Versión de la intervención de la senadora Pilar Ortega Martínez, en el foro “Reformar el Sistema de Justicia Penal en México para mejorar”
Muchas gracias, senadora, saludo con mucho gusto a quienes nos acompañan el día de hoy, a quienes van a participar en este extraordinario foro, que organiza la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos sobre un tema muy importante.
Agradezco por supuesto la invitación a participar en el mismo, como integrante de la Comisión de Justicia, como Presidenta de la misma y como alguien que ha tenido la suerte, la fortuna, de estar presente, en la evolución que ha tenido el Sistema Penal Acusatorio, yo fui diputada en la LX Legislatura, que vio nacer esta importante reforma mediante la cual se crea el Sistema Penal Acusatorio en nuestra Constitución.
Esta reforma, publicada el 18 de junio de 2008, constituye un verdadero parteaguas en la evolución de nuestro sistema jurídico, pasando de un sistema de corte mixto preponderantemente inquisitivo, a uno de corte acusatorio y oral, lo cual ha replanteado un diseño integral del sistema jurídico penal mexicano.
En este camino, después de ocho años de vacatio, el sistema se ha fortalecida por diversas circunstancias, entre las que podemos señalar la propia acción legislativa a través de los nuevos instrumentos legales, la discusión nacional sobre aspectos de su implementación, los aciertos y errores que se han observado en su operación, en este escenario es como llegamos al 18 de junio de 2016, fecha en la que, conforme a las disposiciones constitucionales, establecidas en esta reforma, concluyó el plazo para la entrada en vigor del Sistema Penal Acusatorio, a partir de esta fecha México comenzó una nueva etapa, en la que se ha puesto a prueba la eficacia del nuevo sistema, en la búsqueda de condiciones que hagan posible el pleno acceso a la justicia y en el que se garanticen los derechos humanos y se repare el daño a las víctimas.
Para el año 2013, aproximadamente el 32.6 por ciento de los municipios del país contaba ya con el nuevo sistema acusatorio, hoy tenemos una nueva realidad, tenemos un sistema que tiene un año de vigencia en todo el territorio nacional y, bueno, pues a un año de su implementación total en el territorio nacional, han sido múltiples los planteamientos que se han esbozado respecto a su implementación y desarrollo.
Escuchamos voces que abogan por que se realicen algunos ajustes que permitan una mejor evolución del sistema, para efecto de su perfeccionamiento, pero también escuchamos aquellas voces que condenan al sistema y que demandan de alguna manera volver hacia atrás.
Nuestra realidad en materia de seguridad se ha visto incrementada por una ola de violencia, que de alguna manera ha hecho que algunas voces, tal vez con desinformación, digan o señalen que esto de alguna manera obedece a la puesta en marcha del Sistema Penal Acusatorio.
No obstante, es pertinente recordar que la esencia del sistema radica fundamentalmente en lo opuesto a quienes señalan estas circunstancias, es decir, el sistema y su esencia radican en reducir la impunidad, en proteger a las víctimas y en reparar los daños que se han causado en su perjuicio, esto sobre el eje de los derechos fundamentales.
Es verdad que el sistema, como toda reforma legislativa, requiere siempre evolucionar y que toda reforma jurídica, que toda reforma legislativa, es perfectible, que no se agotan todos sus elementos en el momento de su aprobación y que es necesario que el legislador, de manera permanente revise su evolución, es nuestra obligación, y de hecho cuando aprobamos el Código Nacional de Procedimientos Penales establecimos, en un artículo transitorio, que serían justamente las comisiones de Justicia del Senado y de la Cámara de Diputados responsables de la evaluación permanente del sistema.
En este tenor, modificar el Sistema Penal Acusatorio sin una evaluación que ofrezca un panorama claro sería una salida equivocada, por ello creo que es muy importante el esfuerzo que está realizando el Senado, y felicito a la senadora Angélica de la Peña por el esfuerzo que se hace, hoy efectivamente es el primero de varios eventos que está convocando el Senado de la República para discutir, para conversar, para analizar, para debatir sobre el rumbo que debe tener el Sistema Penal Acusatorio y cómo podemos fortalecerlo, y como Legislativo estamos obligados a hacerlo.
Hay temas que están en la mesa, que están en el debate público. Vemos también los hechos que están sucediendo en la operación tanto a nivel federal como a nivel estatal.
Estamos hablando también de temas como del primer respondiente, temas como el papel que está asumiendo la policía en el proceso penal acusatorio; qué pasa con las audiencias, se están llevando a cabo dentro de los tiempos; qué pasa con figuras como los procedimientos abreviados; qué pasa con la situación de los jueces de control; qué pasa con el juicio de amparo y si es, efectivamente, compatible esta figura con el desarrollo del propio sistema, y una serie de temas que están en la mesa y que tenemos que analizar y tenemos que revisar con mucha puntualidad pero sobre todo, creo, como lo dije anteriormente, estamos obligados a hacer una revisión sí, pero para fortalecer al sistema y no para debilitarlo. En la medida que lo fortalezcamos, en esa medida también estaremos fortaleciendo el sistema de justicia del país.
Enhorabuena, insisto, porque esta serie de eventos que se están realizando en torno al Sistema Penal Acusatorio y a los retos de su implementación, reiteran el compromiso de todos y cada uno de los actores y operadores que tienen injerencia en su desarrollo.
Sin lugar a dudas los esfuerzos realizados en estos trabajos son un claro reflejo del compromiso del Estado mexicano por lograr un sistema más justo que tanto anhela nuestra sociedad.
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