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Se inauguró hoy la exposición: “Sangre Azul, una exposición desde las entrañas”, del artista Juan Carlos Mendoza, en las instalaciones del Senado de la República con la presencia de los coordinadores del PAN, Ernesto Cordero Arroyo; del PRI, Emilio Gamboa Patrón y del PRD, Miguel Barbosa Huerta, de la senadora Mónica Arriola Gordillo –organizadora del evento-, así como de los presidente de las comisiones de Cultura y Educación Blanca Alcalá y Juan Carlos Romero Hicks, respectivamente y de Luis Castro Obregón, presidente del Partido Nueva Alianza.
El artista Juan Carlos Mendoza, que utiliza técnicas de bolígrafo, donó una de sus obras pictóricas al Senado de la República, misma que recibió el presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero Arroyo, quien explicó: “La idea del Senado de la República es abrir estos espacios a los artistas jóvenes, a los mexicanos talentosos que tienen algo que comunicar y que transmitir. Nos da mucho gusto que estemos cumpliendo con este propósito” y aseguró que la obra entregada ”se va a quedar en el Senado de la República para siempre”.
La senadora Arriola Gordillo manifestó su punto de vista sobre la exposición que a partir de hoy estará expuesta en el Patio Central de este palacio legislativo: “Su obra se plasma principalmente en estas hojas de papel, donde se escribían los mensajes importantes al estar de viaje; donde desde el bello amor, las terribles ansiedades, los negocios, los odios y reproches en fin de toda la belleza y miseria humana, por este conducto y desde la terrible soledad que causa la separación, donde estos sentimientos que pierden el alma, que desean transmitir, se plasmarán como manifiestos del sentir del momento. Se conservarán para demostrar con ellas, haciendo las pruebas irrefutables de la existencia. Con estas mismas se crean y constituyen nuestras biografías.
Por su parte, el maestro Juan Carlos Mendoza, autor de las obras presentadas apuntó que no existe nada tan poderoso como la sangre. Ese mar precioso y misterioso, que surge desde las profundidades de nuestro esqueleto “y es justo ahí, en los huesos, donde se sienten las emociones encienden el alma, los más obscuros deseos y se templan las emociones. Desde la cuna al camposanto, mismo que rompe las cadenas y el fulgor del amor se vuelve eterno. Se apropia del más sublime placer, se tiñe de azul, de sangre azul”.
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