El Senado de la República eligió con 97 votos a favor a Jorge Mario Pardo Rebolledo como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Fue el único que alcanzó más de la mayoría calificada –dos terceras partes de la votación—que exige el artículo 96 constitucional, de la terna propuesta por el Ejecutivo federal e integrada por Jorge Higuera Corona y Alberto Gelacio Pérez Dayán, quienes obtuvieron 12 y 4 votos, respectivamente.

De esta forma, Pardo Rebolledo se convierte en el onceavo integrante de la Corte y ocupará la vacante con motivo del fallecimiento de José de Jesús Gudiño Pelayo.

Al fijar la postura del PAN, el senador Alejandro González Alcocer sostuvo que cualquiera de los candidatos puede resultar electo, ya que los tres perfiles son suficientes para alcanzar ese privilegio

También “creo que se logrará un consenso para nombrar al ministro que llegue con toda la palabra a hacer valer su experiencia y capacidad, pero sobre todo su independencia de criterio”.

El titular de la Comisión de Justicia agregó que las comisiones dictaminadoras actuaron con rapidez y absoluta responsabilidad ante la circunstancia que atraviesa la Corte en que ha presentado empates en varias de las decisiones.

A su vez, el senador Jesús Murillo Karam aseguró que después de haber analizado la terna de magistrados su grupo parlamentario, el PRI, ve en ellos calidad y capacidad.

La decisión es crucial para la República, explicó, pues dará certeza a las decisiones más importantes del país.

“Se debe pensar con claridad en el equilibrio de México, en su posibilidad de acceder a resoluciones trascendentes en función de un tribunal que nos asegure a todos que no es de nadie, porque es de todos”, puntualizó.

Asimismo, refirió que la velocidad con que actuaron las comisiones respondió a la necesidad de tomar una decisión rápidamente, que además se hizo analizando clara y profundamente la capacidad de la terna, para saber quién, ante la circunstancia que vive el país y la propia Corte, “acomoda mejor su perfil a la necesidad que nos reta el propio problema”.

El senador perredista Tomás Torres Mercado afirmó que los integrantes de la SCJN son fundamentales en la vida política de la República.

Por ello, “es importante cuestionarse la propuesta inicial del Presidente, porque a pesar de que había un perfil con mayoría no fue posible y se desperdició la oportunidad de tener un ministro con el perfil idóneo”, explicó.

Aseveró que es tiempo de que el Congreso, Ejecutivo y autoridades sean leales al pueblo de México, “en medio de la violencia y la ausencia de confianza en la autoridad del Poder Judicial, donde hay un crecimiento cuantitativo muy importante, en materia de recursos, pero no hay crecimiento cualitativo en términos de la confianza”.

Al razonar su voto, el senador Ricardo Monreal Ávila, del PT, dijo que la elección del ministro es un acto “apresurado” que requiere de mayor reflexión, serenidad y prudencia.

Consideró que la ratificación de un ministro no es un asunto menor, sino un auténtico equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, por lo que pidió a sus colegas ser cuidadosos en la emisión de su voto.

Por Convergencia, el senador Dante Delgado Rannauro se pronunció porque en la elección el sentido de la responsabilidad de los senadores sea el que impere,  porque se trata de una decisión trascendente para la justicia del país.

Indicó que el rechazo de la terna equivaldría a evidenciar la manipulación de la SCJN, situación que “no es deseable bajo ninguna circunstancia, sobre todo en los momentos actuales donde advertimos altos niveles de inseguridad e injusticia”.

Previo a la elección los aspirantes comparecieron en el Pleno de la sesión de este día en la Cámara de Senadores.

En tribuna, Jorge Higuera Corona aseguró que en la tarea jurisdiccional, de acuerdo con el pilar de la independencia, “no se debe juzgar a partir de presiones o intereses extraños y que el baluarte de la imparcialidad consiste en juzgar con ausencia absoluta de designio anticipado, es decir, los prejuicios tienen que ser desterrados de la mente del juzgador”.

Destacó que la imparcialidad del juzgador “lo mantiene a salvo de concepciones maniqueístas; no percibe la realidad jurídica nacional en blanco o negro, sino con apertura de entendimiento, escucha, lee, analiza y pondera los argumentos de cada parte”.

En su oportunidad, Jorge Mario Pardo Rebolledo reconoció que “es necesario incrementar la confianza de la sociedad en la labor de sus jueces, pues se ha abierto una brecha profunda”.

“El gran reto de los juzgadores en el país es encontrar el equilibrio perfecto entre la impartición de justicia en abstracto y la aplicación de la ley, pues sólo así podemos responder a las expectativas que se generan respecto del servicio público en la impartición de justicia”, enfatizó.

Aclaró que su aspiración a la SCJN se sustenta exclusivamente en la trayectoria “que he construido dentro de la carrera judicial; pretendo ocupar ese cargo poniendo a disposición de la sociedad mi experiencia como juzgador y el compromiso de unir mi esfuerzo en la consecución del mejoramiento del sistema de administración de justicia”.

Finalmente, Alberto Pérez Dayán expresó que la armonía de los poderes y de sus funciones dará los resultados que merece la República, teniendo como eje gravitacional la responsabilidad.

Por lo que respecta al juzgador planteó que le corresponde responder a la existencia de la ley, “debe preservarla hasta donde le sea razonablemente posible, pero también tiene que ser intolerante con aquellas leyes que quebranten el orden constitucional o los actos autoritarios”.

“El ejercicio responsable del poder conferido por la ciudadanía a sus instrumentos de gobierno, sólo podrán alcanzar sus propósitos cuando la acción pública se exteriorice como instrumento de equilibrio y regulación social, sin que olvide que el Estado es uno”, indicó.

Como parte del procedimiento, el ministro Pardo Rebolledo rindió la protesta de ley, en tanto que su designación fue comunicada por el presidente de la Mesa Directiva, Manlio Fabio Beltrones Rivera, a los presidentes de la República y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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