* Versión de las palabras de la senadora Gabriela Cuevas Barron, durante la reunión con el presidente pro tempore del Senado de California, Estados Unidos, Kevin de León
Gracias Presidente del Senado de California, una vez más bienvenido a México, bienvenido al Senado de la República, nos da mucho gusto tenerlo por acá.
También sean todos ustedes bienvenidos senadores, asambleístas, para nosotros este díalogo tiene la mayor importancia, no sólo por la intensa y frecuente relación que existe entre California y México sino también por la agenda que ustedes han desarrollado.
Reconocemos por supuesto toda esta agenda en materia de cambio climático, en lo que California ha sido pionero, pero también en lo que tiene que ver con la agenda de derechos humanos.
Hoy la agenda de derechos humanos es la más cuestionada en el mundo. Hoy el extremismo, la xenofobia, la intolerancia parecen ser el sello de los debates políticos; y California justamente va en el sentido contrario, California va en el sentido de la tolerancia, del respeto a los derechos humanos y de lograr una plena vigencia a los derechos humanos independientemente a la condición migratoria.
Y eso para nosotros es de celebrarse, porque compartimos esa misma legislación. En México tuvimos en el año 2011 una importante reforma constitucional en materia de derechos humanos, en donde dejamos muy claro que los derechos humanos tendrán plena vigencia en nuestro país independientemente de la condición migratoria.
Sabemos que hay mucho que nos falta por hacer en términos de política pública, pero nos da gusto saber que vamos caminando en ese mismo camino y reconocemos ese enorme trabajo que ustedes en el Senado y en la Asamblea de California han desarrollado. Me parece que es un esfuerzo loable y que además es digno de mencionarse.
También usted comentaba presidente De León, el tema de los problemas y de las soluciones compartidas. Sí tenemos grandes problemas que hoy no respetan la frontera y para algunos la solución es pensar que hay muros, a mí la verdad es que me sorprende muchísimo y seguramente usted lo compartirá, porque los muros ya existen.
Cualquiera que camine por la frontera entre nuestros países podrá encontrar a veces que no se trata sólo de un muro sino que son varios muros, un río, drones, la Guardia Nacional en el caso de Texas. ¿Qué tan alto hay que construir un muro? ¿Cuántos más?
Pero por otro lado, está el ejemplo en el sentido contrario y vemos que si bien la solución llegó 20 años después de que los empresarios lo propusieran, hoy el aeropuerto binacional Tijuana-San Diego es una realidad.
Y ese tipo de infraestructura es lo que genera los grandes cambios, es lo que nos demuestra que por más que queramos poner muros y fronteras, las personas van a seguir caminando, los bienes y los servicios se intercambian, los capitales siguen fluyendo.
Creo que quien habla de muros es quien habla del odio, pero también de la ignorancia y del desconocimiento de una realidad. Quien habla de muros es porque no ha caminado la frontera, es porque no se ha enterado que los estados que están en la frontera serían si fuera una sola economía, serían la cuarta economía del mundo.
Eso significaría que…, insisto, cuántos metros más alto, lo que necesitamos son más aeropuertos binacionales, son más puentes fronterizos, son más espacios para que transiten las personas. Necesitamos construir esa frontera ordenada y segura que tanto se habla, pero hay que recordar que la seguridad es aquella premisa donde nadie se muere.
Una frontera segura y ordenada es donde se respetan los derechos humanos, una frontera segura y ordenada es donde, como usted comentaba, no transitan ni las armas ni las drogas. Y ese es el tipo de frontera que nosotros apostamos por construir. Una frontera del Siglo XXI.
México, si bien pues somos muy conocidos por nuestras playas, por nuestra hospitalidad, por nuestra buena comida, la realidad es que nosotros también necesitamos hacer nuestra tarea y que México sea conocido por lo que le aporta a la Unión Americana.
Nada más si hablamos de la población indocumentada, aportan 1.7 billones de dólares al año en impuestos, y en la mayor parte de los estados de la Unión Americana no ven ni un solo beneficio porque al carecer de documentos son la población más vulnerable, es decir, son 1.7 billones de dólares que van a los impuestos de Estados Unidos sin que tenga una sola tasa de retorno para estas personas.
Pero podemos verlo también en el cine, en las artes, en la arquitectura, en la medicina, en la ciencia, en Wall Street, México está presente en muchas de las actividades de Estados Unidos, genera empresas y empleos, genera oportunidades.
Y esto es lo que nosotros desde México tenemos que hablar, tenemos que demostrar no solamente que los problemas y las soluciones son compartidas sino que tenemos una profunda interdependencia.
Los problemas que vivimos no son culpa de Estados Unidos o de México, son nuestra realidad, y es una realidad con la que tenemos que lidiar y a la que tenemos que solucionar. ¿Para qué?, para que podamos entregarle mejores condiciones de vida a las personas a las que representamos.
Yo celebro mucho su visita presidente De Léon y a toda su comitiva, además en este momento en particular.
Estamos a dos meses de la elección en Estados Unidos, una elección que si bien ha buscado en algunos discursos deteriorar la imagen de México y de los mexicanos, me parece que también brinda una oportunidad en la que tenemos que estar atentos.
Y es que es la primera vez que está claro que México es factor importante para Estados Unidos. Hoy nadie en Estados Unidos puede negar la interdependencia con México; hoy nadie en Estados Unidos puede obviar en un discurso a México como un vecino importante, ya no digamos en California donde las personas de origen mexicano son casi 30 por ciento de la población.
Y en todo este debate, me parece que la oportunidad hoy puede nacer desde California y desde reuniones como esta, donde compartimos las premisas, compartimos los valores y, sobre todo, hemos demostrado --en la experiencia-- que juntos los resultados son mucho mejores.
Sea usted bienvenido una vez más a este Senado de la República.
Bienvenidos a todos en su comitiva y esperemos que como siempre México pueda quedar en alto con una buena comida.
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