Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL


ENTREVISTA A LA DOCTORA SYLVIA SCHMELKES, PRESIDENTA DE LA JUNTA DE GOBIERNO DEL INSTITUTO NACIONAL PARA LA EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN (INEE), REALIZADA EN EL AUDITORIO OCTAVIO PAZ DEL SENADO DE LA REPÚBLICA
PREGUNTA.- Inaudible.
RESPUESTA.- ( … ) de evaluación y ese sometimiento a la permanencia. Si no pasamos nuestras evaluaciones también la permanencia está en duda.
Y nunca ha sucedido porque todos los seres humanos tenemos esta posibilidad de mejorar, sobre todo cuando se nos dan los apoyos para poderlo hacer.
Entonces yo creo que en los casos en donde la permanencia se ponga en duda, tienen que ser casos muy precisos, muy poquitos, un porcentaje mínimo.
Y probablemente no por razones académicas. Probablemente por otro tipo de razones que no serán motivo de evaluación académica.
PREGUNTA.- Pero eso no está ahora en la Ley. ¿Tendría que quedar muy bien claro esto? ¿Que fueran solamente algunos casos y no todos?
RESPUESTA.- Bueno, no. Eso depende un poco de los procesos de evaluación. Yo en lo que creo es en la capacidad del magisterio de analizar su propia práctica y de mejorar con los apoyos que se le den.
PREGUNTA.- Doctora, usted acaba de comentar en su presentación, en su comentario, en el sentido de que va a haber una evaluación justa para los trabajadores de la educación y que con ellos, con su concurso, sí se tomarían en cuenta cabalmente todos sus derechos, a efecto de que esa evaluación fuera eso. ¿Qué entendemos por justa?
RESPUESTA.- Yo mencioné tres elementos de justicia. El primer elemento de justicia es que no se le evalúa al maestro con un solo instrumento, sobre todo si ese instrumento no es un instrumento que mide lo que depende sólo del maestro, como se ha hecho hasta ahora, a través de las pruebas estandarizadas.
Entonces sabemos que eso no se debe de hacer y, bueno, una parte de la justicia es eliminar eso. Y eliminar un único instrumento para evaluar al docente, digamos.
Y lo segundo es que pues obviamente el desempeño del docente depende de las condiciones en las que trabaja. Y sabemos que esas condiciones varían muchísimo desgraciadamente en función del nivel socioeconómico del lugar en donde están los alumnos.
Pero sabemos que hay escuelas de palitos, que hay escuelas que no tienen aulas suficientes, que hay lugares a donde no hay pupitres, donde no hay bibliotecas.
Entonces esas condiciones desde luego que se tienen que evaluar también, porque uno no le puede exigir lo mismo a un maestro que tiene todas las condiciones infraestructurales, o tiene definición en su plaza, por ejemplo, que un maestro que está trabajando en otro tipo de condiciones.
Ahora, los destinatarios de esa parte de la evaluación, de las condiciones, son las autoridades educativas, que tienen la responsabilidad de poner las condiciones. Entonces uno esperaría que fueran en paralelo estas dos evaluaciones.
Y lo tercero es que se tiene que tomar en cuenta el contexto, porque estamos en un país sumamente diverso, sumamente desigual y las condiciones de la demanda, es decir, de los niños, de los alumnos, de los educandos, pues son distintas y es indispensable tomarlo en cuenta, no para hacer evaluaciones distintas, sí para tomar en cuenta, o sea, interpretar de manera distinta las evaluaciones que se hacen en contextos diferentes.
PREGUNTA.- ¿Pero eso no viene en la ley? ¿Esa parte habría que también insistir en que se incorpore?
RESPUESTA.- A lo mejor no es necesario incorporar en la ley, sino en los lineamientos que el INE tenga que emitir acerca de cómo hacer las evaluaciones, ¿verdad?
Porque si nos metemos a demasiado detalle en la ley, entonces eso también limita la autonomía del INEE para hacer este tipo de recomendaciones.
