* Versión de la entrevista concedida por el senador Roberto Gil Zuarth, durante la sesión ordinaria

 

PREGUNTA (P): …las leyes de seguridad interior, y queríamos consultarle qué interés particular tiene en el tema porque vemos que en la Cámara de Diputados ni para atrás ni para adelante.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH (RGZ): Creo que tenemos que empezar a discutir con mucha seriedad el tipo de relación que debe de tener el Estado mexicano con una de las instituciones fundamentales, que es el Ejército, la Marina Armada.

 

Tenemos que empezar a discutir bajo qué lógicas jurídicas, normativas (inaudible), que en las instituciones militares en el país realicen ciertas tareas para garantizar la seguridad nacional, la seguridad interior de nuestro país.

 

Creo que es el momento oportuno de hacerlo, sobre todo a partir no solamente de la respuesta que han dado a ciertas acusaciones que las criminalizan, sino también al hecho de que se esté discutiendo en el Congreso su estatuto jurídico en tareas auxiliares, suplementarias, subsidiarias, en materia de seguridad.

 

Es el momento de que las fuerzas democráticas se pronuncien, fijen posición, sobre el tipo de relación que quieren con respecto a las Fuerzas Armadas, qué tipo de estatuto jurídico les queremos otorgar, independientemente de lo que suceda en la Cámara de Diputados creo que éste debe ser un asunto de la mayor importancia política, es de la mayor importancia política y la podemos discutir en un debate abierto, claro, transparente, donde ya de una vez por todas se fijen posiciones sobre lo que esperamos y lo que queremos de nuestras Fuerzas Armadas, dejar de criminalizarlas, dejar de acusarlas de que están preparando un golpe de Estado o que pretenden quedarse en una suerte de militarización generalizada del país, y empezar a construir un régimen de legalidad sobre su actuación que defina claramente los objetivos de su presencia, los alcances de su presencia y también los mecanismos de control de su presencia.

 

Y ésa es la razón por la cual hemos propuesto un debate en la agenda política para que discutamos de una vez por todas el régimen jurídico constitucional de las Fuerzas Armadas en nuestro país.

 

P: Y que el Senado se pronuncie, si lo trae o lo deja en Cámara.

 

RGZ: Que el Senado se pronuncie sobre la importancia de definir este tema, hay un acuerdo político, parlamentario, en el sentido de que la Cámara de Diputados actúe como Cámara de origen, pero eso no implica que el Senado no tenga la posibilidad, la ocasión y la oportunidad de discutir estos temas, al contrario, podemos seguir acercando posiciones y civilizando nuestras posiciones.

 

No está claro qué opinan los partidos políticos aquí representados sobre la Ley de Seguridad Interior, tampoco está claro qué opinan sobre estas acusaciones que se han hecho frívolamente hacia el Ejército mexicano, en términos de que son causantes de crímenes y de delitos con respecto a población civil.

 

Tenemos que empezar a clarificar estas posiciones y creo que un debate parlamentario es el espacio idóneo y la oportunidad esencial para ir delimitando quiénes están a favor y quiénes están en contra y por qué, que se visibilicen las razones, que se visibilicen los argumentos y que cada quien asuma su responsabilidad frente al país y frente a la construcción de instituciones.

 

P: ¿Pero eso no implica que el Senado se convierta ahora en Cámara de origen para el tema?

 

RGZ: No necesariamente implica que se vaya a cambiar ese acuerdo parlamentario, insisto, es un acuerdo que se tomó en las dos juntas de Coordinación Política y hay que respetar ese acuerdo.

 

Se le ha concedido una deferencia a la Cámara de Diputados para iniciar el trámite legislativo de esta ley, en el entendido de que también en la Cámara de Diputados también está la minuta del Mando Único Mixto, con lo cual hay cierta racionalidad de que la Cámara de Diputados pueda actuar como Cámara de origen.

 

Pero eso no significa que mientras tanto la Cámara de Senadores deba estar ausente en el debate. Tenemos sesiones, estamos acercándonos al cierre del periodo ordinario de sesiones, nos estamos acercando a los tiempos, y en la medida en que empecemos a oxigenar esos debates, en la medida en que vayamos definiendo qué opinamos cada grupo parlamentario y las posibilidades de encuentro en nuestras posiciones tendrá credibilidad en el Senado de la República lo que eventualmente recibamos de la Cámara de Diputados.

 

P: Oímos hoy al ombudsman decir que no es deseable que se cree un marco jurídico para regularizar las actividades del Ejército en cuestiones de seguridad.

 

RGZ: Yo entendí otra cosa. Yo entendí que el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha llamado a una reflexión sobre el cauce legal sobre la intervención de las Fuerzas Armadas.

 

Ciertamente la Ley de Seguridad Interior es una parte de un debate un poco más complejo, y en efecto, mientras no existan policías que hagan la tarea de seguridad pública no vamos a tener una solución de fondo y no podremos depender siempre de las Fuerzas Armadas, porque no es lo correcto en términos constitucionales.

 

Pero también es cierto que mientras los estados no hagan la tarea y no asuman su responsabilidad de formar policías no es posible prescindir de la presencia de las Fuerzas Armadas en algunos estados, que están bajo el azote de la violencia: Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Durango, Baja California, Baja California Sur, Michoacán, Veracruz, Guerrero, Morelos, en fin.

