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Un desarrollo social mal enfocado puede devastar comunidades tradicionales, generaciones y territorios, y coadyuva a la segregación de donde surgen dos mundos, el rico y el pobre, advirtió ante senadores el sociólogo e investigador francés Edgar Morin.

A invitación de la Comisión de Desarrollo Regional, que preside el senador priista René Juárez Cisneros, Morin dictó la conferencia magistral La importancia de la cohesión social en el impulso e institucionalización del desarrollo regional, en la nueva sede del Senado.

Afirmó que las acciones que emprenda un Estado a favor de la cohesión social, contribuirán a afianzar la hermandad y la solidaridad en las comunidades.

Alertó, sin embargo, que las dos caras del individualismo: la autonomía y el egocentrismo, pueden ser factores que intenten destruir, a largo plazo, la cohesión social, pero una nación moderna, a diferencia de los viejos imperios, podrá reimponer en las mentes la idea de comunidad que se encuentra en la palabra patria.

La palabra patria –sostuvo-- es bisexual, porque empieza con la autoridad del padre y acaba con la de la madre patria. Así, cuando los ciudadanos tienen en su mente esta idea les llega un sentido de hermandad, de fraternidad.

Entre las naciones, dijo, hay una especie de dos polaridades, el de comunidad y el de sociedad; es decir, destaca el interés de grupos poblacionales por defender los valores y, por supuesto, la salvaguardia de la patria surge y se hace más fuerte.

Puso como ejemplo que en los campeonatos de futbol internacionales se vive intensamente ese sentimiento de solidaridad con la patria, donde todo un pueblo o sociedad se sumerge en una emoción etérea.

Morin examinó también los condicionamientos impuestos por el medio ambiente, la influencia de los genes, el marco sociológico y cultural y la carencia de ideas a propósito de las preocupaciones que sufre el individuo en estados violentos y con problemas económicos.

Consideró que la cohesión social es un período en el que debe existir una visión compartida entre los ciudadanos y el gobierno acerca de un modelo de sociedad basado en la justicia social, la primacía del Estado de derecho y la solidaridad.

Añadió que a veces el camino del desarrollo trae también consigo peligros, como mafias, armas y drogas, lo cual, para su solución, requiere no sólo un tratamiento nacional, sino internacional, ya que los problemas trascienden.

“Pienso que la cohesión social está también en comprender la historia de los pueblos y sociedades, porque no se debe calcular el amor, el odio, y todo lo que viene del corazón y de la vida misma”, subrayo.

Tengo l—recordó-- la experiencia por lo viejo que estoy, de diez años antecedentes a la Segunda Guerra Mundial, donde todos los políticos fueron ciegos de alma y sonámbulos, sin saber que lo que estaban preparando era mortal para millones de personas.

Por ello opinó que es necesaria una gran reforma de pensamiento para remediar este estado de hechos; por ejemplo, preservar antiguas solidaridades entre ciudades, barrios, pueblos y solidarizarnos con los enfermos, los necesitados, los desocupados.

Para Morin, los sistemas de protección e inclusión que caracterizan una situación de cohesión social hacen que sea posible atacar con mayores posibilidades de éxito los problemas de pobreza y desigualdad en la distribución de los ingresos.

Es claro, dijo, que la lucha por una mayor cohesión social es una tarea a largo plazo que es necesario comenzar diseñando políticas sociales que generen la inclusión social de aquellos que enfrentan condiciones de pobreza, analfabetismo, abandono.

Finalmente, recomendó que “debemos crecer en una economía útil para todos, pobres y ricios, en una economía solidaria, socializada, verde, de salud, de protección de la naturaleza, y salvaguardar la solidaridad de las comunidades para impedir que se transformen en desiertos”.

Al final de su intervención y luego de un intercambio de impresiones, integrantes de las comisiones de Desarrollo Regional, de Asuntos Fronterizos Sur y Asuntos Indígenas, entregaron a Edgar Morin un reconocimiento por parte del Senado de la República.

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