PREGUNTA.- Doctora: Hay también una percepción del magisterio disidente, de que el INEE, tal como lo están planeando, se va a convertir en un órgano persecutorio de maestros.
RESPUESTA.- Nosotros estamos muy contentos con una de las cosas que se ha logrado respecto de la ley del INEE. Y es que el INEE tiene la responsabilidad de emitir los lineamientos para el Sistema Educativo Nacional de Evaluación, bueno, Sistema de Evaluación de la Educación Nacional, pero no tiene la responsabilidad de hacer las evaluaciones que tengan repercusiones sobre individuos.
Entonces esa acusación es falsa, porque de hecho eso aparece en la Ley del INEE, en la Iniciativa de la Ley del INEE, tal y como está.
PREGUNTA.- ¿Qué se debe de hacer para esos siete millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, porque no tienen oportunidades?
RESPUESTA.- Bueno, es sumamente complejo, ¿verdad?, porque sabemos que eso no depende solamente de la educación sino de la capacidad de una economía de crecer.
Entonces, bueno, yo creo que se tienen que plantear las cosas de manera intersectorial y conjunta.
Y lo que necesitamos es un proceso de crecimiento económico mucho más dinámico y una voluntad política de generar muchos más empleos de los que se están generando, además, obviamente, de formar más adecuadamente a nuestros alumnos, estos jóvenes.
PREGUNTA.- ¿Se tendría que escuchar a los maestros para evitar que las movilizaciones se generalicen?
RESPUESTA.- Yo creo que sí. Desde luego que sí. A mí me parece que muchas de las cosas que están ocurriendo es por una falta de información, por una incertidumbre muy explicable, digamos, por esta falta de información.
Y a mí me parece que estamos llegando al momento ya, con estas leyes, esperando que estas leyes pasen, digamos, algunas de ellas cuando menos, de tal manera que esta información pueda fluir como con muchísima mayor claridad y podamos entonces establecer procesos de diálogo, en lugar de propuestas.
PREGUNTA.- Doctora: La Suprema Corte ya negó los amparos, pues a la reforma educativa a los maestros. ¿Qué opina?
RESPUESTA.- ¿Ya los negó?
LA REPORTERA.- Sí.
RESPUESTA.- Me parece, o sea, era predecible, digamos, que esos amparos se negaran, porque de alguna manera no era procedente. No hay ningún empleo formal, digamos, que no tenga un proceso de evaluación incorporado.
Entonces, un amparo en contra de un proceso, no procedía. Y eso fue lo que sucedió. A mí no me sorprende que haya sucedido eso.
PREGUNTA.- Doctora, nada más para precisar: Uno de los Transitorios de los cambios en leyes educativas secundarias, dice: “O se evalúan o los despedimos”. ¿No es esto atentar contra los derechos laborales de los trabajadores de la educación?
RESPUESTA.- Cuando no se evalúan. Bueno, pero cuál sería la razón por la que un maestro no se dejara evaluar. Porque es no dejarse evaluar, ¿verdad?, eso es lo que dice la ley: “Si no se deja evaluar, entonces eso es motivo de despido”. Entonces uno preguntaría: Bueno, por qué.
Y otra vez insisto: No hay empleo alguno en donde no haya procesos de evaluación. Más bien, eso no va a suceder.
PREGUNTA.- Doctora: ¿No se corre el riesgo de que si se hacen evaluaciones, digamos por regiones, haya evaluaciones que, digamos, sean de más bajo nivel que en otros lugares?
RESPUESTA.- No. Eso es una cosa que tenemos que evitar a toda costa. O sea, la evaluación tiene que ser la misma.
Lo que tiene que ser distinto es la interpretación de esa evaluación porque el contexto se tiene que tomar en cuenta.
Pero, digamos, hay un mínimo común que se tiene que evaluar en todos lados, que es lo que nos va a permitir comparar.
