Senadores del PRD aseguraron que una reforma financiera debe tener como prioridad la recuperación y expansión de la economía, que no se apliquen los recursos públicos para rescates bancarios y que el sector recobre su rol de fuerte impulsor de la productividad.

En la inauguración del foro “La construcción de un sistema financiero justo y orientado al crecimiento económico”, el senador Miguel Barbosa Huerta, coordinador de los senadores perredistas, se refirió al paquete de 13 iniciativas que forman parte de la reforma al sistema financiero enviada por el presidente Enrique Peña Nieto a la Cámara de Diputados.

“Es una reforma sumamente compleja que adolece de origen --dijo-- porque pudo haber sido construida con la intervención de legisladoras y legisladores”.

Recordó que en enero pasado, senadores del PRD se reunieron con el secretario de Hacienda, a quien le plantearon la necesidad de elaborar juntos una iniciativa al respecto.

“No se pudo, no se dio el paso siguiente y supimos después de la abrupta irrupción de la propuesta por parte del gobierno federal, con la firma de haber provenido del Pacto por México. En realidad es una propuesta de la Secretaría de Hacienda y es presentada como una decisión estratégica en el desahogo del proceso legislativo ante la Cámara de Diputados”, indicó.

Aseguró que el PRD “no es adversario de que haya un sistema financiero exitoso, pujante”, pues “nosotros queremos un sector financiero que sea justo y orientado al crecimiento económico”.

Sostuvo que la izquierda siempre estará aliada con los sectores de la sociedad dentro de los que están los empresarios, los banqueros, pero para que generen un crecimiento económico y sirvan de palanca en el desarrollo económico de México y así ayudar a que haya una sociedad menos desigual.

Por su parte, la senadora Dolores Padierna Luna señaló que en el país “existe un desfase entre economía productiva y economía financiera”.

Explicó que después de la crisis económica de 2008, los países desarrollados se concentraron en reducir el grado de “permisividad” con que actuaban sus agentes financieros en el mercado y en generar mayor responsabilidad dentro de la economía.

Afirmó que la reforma planteada por el gobierno no aborda temas que para México debieran ser fundamentales, como el grado de extranjerización de la banca.

Tampoco --añadió-- hay líneas para “mexicanizar nuestra banca; es una situación atípica la que vive México, que tiene un 80 por ciento de extranjerización, mientras que países emergentes como China admiten apenas un dos por ciento; La India 10 por ciento, Rusia 20 por ciento, toda América Latina, un 30 por ciento y se mantiene un control sobre el capital extranjero”.

Padierna Luna hizo notar que en la iniciativa presidencial no hay elementos para contar con una banca nacional fuerte, que soporte toda la inversión productiva que requiere México para el crecimiento.

A lo largo del foro, agregó, pretendemos que se modifiquen las actuales condiciones de riesgos financieros, poner como prioridad la recuperación y la expansión de la economía y lograr la regulación estricta de los mercados y de los activos financieros por su contenido altamente especulativo.

Mencionó que otro objetivo es evitar a toda costa que se apliquen recursos de las empresas y de las personas para rescates bancarios.

A su vez, el senador Mario Delgado Carrillo, integrante de la Comisión de Hacienda, comentó que esta reforma es de los temas más relevantes para el Congreso, ya que México tiene un sistema financiero con los mejores indicadores, pero que le es ajeno a los intereses del país.

“En el grupo parlamentario del PRD estamos haciendo un análisis a detalle de esta iniciativa, que no es fácil. Queremos lograr, impulsar y comprometernos con una reforma que efectivamente sirva para que haya mayor financiamiento a la economía y que tengamos créditos a tasas más competitivas”, señaló.

Consideró que la propuesta del Ejecutivo es incompleta y “de aprobarse como está, sin ningún cambio, no veríamos lo que se está prometiendo: más crédito y más barato”.

Posterior a la inauguración, se desarrolló el panel “Competencia y Banca de Desarrollo”.

Gerardo Esquivel Hernández, investigador del Colegio de México, aseguró que la reforma no resuelve el problema de que la banca comercial preste a las empresas, toda vez que no cuenta con un incentivo para hacerlo.

Dijo que es más rentable para la banca prestarle a los gobiernos federal y estatales a tasas razonables, entre 6 y 8 por ciento, que les dan un rendimiento bastante generoso, que a las empresas con ciertos riesgos.

En tanto, Marcos Ávalos Bracho, de la Universidad Iberoamericana, enfatizó que la aparición de más bancos pequeños en el país no abona a la competencia, debido a que tienen ciertos nichos de negocios, mientras que las grandes instituciones bancarias concentran gran parte del mercado financiero a través de tarjetas de crédito.

Por su parte, Héctor Juan Villarreal Páez, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, remarcó que la reforma debe buscar cambiar el rostro a la Banca de Desarrollo, para que sea más flexible.

En tanto, el doctor Alejandro Villagómez Amezcua, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), estimó que la Banca de Desarrollo debe dejar de estar en un segundo plano y este es momento adecuado para recuperarla y con ello impulsar el desarrollo del país.

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