* Versión de la intervención del Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Fernando Herrera Ávila, durante la reunión de trabajo de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y El Caribe con embajadores de la región

Muy buenas tardes. Les agradecemos su presencia el día de hoy, distinguidas, distinguidos representantes del cuerpo diplomático para América Latina y el Caribe, es un verdadero placer contar son su presencia el día de hoy.

Me da mucho gusto tener la oportunidad también de saludar a la senadora Mariana Gómez del Campo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe del Senado de la República.

Y desde luego también celebrar que en esta reunión participe nuestra presidenta del Parlamento Latinoamericano y Caribeño, la senadora Blanca Alcalá, acompañados siempre, haciendo equipo por los senadores de la República que han hecho un extraordinario papel como intermediarios, como acompañantes en la diplomacia mexicana, y me refiero a la senadora Rocío Pineda Gochi, que ha estado constantemente participando, haciendo el intercambio que le demanda su función como senadora de la República.

Y desde luego también la senadora Blanca Alcalá, participante activa de los foros, del análisis constante y permanente que está en el Senado de la República, de los diferentes tratados que celebra el país con las diferentes entidades en el mundo y, particularmente, en América Latina. Un papel verdaderamente destacado el que realiza el senador Raúl Morón, quien desde que inició su labor parlamentaria ha sido crítico, participativo, pero desde luego siempre haciendo siempre de la construcción de acuerdos la ruta que ha guiado su actuar.

Distinguidos funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno mexicano, sean ustedes bienvenidos. Gracias por participar todos ustedes, estimadas amigas y amigos.

He señalado de una manera muy especial la forma en que han estado participando los senadores de manera consistente, sean bienvenidos a esta sede de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y permítanme compartir algunas reflexiones.

Para nosotros es un alto honor contar con su valiosa participación el día de hoy. Son tiempos nuevos. Nuestra región geopolítica vive coyunturas con una fuerte carga de dificultades en el campo de las relaciones internacionales entre todos los países.

Es necesario que los amigos de siempre, como lo somos nosotros, refuercen sus lazos y vínculos para superar los obstáculos que se vislumbran en la vida diaria de nuestras naciones. Todos sabemos que la integración de las naciones de América Latina y el Caribe ha sido un propósito que nos ha acompañado desde que nuestros países comenzaron a tener existencia propia y vida independiente.

Siempre hemos compartido el objetivo común de lograr vías para el desarrollo económico y humano de nuestros pueblos. Nuestra región latinoamericana y el Caribe, ha experimentado los esfuerzos para permitir esquemas de libertad y relaciones de solidaridad favorables a nuestras economías nacionales.

Podemos citar una gran cantidad de acuerdos que hemos celebrado y que hace unos momentos hacía referencia la senadora Gómez del Campo, el Tratado de Libre Comercio con su vinculación de los países de América latina, el gran proyecto solidario del Alba, el proyecto del Alca, la comunidad de Caribe-Caricom y toda una gama de iniciativas y proyectos multinacionales donde hemos estado participando de manera frecuente.

Sin embargo, el resurgimiento de políticas proteccionistas, adicionadas con un discurso xenofóbico, lleno de consideraciones injustas y racistas en el país del norte por su Presidente, viene anunciando un reacomodo brusco en nuestra región como no lo veíamos desde hace décadas.

El nuevo gobierno estadounidense nos ha mostrado que los intereses hegemonistas siguen actuantes con notable agresividad y gozan de cabal salud.

Por eso, se hace necesario que los países amigos fortalezcan sus lazos, incrementen su reflexión, analicen sus experiencias e intercambien sus conclusiones.

Una cosa podemos afirmar hoy con toda claridad: es inaceptable que un gobierno, por muy poderoso que sea, pretenda someter y obstaculizar el derecho soberano de nuestras naciones a crecer y desarrollarse.

Es inaceptable, también, que un gobierno, por muy poderoso que sea pretenda violentar los derechos humanos y laborales de quienes por generaciones han aportado su trabajo a favor de la economía más fuerte en nuestro continente.

Hoy, como antes, nuestra mejor respuesta es la unión y solidaridad para resistir y buscar nuevas vías de crecimiento y desarrollo.

Afortunadamente, ningún país de América Latina y el Caribe está solo, ya que todos, todos nos tenemos. Por eso, saludamos el diálogo interamericano y caribeño y su valiosa presencia el día de hoy en este encuentro.

Estamos seguros en la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, que el esfuerzo que ustedes están haciendo habrá de traer buenos frutos en este intercambio constante y permanente que han venido sosteniendo. Los acuerdos, la comunicación como vía de acercamiento, como puente que lleva a cauces comunes debe ser siempre la ruta a transitar.

Sean todos ustedes muy bienvenidos y que tengan una exitosa convivencia. Gracias.

 

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