Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

  • El senador por Oaxaca, Benjamín Robles Montoya, dio que este ilícito sólo lo superan el tráfico de armas y estupefacientes.
  • Al tráfico de personas también se suman factores que contribuyen a la venta de infantes, prostitución y pornografía infantil.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, la trata de personas es en la actualidad el tercer negocio ilícito más fructífero del mundo, con ganancias que oscilan entre los 32 mil y 36 mil millones de dólares anuales, superado solamente por el tráfico de drogas y el de armas.

En México el problema de la trata de personas no había sido verdaderamente visibilizado sino hasta hace apenas unos pocos años, cuando había alcanzado ya niveles alarmantes, aseguró el senador Benjamín Robles Montoya.

“Es una lástima que se haya dejado pasar tanto tiempo para atender este asunto como se debía, ya que ello permitió que el problema creciera sin ningún control, al grado que hoy, México es un punto estratégico para la trata a nivel mundial. Tanto así, que la Oficina de las Naciones Unidas para el control de las Drogas y la Prevención del Delito, ubica a nuestro país como fuente, tránsito y destino para la trata con fines de explotación sexual y trabajo forzado, con alta incidencia en las diversas formas de violencia de género”, agregó el legislador.

Hace apenas unas semanas, el Consejo Ciudadano y la organización Polaris, dieron a conocer que la trata de personas genera ganancias anuales que rebasan los 300 millones de dólares, solamente en México y Estados Unidos y por si esto fuera poco, “los datos nos ubican como el segundo país que mayor número de víctimas de trata provee a los Estados Unidos”.

El Diagnóstico sobre la Situación de la Trata de Personas en México, publicado por la CNDH en 2014 (en fechas próximas se publicará su actualización), identifica como factores de vulnerabilidad la pobreza, la marginación, el desempleo, la falta de escolaridad, la desintegración o disfunción familiar, la violencia doméstica, la condición de migrante, la pertenencia étnica, entre varios otros. Pero señala también que el consumidor que demanda mano de obra barata, productos y servicios a bajo costo, o quizá órganos o servicios sexuales, constituye el principal factor de incidencia de la trata de personas.
 
Mención aparte merece la explotación de menores de edad. El Diagnóstico nos remite al Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño Relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de los Niños en la Pornografía, que enumera una serie de factores que contribuyen a la venta de infantes, la prostitución y la pornografía infantil.
 
Los datos son por demás contundentes y nos muestran con claridad la magnitud del problema que enfrentamos.
 
“Es cierto que la trata es un problema global, pero también lo es que nada, o al menos muy poco se hizo por parte del Estado para evitar la expansión de este lastimoso fenómeno. Sin duda los principales esfuerzos para combatirlo han provenido de la sociedad civil y por eso el poder público está en deuda con esos esfuerzos, y con las mujeres, los niños, los migrantes indocumentados, los indígenas que a diario son sometidos a esta forma de esclavitud”, señaló el senador por el estado de Oaxaca.
 
Robles Montoya, dijo que es necesaria y urgente una participación más activa y decidida de todos los niveles de gobierno. Es preocupante lo que señala la CNDH en el Diagnóstico, en el sentido de que “un número considerable de autoridades locales y federales señalaron no realizar operativos ni acciones sistemáticas tendentes a la detección de víctimas”. Y es que, ante la inmensa magnitud del problema, resulta inaceptable que ni las autoridades locales, ni las federales, tengan a la trata de personas como un asunto prioritario en sus agendas.
 
Otro aspecto que urge atender “es la impunidad. Recientemente el Quinto Visitador de la CNDH dio a conocer que, de junio de 2012 a junio de 2015, en el fuero local se iniciaron mil 458 averiguaciones, de las cuales sólo en 27% hubo consignación y se logró sentencia condenatoria apenas en 18%; mientras que, en el fuero federal, en el mismo periodo, se iniciaron 571 averiguaciones, de las cuales hubo consignaciones en 16% y solamente 2% concluyeron en sentencia condenatoria”.
 
Ante este panorama, la reforma que aún se discute en el Congreso de la Unión reviste una especial relevancia. Entre sus aspectos más importantes destaca la reestructuración de los tipos penales, con el fin de hacer más eficaz y eficiente la labor del Ministerio Público en la investigación de este delito y en la acreditación probatoria. Por otro lado, se hace una atinada distinción entre la trata de personas y la explotación y se amplían disposiciones en materia de prevención, entre otros.
 
Sin embargo, agregó Robles Montoya, que la reforma se ha topado con no pocos obstáculos en el camino, producto de los intereses personales y de grupos que han lucrado con el tema y que han ocasionado que, hasta ahora, no se haya podido expedir después de dos años de trabajo en su elaboración, particularmente por la añeja polémica relativa a la conveniencia o no de incorporar a la ley las formas o medios en que el delito puede ser cometido.  
 
"Es lamentable que un tema tan relevante como la trata de personas, que amerita toda nuestra atención y que requiere de unir voluntades y esfuerzos para ser combatido eficazmente, esté tan contaminado por esa clase de intereses. Confío en su pronta aprobación y entrada en vigor. La situación de la trata en México nos obliga a no perder más tiempo”, concluyó Robles Montoya.