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La comunicación es un bien público al que tiene derecho la sociedad, pero ésta no debe estar restringida ni monopolizada por los medios, sino ser puente de cultura, educación y bienestar, afirmó a senadora Dolores Padierna Luna, vicecoordinadora del grupo parlamentario del PRD.

Al participar en el foro Democratización de los medios de comunicación: Experiencias, cambios y contexto contemporáneo para los medios en Latinoamérica, dijo que la sociedad mexicana necesita una nueva Ley de Medios que realmente impacte en el mejoramiento de la economía, de la cultura y educación.

Además, “necesitamos que el Poder Legislativo adopte su papel como representante de la sociedad y que se levante la voz del Senado para dar a la sociedad un verdadero ordenamiento en la materia, libre, que no esté al margen del interés público ni sea controlado por grupos monopólicos”.

Ante expertos en la materia reunidos en la casona de Xicoténcatl, la legisladora perredista destacó que “buscamos que las reformas a la Ley de Medios permitan el avance del bienestar social y afianzar un proceso cultural y educativo ente la ciudadanía, ya que la legislación vigente es obsoleta y tiene un alto contenido neoliberal.”

Por su parte, la senadora Alejandra Barrales Magdaleno, presidenta de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, afirmó que “la izquierda ha sido parte viviente de cómo los medios de comunicación inciden en la agenda política y electoral de todo un país, lo que se pudo constatar en las pasadas elecciones”.

Dijo que actualmente la mayoría de los medios de comunicación están cuestionados porque han contribuido a fragmentar la clase política, ya que juegan un doble papel: por un lado, lucen el rol social que les encomienda la ley, es decir, promueven valores sociales y, por otro, velan por sus intereses a costa de lo que sea.

Por ello –añadió-- es importante democratizar los medios de comunicación y con ello atender los tres principios básicos: preservar la libertad de expresión, garantizar el derecho y acceso a la información y certificar que los contenidos de los medios se refleje en la pluralidad de la sociedad.

En su turno, el secretario de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado, de Ecuador, Rommel Jurado Vargas, dijo que “la gran lección que nos dejó la guerra fría es que la comunicación mediática y masiva, puede ser una herramienta que ayude a educar las sociedades, pero también puede ser arma para inmovilizar y corromper”.
Añadió que los medios de comunicación pueden jugar ese doble papel, lo cual sucedió hace algunos años en Ecuador, antes de que se legislara sobre la Ley de Comunicación local, que estableció un conjunto de derechos que protegen a los ciudadanos y evitan a terceros la mala utilización de los medios.

“Fuimos conscientes en la necesidad de superar la adversidad, la indefensión en que vivían los ciudadanos frente a los poderes privados mediáticos, “y logramos a través de un activo rol del Estado establecer políticas públicas que orientaron la gestión de los medios de comunicación y la producción educativa y cultural de la misma”, precisó.

El corredactor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de Argentina, Luis Lazzaro, destacó la importancia del avance de la democratización de los medios de comunicación argentinos, “no obstante que aún no rompemos por completo el cascarón de la herencia de las dictaduras militares y de años de neoliberalismo”,

Por eso, consideró que una de las primeras consignas tiene que ver con reivindicar esta Ley, aprobada en octubre del 2009 por el Congreso, como una herramienta fundamental para consolidar la democracia en los medios de comunicación.

Hizo notar que actualmente en Argentina es condición indispensable para la democracia erradicar el monopolio informativo, resguardar los intereses del Estado en materia, distribuir mensajes en forma pluralista y que la sociedad participe y tenga acceso pleno en el mundo de la información y del conocimiento.

A su vez, el diputado venezolano Manuel Villalba, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología y Medios de la Asamblea Nacional, indicó que cuando se habla de democratización se prenden las sirenas de los grupos monopólicos que controlan la información y empiezan a atacar cualquier iniciativa que vaya en su contra.

La comunicación monopolizada –dijo-- ha significado, incluso, derrocamientos de presidentes de gobiernos legítimamente constituidos, invasiones y genocidios, pues representa una mina constante de dinero y explotación.

“Por fortuna esto fue erradicado de Venezuela durante una ardua lucha, y ahora “hemos emprendido un largo proceso de democratización de los medios escritos y electrónicos  y defender el derecho de la comunicación que conlleva cultura, educación y bienestar de los pueblos”, afirmó

En la sesión vespertina, se analizó el Caso de México: el duopolio incontenible, donde participaron los periodistas mexicanos, Jenaro Villamil, colaborador de la revista Proceso; Sanjuana Martínez, especializada en derechos humanos y equidad de género y Virgilio Caballero fundador de varios canales de televisión.

 


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