 

Hay muchos estados que están sufriendo la intervención del crimen organizado, que están sufriendo las consecuencias de las actividades del crimen organizado y que se ha recurrido necesariamente a las Fuerzas Armadas precisamente bajo la ausencia y el vacío de las policías locales.

 

Creo que es el momento de empezar a construir razones y argumentos sobre el tipo de relación que queremos con las Fuerzas Armadas sin prejuicios, sin anteojeras, sin debates ideologizados, sino desde la perspectiva de la responsabilidad democrática, pero sobre todo del respeto institucional que es fundamental para todos.

 

P: Senador, ¿debe salir esta reforma, esta ley, antes de que concluya el periodo?

 

RGZ: Yo creo que sí, porque vendrán nuevas circunstancias políticas que la harían muy difícil de procesar en el corto plazo.

 

Después de este periodo de sesiones ordinarias vendrán las elecciones del Estado de México, Coahuila, Veracruz y Nayarit, es muy difícil que los partidos políticos en plena competencia puedan convocar a un periodo de sesiones extraordinario y puedan ponerse de acuerdo en una materia que es muy sensible y que genera evidentes debates y discusiones.

 

Por otra parte, después de este verano, ya hacia el próximo periodo de sesiones ordinarias, es inevitable que el país inicie la carrera presidencial, la sucesión presidencial, el proceso electoral empieza en el mes de septiembre de este año y en consecuencia va a ser muy difícil que existan los incentivos correctos para que en el ámbito, en el marco, en el contexto de la sucesión presidencial los partidos empiecen a construir posiciones compartidas, con respecto a la relación de la población, de las autoridades civiles, con las Fuerzas Armadas.

 

En consecuencia, parece que la ventana de oportunidad idónea para construir un consenso es este periodo de sesiones ordinarias. Después habrá otros elementos en el ambiente político que, previsiblemente, hagan muy difícil construir posiciones comunes o de consenso.

 

P: Pero la Cámara está trabada ¿no?

 

RGZ: Yo espero que estén haciendo una reflexión, una discusión, que estén negociando, que estén tratando de encontrar posiciones comunes; así se nos ha dicho.

 

Yo espero que la Cámara de Diputados no haya cancelado la posibilidad de llegar a un acuerdo en este periodo de sesiones ordinarias.

 

Pero creo que el debate público, el debate en las cámaras debe servir también para que los mexicanos sepan claramente qué esperar de la Ley de Seguridad Interior o qué esperar de que no exista Ley de Seguridad Interior.

 

¿Qué vamos a hacer como país si esta ley no avanza? Si, en efecto, como se ha anunciado, iniciaría un retiro programado de las Fuerzas Armadas o la sustitución de los convenios.

 

Tenemos que empezar a ver los escenarios que se abrirían de no tener una ley, o de tener una ley. Y precisamente para eso sirve el debate parlamentario, para ir construyendo escenarios, pero sobre todo para ir identificando dónde están las zonas de acuerdo y dónde están las zonas de disenso.

 

P: Senador, ¿qué piensa de este pues, prácticamente, regaño que hicieron ayer las Fuerzas Armadas a Andrés Manuel López Obrador, sin mencionarlo por su nombre?, piden que si hay alguna denuncia pues se presente y que se deje de (inaudible).

 

RGZ: Yo creo que es muy sintomático de un estado de ánimo institucional de las Fuerzas Armadas. Muy sintomático de que se les está criminalizando, se está construyendo una suerte de narrativa de criminalización. Por cierto, una narrativa que no se sembró o no se expresó en nuestro país, sino en el extranjero, en Estados Unidos.

 

Y creo que revela una preocupación legítima de las Fuerzas Armadas sobre la consideración que se les está dando en el espacio público y, sobre todo, en el debate político.

 

Creo que es una llamada de atención importante, precisamente para dar mayor objetividad, menos carga ideológica, menos especulación y más argumentación en torno a la regulación, al papel, la función de las Fuerzas Armadas.

 

Creo que lo que ayer escuchamos por parte de los representantes del Ejército mexicano es una reflexión de fondo, una reflexión en la cual se expresa con muchísima claridad que están trabajando por disminuir cualquier violación a los derechos humanos; que si existen casos, los están atendiendo; que esos casos se van a la jurisdicción civil y que, en todos los casos, se están sometiendo los controles que establece nuestro jurídico, empezando por los controles de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

 

Creo que tenemos que empezar a ver con mucha seriedad, pero con mucha responsabilidad, este estado de ánimo institucional, resolverlo a partir de diálogo.

 

No se vale construir una relación con una institución fundamental para la República, como son las Fuerzas Armadas, sin escuchar sus argumentos, sus preocupaciones y sin tomarlos en cuenta.

 

Es momento de que nuestro diálogo democrático sea abierto y claro, y estén sentados en la mesa las fuerzas militares, estén sentadas las Fuerzas Armadas, que son, inevitablemente, quienes están haciendo una tarea que no pidieron, que se las encomendó la República y que les ha provocado un importante desgaste en términos de percepción social.

 

Gracias.

 

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