Ante la firma del Acuerdo por la Seguridad de Michoacán en el que participé hoy en calidad de invitada en palacio de gobierno del Estado de Michoacán en la Ciudad de Morelia me permito hacer las siguientes consideraciones:

Primero: Celebro que se establezca el marco legal que permita la coordinación entre los gobiernos estatal y federal, así como el anuncio de la inversión federal de 250 millones de pesos en la región de la tierra caliente. Efectivamente como el Secretario de Gobernación lo expresó los ciudadanos Michoacanos han reaccio-nado agrupándose, organizándose para su autodefensa legítima ante hechos de barbarie, hechos tolerados por la corrupción existente en los tres niveles de go-bierno.

Segundo: No basta aceptar públicamente que los gobiernos municipal y estatal han sido "rebasados". No solo es el legítimo hartazgo social lo que mueve a las autodefensas de la tierra caliente, lo que no dijo el Secretario es que otros grupos delictivos ven en esta coyuntura, la posibilidad de ocupar el espacio, y ocupar las plazas para beneficiarse del derecho de piso que representan. Por ello de manera encubierta apoyan esta legítima insurrección social.

Tercero: Esta descomposición del tejido social no es privativa de Michoacan, ni ha llegado a los niveles de guerra civil pero al no atenderse de inmediato podría co-brar este sentido, también se aprecia no sólo la anuencia del Gobierno Federal, sino una estrategia para dejar a la parte civil el costo principal de enfrentar una situación que le corresponde a la autoridad; en todo ello la población lleva la peor parte ante los bloqueos, balaceras, levantones, quemas de negocios y vehículos, ejecuciones entre ambos bandos. Las actividades productivas se colapsan y la vida cotidiana se trastoca irremediablemente.

Cuarto: El Ejército, la Policía Federal y las corporaciones estatales y municipales deben jugar un rol independiente, no pueden involucrarse con un grupo u otro ya sea por acción, omisión o por ser parte de la "estrategia gubernamental" que debe dejar de pilotearse en Michoacán. Es inaceptable que sea en la tierra de la insur-gencia donde se aterrice el modelo colombiano que llevó a la ciudad de Medellín en particular pero que se extendió a todo el territorio nacional por un periodo de más de 20 años de "paramilitarismo".

Quinto: Para lograr la seguridad ciudadana es necesario un trabajo de gabinete itinerante para resolver de inmediato las necesidades emergentes en la región de tierra caliente y se requiere la Instalación de módulos de Atención Ciudadana de la Procuraduría, Protección Civil, Secretaria de Salud, DIF, CNDH asímismo se garantice el abasto de combustible, medicamento y víveres para todas y todos los calentanos que en esta condición permanecen sin poder trabajar; que se resta-blezca la comunicación terrestre y reanuden las transmisiones las radiodifusoras locales, así como el transporte público y las corridas de autobuses a la región (a bajo costo) “es momento de que el sector empresarial de la región y el estado muestren su solidaridad como antes lo han hecho”; es indispensable también convocar a los líderes de opinión de todos los sectores sociales a participar en el diálogo y análisis para que sean parte protagonista de la ejecución de las ac-ciones, "Comités y Consejos Ciudadanos reales".


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