·      La corrupción que se desarrolla sigue siendo real, no se ha podido vencer.

·      Existe un esfuerzo institucional en todos lados para que esto se ataque, pero no podemos decir que lo estamos logrando aún.

Discurso del senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez, durante la inauguración de la  Segunda conferencia anual “Violencia y paz: diagnósticos y propuestas para México”.

Miguel Barbosa Huerta (MBH). Primero los saludo en esta mañana, en este día lunes, les doy la bienvenida a esta hermosa sede del Senado de la República, en este espacio recuperado no hace mucho, donde encontramos vestigios de arquitectura del Siglo XVII, y qué bueno que pueda ser útil para provocar reflexión social, reflexión política, reflexión culta de los temas nacionales, bienvenidos a todas y a todos.

Yo agradezco la presencia del secretario general del Colegio de México, Gustavo Vega, Don Gustavo, gracias, Buenos días; de Luis Raúl González Pérez, nuestro amigo presidente de la CNDH, el ombudsman mexicano; de Sara Irene Herrerías, subprocuradora de Derechos Humanos; y desde luego de los de casa, Raúl Cepeda Gil, investigador del Instituto Belisario Domínguez, que se ha hecho cargo de conducir estos foros; y desde luego de nuestro coordinador ejecutivo de investigación, Gerardo Esquivel, que tanto lustre le ha dado al instituto.

Y desde luego que es muy importante todo lo que en esta mañana se ha hablado, poder generar información, información perfectamente ordenada, clasificada sobre los niveles de violencia en las distintas regiones del país, estados del país y sus alternativas para poder alcanzar la aspirada paz en la convivencia social, hace que estos dos foros, este segundo foro sirva para poder, les digo, generar información, que va a ser materia de consulta para académicos, para investigadores y para gente que para sus estadios quiere generar algunas propuestas sobre estos temas violencia y paz.

He escuchado con atención las intervenciones de los ponentes de este acto inaugural y he empezado a reflexionar algunas cosas diferentes a las que traía yo pensadas.

Primero, la violencia no  puede entenderse solamente como la criminalidad, porque sino estamos hablando solamente del nivel de criminalidad que hay en nuestro país, la violencia es un estado alterado de enfrentamiento entre personas en la convivencia social, para eso el desarrollo educativo, la educación, la impartición de cultura y de valores.

Yo he podido afirmar en más de una ocasión que en México la cultura de la violencia ganó, basta ver el comportamiento entre niños, niños, jóvenes, mujeres u hombres, en imágenes que son difundidas ahora de manera muy profusa por las redes cuando tienen algún pleito, parece que se quieren matar.

En los tiempos de mi niñez, el niño que lloraba perdía y se acababa la pelea, ahora no, ahora parece que quieren hasta darse unos a otros o unas a otras, la violencia intrafamiliar, la violencia diaria, los homicidios y las agresiones por asuntos menores,  intrascendentes, sin ningún valor de tránsito, cosas de ese tipo.

Vemos que la actitud violenta de las personas ha crecido, la convivencia violenta ha prevalecido, pero refiramos precisamente a los datos que aquí se han dado.

¿México es un país violento en cuanto a la comisión de crímenes, en cuanto a las condiciones de inseguridad pública que están instaladas? Desde luego que sí, desde luego que sí. Vemos que hay regiones del país en donde el Estado en sus tres órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal, está rebasado y está rebasado porque sigue habiendo autoridades involucradas en la comisión de delitos, solapando la comisión de delitos.

La corrupción que se desarrolla sigue siendo real, no se ha podido vencer. Yo sí creo que hay un esfuerzo institucional en todos lados para que esto se ataque, para que esto se disminuya y se elimine, pero no podemos decir que lo estamos logrando aún, decirlo así no sería hablar con la verdad y en un foro hay que hablar con la verdad, hay que hablar con la institucionalidad de vida o hay que decir las cosas como son.

Para el mundo del Derecho una sociedad tiene que estar atendiendo cuatro elementos: derecho, justicia, paz y libertad. El derecho como la forma en la que la sociedad debe de vivir, la justicia como destino normal del derecho, la paz como la sustituta de la justicia, y la libertad sin la cual no hay derecho, ni justicia, ni paz. Esas son las razones para las cuales tendríamos que caminar.

Y yo creo que en México, desafortunadamente, no hemos vivido la experiencia que tengamos una convivencia en la que la ley sea la que regule esa convivencia, no la hemos vivido.

Hay que aspirar la paz que se debe de generar por la aplicación de la ley, porque aplicando la ley estaremos haciendo que las autoridades cumplan con su deber, con la ética moral, lealtad al cargo necesarios.

Estaríamos encontrando a policías capacitadas que cumplan con su deber de investigación y persecución de delito, a policías eficaces, a policías eficientes, a policías honrados y estaríamos haciendo que todo nuestro sistema institucional funcionara sin corrupción.

Ese es el momento idóneo cuando una sociedad podría decir “se aplica la ley y vivimos bajo el rigor de la ley”.

A esa paz que se genere por la convivencia derivada de la aplicación de la ley, es a la que debemos de aspirar.

Yo agradezco la presencia de todos ustedes, del interés de participar en este foro, hay que aprovecharlo, afortunadamente hay mecanismos de difusión, como son las redes sociales, aquí se están ya grabando y transmitiendo, entiendo, por formas de transmisión en redes, el Canal del Congreso, y muchos otros.

Y después la visión que se hará  de este trabajado y este foro.

Así es que les agradezco su presencia, y dicho lo anterior, les pido y les molesto que nos pongamos de pie para declarar la inauguración de este evento.

Siendo las once horas del día siete de agosto de este año 2017, en la sede de Xicoténcatl del Senado de la República, como presidente del Instituto Belisario Domínguez declaro inaugurado este foro Violencia y Paz, que organiza el Instituto Belisario Domínguez, el Colegio de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con la participación de la Procuraduría General de la República y a todos los ponentes que van a estar presentes.

Les agradezco su presencia y hagamos útil este evento.

Gracias.

 

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