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Los comisionados del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos afirmaron ante senadores que, pese a la diferencias en su interior, el organismo funciona con normalidad y cumple con sus obligaciones.

Los funcionarios comparecieron este lunes ante las comisiones de Anticorrupción y Participación Ciudadana y de Gobernación del Senado de la República.

Previo a la intervención de los comisionados, el senador Pablo Escudero Morales, presidente de la Comisión Anticorrupción, subrayó que frente a la reforma que contempla la creación de un nuevo órgano constitucional autónomo, la reflexión y revisión a fondo del Instituto “es obligatoria”.

En tanto, la senadora María Cristina Díaz Salazar, titular de la Comisión de Gobernación, recordó que la tarea principal del IFAI es promover y difundir el derecho de acceso a la información, resolver sobre la negativa a ésta y proteger los datos personales en poder de dependencias y entidades.

En su exposición, Gerardo Laveaga Rendón indicó que fue electo presidente de este Instituto en un “momento muy difícil” pero a través de un “proceso democrático”, por lo que se comprometió a no interrumpir “la marcha del IFAI” en su transición hacia un órgano constitucional.

Hizo notar que los comisionados de ese organismo “poseemos personalidades muy fuertes y enfoques distintos de la realidad, además ponemos el énfasis de nuestros análisis en diversos valores republicanos algunos de los cuales suelen contrapuntearse”.

Empero --aclaró-- esto no es un obstáculo para cumplir con nuestro cometido sino al contrario es una garantía de pluralidad.

Consideró que se deben procesar esas diferencias pero no desconocerlas, pues “en lo personal considero una distinción trabajar con mis cuatro colegas de los que siempre tengo mucho que aprender”.

En su turno, Sigrid Arzt Colunga enfatizó que “cualquier intento por debilitar instituciones, ya sea por intereses políticos o coyunturas, daría una mala señal respecto al rumbo de nuestra democracia”.

Reconoció que han existido diferencias sobre la conducción del Instituto, sin embargo, “debe quedar claro que funciona normalmente y está cumpliendo con sus obligaciones”.

La Comisionada señaló que las denuncias relativas a que su llegada al organismo cumplía el propósito de “cerrar información” no tienen sustento, pues ha votado en el 99 por ciento de los casos con la mayoría del pleno y sólo ha emitido 45 “votos disidentes” de un total de 20 mil asuntos y sólo se ha excusado de participar en 11 votaciones por tratarse de información sobre su persona.

En tanto, María Elena Pérez-Jaén Zermeño afirmó que el Instituto ha cumplido cabal y puntualmente con sus funciones sustantivas y de eso pueden dar cuenta los informes que se presentan al Congreso de la Unión año con año

Resaltó que desde 2003, el IFAI ha atendido casi 900 mil solicitudes de información realizadas a 247 sujetos obligados federales y resuelto 46 mil 820 recursos de revisión, mientras que el portal de obligaciones de transparencia ha recibido 74 millones de consultas.

Más allá de los números, subrayó, el Instituto venció resistencias que pretendían mantener en la opacidad información que es de interés público, por lo que su intervención repercutió profundamente  en las políticas públicas y en la relación de los ciudadanos con los gobernantes.

Por su parte, Ángel Trinidad Zaldívar reconoció que sus “manifestaciones públicas” detonaron una serie de cuestionamientos para los comisionados, pero su proceder no respondió “a interés, ambición política o despecho personal alguno” sino a su convicción de actuar con congruencia en la “búsqueda de la verdad”.

Lo que está en juego, manifestó, no es la permanencia en el cargo de los comisionados sino el futuro de un organismo de Estado creado en beneficio de la sociedad y que durante 10 años ha coadyuvado a consolidar la democracia.

Señaló que lo que se decida el Congreso “dará la certeza necesaria para saber que nunca este órgano del Estado estará cooptado por partido, gobierno o personaje alguno”, pues le pertenece a la sociedad.

A su vez, Jacqueline Peschard Mariscal dijo que “sería ingenuo” tratar de minimizar las tensiones que se han registrado entre los comisionados, “pero las diferencias entre nosotros de ninguna manera han afectado el trabajo del Instituto”.

En su opinión, “la coyuntura crítica” por la que atraviesa el IFAI se debe a la “tensión” de la competencia por la titularidad de ese organismo, así como al hecho de que hay una reforma constitucional en puerta que elevará y dotará al Instituto de nuevas facultades, “lo que hacía que la aspiración a la presidencia fuera más fuerte y se intensificará”.

Sin embargo, consideró que las tensiones que surgieron al momento de decidir el relevo en la presidencia del IFAI, “se deben contemplar como parte de una normalidad de un órgano colegiado, en donde se pretende que haya pluralidad y diversidad en los puntos de vista”.

 

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