No podemos establecer estándares diferentes. No podemos decir “porque este maestro trabaja en una zona pobre, le ponemos un estándar más pobre”, si justamente lo que necesitamos es que en esas zonas pobres, el maestro dé lo mejor de sí.
Pero sí tenemos que entender que un maestro tiene condiciones en donde puede rendir bien y condiciones en donde no. Y entonces la interpretación es la que tiene que variar. No son estándares distintos. Yo creo que eso es muy importante tomarlo en cuenta.
PREGUNTA.- Inaudible.
RESPUESTA.- Hay un sustrato común. Hay un sustrato común, máximo, diferente, un mínimo común y un máximo distinto.
PREGUNTA.- Por ejemplo, pensando en la Sierra de Oaxaca.
RESPUESTA.- Bueno, hay cosas que todo maestro debe tener. Y eso tiene que ser común a todos. Por ejemplo, que todo maestro tiene que planear y tiene que saber planear.
Todo maestro tiene que poder construir un clima de aula, que propicie el aprendizaje, pero además que sea acogedor, que sea respetuoso, que le dé seguridad al niño.
Todo maestro tiene que poder desempeñarse con el arte de ser maestro, digamos. O sea, echar mano de su arsenal de métodos, de instrumentos, para poder responder a las incertidumbres que se presentan todos los días en el salón de clase y que no son previstas por la planeación.
Todo maestro tiene que poder trabajar para su escuela, comunicarse con los padres de familia, conocer a su comunidad. Son esas cosas que dice uno: “Bueno, pues en donde sea que trabaje un maestro, esas cosas las debe de poder hacer”.
Y luego vienen todas las diferencias, ¿verdad? O sea, no es lo mismo lo que necesita un maestro indígena, que lo que necesita un maestro de matemáticas en secundaria, o un maestro de física, un maestro de español.
Entonces hay una serie de cosas que son diversificadas, en función tanto del contexto como de la materia de enseñanza.
PREGUNTA.- Cómo se explicaría entonces una evaluación en estas circunstancias. ¿Sería un estándar?
RESPUESTA.- Hay una evaluación común.
PREGUNTA.- Después otra evaluación.
RESPUESTA.- Luego evaluaciones específicas en función del docente, y luego una interpretación contextualizada de esas evaluaciones.
PREGUNTA.- ¿Y no es ese el meollo del asunto, doctora? ¿Cómo evaluar algo que esencialmente es un arte, que es la educación?
RESPUESTA.- Bueno, lo que pasa es que en parte ese es uno de los grandes desafíos.  Reconocemos que la práctica docente es sumamente compleja y es un arte. O sea, es las dos cosas: Es una ciencia y es un arte.
Y entonces por eso solamente observando la práctica docente se puede saber si el maestro tiene, digamos, esa posibilidad de manejar su trabajo docente como ciencia y como arte.
Entonces, en la evaluación tendría que estar incluida una evaluación, una observación de su práctica.
PREGUNTA.- Porque esencialmente están mediando por razones políticas, ¿no doctora?, no tanto por razones científicas o pedagógicas.
RESPUESTA.- No. Yo quisiera pensar que no es eso. Que la razón es la necesidad de mejorar el sistema educativo nacional, su calidad y su equidad, las dos cosas.
Yo diría que esa es la razón. Cuando menos es lo que a mí me mueve, no sé a otros. Pero bueno, a mí y a todos mis colegas, en la Junta de Gobierno, eso es lo que nos mueve y por eso estamos ahí.
PREGUNTA.- ¿Se podría hablar entonces de una evaluación por etapas?
RESPUESTA.- Es una evaluación. La evaluación se tiene que entender, como dijo el diputado, como un proceso, ¿verdad? Si efectivamente es por etapas, una primera evaluación nunca va a permitir tomar decisiones. Una primera evaluación es una línea base, es un punto de partida a partir de la cual se compara.
Entonces una segunda evaluación ya permite hacer la comparación, pero una comparación del maestro respecto del mismo. Entonces lo que mide la evaluación segunda, es la capacidad de ese maestro de mejorar.
