Intervención de la senadora por el Partido Revolucionario Institucional, Cristina Díaz Salazar, durante la presentación del Libro Feminicidio en México. Ciudad de México, 13 de marzo de 2017.

 

No cabe duda que la senadora Martha Tagle es mi amiga, lo cual le agradezco todas sus palabras, pero lo importante es que al igual que ustedes, creo que nos une el trabajo y la pasión por lo que hacemos, así que muchísimas gracias.

Y bueno, hablar de feminicidio en México es hablar del resultado de toda una cadena de violencia que viven las mujeres en nuestro país, lamentablemente, cadena que pasa desde prácticas culturales y sociales, que permanecen arraigadas en la sociedad.

Y una falta de respuesta preventiva por parte de las instituciones del Estado, una ausencia de legislación o la incapacidad de hacer efectiva la legislación vigente, porque podemos tener leyes, pero no las estamos aplicando, por lo tanto hay impunidad en los casos, y desafortunadamente con la muerte de una mujer y muchas veces acompañada de una falta, de una correcta investigación por parte de las autoridades, además.

Lamentablemente el contexto en que nos encontramos, la doctora Olamendi, que también reconozco como una gran amiga y una mujer a la que admiro y respeto, presenta la publicación de un libro que recapitula desde un punto de vista histórico-jurídico, las razones que existen detrás de la violencia hacia las mujeres y que dan pie al feminicidio.

Realizando un exhaustivo análisis comparativo entre las diferentes legislaciones en la región, las sentencias de la Corte Interamericana y Jurisprudencia Nacional, la doctora reconoce los avances logrados a nivel internacional y nacional en este tema, pero sobre todo, pone en evidencia los retos que enfrenta México, particularmente en investigación del delito.

Si hay una buena investigación, por supuesto que si el fiscal investiga bien y los elementos de la policía investigadora ponen en la mesa, pues seguramente habrá un castigo importante y se aplicará todo el rigor de la ley, pero si no hay una investigación pues el presunto culpable puede evadir su responsabilidad, eso es lo grave.

Este trabajo sin duda está apoyando por investigaciones de experiencia que la doctora ha tenido desde los distintos puestos que ha ocupado a nivel nacional e internacional, refleja ese profundo conocimiento de cómo se debe realizar la investigación del delito y las mejores prácticas para hacerlo.

Es importante mencionar que hay avances importantes en la legislación y en la instrumentación de las leyes.

Yo me quedaría con ese vaso, como lo queramos ver. No satisfechos todos puede ser un vaso semivacío o puede estar a la mitad, pero sin duda, hay que reconocer que se ha avanzado y que Paty ha sido una promotora importante, ha estado siempre presente desde hace muchos años en este trabajo.

Y uno de estos pasos fue la reforma constitucional del 2011 en materia de derechos humanos, que reconoce los derechos de las mujeres contenidos en distintos tratados internacionales, como la CEDAW, por ejemplo, y además la expedición de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, del 2007.

La creación de la Conavim en 2009, la creación de los Centros de Justicia para Mujeres, la tipificación del feminicidio a nivel federal, tipificación que se ha reflejado en las entidades federativas, y que hoy comentaba muy bien.

Me tocó trabajarlo, así es. Y por cierto, que ahorita hablaba Elisa Alanís, lo importante era cuando estábamos Paty y yo comentando sobre cómo pudiéramos, le decía a Paty, es que hay trabajar en el Código Único Penal, le decía ¿nos dará tiempo para hacerlo? Porque nosotros estamos a 18 meses de concluir nuestra legislatura, junto con Paty y otros importantes hombres del derecho hicimos el Código de Procedimientos Pénales.

Pero hoy, yo creo que sí, Paty siempre es muy echada para adelante, y le decía, bueno, Paty, pero qué podemos hacer, algo que sea de inmediato.

Y me dice, yo creo que podemos trabajar por lo menos en eliminar la figura del estado emocional violento. Y creo que esto excluye ya al presunto culpable de una salida.

Entonces le decía Paty, qué estados son los que están reportando mayor incidencia para darnos a la tarea, donde tenemos el interés, que seguramente será la senadora Martha y su servidora y seguramente habrá otras mujeres que se sumen, otros legisladores también, por qué no hombres, el ir al encuentro de los legisladores locales para decirles: oigan ayúdennos, por lo menos empecemos por eliminar esto, para que no se pueda excluir el presunto culpable y encuentre una salida importante, y llevar pues la justicia.´

Empezar por estados donde hay mayores casos, como es el Estado de México, Guerrero, Chihuahua, Morelos, Jalisco, Puebla y desde luego Nuevo León, que ha ido en aumento, que es mi estado, y la Ciudad de México.

La idea es que sea en todos, en todas las legislaciones, en todos los códigos penales, pero por lo menos empezar, Paty sabe que, igual que Martha, por eso le dije yo, empecemos por encontrar alguna propuesta más corta, y creo que esta puede ser una de ellas, el que tomemos la bandera de irnos a sentar a hablar con los legisladores locales, si les gusta la idea, y exhortarlos a que empiecen a eliminar esos códigos.

Entonces por lo pronto estamos buscando una respuesta si no inmediata, sí urgente a una necesidad.

Todo esto que se ha hecho, porque se han establecido o se han creado áreas especializadas para la investigación de estos delitos, fiscalías especiales, la capacitación constante del Poder Judicial, de las autoridades encargadas de la investigación en materia de género y derechos humanos, pero todo lo anterior es insuficiente para detener la violencia que ostentamos constantemente mujeres y niños en nuestro país en ámbitos familiares, sociales, incluso políticos.

