Durante el ciclo de conferencias sobre el desarrollo metropolitano sustentable, funcionarios públicos y especialistas coincidieron en que las urbes mexicanas enfrentan problemas de sustentabilidad, movilidad e infraestructura, debido a la mala planeación del ordenamiento territorial, así como a la falta de un diseño que permita convertirlas en ciudades verdes y sustentables.
En su exposición, Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Sermanat, señaló que las ciudades en México han crecido y ahora se enfrentan a problemas de dimensiones y complejidades “que no estamos acostumbrados a administrar”.
Por ello, dijo que es fundamental crear legislaciones y esquemas de planeación territorial flexibles, a fin de impulsar la construcción de ciudades verdes, cuyo metabolismo les permita ser autosuficientes y resistentes al cambio climático, a través de la producción de una parte de los alimentos que consume y generando su propia energía con el reciclaje de residuos.
Hizo notar que uno de los problemas que impide tener este tipo de urbes es el diseño político de los municipios, pues éste proviene de la Revolución cuando las poblaciones eran pequeñas, por lo se necesita una reforma constitucional que permita a estos órdenes de gobierno diseñar a largo plazo su desarrollo territorial, aseveró.
Asimismo, indicó que se requiere de un esquema de movilidad sustentable dentro de las megalópolis, debido a que el transporte se ha convertido en un “foco rojo” y de no regularse “irá marcando las rutas de crecimiento de las ciudades”.
Por su parte, Luis Antonio Bojórquez Tapia, del Laboratorio Nacional de las Ciencias de la Sostenibilidad de la UNAM, advirtió que las políticas de desarrollo urbano están creando las “inundaciones del futuro”, pues diversas zonas metropolitanas están siendo construidas en regiones de alta vulnerabilidad.
De igual forma, expresó que las políticas públicas de movilidad en el Distrito Federal son inequitativas, pues solamente benefician a la población que tiene carro, “por ejemplo no hay un esquema de transporte público en los segundo pisos y hubiera sido mucho más barato y eficiente meter metrobuses en esas vías rápidas”.
En este sentido, se pronunció por hacer del ordenamiento ecológico el “instrumento más poderoso” con el que los ciudadanos pueden participar en la toma de decisiones y generar una verdadera sustentabilidad y equidad en las ciudades y zona metropolitanas.
A su vez, Leonardo Martínez Flores, integrante de la Asociación Civil de Estudios sobre Equidad y Desarrollo, aseguró que todas las ciudades del país funcionan con niveles bajos de eficiencia, lo que provoca costos “muy altos” para sus habitantes.
De igual manera, mencionó que aún falta “mucho trabajo” por hacer en la definición de principios, criterios, técnicas y metodologías para diseñar instrumentos de planeación urbana y territorial.
Es por ello, subrayó, el trabajo legislativo en esta materia debe considerar la naturaleza ecosistémica de las ciudades y zonas metropolitanas, ya que sólo así se podrán diseñar marcos jurídicos y de planeación “congruentes y virtuosos” para impulsar el buen funcionamiento de las metrópolis mexicanas.
Por último, Adriana Lobo, directora ejecutiva del Centro de Transporte Sustentable México, refirió que entre 2005 y 2012 la población metropolitana creció 18 por ciento y la tendencia es la concentración de las actividades económicas y sociales en las metrópolis, lo que ha generado deterioro ambiental y que la calidad de vida no sea la adecuada.
Lo anterior, agregó, se ha realizado con políticas públicas que son distantes, dispersas y desordenadas, que han ocasionado que las superficies de las ciudades crecieran seis veces en los últimos 30 años.
Ante este panorama, propuso una reforma urbana que impulse el desarrollo interior de las urbes, mediante la planeación de una mejor movilidad, revitalización de los barrios, financiamiento de viviendas e innovación de tecnologías verdes.
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