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La senadora panista Gabriela Cuevas Barrón alertó que el suicidio en México va en constante aumento y ya “es uno de problemas de salud pública más graves”, sobre todo entre los jóvenes, donde se ha convertido en la tercera causa de muerte.
Dijo que según el Consejo Nacional Contra las Adicciones cada año se registran al menos cinco mil 840 suicidios y 10 mil 500 intentos de niños y adolescentes que recurren a armas de fuego y punzocortantes, raticidas, ahorcamiento o saltar desde lugares altos para quitarse la vida.
Mencionó que de 1990 a 2010 esta práctica se duplicó al pasar de 2.3 a 4.5 por cada 100 mil habitantes y de esta “alarmante cifra” Jalisco es uno de los estados con mayores índices de suicidios en adolescentes, seguido por Veracruz, el Distrito Federal, Chihuahua, Guanajuato, Nuevo León, Sonora, Yucatán y Tabasco.
No obstante estos datos, advirtió, “la asistencia pública” en este tema “es muy limitada” y hacen falta políticas públicas eficientes, más presupuesto y programas para prevenir los suicidios de adolescentes e infantes.
Ante este panorama, la legisladora urgió al Ejecutivo federal para que, a través de las secretarías de Salud y Educación, así como del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, implementen políticas públicas para prevenir y erradicar el fenómeno, especialmente entre menores de edad.
Cuevas Barrón destacó que entre las causas que provocan está problemática en los jóvenes están la depresión, el maltrato psicológico y físico, el abuso sexual, la falta de desarrollo profesional y laboral, así como una dinámica familiar alterada que les genera problemas emocionales graves y sentimientos de minusvalía e incapacidad.
Resaltó que los suicidios son más frecuentes en zonas urbanas y por cada mujer que recurre a esta práctica, cinco hombres llegan a consumarlo, “encontrándose una mayor tendencia entre personas de 12 a 24 años”.
Para el caso de los niños, los conflictos familiares, antecedentes de conductas suicidas, separación de los padres, fracaso escolar, burlas y golpes frecuentes entre compañeros de la escuela son elementos que inciden en el problema.
La legisladora también subrayó que el factor que más  influyó para que algunos adultos decidieran terminar con su vida fue la crisis económica que generó desocupación y el Instituto Nacional de Geografía y Estadística dio a conocer que 29.6 por ciento de la población se encontraba desempleada.
Por ello, consideró urgente que este problema se resuelva con medidas preventivas que incidan de manera eficiente en los sectores más vulnerables, como son los niños y los adolescentes.
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