PREGUNTA.- ¿Cuándo tardaría hacer entonces todo este proceso de evaluación, por etapas?
RESPUESTA.- Eso todavía está a discusión. No puede ser poco tiempo. Ahora la Ley del Servicio Profesional Docente dice que cuando menos cada 12 meses. Es probable que sería mejor que fuera un poquito más prolongado, de manera que los procesos de formación que median entre evaluación y evaluación, puedan realmente rendir sus frutos cada dos o tres años.
Y bueno, también tiene mucho que ver con los costos, o sea, con los recursos disponibles porque bueno, un proceso de evaluación de esta naturaleza es costoso.
PREGUNTA.- ¿Cuánto cuesta, más o menos un proceso?
RESPUESTA.- Yo diría que no cuesta más de lo que costó la Prueba Enlace, aplicarla.
PREGUNTA.- ¿Tiene un promedio?
RESPUESTA.- No tengo la menor idea en cuanto a cifras. Pero sí es costoso porque sí se necesitan desplegar evaluadores muy bien formados a las escuelas del país, y eso pues es un proceso permanente.
No se pueden evaluar todos en el mismo momento ni en el mismo año, sino que tienen que ir pasando por un proceso evaluativo a lo largo de un periodo.
PREGUNTA.- ¿Tiene suficientes evaluadores?
RESPUESTA.- Hay que reclutarlos y formarlos.
PREGUNTA.- ¿Ahorita cuántos tienen?
RESPUESTA.- En este momento no hay evaluadores. En este sentido no hay evaluadores. Yo creo que hay evaluadores potenciales.
Por ejemplo, muchos ATP’s, que están funcionando en las supervisiones escolares, pues pueden ser formados para poder ser evaluadores. Pero en este momento evaluadores como los que se requieren desde esta otra perspectiva, no existen.
PREGUNTA.- ¿Cuánto tiempo llevaría? ¿Cuántos necesitarían?
RESPUESTA.- Hay un cálculo inicial, calculando un periodo, un proceso de evaluación de cada cuatro años, en donde se requerirían 5 mil evaluadores a nivel nacional.
PREGUNTA.- ¿Cuánto tiempo llevaría el que estén evaluados y elevar un poco el nivel educativo?
RESPUESTA.- Eso sí es un proceso muy largo. O sea, en materia educativa los cambios son muy, muy largos; muy, muy lentos. Pero si no empezamos entonces no los vamos a lograr.
PREGUNTA.- Qué modelos de países se han conocido, para tener más o menos un parámetro de cómo se puede llevar aquí.
RESPUESTA.- Hemos hecho revisiones de la literatura a nivel internacional. Hay muchas cosas que nos disponen, por ejemplo, en el caso de países cercanos al nuestro, Chile yo creo que es el país más avanzado en materia de evaluación.
Ellos tienen un marco de la buena enseñanza que han definido. Nosotros creemos que se tiene que hacer algo similar con la participación de los docentes.
Y luego ellos tienen una evaluación obligatoria y una evaluación voluntaria. La evaluación voluntaria es para promoción, y la evaluación obligatoria es algo más rutinario.
Perú acaba de sacar su ley de evaluación docente, que es una ley muy sensata, yo creo que si se aplica tal y como dice puede dar lugar a un verdadero mejoramiento de la calidad de la educación en Perú.
Y luego, bueno, tenemos ejemplos como más precisos de otros países. En este momento Nueva Zelandia es quien tiene yo creo que el proceso más avanzado en materia de evaluación docente, con la participación de los docentes como profesionales de la educación, en donde cada vez más está en sus manos el proceso de evaluación. Entonces son algunos ejemplos.
PREGUNTA.- ¿En otra generación se verían los resultados, doctora?
RESPUESTA.- Desde luego yo creo que sí. No creo que podamos esperarlos antes. Desgraciadamente son así estos cambios. Seríamos un poco ilusos si suponemos que muy pronto los vamos a lograr.
Muchas gracias.
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