Versión de la intervención de la senadora Martha Elena García Gómez, durante la inauguración del Foro para la Armonización Legislativa con Perspectiva de Género, en reunión con Congresos de los estados y comisiones para la Igualdad

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Saludos a quienes me acompañan en el Presídium; así como a las legisladoras y los legisladores de los congresos locales.

También sean bienvenidas todas las personas que hoy nos encontramos en esta antigua sede del Senado de la República.

Agradezco la atención que han prestado a la convocatoria que el Senado de la República ha lanzado a través de la Comisión para la Igualdad de Género. Sin duda, el hecho que ustedes estén aquí refleja el compromiso y voluntad de trabajar en favor de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

Hoy nuestra sociedad sigue reclamando de sus gobernantes y representantes, las mejores políticas, programas, legislación y demás acciones para revertir las condiciones de injusticia, desigualdad, discriminación y violencia a la que se enfrenta nuestra sociedad.

La ciudadanía está exigiendo generar mejores condiciones de vida y oportunidades.

Convocamos a esta reunión precisamente para resaltar la labor que nos corresponde como representantes de la ciudadanía, en especial, con la agenda pendiente para alcanzar la igualdad de género.

No podemos seguir dejando en segundo término los derechos de las niñas, las adolescentes y las mujeres, no podemos seguir priorizando los grandes problemas de la nación sin mirarlos desde la perspectiva de género.

Un Estado que reconoce las desigualdades en la que viven sus habitantes y que las atiende a partir de una agenda priorizando a las mujeres y a las niñas, más pronto logra revertir esas brechas de desigualdad y generar el desarrollo.

El Senado les convocó con un objetivo principal, a fin de que hagamos sinergia, para que los poderes legislativos Federal y locales, generemos una agenda común, haciendo de lado posiciones ideológicas y partidistas, trabajar en algo que revierta la violación de los derechos de las niñas y de las mujeres que lamentablemente siguen enfrentando las secuelas del sistema patriarcal.

No es posible que sigamos con creencias tan arraigadas que transgredan los derechos de las mujeres y las niñas, que las leyes y normas sigan perpetuando los roles y estereotipos que se le han asignado históricamente a mujeres y hombres a través de la cultura. Sobre todo, esta situación representa para el Poder Legislativo un gran reto para el logro de la igualdad de género.

Por ejemplo, como legisladoras y legisladores es nuestra responsabilidad evitar que las niñas, niños y adolescentes menores de 18 años contraigan matrimonio, pues más democrática y más justa es donde el principio de igualdad entre mujeres y hombres sea un eje del quehacer político.

Me congratulo de estar hoy aquí, para atestiguar lo que puede ser una acción más en favor de las mujeres y las niñas mexicanas.

Les exhorto a replicar las buenas prácticas con mayor frecuencia, volvámonos compañeras y hermanas de una misma causa y que desde donde quiera que estemos, actuemos con la seguridad que siempre tendremos el apoyo de todas nosotras, y tenemos que impulsar los cambios que nos demandan los millones de mujeres que claman por justicia e igualdad.

Con la efigie de Belisario Domínguez aquí presente, lo parafraseo con lo siguiente: “Que con el compromiso de unidad, cada una de nosotras haga lo que le corresponde, y entonces las mujeres de este país estarán salvadas”.

Reitero mi agradecimiento a todas y todos ustedes y les deseo el éxito de una jornada de reflexión y de unidad.

Muchas gracias.

 

---000---