La senadora Angélica de la Peña lamentó que a pesar de contar con la Ley General de Acceso para las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, una legislación reconocida a nivel regional por sus avanzados preceptos y mecanismos para garantizar la protección de los derechos de las mujeres, en México la violencia de género en contra de mujeres, adolescentes y niñas no sólo persiste sino que se ha incrementado de manera alarmante.

Durante la inauguración del foro “10 Años de la Ley General de Acceso para las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, ¿qué ha pasado?”, la también secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género apuntó que se ha identificado que unos de los mayores obstáculos para la aplicación de la ley es un problema sociocultural, el cual perpetua la cosificación de las mujeres, es decir, el observarlas y tratarlas como objetos.

En ese sentido, la senadora por el PRD apuntó que los gobiernos estatales y los municipales siguen sin comprender los objetivos y los beneficios de una ley que busca prevenir, investigar, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, “el más claro ejemplo es el mecanismo de la alerta de violencia de género, la cual los gobernadores se niegan a declarar o declararla pero sin aplicar las medidas que la ley prevé, argumentando que afectará la imagen de la entidad”, agregó.

Aunque con avances significativos, indicó, hay quienes sugieren que la ley debe revisarse porque algunos de sus mecanismos, pero también hay voces que exigen solamente su aplicación.

La Ley General de Acceso para las Mujeres a una Vida Libre de Violencia armoniza la Convención Belem do Pará, define la violencia contra las mujeres como un flagelo, una violación a los derechos humanos de las mujeres y  es la causa de la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres.

“Es un parteaguas, toda la legislación antes de esta ley en el país estaba inscrita para sancionar la violencia en el ámbito doméstico, la violencia intrafamiliar, o sus distintas versiones, pero siempre estaba identificada por la pareja o la ex pareja en el ámbito de cuatro paredes, en el ámbito privado”, agregó.

De la Peña Gómez dijo que a diez años de la creación de la ley, los retos son importantes, entre ellos, el cumplimiento de los primeros preceptos del Programa Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la .Violencia contra las Mujeres, entre ellos impulsar y fomentar el conimiento y respeto a los derechos humanos de las mujeres.

Asimismo, transformar los modelos socioculturales de conducta de mujeres y hombres, incluyendo la formulación de programas y acciones de educación, formales y no formales, en todos los niveles educativos y insutrcción con la finalidad de prevenir, atender y erradicar las conductas estereotipadas que permiten, fomentan y tolera la violencia contra la mujeres; y el tercero, educar y capacitar en materia de derechos humanos al personal encargado de la procuración de justicia, policías y demás funcionarios encargados de las políticas de prevención, atención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujeres.

Finalmente, la senadora Angélica de la Peña indicó que son muchos los pendientes que tienen que resolverse, “porque necesitamos seguir luchando porque se reconozca que todos los derechos de la mujer son derechos humanos”.

 

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