Históricamente las personas afrodescendientes en México han padecido una situación de alta vulnerabilidad y discriminación múltiple,  pues desde su llegada a nuestro continente en una condición de esclavitud y hasta nuestros días, no han sido reconocidos en la Constitución como parte integral de la Nación mexicana, indicó la senadora Angélica de la Peña.

Durante la presentación del Informe de Organizaciones de la Población Afrodescendiente de América Latina, la legisladora del sol azteca comentó que la falta de un reconocimiento constitucional ha derivado en que los pueblos afrodescendientes sean discirminados no sólo por su raza, sino también por su edad, género, religión, idioma, discapacidad y su opinión política.

La invisibilización de las personas afrodescendientes es tal, continuó la senadora, que ninguna institución de los tres órdenes de gobierno ha realizado un censo puntual, por lo que hoy desconocemos su número y otras estadísticas importantes para el diseño e implementación de políticas públicas.

“Es inverosímil que el Estado mexicano impulse y sea parte de tratados internacionales en materia de derechos humanos, mientras mantiene a una parte de su población sin garantí para el goce pleno de sus derechos económicos, culturales, sociales, civiles y políticos, y por supuesto, también medio ambientales”, precisó la también presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado.

De la Peña Gómez recordó que en el Senado de la República se analiza una iniciativa para reconocer en la Constitución a los pueblos afrodescendientes, la cual seguramente será uno de los temas a dictaminar en el próximo periodo ordinario de sesiones.

Se comprometió con las organizaciones convocadas a entregarles el proyecto de dictamen, el cual incluirá sus propuestas y señalamientos contenidos en el Informe de Organizaciones de la Población Afrodescendiente de América Latina.

“Me comprometo además a que el dictamen señale claramente la inscripción en la Constitución del precepto de pueblos afrodescendientes; así como trabajar en coadyuvancia con ustedes en la redacción de la legislación secundaria para garantizar el goce pleno de sus derechos económicos, culturales, sociales, civiles y políticos, y medio ambientales”.

Finalmente, la senadora Angélica de la Peña hizo un llamado para que las organizaciones de la población afrodescendiente redoblen esfuerzos y construyan redes de colaboración no solo entre ellas sino con la sociedad en general, “entre todas y todos debemos lograr que la reforma constitucional y su ley secundaria trasciendan a las instituciones y que esto se traduzca en la generación de políticas públicas incluyentes en los tres órdenes de gobierno”.