Número-377

  • Los legisladores expusieron sus posicionamientos  y discutieron si el TLC ha dejado beneficios o no al país.
  • Se pronuncian  por adecuar el TLC a los nuevos tiempos, para garantizar una mayor integración de los mercados laborales en los tres países.

Senadores y diputados de la Comisión Permanente presentaron sus posturas sobre las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; pidieron especial atención en temas como aranceles, derechos humanos, competitividad y no coinciden en la apertura del tema energético. 

Al posicionar la postura del Grupo Parlamentario de Morena, la diputada Rocío Nahle García, resaltó que no se debe aceptar una renegociación en la que no se reconozca el pleno ejercicio de los derechos humanos en ambas naciones; no tolerar que continúe la persecución xenofóbica y racista a connacionales en territorio norteamericano; ni que se pretenda violentar los derechos de las comunidades indígenas.

Dijo que se deben tener todas las consideraciones económicas, financieras y sociales; recordó que diversas asociaciones han pedido una consulta sobre el tema, pues el TLC no ha brindado los beneficios anunciados. Resaltó que en el 2016, el saldo de la balanza comercial de México mostró un déficit de 13 mil millones de dólares inferior al de 14 mil 600 millones de dólares reportado en 2015, según el INEGI.

Por el Grupo Parlamentario del PVEM, el diputado Emilio Enrique Salazar Farías, aseguró que el TLC ha mostrado ser generador de empleos y de comercio múltiple, entre Canadá, Estados Unidos y México.

No obstante, reconoció que es necesario modernizarlo e incluir temas como el energético, y derechos humanos; así como no permitir la imposición de aranceles, y que haya arbitraje para temas motivo de discusión entre los países, así como una discusión que justa para los tres países.

En representación del Grupo Parlamentario del PT, el senador Benjamín Robles Montoya propuso que se realice una consulta popular en relación con los postulados del TLCAN, a fin de que se atienda la realidad y demandas de los productores y empresarios mexicanos.

Sostuvo que la renegociación del Tratado es producto de una imposición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante lo cual México está obligado anteponer los intereses de los sectores productivos y economía nacionales. 

A nombre del PRD, la senadora Dolores Padierna Luna apuntó que el TLC prometió desarrollo y prosperidad, sin embargo sólo generó mayor pobreza y desigualdad, porque fueron abandonados sectores prioritarios de la economía mexicana, como el agrícola y  la tecnología, además de que se procedió a la importación de tecnología y exportación sólo de materias primas,  lo cual puso en desventaja a México en la competencia frente a Estados Unidos y Canadá.

Sólo  uno por ciento de la población mexicana fue beneficiada con mayor riqueza, los grandes empresarios y exportadores a quienes, además, se les apoya con programas sociales como Procampo e incluso se les regalan grandes terrenos; “México no puede seguir compitiendo en esta región solo con mano de obra barata, no lo merece y en la renegociación del TLC debemos por delante todos los sectores descuidados”, acotó.

En su posicionamiento, el senador Juan Carlos Romero Hicks, del Grupo Parlamentario del PAN, dijo que es necesario diseñar y construir las nuevas realidades, para tener las mejores condiciones de bienestar para la gente, ya que “México requiere de una visión renovada, de un Presidente que este de pie, así como de un equipo negociador con altura de miras”.

Debemos fortalecer la competitividad; avanzar hacia un comercio regional, inclusivo y responsable; aprovechar las oportunidades de la economía y promover la certidumbre del comercio y las inversiones en América del Norte, puntualizó.

Por el Grupo Parlamentario del PRI, el diputado Jericó Abramo Masso aseguró que es oportuno adecuar el TLC a los nuevos tiempos, particularmente en lo relativo a la consolidación de la apertura en servicios de inversión, economía digital y la promoción de una mayor integración de los mercados laborales de América del Norte.

Debemos asegurar que haya más beneficios para los mexicanos, ya que 23 años de libre comercio entre nuestros países acreditan cómo hemos superado obstáculos, construyendo puentes que trascienden barreras geográficas y que han aportado beneficios para todos.

El senador Miguel Barbosa Huerta, del Grupo Parlamentario del PT, comentó que el Senado debería de tener un asiento en el equipo negociador y es por lo que deberían pugnar todas las fuerzas políticas de este órgano legislativo.

Hizo hincapié en que debe hacer distracciones y buscar ese lugar, ya que es la forma más adecuada y ordenada que el Congreso Mexicano tiene para opinar respecto al TLCAN.

La diputada Maricela Contreras Julián, del Grupo Parlamentario del PRD, mencionó que es inaceptable ir a un proceso de renegociación del TLCAN sin una visión clara, sin objetivos específicos obedeciendo sólo a una agenda de una nación y, lo peor del caso, sin la calidad moral y dignidad para defender nuestra nación.

Dijo que en este proceso debe reconocerse el potencial de nuestro país  en actividades comerciales con otros países, el aporte de los migrantes a la economía de los Estados Unidos, en resumen defender a México de unos intereses voraces.