Acabamos de aprobar la Ley de Política de Género, cuántas mujeres no han muerto en el trayecto de sus campañas o cuántas son amenazadas, como sucedió con presidentes municipales electas en Chiapas, de comunidades indígenas, no las dejaban asumir el cargo, a pesar de que ellas habían ganado y habían protestado, les cerraron el paso a los palacios municipales, en fin. Es verdaderamente asombroso que siga sucediendo eso.

Creo que esta violencia que se está ejerciendo todos los días en todos los ámbitos, constituye una manifestación de desigualdad, de discriminación por razones de género, pero también es una violación permanente a los derechos humanos.

Y prueba de lo anterior son los siguientes datos: ONU Mujeres estima que en el mundo, el 35 por ciento de las mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de su vida, es un número importante. Estoy dando ya datos a nivel internacional.

Sin embargo, algunos estudios nacionales demuestran que al 70 por ciento de las mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual en nuestro país, el 70 por ciento (altísimo), pasa el promedio de una media internacional.

UNICEF ha señalado que siete de cada 10 jóvenes del país viven violencia en su relación de noviazgo, imagínense, ya van con un estereotipo marcado y aceptando en el noviazgo ya la violencia.

Y entre el 55 por ciento y 62 por ciento de los adolescentes de secundaria, señalan haber sufrido alguna forma de maltrato en algún momento de su vida.

Hace unos años la ONU dio a conocer que solo en 2013, de acuerdo con datos del INEGI, que también hablábamos y de la Secretaría de Salud, dos mil 502 mujeres murieron de forma violenta, y entre 1985 y 2013 se registraron en el país 44 mil 646 muertes de mujeres, en las cuales se presume el homicidio.

Aunado a esto, falta de denuncia, el maltrato de quienes tienen el valor de denunciar, porque eso también hay que señalarlo, y el alto índice de impunidad, los casos siguen siendo la constante.

De ese tamaño es el problema que enfrentamos actualmente, y por eso la relevancia de la publicación que hoy presenta la doctora Paty Olamendi, sin duda debemos seguir revisando la legislación no solo en materia de feminicidio, e insistir en investigaciones efectivas, pero debemos revisar cómo están legisladas otras formas de violencia hacia las mujeres y qué acciones se están implementando a nivel estatal y general.

La tipificación del feminicidio ha sido un paso importante, pero debemos hacer énfasis en que sólo acompañado de acciones y políticas públicas enfocadas a la prevención y la protección a las mujeres, que son víctimas de violencia, podremos generar un cambio real y salvar miles de vidas. Esto debe ser una política de Estado y no políticas aisladas.

Por eso me sumo también a quien me antecedió, Wendy, cuando dice, este libro se convierte en una guía para los juicios, lo importante es la tipificación del delito.

Y por último decirles que en Nuevo León, en la administración de Natividad González Parás, se establece el Centro de Justicia Familiar, y bien dice, un modelo importante que después fue replicando en otros lugares, me dice, oye Cristina, el 30 por ciento de las mujeres que vienen aquí, pues son de Guadalupe.

Yo le dije, pues hagamos el primer Centro a nivel municipal en Guadalupe y lo tomo regional, porque estábamos lamentablemente acaparando lugares importantes de todo el estado de Nuevo León.

Le dije, me quedo yo y hago el mío, y bueno, le doy servicio a una zona del área metropolitana.

Y por otro, decirles que para mí es muy importante establecer una política, una política pública a favor de las mujeres y también, después de haberse establecido el Instituto Nacional de la Mujer, y el Instituto Estatal en Nuevo León, también el primer municipio que estuvo, su instituto municipal, donde lo hicimos, es Guadalupe.

Creo que es necesario hacer política a favor de quien representa el 53 por ciento de la población en México.

Creo que, como dijo Paty, esto tiene que cambiar de manera importante.

Fíjense que en el 2020 se agota ya el bono demográfico de los jóvenes, o sea, ya no podemos decir, pues es que los jóvenes van a salvar a México, la fuerza laboral de los jóvenes, no.

La fuerza laboral van a ser las mujeres, es la población mayoritaria, la que va a salvar de una crisis a México en materia de pensiones, van a ser las mujeres.

Entonces hay que hacer una inclusión importante de todas las mujeres, los mecanismos necesarios para llevarlas a esta fuerza laboral que va a venir a salvar a México, porque será la fuerza laboral la que empuje.

Cuando eso empiece a suceder, con una serie de mecanismos y una política de Estado, crean que muchas cosas van a cambiar.

Entonces sí que instituciones, como es el caso del gobierno, voltearán de manera importante, los tres niveles de gobierno, a proteger y a cuidar a las mujeres.

Entonces está pronto por verlo, y le decía a Paty, ojalá que Dios nos dé vida, falta todo este cambio importante que debe de suceder en las mujeres, porque si somos el 53 por ciento, pues yo creo que merecemos una atención especial del Estado mexicano, porque valemos mucho, no solamente como persona, sino también en un futuro vamos a tener un valor agregado en la sociedad mexicana.

 

Muchas gracias y felicito a Paty, pero sin duda a nuestra amiga Martha Tagle, que siempre es pionera de los temas y pone sobre la mesa el trabajo legislativo en temas muy importantes.

Muchas felicidades, Martha.

 

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