Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

* Intervención del senador por el Partido Revolucionario Institucional, Patricio Martínez García, durante el  Foro “¿Existe el federalismo en México?” convocado por la Comisión de Reforma del Estado, en el marco del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ciudad de México, 22 de febrero de 2017.

 

Muchísimas gracias.

Con el gusto de saludar a tan distinguidas personalidades que hoy nos acompañan, y felicitando a mi presidente, José María Martínez Martínez, por la organización de este foro.

Quiero hacer el comentario de que siempre la discusión sobre el federalismo y su plena vigencia, nos ha tenido ocupados desde el nacimiento de nuestra nación, y que es un tema que frecuentemente aquí en el Senado nos ocupa mucho de las discusiones de manera directa o indirecta.

La realidad es que de este tema, es mucha la tarea que tenemos pendiente, no solamente por discutir, sino sobre todo por ejecutar.

El centralismo y el federalismo son temas que han ocupado muchas páginas de la historia patria, y bueno, hechos estos comentarios, no hay mejor forma de conmemorar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que reflexionando sobre la vigencia de su arquitectura.

El Constituyente estableció una República representativa, democrática, laica y bajo un sistema federal.

Hoy particularmente quiero enfocarme en el último elemento, si uno observa las discusiones políticas desde el constitucionalismo estadounidense hasta el mexicano en el Siglo XIX, la intención era enumerar las facultades de la federación y limitarse a ellas.

Aterrizando en nuestro sistema jurídico, en el marco del Centenario de la Constitución, se nos exige una reflexión puntual sobre los dilemas planteados hace más de dos siglos, ¿son absolutamente necesarias las facultades conferidas a la federación? El conferir la suma de estas facultades ¿no es un agravio a los estados?

Bajo estos parámetros les invito a considerar dos puntos esenciales de nuestra realidad nacional:

El primero, es sobre el fortalecimiento de las instituciones federales.

Si uno observa las reformas constitucionales aprobadas desde 1917, podrá identificar que entre los artículos más reformados se encuentran el 73, 74, 76 y 89.

Esto no es coincidencia, sino reflejo de una permanente y quizá fallida ponderación sobre la conciliación de las facultades otorgadas a la federación y las que permanecen por exclusión reservadas a los estados.

El segundo es sobre la debilidad de los estados, no debemos ser omisos a la realidad internacional y de nuestro sistema federal, ni tampoco reducir un complejo debate a un dilema, suma cero.

Los retos definitorios de México se reflejan en la arquitectura del federalismo, existe una profunda desigualdad, inestabilidad y poca sustentabilidad con las entidades.

La tentación ha sido responder con la centralización y no con la subsidiaridad que demanda un verdadero sistema federal. Aquí está el reto para nosotros los representantes del Pacto Federa.

En suma, es por eso que los invitamos a este foro de reflexión sobre la existencia del federalismo, bajo los conceptos que le dieron vida hace más de 100 años.

Es un alto en el camino para ver en qué se ha fallado al conciliar la vitalidad de los estados y las necesidades de la federación.

La realidad es que no hay federalismo si no hay una realidad en la libertad política y no hay libertad política, si no hay libertad presupuestal, y esta libertad presupuestal siempre está acotada por una condición fiscal central, en donde no hemos logrado que estados y municipios ejerzan a plenitud la condición de soberanos, los estados y los municipios, con el ideal de municipio libre.

Libres sí, para hacer política relativamente en su ámbito municipal, pero acotados a una condición presupuestal que no les permite un pleno ejercicio ni actividad municipal.

Hace años lo refería cuando hacía la defensa del federalismo que en este país está muy claro, los impuestos son federales, y los “borrachos son municipales”. Esto referido a que se ha limitado el ejercicio de las potestades fiscales tanto en los estados como en los municipios.

El último fue en los años 70, en donde se hace un acuerdo fiscal que viene a limitar las facultades sobre impuestos a las ventas que tenían los estados en comercio e industria, y se hace el convenio de tipo fiscal, en donde queda establecido el impuesto federal al consumo a las ventas.

Este impuesto se hace mediante el acuerdo de que los estados seguirán gozando de aquellos ingresos de los que se privaron al autolimitarse con ese acuerdo sus ingresos fiscales y estatales, mediante participaciones de lo que habría de ser al paso de los años, el Impuesto al Valor Agregado. La realidad es que este sistema de participaciones no está funcionando.

Pero tengo también que aclarar otra cosa, hay estados, hay regiones y hay municipios que no quieren tener pleno municipalismo, ni pleno federalismo, quieren seguir gozando de un centralismo paternalista, de una caja central que les provea de todos sus recursos sin hacer esfuerzos fiscales propios, tanto municipios como estados.

El federalismo, mientras no estemos dispuesto a ejercerlo palmo a palmo en el país y mientras hay estados que prefieren el centralismo fiscal y con esto una dependencia en aquella frase “denme más que voy ganando o denme más porque soy pobre”, mientras no tengamos una voluntad plena en este sentido como en el lado municipal.

Mientras no tengamos una superación del municipalismo con eficacia y eficiencia en su recaudación, en sus ingresos y en el ejercicio de éstos para cumplir con la condición que le da vida al ayuntamiento que es el atender las necesidades de la comunidad, que ésta por sí sola y en lo individual no puede resolver en la vida cotidiana.

Y que falla el municipio en esto, porque se ha ido desviando al paso de los años en su objetivo y ha llegado a una triste condición en donde cada municipio quiere ser un gobiernito del estado con una serie de funciones que le hacen descuidar a su origen que es el atender las necesidades de la vida cotidiana de la comunidad: la basura, la luz, el agua, la seguridad pública en su fase de prevención y todas estas facultades que le están conferidas en el artículo 115 de manera precisa y exacta y que las descuida por razones de una diversidad democrática en los ayuntamientos, que esperábamos que fueran de una contundencia que le diera eficacia al municipio y que lamentablemente no ha resultado en este sentido en todos los casos.

Hay honrosas excepciones, pero puedo decirles, hay municipios en el país en donde un solo municipio, por plantearles ciudades medias como la ciudad de Chihuahua, por dar algo que no haría alusiones a nadie, contra algunos estados completos de la República, en donde el Impuesto Predial de una sola ciudad, es mayor que la de todo un estado.

Esto lo que refleja es que no hay voluntad de ejercer las facultades fiscales por los municipios.

Hay en esto una gran injusticia social, y hay en esto una dependencia que nos va  lastrando como país y que nos va causando daños que son provocados precisamente por la falta de un ejercicio del municipalismo, que sin duda es base del federalismo.

Muchísimas gracias por atender a este foro de conciencia federalista.

Muchas gracias, mi presidente por esta organización.

Son todas, todos ustedes bienvenidos, y celebro que personalidades de la talla que presenta el programa, estén hoy con nosotros aquí en el Senado.

Muchísimas gracias.

 

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