El presidente de la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que el Instituto Belisario Domínguez ha logrado, a través de su vinculación con la sociedad y con instituciones de educación superior, ser un eje fundamental de las reflexiones políticas, económicas y sociales del Senado de la República.

Asimismo, subrayó que la investigación legislativa no puede ser estática y ubicarse en el largo plazo; “requiere seguir el paso de la actividad de la agenda legislativa con oportunidad, calidad y profesionalismo”.

En el marco del 25 aniversario del Instituto, recordó que éste acompañó en 2007 y 2008 al Senado y a la Cámara de Diputados en un proceso “muy interesante después de las elecciones del 2006 que resultaron tan accidentadas”, para dialogar, negociar y construir acuerdos al amparo de la ley para la reforma del Estado.

De igual forma –añadió-- fue un apoyo para celebrar audiencias que ayudaran a arribar a lo que podía ser la modernización del sistema electoral mexicano.

El también coordinador de los senadores priistas explicó que el resultado fue que el Senado de la República auspició un encuentro y construyó puentes entre todos aquellos que mantenían una discusión sobre lo que había acontecido en el año 2006.

También, ejemplificó que a través de dicho Instituto se logró dialogar, discutir, concretizar y arribar a un proceso de modernización de Petróleos Mexicanos

Además, puntualizó que en 2009 el IBD organizó el seminario México Ante la Crisis, Qué Hacer para Crecer, de donde se derivaron una serie de compromisos legislativos que se cumplieron oportunamente y que le permitieron al país enfrentar con menores dificultades la situación financiera internacional.

Por su parte, el senador José González Morfín, presidente de la Junta de Coordinación Política, precisó que el Instituto Belisario Domínguez representa una garantía de trabajo institucional y la continuidad de la memoria legislativa de largo plazo.

Señaló que gracias al cuerpo profesional que se encarga de realizar estudios e investigación sobre los temas que integran la agenda legislativa del Senado, “los senadores contamos con una herramienta fundamental en nuestro trabajo”.

Para la aprobación de leyes, instrumentos internacionales y acuerdos políticos es indispensable que el Senado cuente con el apoyo permanente de profesionales especializados, técnicamente competentes y experiencia en el proceso legislativo, agregó el legislador panista.

En este proceso --dijo-- el Instituto juega un rol estratégico para la formación de cuadros profesionales, asesoría parlamentaria y al mismo tiempo logra su objetivo principal que es desarrollar la investigación jurídica y legislativa del Senado de la República.

De esta manera, el Senado avanza en la configuración de un cuerpo profesional, especializado, objetivo e institucional de asesores y de servicio de apoyo, precisó González Morfín.

El senador Carlos Navarrete Ruiz, presidente del Instituto Belisario Domínguez, afirmó que en el proceso de modernización del organismo, a partir de 2006, estuvo marcado por la pluralidad política, reflejo de la diversidad del Senado.

Explicó que en la reestructuración profunda del Instituto se “fortaleció a las áreas, incrementó los convenios de colaboración e incorporó a destacados investigadores”.

El también coordinador del PRD en el Senado destacó la importancia del Instituto en la toma de decisiones entre el Ejecutivo y el Poder Legislativo en temas de vital importancia como lo fue el de la crisis económica y su impacto.

Indicó que en 2012 cuando nuevos legisladores se incorporen, el Instituto Belisario Domínguez seguirá; por ello, es importante que “que lo dejemos bien construido con sólidos cimientos, para que ayude a seguir fortaleciendo el trabajo de todo el Senado”.

En tanto, el rector de la UNAM , José Narro Robles, expresó que “a los mexicanos nos urge ponernos de acuerdo para realizar cambios de fondo”, pues muchos de nuestros problemas no tienen solución si seguimos por el mismo camino, si no se diseñan políticas alternativas y “trazamos un nuevo proyecto nacional”.

La agenda para el desarrollo de México en el siglo XXI, enfatizó, implica saldar viejas cuentas con los que menos tienen, revisar y cuestionar los esquemas que ya están agotados y poner al día a nuestra nación en el contexto cambiante del mundo.

Subrayó que la falta de acceso a la educación media superior y superior se traduce no sólo en un mecanismo de transmisión de la pobreza y desigualdad, sino también en la persistencia del subdesarrollo económico.

En la conferencia magistral El papel de la UNAM en el proceso de desarrollo de México, Narro Robles dijo que las universidades públicas son fundamentales para la movilidad social y constituyen una posibilidad de superación y de mejor nivel de vida “para los más pobres”.

Los jóvenes, añadió, demandan certeza de que las instituciones políticas, sociales y económicas siguen siendo útiles para la convivencia cotidiana civilizada y para perfilar un mejor futuro.

“La esperanza en un futuro mejor siempre es necesaria entre los más jóvenes, pero lo es más hoy que México enfrenta graves problemas; cuando la búsqueda del poder por el poder podría aparentar ser la meta en la política cuando no lo es, cuando la violencia y el miedo parecen paralizarnos, cuando no necesariamente encontramos proyectos claros y acuerdos para ser que México supere sus problemas”, expresó.

Señaló que la desigualdad estructural de la sociedad tiene consecuencias preocupantes para el futuro de este sector, pues la baja cobertura de la educación superior y las limitadas oportunidades laborales, sumadas a un promedio nacional de escolaridad que no alcanza los nueve años y a un rezago educativo que asciende a 39 millones de personas, son condiciones que deprimen sus perspectivas de desarrollo.

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