Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Número-328 

  • Debe diseñarse una estrategia que fortalezca el empleo de los menores de 29 años, señala el diputado Guzmán Valdez.

Con el objetivo de evitar el desempleo de las y los jóvenes a causa de la pandemia por Covid-19, el diputado Edgar Guzmán Valdez presentó una proposición con punto de acuerdo, por el que exhorta a la Secretaría de Economía para que, en coordinación con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, diseñen una estrategia para fortalecer el empleo de los menores de 29 años.

 

El legislador de la fracción parlamentaria del PES aseguró que los jóvenes de hoy son piezas clave para construir un país con mejores condiciones socioeconómicas para todos, por lo que apoyar su desarrollo significa darles una oportunidad para expandir su creatividad, además de desincentivar su acceso al crimen organizado. “Significa hacer lo socialmente correcto”, apuntó.

 

Ante la emergencia sanitaria, detalló, las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sobre el empleo formal, señalan que los jóvenes menores de 29 años, como se establece en el artículo 2 de la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud, han sido por rango de edad los más afectados.

 

Esta situación, puntualizó, nos deja ver que la oferta laboral para los jóvenes, independientemente del grado de estudio y las condiciones laborales en las que se emplean, los hacen susceptibles de sufrir despidos, disminución de sueldo, negación de los derechos de seguridad social, entre otros.

 

De acuerdo con la asociación civil “Alianza Jóvenes con Trabajo Digno”, hay un aumento del 41 por ciento en el desempleo de jóvenes, mientras que en otros segmentos de la población es del 34 por ciento. Además, agregan, la precariedad salarial imposibilita la compra de una canasta básica para dos personas, refirió.

 

La organización afirma que se requiere crear al menos dos millones de empleos anuales, y la meta no se alcanza a cubrir, sumando incluso, al programa jóvenes construyendo el futuro. Durante la emergencia sanitaria por fuerza mayor, los jóvenes varones perdieron de cada 10 empleos, siete; mientras que las mujeres, tres, detallan.

 

El panorama, consideró el promovente, no resulta alentador para diversos sectores de la población y tampoco para las actividades secundarias a corto plazo. La Organización Internacional del Trabajo señala que es probable que la crisis económica golpee con especial dureza a los jóvenes, al empeorar su panorama que de por sí se encontraba en una situación de precariedad, indicó.

 

Esta situación, señaló Guzmán Valdez, debe conllevar a modificaciones a las leyes adscritas a la materia para una revisión más profunda de la situación, como en el caso de la contratación por vía del outsourcing, la cual permite desemplear más rápido, con sueldo bajo y sin antigüedad.

 

Detalló que es vital la inclusión de los jóvenes en la economía formal y es importante que sea un sector productivo que pueda proporcionar estabilidad económica. “Es indispensable cuidar las fuentes de empleo y los puestos laborales”, asevera.

 

De no ser así, sentenció, se avizora una juventud económicamente dependiente de los apoyos sociales del gobierno o de las familias, viviendo en situaciones de pobreza, con bajas expectativas de crecimiento y una calidad de vida poco favorable, en comparación a la que tuvieron sus padres.

 

La proposición con punto de acuerdo, fue turnada directamente a la Tercera Comisión de la Permanente.