Número. 603

  • Develan placa conmemorativa por defensa de Legación japonesa a familia del presidente Francisco I. Madero.
  • El señor Kumaichi Horiguchi actuó con lealtad absoluta a la ética y la moral, tras acontecimientos de aquellos años: senador Miguel Barbosa Huerta.

altEl Senado de la República desveló una placa conmemorativa en reconocimiento a la defensa que hizo la legación japonesa a la familia del entonces presidente Francisco I. Madero, tras los hechos de 1913 que derrocaron al gobierno legalmente electo de aquella época.
Dicho reconocimiento tiene sustento en el acuerdo que impulsó el senador Patricio Martínez García y que el Senado aprobó el pasado 26 de febrero, para reconocer al pueblo y al gobierno de Japón, así como a los descendientes del diplomático Kumaichi Horiguchi, por la acogida y refugio de familiares de Don Francisco I. Madero.
El presidente del Senado de la República, Miguel Barbosa Huerta, indicó que a través de este tipo de homenajes la Cámara de Senadores busca ser un órgano del Estado sensible a la visión de la gente, a los hechos que ocurrieron, a destacar acontecimientos que están casi ocultos en la historia.
Recordó que, en 1913, la incipiente democracia mexicana “fue atropellada” por un golpe de Estado, ya que con la alternancia que hubo en México a inicios del Siglo XX se afectaron intereses nacionales y extranjeros en un país que apenas iniciaba su desarrollo económico, político y social.
Barbosa Huerta resaltó que un diplomático japonés como Kumaichi Horiguchi percibió lo que ocurría aquellos años en el país “y en lealtad absoluta a la ética, a la moral, a los principios de política exterior, y desde luego a la visión que sobre la autodeterminación de los pueblos tenía su país, Japón, no tuvo dudas en abrir las puertas de su casa de la legación para la esposa de Francisco I. Madero y sus familiares”.
Agregó que hasta las puertas de la representación asiática llegaron cañones del ejército golpista de Victoriano Huerta y la amenaza de atacarla fue latente, pero “la gallardía, la hombría, el honor de la legación japonesa cobijó” a la familia del entonces presidente Madero.
Estos hechos que parecen ocultos y relatados solamente en algunas menciones de la historia de México, resaltan la relación entre México y Japón y, desde luego, la gallardía de una legación japonesa para poder ponerse enfrente de un ejército golpista que venía a atropellar nuestra reciente democracia a principios del siglo pasado, indicó.
El senador Patricio Martínez García, impulsor de este reconocimiento, leyó los resolutivos del acuerdo aprobado el 26 de febrero, entre los que destacan “que se registren estos hechos con toda su valía y detalle, y se conserven como una de las páginas más bellas en la historia de las relaciones del pueblo de México con el pueblo de Japón; cuya representación diplomática en nuestro país, desde entonces, honra su generosidad y grandeza”.
Además, que se promueva la difusión por los medios adecuados de manera sistemática, este gran ejemplo de profundo humanismo y valentía en la diplomacia, incorporándolo en su parte correspondiente a los textos de nuestra historia patria.
Añadió que, a 102 años de aquellos sucesos, esta Cámara haga llegar al Honorable Senado de Japón un reconocimiento a su pueblo, su gobierno y a los descendientes del excelentísimo señor ministro Kumaichi Horiguchi, “porque nuestro agradecimiento debe ser perene, eterno, trayéndolo a la Tribuna de este Senado como un ejemplo de paz y hermandad que jamás podrá olvidarse”.
El senador Teófilo Torres Corzo, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico, resaltó que este acto solemne es significativo para las relaciones entre México y Japón, que tienen más de 400 años y han sabido enriquecerse con las voluntades de dos pueblos hermanados por actos nobles.
“Es una relación cercana y entrañable no por el simple hecho de haberla catalogado nosotros así. Es especial afecto, porque a lo largo de cuatro siglos, la simpatía de un pueblo por el otro ha sido generada en forma espontánea y ha sido fortalecida por acontecimientos de tan profunda amistad”, señaló.
Teófilo Torres subrayó que la intención de este acto solemne es “dejar asentado que los actos del excelentísimo señor Kumaichi Horiguchi, no solamente fueron de sublime nobleza, de justicia, de gran sentido diplomático y de profundo respeto por la vida humana, sino que además fue un gesto heroico que guardaba estrecha relación con el sincero aprecio y simpatía que existe entre los dos pueblos”.
El embajador de Japón en México, Akira Yamada, resaltó que ambos países son pacíficos, y la democracia está establecida completamente. Destacó que las relaciones bilaterales están desarrollándose cada vez más, no solamente en el campo económico y político, sino también en el intercambio académico, cultural y deportivo.
Expresó que su país busca profundizar aún más las relaciones con México, las cuales siempre han sido amistosas; “vamos a trabajar para que estas relaciones sean más fructíferas, más profundas”.
Dijo que los acontecimientos registrados en 1913 constituyen uno de los varios ejemplos de la amistad entre ambas naciones. “Nos sentimos orgullosos por el valor demostrado por el diplomático japonés Kumaichi Horiguchi, quien salvara a la familia del ex presidente Madero, que es considerada de gran relevancia no solamente en México, sino también en la relación México-Japón”.

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