algo puede caracterizar al Senado es la madurez, la capacidad de acordar y conciliar que ha tenido a lo largo de la historia de la nación. El Senado ha sido, es y debe seguir siendo un creador de instituciones por definición.

Desde aquellas sesiones en el Salón de Cabildos del Ayuntamiento de la Ciudad de México, en los albores del siglo XIX, hasta su sede inaugural en Palacio Nacional cuando el gran liberar Valentín Gómez Farías presidió la firma del acta de la primera reunión de la organización de los senadores electos, y posteriormente el gran estadista de Guelatao, Don Benito Juárez, presentó la iniciativa para reestablecer el bicamarismo como un cuerpo de equilibrio y representación democrática de los estados, pasando por la restauración del Senado por Sebastián Lerdo de Tejada en 1874.

La representación democrática de los estados, que es ésta institución con su traslado al recinto de Xicoténcatl en 1931, podríamos decir que éste será el primer espacio… ocupado de manera expresa para el desarrollo de la función parlamentaria y el trabajo legislativo de los senadores de este siglo XXI.

Esta sede que hoy se inaugura en un momento en que el Congreso de la Unión se ha consolidado como un eje de la vida institucional y la gobernabilidad democrática del país debe ser también el marco del esquema constitucional de división y equilibrio de poderes. La pluralidad política y la diversidad regional, representadas aquí, explican que el Senado de la República tenga cada día una mayor presencia en la agenda política nacional y en la conducción de los cambios que necesita el país.

Es que frente a la inseguridad, la miseria, el desempleo y el desaliento estamos convencidos que la vía institucional es el mejor camino para canalizar las exigencias de cambio y fijar las nuevas reglas y acuerdos que nos permitan renovar y fortalecer nuestra capacidad de acción colectiva ante los grandes retos que tenemos.

Para eso es un nuevo Senado, para impulsar la creación de nuevas instituciones. Es que el nuevo Senado debe crear nuevas instituciones para que la economía vuelva a crecer. El nuevo Senado debe de crear una nueva Hacienda Pública más eficaz y justa, órganos autónomos que aseguren…

(SIGUE 11ª PARTE)

… el nuevo Senado debe de crear una nueva Hacienda Pública más eficaz y justa, órganos autónomos que aseguren la competencia, instituciones que acaben con la pobreza y garanticen el acceso a la educación y a la vivienda; las instituciones que garanticen la gobernabilidad democrática, y terminen con el problema de la inseguridad y la violencia, que se han apoderado de nuestras calles.

De esta convicción emana la perseverancia del Senado para consolidarse como un espacio público de los acuerdos que permitan superar la polarización política y el encono social. Es que hay que restablecer el orden para darle rumbo al país.

Ya lo hemos hecho en otras ocasiones, aquí en el Senado hemos demostrado que cuando la República, o de la República se trata, no hay acuerdos imposibles, ni reformas inalcanzables, lo demostramos al aprobar la Ley para la Reforma del Estado, para establecer una nueva relación entre los ciudadanos y su gobierno, lo demostramos con la reforma electoral del mismo año, que introdujo un nuevo modelo de comunicación y competencia política, lo demostramos con la reforma de seguridad pública y justicia en donde transformamos a las instituciones para confrontar al crimen organizado; lo demostramos cuando desactivamos la amenaza a las finanzas públicas que representaba el déficit de pensiones en el sector público federal.

También lo hicimos con la reforma energética, demostramos que era posible empezar a abordar la modernización y capitalización de la empresa pública, emblemática del país, sin privatizar.

Asimismo, con gran compromiso, impulsamos una reforma de derechos humanos y modernización de la “señera” figura de amparo. Este es un Senado reformador, no conservador, es que no mitos y dogmas insuperables cuando se trata de salir de la parálisis.

Hoy los senadores tenemos el compromiso de darle mayor dinamismo y funcionalidad al régimen político, se trata de impulsar los cambios necesarios que nos lleven a tener mejores gobiernos, y propicia la cooperación y colaboración institucional entre los poderes públicos, como marca la Constitución Política, y dicta el interés general.

El Senado, como el gran creador de las instituciones de la República debe impulsar la construcción de un nuevo régimen. No esperemos, ahora trabajemos por consolidar una ingeniería institucional capaz de dar lugar a gobiernos responsables frente a la ciudadanía, en donde el compromiso de nuestras funciones, la participación social y la transparencia sean ejes de de nuestro actuar cotidiano.

Aseguremos así entonces la gobernabilidad del país a través de órganos independientes, que fortalezcan las funciones de equilibrios, propias de nuestro sistema de división de poderes, y sean fuentes de poder compensatorio para los ciudadanos e instrumentos para las decisiones de Estado.

Consolidemos el papel de la sociedad civil, reconozcamos la capacidad de la ciudadanía por participar en las decisiones públicas, para ello modernicemos el régimen de gobierno que tenemos, dando vida a las nuevas cartas ciudadanas que permitan a los mexicanos sentirse cada vez más parte del Estado.

Senadoras, senadores, señoras, señores, entendemos la función institucional que debe cumplir este foro de la República como un espacio de libertad y decisión, donde se colegisla con visión de Estado y de manera respetuosa. El Senado continuará siendo un espacio público de la pluralidad y la cohesión nacional, una institución de gobierno donde prevalezca la ética de servicio público y los valores republicanos capaz de ayudar a restablecer la confianza y la fraternidad entre los mexicanos, así como los vínculos de comunidad y sentido de pertenencia a una nación que siempre ha tenido fuerza y determinación para asumir grandes retos.

Hoy que la violencia física, lo mismo que la verbal, amenazan con exacerbar nuestros temores y diferencias y volvernos incapaces de comunicarnos y escucharnos, este nuevo Senado mantiene el mandato de ser un foro de deliberación parlamentaria y acuerdo legislativo que efectivamente sea fuente de cambio, y reforma institucional.

Cuando las instituciones de gobierno están abiertas a la sociedad se escucha a la ciudadanía, se modera el lenguaje, y se asumen obligaciones vinculantes, y así obtenemos un fortalecimiento institucional y democrático que resulta indispensable para hacer frente a cualquier amenaza a la autoridad de la ley, y el Estado.

Este Senado sigue trabajando para hacer un referente institucional, en la exigencia de los mexicanos de tener un gobierno de leyes, y un sistema de reglas que se respeten por todos los ciudadanos y, sobre todo, por los gobernantes.

La nuestra es una institución de representación de la soberanía popular, y el pacto federal que a la distancia puede ser identificada por su contribución a la consolidación, por la vía de la reforma institucional del país de leyes y de justicia social, que siempre ha sido anhelo de los mexicanos, este nuevo recinto, entonces, simboliza la aspiración y la capacidad de construir mediante el diálogo, plural, respetuoso e incluyente, un nuevo régimen a la medida de los mexicanos del siglo XXI.

Agradezco mucho su presencia, y ruego a todos ponerse de pie a fin de entonar el himno Nacional y levantar la Sesión Solemne. (Aplausos).

(SE ENTONA HIMNO NACIONAL)

Se levanta esta Sesión Solemne y se cita a las ciudadanas y ciudadanos senadores a celebrar la Sesión Ordinaria, que después de despedir a nuestros distinguidos invitados, celebraremos en media hora más.

(SE LEVANTO LA SESION A LAS 12:50 HORAS)

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