Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

 

Versión de la participación del coordinador del GPPAN, Fernando Herrera Ávila, durante el foro "Big data, inteligencia artificial y el futuro de la democracia"

Muy buenos días, gracias por su asistencia el día de hoy.

Me da mucho gusto saludar a mi buen amigo, el senador Alejandro Encinas, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda.

Saludar también a nuestros amigos del Instituto Belisario Domínguez.

Y, desde luego, a todos ustedes que el día de hoy asisten a esta importante plática, a esta importante conferencia.

De la misma manera, me permito saludar y dar la bienvenida al doctor Kosinski, y al doctor Julio Juárez, que el día de hoy tendrán a su cargo la primera conferencia magistral de este evento.

Para el Senado de la República es muy importante que nuestros órganos de análisis aborden temáticas, como las de este foro, porque se trata de avanzar día con día en el acercamiento de los instrumentos científicos, con la toma de decisiones políticas y a la atención de los grandes problemas nacionales.

A todo nuestro país le ha tocado vivir y constatar la necesidad de modificar y evolucionar las formas de hacer política y de procesar de mejor manera las decisiones que afectan a todo el interés nacional.

La transición democrática y la alternancia política implican necesariamente llevar al debate los planes y programas de los órganos de Estado y cada día viene quedando en evidencia, de manera más clara, que los mecanismos autoritarios no sólo dañan las libertades ciudadanas, sino que también afectan el rumbo del desarrollo general de toda la sociedad.

Y así, en el ejercicio de las funciones públicas, el propósito de construir una democracia moderna y eficiente en nuestro país, obligadamente nos plantea dejar atrás las decisiones caprichosas, cuestionadas o al menos de justificación deficitaria, para procesar decisiones racionales, discutidas y analizadas públicamente y con la participación, cada vez más activa, de los ciudadanos y, desde luego, los especialistas.

Esa necesidad se ha manifestado claramente, sin duda, en la práctica de los ejecutivos donde ha sido más frecuente encontrarse con las limitaciones, debilidades o francos errores en políticas públicas o programas de gobierno.

Y bien pudiéramos recordar varios ejemplos.

Seguramente uno de ellos sería la viabilidad sustentable de la megalópolis del Valle de México, cuando después de varias décadas de la implementación de una serie de lineamientos, la reciente contingencia ambiental, que ha sido la más prolongada en los últimos 20 años, nos demuestra los límites de esa política ambiental, así como la necesidad de un giro en la forma de conducir y gobernar la metrópoli que alberga a la capital de todos los mexicanos. Todos los estados tienen sus respectivas problemáticas.

Y también podríamos hablar de la cuestión de la seguridad pública, que demanda una nueva orientación para obtener mejores resultados o del terrible problema de la desigualdad del ingreso y de la pobreza e, incluso, el grave problema de la corrupción.

Y en el ejercicio parlamentario también ha sido notoria la necesidad de usar los instrumentos científicos para procesar la toma de decisiones políticas, sobre todo, a partir del que hacer del Poder Legislativo ha venido elevando su peso específico en la conducción del país.

En el Senado de la República tenemos plena consciencia de que la evolución exitosa de la democracia mexicana está íntimamente vinculada a la gestión de gobiernos eficientes y parlamentos racionales, pues sabemos por experiencia propia que nada afecta más a un régimen democrático que las decisiones erráticas y la imposición de conveniencias particulares por encima del interés público.

La democracia, una democracia republicana fuerte y eficiente, sin duda, se sostiene además de la voluntad ciudadana en políticas públicas saludables, formuladas con sustento a base científicas evitando dentro de lo posible errores e improvisaciones.

En buena medida esa percepción ha sido un factor que nos ha motivado en el Senado, para que el Instituto de Investigaciones Legislativas Belisario Domínguez y el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, eleven su papel y estén fortaleciendo sus estructuras.

Los desafíos de nuestro modelo republicano en su esencial equilibrio de poderes requiere un Senado vigoroso, que continúe fortaleciendo su independencia, califique su deliberación y profundice su labor legislativa.

Por eso saludamos la sensibilidad de los órganos de apoyo parlamentario, para incursionar en el manejo científico de los grandes datos en el conocimiento y uso de los avances de las tecnologías de la información y comunicación, aplicados al estudio de los problemas sociales y la ciencia política.

Es un honor para mí dar a todos ustedes la más cordial de las bienvenidas, especialmente a nuestro conferencista invitado, el doctor Kosinski, autoridad mundial en la psicología social y en el estudio del Big Data, la inteligencia de datos masivos a gran escala.

Y, por supuesto, escuchar con atención la exposición del doctor Julio Juárez Gámiz y a todos ustedes que el día de hoy nos acompañan. Muchísimas gracias por su asistencia. 

 

---000---